Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través de los organismos con competencia en la materia, informe a la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, sobre los siguientes puntos referidos al Plan Maestro Integral de la Cuenca del Río Salado:

1) Estado actual de ejecución física y financiera de las obras financiadas por el Estado Nacional detallando:

Características técnicas generales;

Distritos y localidades afectadas, especificando los términos de los acuerdos pactados con los respectivos gobiernos provinciales para la ejecución de obras;

Contratistas involucrados y mano de obra empleada;

Detalle de demoras y desvíos respecto del plan de trabajo aprobado, indicando los motivos;

Monto total de inversión comprometida;

Áreas productivas recuperadas (en hectáreas).

2) Cronograma para la finalización de los tramos de obra pendientes, precisando inversión y tiempos proyectados.

3) Detalle del origen y asignación de los recursos que integran el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica, desde su constitución hasta la fecha, discriminando por año, jurisdicción y área de gasto.

Señor presidente:

El río Salado nace en la localidad santafesina de Teodolina y desemboca luego de 640 km de recorrido, en el Río de la Plata, casi en el centro costero de la Bahía de Samborombón, unos 170 km al sudeste de Buenos Aires. Su cuenca cubre 170.000 km2, representando más de la mitad del área provincial, con promedios entre 800 y 1.300 mm de precipitación anual (concentraciones de 50 mm/h, y máximas de 110 mm/h), y frecuentes inundaciones y sequías en su área de influencia, la Depresión del Salado, en donde se forman abundantes meandros y lagunas. En la cuenca viven aproximadamente 1.300.000 personas y concen10tra el 25% de la producción nacional en maíz, trigo, girasol y soja y el 30% de la producción ganadera nacional.

Las precipitaciones abundantes y sequías que ocurren años tras año afectan a miles de productores agropecuarios aledaños a la cuenca y generan perjuicios irreparables a nuestras economías regionales que son perfectamente evitables: anegamientos, deterioro de rutas y caminos rurales, caída de rindes agrícolas, entre otros. La pérdida por estos años de abandono se estima en más de U$S 1.000 millones y es considerada por los especialistas como una "verdadera calamidad hídrica".

El Plan Maestro Integral de la Cuenca del Río Salado fue elaborado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires en 1997 con un plazo de once años para concretar las obras y un costo total de U$S 1.800 millones, cuyo objetivo es reducir los impactos negativos de las inundaciones y sequías en la economía de la cuenca, preservar y desarrollar el valor ambiental de la cuenca y mejorar sus condiciones económicas. Han pasado diecisiete años desde la elaboración del plan y las obras de infraestructura de la Cuenca del Salado están lejos de finalizar.

Las obras sobre los tramos I y II del Plan Maestro, que representan solo el 30% del Plan total, fueron realizadas durante la Presidencia de Néstor Kirchner, no obstante el tramo II no se finalizó en este periodo.

En enero de 2011, la Presidenta de la Nación anunció la obra de saneamiento de la Cuenca del Río Salado, que demandaría, según informó, una inversión de 1.500 millones para prevenir nuevas inundaciones, en el tramo III del Plan Maestro, que va del arroyo Los Poronguitos a la laguna Las Flores. En dicha ocasión se informó asimismo sobre la firma del contrato para comenzar su ejecución. El plazo para su realización era de 24 meses, iniciando las obras en enero de 2011 por parte de las empresas Ecodyma Empresa Constructora S.A. - Austral Construcciones S.A. - UTE (Tramo I), Helport S.A. - Pentamar S.A. - José J. Chediack SAICyA - UTE (Tramo II) y Dragados y Obras Portuarias S.A. - CPC S.A. - SABAVISA S.A. - UTE (Tramo III). Las obras iban a involucrar un total de 42 millones de m3. Según informó la Presidencia en el mismo anuncio, las obras sobre la Cuenca del Salado implicarían un recupero de más de 1.2000.000 has de tierra productiva, un incremento de la producción agrícola de más de 1.000.000 de toneladas al año, un aumento de la producción ganadera de más de 145.000 toneladas anuales y una mayor producción láctea que rondaría las 12.000 toneladas, en igual período. Según palabras de la Señora Presidenta, dichas obras serían financiadas con aportes de ANSES al Fondo Hídrico.

Al día de hoy no solo el tercer y cuarto tramo están pendientes (el proceso licitatorio del tramo III se abrió en 2010), sino que además el tramo II aún está en ejecución.

Por otro lado, la asignación del Fondo de Infraestructura Hídrica creada por medio del Decreto 1381/01, fue modificada abruptamente por el Gobierno Nacional en los últimos seis años, disminuyendo así la inversión para obras hídricas en áreas estrictamente rurales de la provincia de Buenos Aires, como en la Cuenca del Salado, llegando inclusive a la paralización de las obras entre 2006 y 2008. Con la sanción de la Ley 26.181/06 de Fondo Hídrico de Infraestructura aumentaron los desembolsos para las zonas urbanas ya que se le quito la asignación específica para áreas rurales.

Las crecientes inundaciones siguen sucediendo y sin embargo las obras prometidas no están avanzando lo suficiente como para mitigar la amenaza.

Por lo expuesto anteriormente, solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente Proyecto de Resolución.