Instar al Poder ejecutivo Nacional para que se abstenga de autorizar la modificación de los caudales hídricos de los ríos Limay, Neuquén y Río Negro, por sobre los 800 m3/s con el fin de generar mayor energía hidroeléctrica, afectando así la productividad de las zonas contiguas al Alto Valle de Río Negro y Neuquén.

Señor presidente:

La crisis energética que vivimos los argentinos por falta de inversiones, más la llegada del verano con altas temperaturas que se registraran entre diciembre y marzo, y el avance de una intensa temporada turística, desencadenará en un tiempo no muy lejano, un colapso energético que se manifestará en un uso racional de energía y reiterados cortes del suministro.

El gobierno nacional ha dejado trascender la posibilidad que en un tiempo inmediato se autorice la modificación de los caudales de los ríos regionales en el período estival. Tal incremento obedece a la necesidad de contar con un importante caudal en las represas hidroeléctricas, a fin poder obtener una mayor generación de energía.

Debemos poner en conocimiento de la población y de esta Honorable Cámara que, de concretarse el aumento de los caudales hídricos en los ríos regionales, se desencadenarán grandes riesgos para la región productiva del Alto Valle de Río Negro y Neuquén.

La cuenca de los ríos Limay, Neuquén y Río Negro se encuentra ubicada al norte de la región patagónica, constituyendo el sistema hidrográfico más importante del país. Drena una superficie de 140.000 km2 y cubre casi la totalidad del territorio de la provincia de Neuquén y parte de las provincias de Río Negro y Buenos Aires. El río Neuquén tiene un módulo de 280 m3/s; el río Limay un módulo de 650 m3/s y ambos conforman el Río Negro, con un módulo de 930 m3/s.

Al respecto la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, brindó un informe en el que manifiesta que, para caudales promedio (enero-marzo) por encima de los 800 m3/s en el Río Negro, las tierras afectadas en un grado de gravedad suman 7000 has., llegando a un 15% aproximadamente del total cultivado; si consideramos caudales medios para el mismo período 1200 m3/s, la afectación alcanza el 34% y las pérdidas por la disminución de la productividad rondan aproximadamente los 11 millones de dólares.

El aprovechamiento de los ríos de la cuenca del Alto Valle la destacan como la principal generadora de energía eléctrica del país: de la región parten tres líneas de 500 kilo vatios que transportan el 90% de toda la energía generada a los centros consumidores ubicados fuera de la región.

La actividad frutihortícola en esta zona tiene un volumen cercano a 1.200.000 toneladas anuales, siendo la actividad principal la comercialización de frutas frescas, acompañada en segundo término por la producción de jugos y otros derivados, además de la industria vitivinícola y la sidera.

La erogación de caudales hídricos tiene como consecuencia inevitable la inundación de las capas freáticas, produciendo la putrefacción de los cultivos, además del inevitable proceso de degradación de los suelos, comprometiendo la capacidad productiva y la sustentabilidad del crecimiento económico.

Señor Presidente, la historia productiva de la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, tiene mas de cien años de vida, y representa el esmerado esfuerzo de varias generaciones dedicadas al cultivo y trabajo de la tierra. Por tal motivo solicito a los señores diputados que acompañen este proyecto con su voto.