Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional a fin de solicitar que se coordine con la Provincia de Córdoba, la Municipalidad de Córdoba Capital y demás distritos ribereños del Río Suquía (o Primero) con el fin de consensuar un plan integral destinado realizar las obras y saneamiento necesarios para reducir la contaminación detectada en el aludido curso de agua, en cumplimiento de lo dispuesto por el art. 41 de la Constitución Nacional y a fin de mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la cuenca del Suquía; en especial, en inmediaciones de la planta cloacal de Bajo Grande denominada Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) y que se emplaza en la zona de Chacra de la Merced, en el extremo este de la ciudad de Córdoba.

Señor presidente:

Días pasados desde el Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba se pidió que se dicte la emergencia ambiental por la contaminación que presentan las aguas del río Suquía desde la planta de Bajo Grande y en un recorrido de 10 kilómetros.

Ello así, como consecuencia de un estudio científico que fue realizado conjuntamente por tres facultades de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), donde se señala que hay un alto nivel de bacterias. Las aguas del río Suquía están fuertemente contaminadas por los efluentes cloacales, según puede observarse en la planta de tratamiento de Bajo Grande.

"Trabajamos en un proyecto en conjunto entre la Facultad de Ciencias de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; la Facultad de Ciencias Agropecuarias y la Facultad de Ciencias Químicas, donde se estudió el impacto que tiene la ciudad de Córdoba sobre el río Suquía, tomando como base la calidad del aire, la calidad del agua, la calidad del suelo y los sedimentos del río Suquía", comentó Carolina Merlo, bióloga.

Precisó que "hay un gran impacto de la ciudad sobre la calidad del agua del río donde se encontraron alto nivel de bacterias y se observó una gran disminución del oxígeno, que afectó la población de peces".

La especialista puntualizó que los líquidos se vierten con escaso tratamiento desde la planta de Bajo Grande y deberían controlarse los volcamientos, así como generar una remedicación posterior del río.

La Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba procedió a tomar muestras en el río Suquía para determinar la presencia de coliformes fecales, escherichia colis y coliformes totales que que podían hallarse en el curso de agua. Los resultados concluyeron que estamos por encima de los valores permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los indicadores señalan que en cuanto a dichos valores máximos de la OMS estamos en un mil por ciento (1.000 %) más y esto claramente perjudica al ecosistema del Río Suquía, a los pobladores ribereños y deprecia su aprovechamiento.

Cabe recordar que la Justicia intimó a la Provincia de Córdoba y a la Municipalidad capitalina a establecer un cordón sanitario entre la salida de la ciudad de Córdoba hasta Capilla de los Remedios, porque es el recorrido que hacen los líquidos cloacales de la planta de tratamiento de Bajo Grande.

Urge consecuentemente articular un plan integral entre las distintas jurisdicciones para cesar las fuentes emisoras de contaminación, recuperar el estado de las aguas del Río Suquía y dar cumplimiento a las disposiciones constitucionales que garantizan un medio ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo.

La Carta Magna en su art. 41 establece que "el daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer".

Pido por ello el apoyo de mis pares con su voto, para la sanción de esta iniciativa.