Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través del Organismo que correspondiere, informe sobre:

- La extensión de los cupos de exportación que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos del Ministerio de Producción fijará para la exportación de las especies de peces de río comprendidas en el Decreto Nº 931/2009 de Presidencia de la Nación.

- Los estudios y medidas aplicados o a aplicarse para la evaluación de los recursos involucrados en el mencionado Decreto.-

Señor presidente:

Día a día vemos como nuestra riqueza ictícola va desapareciendo. Miles de toneladas de pescado son exportadas anualmente. Los reclamos para evitar la sobreexplotación que están sufriendo nuestros ríos son permanentes, pero el tiempo pasa y los avances que se logran en este sentido parecen minúsculos ante la precipitada explotación pesquera que se lleva adelante.

Los afectados van desde miles de pescadores de subsistencia y sus familias que vuelven de pescar con las canoas vacías hasta pequeños y medianos comerciantes de pescado y operadores turísticos que poco y nada tienen que ofrecer a sus tradicionales clientes.

El Decreto Nº 931/2009 de Presidencia de la Nación, del 23 de julio pasado, que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2010, establece que las especies sábalo, surubí, tararira y boga, sólo se podrán exportar hasta completar los cupos de exportación que fije la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA), organismo que evaluará el estado de estas especies y, en base a ello, recomendará cuáles deberán ser los cupos de exportación.

Lo alarmante de esta medida, es que en principio habilita la exportación de pescado, pero sin establecer los cupos.

Entre enero y mayo de este año, la Argentina exportó 6.464 toneladas de sábalo, por 5,3 millones de dólares, de acuerdo a estadísticas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Los principales países compradores de sábalo argentino fueron Colombia, con 2.395 toneladas; Nigeria, con 1.580 toneladas; Bolivia, con 1.552 toneladas; y Brasil, con 789 toneladas.

Resulta enormemente preocupante la incorporación del surubí en el decreto 931 para establecer un cupo exportable. Los últimos datos nos indican un retroceso numérico y una caída del promedio en kilos de los surubíes, situación que no sólo vive la pesca deportiva, sino también la pesca comercial.

De seguir el ritmo extractivo que se evidencia en los últimos años, en poco tiempo no habrá qué pescar. Mientras tanto, los pequeños emprendimientos familiares que en los distintos pueblos costeros mueve el turismo, la pesca deportiva y otras actividades vinculadas con el río, también estarán en peligro al ver cómo se muere el recurso.

Creemos firmemente que las especies de peces de río comprendidas en el Decreto 931/2009 cumplen una importante función social y económica, por lo tanto el Estado debería regular la pesquería con una visión de sustentabilidad y de equidad. Visión que se ve comprometida permitiendo su exportación.

Por lo aquí expuesto, solicito a los Señores Diputados me acompañen en el presente Proyecto.-