Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional, para que través del organismo que corresponda, informe detalladamente los compromisos asumidos y las obras realizadas por el Estado Nacional, para la atenuación de crecidas en ocasión de la privatización del complejo Hidroeléctrico Cerros Colorados, en el río Neuquén, y en particular, sobre los siguientes interrogantes:

1. Cuales han sido los estudios realizados para el control de la Crecida Máxima Probable, su estado de avance y conclusiones.

2. Que obras se consideraron necesarias para el completo y total control/regulación de la Crecida Máxima Probable.

3. Cuales son los montos que se estimó oportunamente, demandaban dichas obras.

4. Estimación aproximada de los plazos para la implementación de dichas acciones.

5. En concordancia con lo anterior, ¿que obras se realizaron en el complejo Hidroeléctrico Cerros Colorados en los últimos 13 años, para la atenuación de crecidas?.

Señor presidente:

Nuestra provincia se caracteriza por ser una provincia energética y que de ella se provee, no solo petróleo y gas sino que en ella están localizadas, un numero importante de represas sobre los ríos Neuquén y Limay, que generan electricidad, que contribuye al desarrollo económica y social de la Republica.

Estas represas fueron ejecutadas principalmente para la producción de hidroelectricidad y para la regulación de las crecidas de los ríos, que tanto daño producen en los tramos medios y bajos de ambos cauces fluviales.

El río Limay presenta mayor número de presas, entre las cuales se encuentra Alicurá, Piedra del Aguila, Pichi Picún Leufú, El Chocón y Arroyito. Se trata del río más regulado, con las más importantes ciudades de las Provincias de Neuquén y Río Negro aguas abajo de dichas obras.

Siempre ha sido motivo de preocupación la seguridad de la población de estas localidades, las grandes extensiones de cultivos del Valle del Río Negro y la importante cantidad de bienes y vidas que pueden verse destruidas como consecuencia de una crecida que no pueda ser contenida por los embalses o como consecuencia de la rotura de una de estas represas.

Esta seria preocupación, ha generado diversos estudios, llevados adelante por las ex Hidronor, Agua y Energía Eléctrica y otras dependencias del Estado.

Asimismo, se han desarrollado los Planes de Acción de Emergencias (PADE), que definen con precisión las acciones a seguir en caso de eventos críticos de esta naturaleza, definiendo rutas de escape, líneas de mando, priorización de acciones y otras medidas.

Actualmente, se puede afirmar que el río Limay se encuentra controlado, sin embargo, no ocurre lo mismo con el Río Neuquén, ya que en él, la cantidad y tamaño de los elementos de regulación de las crecidas es menor. Este río esta lejos de encontrarse controlado desde el punto de vista de las inundaciones, presentando un riesgo importante a partir de crecidas de mayor magnitud que, no sólo afectarán a las poblaciones de aguas abajo, sino que puedan llegar a destruir el embalse de Portezuelo Grande, incrementando la magnitud destructiva de un fenómeno de esta naturaleza.

Cuando se privatizaron las centrales hidroeléctricas, a comienzos de la década de los ´90, se transfirieron diversos compromisos y responsabilidades a las empresas concesionarias, entre ellas parte de las acciones y controles ante crecidas y seguridad de las presas. Asimismo, quedaron establecidos en la ley de privatización en los pliegos de concesión, y por lo tanto en los contratos con las empresas privatizadas, compromisos que el Estado Nacional debía atender.

Uno de los compromisos asumidos por el Estado Nacional para el río Neuquén, consistió en la realización de estudios y obras para el control de las crecidas y en particular de la Crecida Máxima Probable.

La decisión de qué obras realizar y el momento de llevarlas a cabo constituye una atribución que se reservó el concedente, o sea, el Estado Nacional.

Los hechos acaecidos en la ultima semana en la Provincia dieron cuenta de que los estudios o no se hicieron o no se llevaron adelante los trabajos y obras correspondientes para que este efecto devastador sucediera. Sólo la infraestructura vial ha tenido un daño cercano a los sesenta millones de pesos y un daño todavía no mensurado en lo que hace a viviendas y zonas productivas. Es importante también poner en claro que el Gobierno Provincial dio aviso en reiteradas oportunidades de las posibles consecuencias de la prominente acumulación nívea que se estaba produciendo en la alta montaña de esta cuenca, por medio de notas y recurrente pedidos al Estado Nacional.

Por las razones expuestas, se solicita a la H. Cámara la aprobación del presente proyecto.-