Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través de la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura, dependiente del Ministerio de Economía y Producción de la Nación; y también por medio de la Secretaría de Obras Públicas, dependiente del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios; tenga a bien informar a esta Honorable Cámara lo siguiente:

- Grado de ejecución física y financiera de las obras financiadas total o parcialmente con recursos provenientes del denominado Fideicomiso de Infraestructura Hídrica durante el año 2015. Al respecto, detallar para cada obra, al menos: tipología y características técnicas generales; jurisdicción y localización exacta; monto total de la inversión comprometida, discriminando gasto en consultoría, expropiaciones y resto; porcentajes de ejecución física y financiera a la fecha; contratistas involucrados y mano de obra empleada; cumplimiento del plan de trabajos aprobado, indicando si los hubiere desvíos respecto de las previsiones contractuales y sus motivos; áreas productivas recuperadas (en hectáreas).

- Detalle mensual en lo que va del año 2015 acerca del origen y la aplicación de los recursos integrados al referido fideicomiso y flujos mensuales discriminando por jurisdicción provincial.

- Plan de acción previsto a corto, mediano y largo plazo en materia de infraestructura hídrica, particularmente, precisiones acerca de aquellas obras proyectadas en la Cuenca del Río Salado de la Provincia de Buenos Aires y su vasta zona de influencia, en el marco del denominado Plan Maestro Integral de la Cuenca del Río Salado.

- Características del sistema de monitoreo utilizado para supervisar la efectiva ejecución de las obras de infraestructura hídrica comprometidas.

- Toda otra información complementaria que estime pertinente.

Señor presidente:

Una vez más venimos a reiterar el presente pedido de informe respecto del grado de concreción y financiamiento de las obras destinadas a resolver los problemas de inundaciones de la provincia de Buenos Aires, particularmente las de la Cuenca del Salado, dado que hasta el momento no se han observado avances significativos al respecto ni tampoco los organismos oficiales brindan información sobre lo que se proyecta realizar durante este año.

Cabe recordar que las obras en cuestión se financian a través del Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica, a cargo de la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura, dependiente del Ministerio de Economía y Producción de la Nación. El mismo es recaudado a través del producido del impuesto sobre la transferencia a título oneroso o gratuito o importación de combustibles, que fuera establecido en virtud de la Ley Nº 26.181 -en reemplazo de la Tasa de Infraestructura Hídrica creada por Decreto Nº 1381/01; y tiene por objetivo: disminuir la frecuencia de las inundaciones; realizar un manejo equilibrado de los excedentes hídricos; prevenir eventuales desbordes; proteger la infraestructura vial; resguardar los centros urbanos y recuperar tierras productivas.

Sin embargo, gran parte de la masa de recursos del Fondo de Infraestructura Hídrica, originalmente creado para obras en zonas rurales, fue desviada a obras urbanas de menor importancia -como desagües pluviales, que de poco servirán en caso de grandes inundaciones; e inclusive, fueron utilizados para montar stands en Tecnópolis. Es por ello que nos preocupa particularmente el destino de los mismos.

Actualmente, estamos viviendo un prolongado período de sequías, que sería propicio para llevar adelante las obras que evitarán futuras inundaciones. Sobre todo teniendo en cuenta que uno de los argumentos que utilizaron el año pasado para justificar las demoras fue que, debido a las fuertes inundaciones sufridas, se tornaba imposible continuar los trabajos.

Durante 2014 la provincia de Buenos Aires llegó a tener unas 18 millones de hectáreas inundadas, con 64 localidades declaradas en estado de emergencia o desastre agropecuario. Las consecuencias de este crítico escenario fueron gravísimas tanto para los productores como para el Estado en sus tres niveles (nacional, provincial y municipal), teniendo en cuenta la fuerte caída de rindes agrícolas, principalmente de los cultivos de soja y maíz; los anegamientos y deterioro de rutas, caminos rurales y vías férreas; los cuantiosos sobrecostos; entre otros.

Y en el año 2012, en el que se sufrieron también grandes inundaciones, de acuerdo a las estimaciones de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), las 13,5 millones de hectáreas en Buenos Aires afectadas en mayor o menor medida provocaron pérdidas por 11.000 millones de pesos al sector agropecuario.

Debemos actuar rápidamente para no someter nuevamente a este importante sector productivo a una desgracia de esta magnitud. Es por ello que considero sumamente oportuno y necesario solicitar formalmente al Poder Ejecutivo las mayores precisiones al respecto, dando debida cuenta de su actuación en la ejecución de estas importantes obras de infraestructura, así como en la aplicación de los ingentes recursos públicos aquí involucrados, a fines completar un diagnóstico claro sobre el particular y eventualmente promover desde el ámbito legislativo las acciones que se estimen pertinentes.

Por las razones expuestas, pongo a consideración de mis pares el presente pedido de informe.