Ley de preservación del agua para uso sanitario

Artículo 1°. Se prohíbe a partir del 31 de diciembre de 2015 en todo el territorio de la Nación, la comercialización de inodoros con depósitos de descarga única, sean estos destinados a viviendas y/o edificios públicos y privados, en todo el territorio de la República Argentina.

Art. 2°. A partir de la promulgación de la presente ley, los organismos públicos vinculados a proyectos de obras nuevas de cualquier categoría y uso o refacciones de existentes, deberán considerar exclusivamente la utilización de inodoros con depósitos provistos de mecanismos de doble descarga o de descarga controlada.

Art. 3°. El Poder Ejecutivo Nacional determinará la autoridad de aplicación.

Art. 4°. De forma.

Señor presidente:

La humanidad observa hoy expectante, cómo una serie de acuerdos internacionales que buscan armonizar el crecimiento económico con el respeto al medio ambiente. La necesidad del desarrollo sustentable ha surgido como consecuencia de la constatación del grave deterioro al que se sometió a los recursos naturales a partir de la práctica de un consumismo extralimitado.

La exigencia de preservar los componentes naturales existentes en el Planeta Tierra para disfrute de las generaciones posteriores ha generado una creciente conciencia ecológica en la población. Se han realizado diferentes propuestas de sustitución de recursos no renovables, así como mejoras técnicas para un mayor aprovechamiento de los existentes.

Uno de los elementos indispensables para la vida, el agua, están en el centro de atención de las preocupaciones mundiales. Tal como lo señala el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en su reporte de 2001, 1.200 millones de personas carecen de acceso al agua potable limpia, 3.000 millones de personas carecen de instalaciones sanitarias y el 50% de los ríos y lagos del mundo está peligrosamente contaminado.

Hace unos pocos meses, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución propuesta por Bolivia, reconociendo al agua potable y los servicios sanitarios básicos como un derecho humano.

En Argentina, según el Censo 2001, el 80% de los argentinos usaban la red pública como fuente principal de agua para beber y cocinar. Un 17% usaban agua de perforaciones o pozos, mientras que un 3% tenían como fuente principal de agua para beber y cocinar la colecta de agua de lluvia, carro-cisternas, ríos, canales o arroyos. En la mayoría de las provincias el problema no es la falta de agua dulce, sino la mala distribución del recurso y/o su derroche.

Según la Asociación Nacional de Defensa del Consumidor PROTECTORA, "con el 30 % del consumo diario doméstico, el inodoro es el segundo puesto de más consumo de agua potable en casa justo después del baño/ducha. Adoptando hábitos de consumo ahorradores y teniendo una instalación eficiente se podría reducir este consumo en un 50 %".

Es en este sentido es que proponemos que, desde el Estado se genere la obligatoriedad de utilización de sistemas de descarga en los productos sanitarios para inodoro que posean sistemas de doble descarga o de descarga interrumpida. Es decir, que el Estado propicie la eliminación de la comercialización de los sistemas que mayormente se ofertan en el mercado, aquellos que poseen una descarga completa del equipo al pulsar el botón sustituyéndolas por los de doble descarga.

A nuestro entender, no es conveniente prohibir taxativamente la fabricación o la importación, ya que en el primer caso puede existir una industria nacional que exporte esos productos a países con diferente normativa y en el caso de la importación, se atiende a situaciones particulares que el Poder Ejecutivo deberá contemplar a partir de sus Agencias especializadas en el momento oportuno.

El agua representa un elemento esencial para la vida de las comunidades, razón por la cual se hace necesario consolidar el concepto de considerar a la misma como una cuestión de Estado. Diversos estudios realizados dan cuenta de que la cantidad de agua dulce es finita en el planeta, motivo por el cual debemos procurar un uso lo mas racional posible del vital elemento.

Los baños en general consumen la mayor cantidad de agua potable tanto en viviendas, como así también en la mayoría de los diversos edificios públicos. Asimismo se ha precisado que en viviendas y con motivo de las descargas que produce el uso del inodoro, se ocasiona el segundo mayor consumo de agua potable. La inmensa mayoría de los inodoros instalados en nuestro país funcionan con depósitos o mochilas de entre 10 y 15 litros de capacidad para cada descarga, situación que consume millones de litros diarios de agua potabilizada. Por ende los sistemas de saneamiento de aguas servidas reciben a su vez cantidades significativas de líquidos a tratar provenientes del uso cotidiano del inodoro.

Con la idea de propiciar el ahorro, conservación y uso racional del agua potable, se valoran los mecanismos desarrollados para posibilitar el manejo de:

a) Dos tipos de descarga en los depósitos de inodoros, una identificada como "media descarga" para la evacuación de líquidos y otra denominada como "descarga completa" para la evacuación de sólidos; y

b) Parar voluntariamente la descarga al volver a pulsar el botón.

Si consideramos que la evacuación de líquidos representa el mayor uso del inodoro, la media descarga posibilitaría el ahorro de entre 5 y 7 litros de agua potable en cada utilización del artefacto mencionado. De esta manera se podría producir un ahorro de alrededor de 15 litros de agua por día y por persona, lo que representarían unos 5.000 litros al año per capita. Cabe expresar que el ahorro de agua potable, repercutiría en importantísimas economías para la suma de procesos que permiten contar con este servicio, como son la captación, potabilización, distribución y en el posterior tratamiento o saneamiento de aguas.

Por ello es que les solicito a mis pares el acompañamiento en la sanción del presente proyecto.