Su beneplácito por la decisión del Poder Ejecutivo Nacional de formalizar el traspaso al Estado Nacional de la empresa Talleres Navales Dársena Norte Sociedad Anónima, Comercial, Industrial y Naviera (TANDANOR S. A. C. I. y N.), mediante el dictado del Decreto 315/07, dejando sin efecto la licitación de esa empresa realizada en el año 1991.

Señor presidente:

En el año 1991, en una cuestionada operación, el entonces gobierno del Presidente Carlos Menem, dentro del marco de la política de privatizaciones que marcó la fatídica década de los años 90, tomó la decisión de vender el 90 por ciento de las acciones de la empresa TANDANOR, emblemática para la industria naval argentina, a la sociedad Industria Dársena Norte (INDARSA), que integraban la Compañía Argentina de Transporte Marítimos, Brisard Sud Marine y el banco BHU.

Sin embargo, los resultados de aquella política fueron, evidentemente, contraproducentes para el desarrollo y el crecimiento del país en su conjunto, y en particular para las actividades navieras y la industria naval argentina. Pero recientemente, a través del decreto 315/07, el Ministerio de Defensa dejó sin efecto aquella licitación de 1991 y pasó a tomar el control de la empresa Talleres Navales Dársena Norte Sociedad Anónima, Comercial, Industrial y Naviera (TANDANOR S. A. C. I. y N.).

A partir de ahora, el Ministerio de Defensa tendrá el desafío de tomar posesión inmediata de los astilleros, reorganizarlos e instrumentar un programa de propiedad participada con los empleados. Debe recordarse que TANDANOR es un astillero único en toda Latinoamérica, que incluye 1.400 metros de muelles y un "mega-ascensor" para levantar embarcaciones de hasta 150 mil toneladas.

En la actualidad, TANDANOR posee unos 350 empleados en planta permanente, los cuales se encuentran realizando labores de reparación de vagones de ferrocarril y la construcción de barcazas. Con esta decisión, no solo se asegura la continuidad de las fuentes laborales, sino que también se avanzará en la instrumentación del régimen de Propiedad Participada, con el 10 por ciento de las acciones que pasarán a ser propiedad de los trabajadores de la sociedad.

Finalmente, debe apuntarse que, de este modo, el Estado Nacional sigue avanzando en su control de algunos sectores clave de la economía, como ya sucedió con el correo, el agua, el espectro radioeléctrico y la energía.

Por todo lo antes expuesto, solicito a mis pares que me acompañen con la aprobación del presente Proyecto de Declaración.