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INTERESES MARITIMOS, FLUVIALES, PESQUEROS Y PORTUARIOS

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P02 Oficina 219

Jefe SR. RODRIGUEZ JUAN MANUEL

Martes 17.30hs

Of. Administrativa: (054-11) 6075-2367 Internos 2367/2449/2356

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PROYECTO DE RESOLUCION

Expediente: 0141-D-2009

Sumario: CREACION DE LA COMISION ESPECIAL DE INVESTIGACION DE LA ADMINISTRACION DE LOS RECURSOS ICTICOLAS NACIONALES EN EL AMBITO DEL H CONGRESO.

Fecha: 02/03/2009

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 1

Proyecto
- Créase una Comisión Especial de Investigación de la Administración de los Recursos Ictícolas Nacionales, con todas las facultades inherentes a dichas comisiones, a fin de establecer:
Si la administración y preservación de los recursos ictícolas, ha logrado la sustentabilidad de la actividad pesquera como sector relevante de la economía.
Si la ley 24.922 del Régimen Federal de Pesca sancionada en 1997 fue implementada de manera que permita tener una efectiva y plena aplicación.
Si fue determinado el ordenamiento definitivo del caladero nacional y las zonas de pesca establecidas por la ley citada.
Si fueron adoptadas las recomendaciones técnicas del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) en lo referido a las capturas máximas permisible por cada especie.
Si las decisiones del Consejo Federal Pesquero que hacen al otorgamiento del sistema de cuotas individuales por debajo de la captura máxima permisible (CMP) han seguido las pautas fijadas recomendadas por el INIDEP.
Si la Autoridad de Aplicación ha procedido a cumplir con las normativas que fija la ley 24.922, en especial el sistema de control estricto de los permisos de pesca, y el otorgamiento de las autorizaciones a las embarcaciones pesqueras de distintos tipos, sean estas de menor calado, fresqueros, barcos congeladores, así como las zonas operativas de cada una.
Si la Autoridad de Aplicación ha mantenido la equidad y transparencia necesaria al otorgar los permisos de pesca y autorizaciones a las embarcaciones remitiéndose a lo establecido ante la ley vigente.
Si la Autoridad de Aplicación para lograr la preservación de los recursos ictícolas y la sustentabilidad de la actividad pesquera, en especial con especies como la merluza y el calamar, ha elaborado un Plan de manejo de dichos recursos.
Si la Autoridad de Aplicación ha dado continuidad al sistema de monitoreo satelital que había sido contratado oportunamente, y la instrumentación posible del sistema en su reemplazo por el cual todos los buques debían contar con un sistema de monitoreo satelital con acceso a los datos por parte de las autoridades.
Si las conclusiones de la Auditoría realizada en el año 2001 por el equipo de especialistas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) fueron tenidas en cuenta y qué decisiones se adoptaron para solucionar las graves violaciones a las normas vigentes.
Si la Autoridad de Aplicación como control del sector pesquero ha instrumentado un sistema de seguimiento de la documentación requerida por los organismos del Estado (Prefectura, Aduana, AFIP, DGI y Pesca).
Si la Autoridad de Aplicación para agilizar el procedimiento de aplicación de sanciones ha procedido a reglamentar la ley 25.470, y el artículo 54 de la ley 24.922, la simplificación del procedimiento sumarial, y la creación del Registro de antecedentes de infractores.
Si la Autoridad de Aplicación ha desarrollado la capacitación de inspectores a través de una carrera de Inspector Nacional de Pesca, y dotar a su estructura de los recursos humanos y materiales para el cumplimiento eficiente de sus funciones.
Exportaciones realizadas antes y después de la devaluación de la moneda, con cantidades por especie y destinos de las mismas.
Todo lo referido a la administración de los recursos ictícolas que no han sido enumerados anteriormente.
2.- Serán funciones de la Comisión, entre otras:
- Investigar los hechos de trascendencia legal y económica en el ámbito del sector público, que por su magnitud y características hubieran afectado al patrimonio nacional o el interés público en general, relacionados con el objeto de esta Comisión.
- Impulsar los mecanismos institucionales apropiados a fin de lograr la búsqueda, identificación, y requerimiento de la documentación pertinente a su labor específico.
- Examinar la eficacia de las estructuras de prevención, control y sanciones, a los efectos de proponer mecanismos o procedimientos orientados a su perfeccionamiento.
- Recibir testimonios de los funcionarios que integran la autoridad de Aplicación, como de otros organismos sean técnicos, científicos, como así también de la Auditoría General de la Nación y la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), de la Oficina Anticorrupción.
- Recibir denuncias y pruebas sobre hechos anormales en cumplimiento de las funciones públicas y la remisión inmediata a la Justicia si ellas estuvieran conectadas con la presunta comisión de delitos.
3.- Fíjase en doce (12) el número de miembros de esta Comisión, los que serán designados por la Presidencia de la H. Cámara de Diputados de la Nación a propuesta de los presidentes de bloques, respetando la composición de la Cámara. Se designará un Presidente y un Secretario.- Queda facultada la Comisión para dictar su propio reglamento o en su caso se regirá por el Reglamento de la Cámara.
4.- La Cámara de Diputados de la Nación proveerá la infraestructura, apoyo técnico y el personal necesario para el desenvolvimiento de sus funciones.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Este proyecto fue oportunamente ingresado a la Cámara bajo los expedientes 5033-D-2007 y 1165-D-2008, ambos no han tenido tratamiento parlamentario
La situación actual del sector pesquero nos confronta hoy con la Argentina que queremos dejar de ser: aquella que deja librada al arbitrio de un funcionario circunstancial la suerte de sus recursos más importantes, en lugar de establecer reglas de juego claras que garanticen la sustentabilidad de ese mismo recurso en el mediano y el largo plazo.
En 1997 el Congreso sancionó el Régimen Federal de Pesca, por el cual se estableció un ordenamiento normativo que, bien aplicado, garantizaría la sustentabilidad del recurso. Pero esa ley no ha sido todavía implementada. Y, como resultado de esta dejadez, hoy se encuentran en grave peligro especies como la merluza hubbsi, la más significativa de nuestro mercado, que demandan adoptar medidas protectivas permanentemente.
Lamentablemente, no siempre somos conscientes del significado que tiene la pesca para el presente y el futuro de los argentinos. Inmersos en una fuerte tradición agroganadera, perdemos de vista sectores como el pesquero, que supera a muchos otros productos en valores de exportación
El sector pesquero fue uno de los mayores favorecidos por la devaluación del peso. El año pasado se exportó por unos 900 millones de dólares, mas que el valor de los embarques de carnes vacunas. Del total de las capturas en el Mar Argentino, un 90% tienen como destino el mercado externo.
No se respetaron en su totalidad las recomendaciones técnicas del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), que por ley es el referente técnico y científico de la administración pesquera nacional. Tampoco se tuvo en cuenta al Consejo Federal Pesquero ni a los otros institutos de investigación. Estos organismos se encargan de establecer la captura máxima permisible en cada caso, fijando los límites de explotación de la especie. Al no tomarse en cuenta esos límites, se llegó al extremo de duplicar, en los hechos, los niveles recomendados por las instituciones.
No hace falta ser un experto en el tema para entender cómo se llegó a esa situación. El otorgamiento de los permisos de pesca se hizo al margen de las pautas establecidas en la ley mencionada. Es decir, se hizo a través del viejo vicio de la duplicación de los permisos pesqueros, que permite el ingreso de buques que supuestamente reemplazan a otros inexistentes o que admite que aquellos que deben dejar de pescar continúen haciéndolo.
La ley le pone un freno al oportunismo a través de un sistema de cuotas, que son otorgadas por el Consejo Federal de Pesca sobre la base de las recomendaciones que surgen de los estudios del Inidep. Este sistema es el mismo que se aplica en países como los Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. No se trata de innovar, sino de hacer cumplir una ley sancionada hace más de cinco años en la Argentina y de eficacia probada en países desarrollados, de reconocida seriedad en la administración de recursos sustentables.
La administración pesquera hace más de una década que zozobra por denuncias de corrupción e irregularidades en el otorgamiento de las licencias de pesca con consecuencias nefastas sobre los recursos del mar argentino.
"El Estado es el principal depredador del mar porque no controla a las empresas pesqueras"
En 2001 una auditoría realizada por un equipo de especialistas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), financiados por la misma Secretaría de Agricultura, reveló abrumadoras violaciones a las normas vigentes. Ese informe, entre otros, cayó en saco roto, pues implicaba avanzar en temas inconvenientes tanto en el plano político como en el empresarial.
Mientras tanto, las existencias de los principales recursos, como la merluza hubbsi, continuaron descendiendo a niveles preocupantes. La biomasa total y reproductiva de la especie está en los guarismos más bajos de la historia, según el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep).
Este es un año de mala racha para la pesca. Cayeron las exportaciones respecto de 2006 (un 20% en volúmenes y un 7% en montos), hay una sobreoferta de calamar y langostino a nivel mundial que dejó los precios de estos productos por el piso y se redujo un 10% la captura permitida de la merluza, lo que despierta cierta incertidumbre sobre el estado de este recurso. Según informó el Senasa, las exportaciones de pescados y mariscos durante los primeros 5 meses del año alcanzaron las 232.000 toneladas, por un valor de más de 425 millones de dólares. A pesar de la caída, la tonelada de pescado argentino en el exterior cotizó a un valor un 16% superior al de 2006 (de 1576 dólares la tonelada en 2006 a 1832 dólares).
De acuerdo al informe final para el año 2008, elaborado por la Oficina de Estadísticas de Comercio Exterior del SENASA, las exportaciones argentinas de pescados y mariscos a lo largo de ese período resultaron mayores tanto en volumen como en valores a las realizadas durante el año 2007. Hasta el último día de diciembre pasado se exportaron 550 mil toneladas de pescados y mariscos por un valor de mercado de 1.172 millones de dólares.
En cuanto al volumen exportado, los envíos al exterior en 2008 resultaron un 2% superiores a lo registrado en todo el año anterior, cuando se alcanzaron las 537 mil toneladas. El incremento fue mayor en cuanto a los valores. El 2008 cerró con exportaciones que casi alcanzan los 1.200 millones de dólares, un 11% más que los 1.053 millones que se habían certificado a lo largo del 2007. Cabe destacar que el mayor incremento en los montos por sobre el volumen de las exportaciones argentinas obedece a un aumento en el valor de la tonelada exportada, que en el caso de los pescados fue del 13% y en el de los mariscos del 2%.
Si bien en la comparación interanual las exportaciones argentinas de pescados sufrieron una leve baja, los valores que se pagaron se incrementaron apoyados en una mejor cotización internacional de cada tonelada de pescado que salió del país. En el 2008 se exportaron 331 mil toneladas de pescados, un 2% menos que las 337 mil que el SENASA certificó durante el año anterior. Pese a ello, las exportaciones de pescado del año pasado alcanzaron los 654 millones de dólares, un 11% más que los 588 millones que se habían registrado en el 2007. Este incremento se justifica con un salto de 228 dólares en el valor de la tonelada de pescado exportada, que pasó de un promedio de 1.747 dólares en 2007 a 1.975 dólares en el año pasado. Las exportaciones de pescado fueron lideradas en el 2008 por la merluza hubbsi, que acumuló el 44% del total de los pescados enviados al exterior. En todo el año pasado se exportaron 127 mil toneladas de hubbsi por un valor que superó los 321 millones de dólares, resultando un valor promedio de 2.531 dólares por tonelada. Más atrás, con el 9% de las exportaciones de pescados aparece la merluza de cola que cerró el 2008 con más de 26 mil toneladas por un valor que superó los 53 millones de dólares.
Con un volumen similar pero mucho menos valor se ubica la corvina que alcanzó las 24 mil toneladas y los 23 millones de dólares. Siguiendo el listado se ubican la anchoita con 13 mil toneladas y el sábalo, la raya y la pescadilla con 11 mil toneladas cada uno. Más atrás aparecen el abadejo con 6 mil toneladas, el besugo y la polaca con 5 mil, la caballa y la notothenia con 4 mil, el pez palo con 3 mil y el lenguado, el granadero, el savorín la brótola y el mero con 2 mil toneladas cada uno. Los más afectados por la caída de las exportaciones fueron los mariscos (calamar y langostino), cuyas ventas al exterior descendieron un 26% en volúmenes y un 20% en valores frente a 2006, habiéndose exportado a la fecha 85.000 toneladas por 172 millones de dólares. La caída de las exportaciones era esperable, porque en calamar y langostino hubo una caída del precio internacional muy marcada, debido a que este año hubo una oferta abundante a nivel global.
En este contexto, la situación del langostino es quizá la más complicada, porque si bien las exportaciones de este producto se triplicaron respecto de 2006 (15.000 toneladas vendidas al exterior, frente a las 5000 de 2006), el precio por tonelada del marisco pasó de 11.000 dólares en 2006 a un promedio de 5000 dólares en 2007.
Pero no es solamente la caída del precio lo que afectó al marisco. Ahora hay que tener en cuenta y adoptar previsiones porque enfrentamos una competencia a nivel interno con el langostino de cultivo, que se presenta como una opción más económica.
Después de los mariscos, el producto que bajó sus ventas significativamente fue el pescado, cuyas exportaciones descendieron de 175.000 a 147.000 toneladas (un 16% menos). Sin embargo, el monto facturado por estas ventas superó los 253 millones de dólares, un 5 por ciento más que lo registrado en similar período del año anterior, por el buen precio de la tonelada: 1722 dólares, un 25 por ciento más que en 2006.
Si bien hubo protestas en todo el sector empresario vinculado a las exportaciones de mariscos, los indicadores durante el 2008 se presentan en positivo. A lo largo del año 2008 se exportaron 218 mil toneladas de mariscos, un 9% más que las 200 mil que el SENASA contabilizó para el 2007. Los valores crecieron aún más. En el 2008 se exportaron mariscos por más de 517 millones de dólares, un 11% más que los 465 millones que se habían alcanzado en el año anterior. El mayor volumen exportado corresponde al calamar que en sus diferentes presentaciones alcanzó las 167 mil toneladas por un valor que superó los 143 millones de dólares. Con mucho menos volumen pero mucho más valor aparece el langostino. De este crustáceo se exportaron 42 mil toneladas que a un valor promedio de 7.982 dólares cada una permitieron alcanzar los 334 millones de dólares. En tercer lugar, la vieira aportó 9 mil toneladas a cambio de 37 millones de dólares y la centolla con 436 toneladas aportó casi 3 millones de dólares
En este rubro, la estrella en el mercado local es la merluza común o hubbsi, un producto cuyo precio crece en forma sostenida desde hace varios años, a pesar de la alta demanda, porque hubo que reducir la captura permitida de merluza de 380.000 a 340.000 toneladas este año. Podría haber conflictos en el corto plazo con este recurso, porque habría habido serios problemas con el llamado reclutamiento (que es el ingreso de ejemplares jóvenes en la población adulta).
Merluza en problemas
Esto parece ser confirmado por los números de las capturas de esta temporada. Según publicó el semanario Pesca y Puertos , en los primeros cinco meses de 2007 solamente se desembarcaron 122.000 toneladas de merluza al sur y al norte del paralelo 41, cuando para la misma fecha de 2006 solamente en el stock sur se había descargado una cifra similar. A pesar de que la merluza es longeva, los desembarques muestran un predominio de los ejemplares de edad 2 y 3.
Lo más preocupante es que, del total de la biomasa, las clases mayoritarias son las de edad 1 y 2, con un fuerte descenso de las edades mayores.
El seguimiento del estado del recurso merluza está a cargo del Instituto de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), un organismo independiente que se encarga de monitorear el estado de las diferentes especies. Aunque el Inidep es un organismo científico, no escapa de las presiones políticas que podrían significar anunciar una nueva crisis de la merluza hubbsi. El Gobierno tuvo que reconocer la destrucción del caladero al explicar el colapso pesquero. La explotación pesquera sigue, desde la pasada década, una política de destrucción por la entrega ilegal de nuestros recursos pesqueros. El eslabón de la cadena más frágil de la industria pesquera es el "filetero" y sobre él recae inmediatamente el impacto de la falta de materia prima. Mar del Plata tiene miles de trabajadores de "filet" como las demás provincias marítimas que están reaccionando ante la falta de pescado que se traduce en la falta de alimento a sus hijos y familia.
Adoptar medidas de protección como indica el sentido común y la Ley 25.109 para la flota ilegal de factorías congeladora al sur del grado 48 para la conservación de las especies y biodiversidad. Nuevamente se demuestra que el tema ambiental no interesa y lo que sí interesa es lo mediático.
La anterior crisis, ocurrida en 2000, dejó como saldo varios desempleados y el establecimiento de cupos de pesca. En esa ocasión, fue el Inidep el que advirtió el peligro que corría el recurso, cuya biomasa cayó a niveles alarmantes entre 1993 y 2000. Se calcula que el año pasado la pesca generó ingresos por exportaciones por unos US$ 900 millones.
Hoy no hay métodos confiables de control sobre los casi 700 buques que operan en el caladero -zona de pesca-. El sistema satelital fue desactivado hace dos años por falta de pago a la empresa que suministraba el servicio. Nunca más volvió a funcionar en forma integral.
La resolución 73/04, con la que se intentó cuotificar, como indica el régimen federal de pesca, la pesca de merluza. Pero la norma también permitía que 40 buques congeladores -algunos con irregularidades en sus permisos, operaran al norte del paralelo 48°S.
Esto contradecía un decreto anterior (189/99) que había confinado a estas grandes fábricas flotantes al sur de ese límite para preservar el recurso. Apenas una semana después de anunciada, la norma fue suspendida. Es así como la Argentina hoy no cuenta con un régimen de manejo de un recurso crítico como la merluza, a pesar de algunas resoluciones de la Autoridad de Aplicación.
La pesca sin control se ha extendido tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo. Este tipo de pesca tiene efectos perjudiciales obvios en las especies que son objeto de capturas y al mismo tiempo, se afecta el ecosistema en el cual viven esas especies causando perjuicios a los pescadores y sus comunidades.
La Organización de las Naciones Unidas, a través de la FAO, considera que las especies marinas de las que se dispone información, del 47 al 50% están explotadas a plenitud, del 15 al 18% se explotan excesivamente y del 9 al 10% se han agotado o se recuperan del agotamiento.
El exceso de la pesca no sólo reduce la existencias de especies, sean o no objeto de pesca, sino que también causa un fuerte impacto en el ecosistema marino. Más aún, una mala administración sumada a esta actividad le hace perder a la industria pesquera miles de millones de dólares de ingresos potenciales.
En la última década se hizo evidente que los recursos pesqueros que se creían prácticamente inagotables, han comenzado a declinar de una manera inimaginable. Durante las décadas que se desarrollaron entre los años de 1960 y 1970, la producción de las flotas de alta mar y aguas interiores aumento significativamente, alrededor de un 6% anual en promedio. En la década de 1980, la tasa de crecimiento disminuyó y en la década de 1990, la cosecha se nivelo, la curva de producción mundial de pescado se volvió horizontal al alcanzar los 100 millones de toneladas anuales, y no se ha modificado en los años posteriores.
Sin embargo, el problema continúa siendo evidente, mientras el producto de acuacultura crece, los rendimientos de las pesquerías que capturan especies no cultivadas en los océanos y aguas interiores es desparejo. Abundantes pesquerías de especies de mares profundos como el bacalao de Nueva Inglaterra y el Canadá oriental empezaron a desaparecer, las del especies del atún gigante del océano Atlántico se redujeron a niveles que ponían en peligro su capacidad de reproducción y varias especies del salmón del océano Pacífico y Atlántico fueron colocadas en la lista de especies en peligro.
Según analiza el T´ñecnico en Gestión Ambiental Cristian Freís, las consecuencias ambientales de esta actividad son muchas, entre las cuales se pueden enumerar:
-Cosecha no intencional excesiva de especies que no son objeto de pesca.
-Cosechas reducidas de los peces objeto de pesca
Cosecha de especies protegidas.
-Modificaciones en los ecosistemas.
Evidentemente, la pesca excesiva implica costos ambientales y económicos importantes. Detener la pesca excesiva y permitir que las existencias se reconstruyan aumentaría la productividad y maximizaría los ingresos de la industria a largo plazo. Tal acción, es necesaria para estabilizar tanto los recursos como la industria.
Por todo lo expuesto se considera oportuno que sea conformada la Comisión Especial de Investigaciones, solicitándose la aprobación del presente proyecto
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
GALVALISI, LUIS ALBERTO CIUDAD de BUENOS AIRES PRO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
INTERESES MARITIMOS, FLUVIALES, PESQUEROS Y PORTUARIOS (Primera Competencia)
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO