Solicitar al Poder Ejecutivo de la Nación, a través de los organismos que correspondan, que informe a esta Honorable Cámara sobre las siguientes cuestiones relacionadas con el estado y la evolución del denominado Plan Belgrano:

1.- La identificación de las obras totales que quedarán comprendidas dentro del Plan Belgrano, el presupuesto aproximado que se estima para ellas y su plan temporal de ejecución.

2.- El modo en el cual las mencionadas obras serán financiadas, incluyendo moneda, plazos y -en el caso de que ya se les hayan asignado- origen de los fondos.

3.- El estado de ejecución de las obras relativas al programa para el caso de que se haya iniciado alguna

4.- Los criterios de selección que se utilizarán en las licitaciones de las obras comprendidas en el programa

Señor presidente:

A partir de mi condición de Diputado Nacional en representación de los ciudadanos de la provincia de Salta, me veo en la obligación de solicitar que el Gobierno nacional brinde un informe sobre el estado actual del proyecto denominado “Plan Belgrano”. El mismo incluye una diversidad de obras que el actual Gobierno se comprometió a realizar en el marco de su campaña electoral y que afectan, entre otras regiones del país, a la provincia en la cual habito y a la cual represento.

Han pasado nueve meses desde la asunción del nuevo Gobierno, y en ese lapso la deuda pública sufrió un fuerte retroceso en comparación con el año anterior. En efecto, si analizamos la ejecución presupuestaria para los primeros seis meses del año, el Gasto de Capital del sector Público Nacional muestra una caída de 28,5% en términos reales, es decir una vez corregidos los valores por inflación. La Inversión Real Directa, un componente del Gasto de Capital, muestra una caída en términos reales del 19,8%.

Estos números generan como consecuencia razonables dudas acerca de la viabilidad del Plan Belgrano, que se presentó en su momento como un plan incremental a las obras actualmente en realización. No es descabellado pensar que, si este gobierno está reduciendo en casi un 20% los montos destinados a obra pública, entonces el Plan Belgrano, aún en caso de llevarse adelante, terminaría siendo simplemente un reemplazo de otras obras originariamente planeadas, e incluso en diversos estados de ejecución, y que también son necesarias.

Estas dudas cobran mayor firmeza cuando, pasados nueve meses de la gestión del nuevo Gobierno, no disponemos de la necesaria información respecto a qué es exactamente el Plan Belgrano, y cuál es su real grado de avance. Esto es tanto más grave cuanto que se ha creado una “Unidad Plan Belgrano” con rango de secretaría, cuyo secretario incluso tiene rango de Ministro. Pero la información integral más detallada con respecto al Plan Belgrano que puede conseguirse hoy sigue siendo el listado de promesas de campaña, lo cual es lamentable.

Adicionalmente, un plan que supuestamente contempla una inversión final de US$ 16.000 millones en un prolongado período de tiempo debe, necesariamente, contar con criterios de selección en las licitaciones que estén preestablecidos y se mantengan en línea con el objetivo declarado del plan, esto es, mejorar la productividad del Norte Argentino e incrementar su conectividad. Para ello, es necesario que los criterios de selección para la Obra Pública contemplen dentro de lo posible beneficios para aquéllos oferentes que estén radicados en las provincias en donde se realizarán las obras. Es por ello que creo conveniente que este Honorable Congreso sea informado acerca de los criterios de selección en las licitaciones que se harán en el marco del Plan Belgrano.

Por último, es de público conocimiento la difusión periodística que ha recibido el Decreto de Necesidad y Urgencia 797/2016, en el cual, entre otras situaciones, se autorizaba un incremento en el presupuesto 2016 y en presupuestos futuros para realizar diversas obras por un total de $ 98.600 millones, sin absolutamente ninguna explicación acerca de la urgencia de esta asignación de obras, y con el agravante de que el 83% de las mismas están enfocadas en Capital y Gran Buenos Aires, prácticamente excluyendo a las provincias del Norte.

La conjunción de un decreto de esas características junto con la mínima información disponible acerca del Plan Belgrano genera, naturalmente, fuertes sospechas sobre la efectiva intención de este gobierno de llevar adelante el Plan Belgrano, y en qué condiciones. Es llamativo que se recurra a un DNU para pedir una ampliación presupuestaria a fin de dedicar nuevos fondos a obras sobre las cuales no se aprecia ninguna urgencia, y que además se concentran casi exclusivamente en CABA, Gran Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires. Las provincias del NOA y del NEA, que supuestamente serían el objetivo prioritario de las obras, no sólo pagan hoy las consecuencias de una caída del 19,8% en términos reales de la inversión por parte del Estado nacional, sino que además son forzadas a observar, una vez más, cómo se declaran como urgentes obras destinadas a favorecer el transporte de pasajeros interurbanos en CABA mientras obras trascendentales para la productividad del interior, como la puesta en valor del Belgrano Cargas, quedan envueltas en la neblina desinformativa.

Por todo lo expuesto, solicito a los Sres. Diputados que me acompañen con este proyecto.