Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y demás dependencias que estime pertinente, informe acerca del cuadro de situación productiva, laboral, comercial, impositiva, etcétera, de las economías regionales hoy en riesgo en nuestro país.

En particular, se requieren precisiones sobre:

- Relevamientos realizados en las diferentes regiones de nuestro país a fines de determinar los factores que confluyen en el decrecimiento y/o estancamiento de sus economías agroindustriales (algodón, cítricos, azúcar, lácteos, olivinícola, vitivinícola, entre otras).

- Informe detallado sobre la incidencia de dichos factores en la productividad, exportaciones, puestos de trabajo y rentabilidad de las diferentes actividades en riesgo.

- Evolución de la productividad, comercialización (interna y externa), costos de producción, carga tributaria, valor percibido por el productor y precio al consumidor de los diferentes bienes producidos por estas economías regionales durante los últimos cinco años y proyección de estas variables para los próximos dos años.

- Medidas que ha adoptado o planifica adoptar el gobierno nacional para paliar los efectos negativos de la crisis que viven actualmente las economías regionales y que generen condiciones propicias para su crecimiento sostenido a largo plazo, incorporando valor agregado y generando puestos de trabajo en los lugares de origen.

- Medidas específicas de asistencia fiscal y/o financiera directa instrumentadas por parte del Estado a fin de garantizar el pago de salarios de los trabajadores afectados y la continuidad laboral durante el curso de esta coyuntura.

- Toda otra información complementaria que estime pertinente.

Señor presidente:

Venimos a elevar el presente pedido de informe debido a que recientemente los productores de las economías regionales que se extienden a lo largo y ancho del país se han declarado en "alerta y movilización", a raíz de la crítica situación por la que están atravesado como consecuencia de las desfavorables condiciones que el gobierno de turno les ha impuesto durante los últimos años.

El fuerte retraso cambiario, los altísimos costos de producción y la excesiva presión tributaria que hoy padece la agroindustria, entre otros factores vinculados a la situación económica mundial, ponen en riesgo a centenares de productores y a casi un millón de trabajadores pertenecientes a las economías regionales.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa, ha advertido sobre esta situación, que si bien ya mostraba una tendencia contractiva, este año se ha agravado notablemente por "las devaluaciones en Brasil y Rusia (que ponen en evidencia la magnitud del atraso cambiario argentino), las subas agresivas en algunos insumos, la caída en los precios internacionales de muchos productos, la menor demanda interna y externa, las trabas de Brasil sobre sectores donde es el principal comprador, las adversidades climáticas en algunas zonas y una carga fiscal que, a pesar de los reclamos, sigue creciendo en la Nación, provincias y municipios".

Economías regionales primordiales para el desarrollo de nuestro país, como lo son las producciones de algodón, azúcar, cítricos, lácteos, olivinícola y vitivinícola, entre otras, hoy ven en riesgo entre 50.000 y 150.000 puestos de trabajo cada una, además de una caída en sus demandas internas y externas y por tanto en sus valores de comercialización.

Los productores exigen con desesperación que se revise la distribución de la renta hacia el interior de las diferentes cadenas de producción ya que hoy la brecha entre el valor que ellos perciben y lo que se abona en góndola por sus productos supera el 1500%. Asimismo, son necesarias medidas de asistencia fiscal y/o financiera por parte del Estado para evitar la desaparición de muchísimas pequeñas y medianas empresas, que este año no llegarán a cubrir sus costos de producción.

Las economías regionales cumplen un rol fundamental en la economía de nuestro país ya que tienen la posibilidad de explotar el potencial de nuestros recursos naturales sustentablemente, incorporando tecnología y valor agregado y generando arraigo de los trabajadores a su lugar de origen a fines de evitar los bolsones de pobreza que hoy encontramos alrededor de las grandes ciudades.

Asimismo, nos pueden ubicar como proveedores estratégicos de las potencias mundiales más destacadas, siempre y cuando establezcamos una política comercial justa que le resulte tan conveniente a nuestros socios como al Estado nacional y a los productores.

Por todo ello, pongo a consideración de mis pares el siguiente pedido de informe, ya que como legisladores debemos actuar de manera urgente para que los productores y trabajadores de nuestras economías regionales no se vean expuestos a niveles más graves de degradación y esta situación, producto de una política abusiva, sea revertida rápidamente.