DECLARAR ZONA DE EMERGENCIA Y DESASTRE AGROPECUARIO POR CATASTROFE CLIMÁTICA A LOS DEPARTAMENTOS DE POMÁN, ANDALGALÁ Y TINOGASTA, DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA, Y DISPONER LOS RECURSOS NECESARIOS PARA ASISTIR A LOS PRODUCTORES OLIVICOLAS SERIAMENTE AFECTADOS.

ARTÍCULO 1°.- Declárase el Estado de Desastre y/o Emergencia Agropecuaria por Catástrofe Climática en los departamentos de Pomán, Andalgalá y Tinogasta, de la provincia de Catamarca, a los efectos de la aplicación de la Ley Nº 26.509.

ARTICULO 2°.- Realícese un relevamiento de todos los productores olivícolas afectados en los distintos departamentos con la coordinación conjunta de las autoridades provinciales y nacionales en la materia.

ARTÍCULO 3º.- Los organismos nacionales competentes asistirán al Gobierno de la Provincia de Catamarca para la ejecución de acciones y obras tendientes a la mitigación del daño acontecido y la recuperación productiva de la zona declarada en emergencia agropecuaria por el artículo 1 de la presente.

ARTÍCULO 4º.- La presente emergencia tendrá una duración de un (1) año, pudiéndose renovar por igual período dependiendo de los informes técnicos que ameriten la prórroga de dicha medida.

ARTÍCULO 5º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

Se eleva el presente proyecto de ley para que se declare el Estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario, de acuerdo a lo dispuesto por la Ley Nº 26.509, en los departamentos de Pomán, Andalgalá y Tinogasta, ubicados al oeste de la provincia de Catamarca, que fueron afectados por inclemencias climáticas, perjudicando gravemente a la producción agrícola local, en particular el cultivo de olivo, que sufrió un daño de entre un 70% y un 100% en esas localidades.

De acuerdo a lo informado por la Asociación Olivícola de Catamarca (ASOLCAT), se esperaba una cosecha alta para el 2019, ya que se observó una importante floración en las distintas variedades de olivo plantadas. Sin embargo, en las localidades mencionadas se produjo un viento zonda acompañado de temperaturas que superaban los 40°C, con humedad relativa del 0% en plena época de floración de las plantas. Esta situación imposibilitó la hidratación de los órganos de la floración, causando importantes daños a la producción de las plantaciones de olivo, con grandes pérdidas.

De acuerdo a lo estimado por la citada Asociación (ASOLCAT), el sector olivícola de Catamarca perdió U$S 15 millones de la cosecha 2019, debido a las condiciones climáticas adversas que se presentaron en las zonas productoras referidas.

Para paliar la situación, el Gobierno de la Provincia de Catamarca recientemente declaró la Emergencia Agropecuaria Olivícola por el término de un año en los sitios damnificados por esta situación extraordinaria.

Pero, si bien el gobierno provincial se encuentra abocado a mitigar los efectos de la contingencia climática, es necesario que el Gobierno Nacional también dicte la Emergencia Agropecuaria para este sector del oeste provincial, para que solidariamente ayude a contrarrestar los daños ocurridos con la ayuda económica establecida en la Ley Nº 26.509. La respuesta de la Nación -a través de la declaración de Emergencia y/o Desastre Agropecuario-, se requiere de manera urgente y es sumamente necesaria para hacer frente a lo acontecido.

A esto se suma que la ASOLCAT señaló que, desde el punto de vista comercial, el sector ya venía teniendo problemas debido al aumento de los costos por una inflación galopante, una excesiva presión tributaria y las elevadas tarifas eléctricas. En este sentido, el vicepresidente de la institución, Federico Alonso , puso como ejemplo la caída del precio del aceite de oliva, explicando que "mientras el año pasado, en promedio, la tonelada de aceite se vendió en 3.600 dólares -con picos de 3.900 dólares- este año, la perspectiva de venta es de 2.300 o 2.400 dólares, por lo que la rentabilidad que podía haber en el aceite desaparece”. Además, señaló que “en el caso de aquellos que cosechan manualmente, lo que queda al productor son 300 o 400 dólares para mantener una hectárea, cuando lo que cuesta hoy en día mantenerla es 1800 o 2000 dólares, o sea que ni siquiera les queda para mantener la hectárea, y por eso hoy hay muchos campos que están a duras penas regándose y se está achicando la estructura para poder sobrevivir”.

Según datos proporcionados por la Asociación Olivícola catamarqueña, la provincia cuenta con 12.000 hectáreas cultivadas con olivos que generan aproximadamente 4.000 empleos directos .

Por su parte, el presidente de la Federación Olivícola Argentina (FOA), Julián Clusellas , reconoció que "la producción de aceite de oliva en el interior del país retrocede de manera abrumadora y que, en Catamarca, solo queda el 20% de los productores que hace un lustro". También mencionó que "la suba en los costos dolarizados y el incremento de un 200% que registraron desde el 2015 las tarifas eléctricas nominadas en dólares -un servicio necesario para bombear agua en las fincas-, son cuestiones que fuerzan a la olivicultura al abandono de la actividad". Cabe destacar que esto repercute en la pérdida de puestos de trabajo temporario y permanente, tanto en el sector, como en las actividades vinculadas a la cadena de producción.

Por lo expuesto, el presente proyecto tiene como fin que los productores de las zonas afectadas por las adversidades climáticas que sufrieron pérdidas de significación en sus cultivos, y que además atraviesan una situación comercial crítica como la que se ilustró, puedan acceder así a los beneficios que establece la Ley de Emergencia Agropecuaria Nº 26.509, para la recuperación de sus unidades productivas con las medidas de mitigación y reparación previstas en la norma.

Con la finalidad de aliviar la situación sumamente crítica que se encuentran atravesando los productores catamarqueños, especialmente la situación en la que se hallan los trabajadores ligados al sector olivícola del oeste provincial que resultaron seriamente perjudicados por el fenómeno acontecido, solicito a mis pares la aprobación de este Proyecto.-