ENERGIA Y COMBUSTIBLES
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P01 Oficina 131
Secretario Administrativo DRA. FERREIRO MARÍA CECILIA
Martes 17.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2119 Internos 2119/18
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- PRESUPUESTO Y HACIENDA
- ENERGIA Y COMBUSTIBLES
Reunión del día 21/10/2014
- HIDROCARBUROS
SRA. PRESIDENTA CONTI Damos inicio al plenario conjunto entre las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Presupuesto y Hacienda.
Contamos con la visita de funcionarios del Poder Ejecutivo, quienes nos ilustrarán acerca del objeto de esta reunión, a quienes agradecemos su presencia. Ellos son el señor ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, arquitecto Julio Miguel De Vido, la señora secretaria de Energía, ingeniera Mariana Matranga, el señor secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini y el CEO de YPF, ingeniero Miguel Galuccio. (Aplausos.)
Luego de unos instantes:
Contamos con la visita de funcionarios del Poder Ejecutivo, quienes nos ilustrarán acerca del objeto de esta reunión, a quienes agradecemos su presencia. Ellos son el señor ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, arquitecto Julio Miguel De Vido, la señora secretaria de Energía, ingeniera Mariana Matranga, el señor secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini y el CEO de YPF, ingeniero Miguel Galuccio. (Aplausos.)
Luego de unos instantes:
SRA. PRESIDENTA CONTI Estoy notando un poco de tensión al iniciar esta reunión mientras el doctor Zannini se ubica en su lugar.
El presente plenario tiene por objeto el tratamiento de asuntos contenidos en dos expedientes, y creo que todos saben de qué se tratan. El primero de ellos, que cuenta con sanción del Honorable Senado, es el proyecto de ley de hidrocarburos; el segundo es una mera corrección de Imprenta que ingresó en el Senado más tarde y por eso tiene carátula de expediente, pero no modifica en nada la integralidad de la norma.
Tiene la palabra el señor ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, arquitecto Julio De Vido.
El presente plenario tiene por objeto el tratamiento de asuntos contenidos en dos expedientes, y creo que todos saben de qué se tratan. El primero de ellos, que cuenta con sanción del Honorable Senado, es el proyecto de ley de hidrocarburos; el segundo es una mera corrección de Imprenta que ingresó en el Senado más tarde y por eso tiene carátula de expediente, pero no modifica en nada la integralidad de la norma.
Tiene la palabra el señor ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, arquitecto Julio De Vido.
SERVICIOS Buenas tardes a todas y todos los diputados presentes.
Quisiera expresar mi agradecimiento a Diana, Juliana, Mario y a todos los miembros y trabajadores de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
Estamos aquí junto con Mariana Matranga, secretaria de Energía, con el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini y con el presidente del directorio de YPF, ingeniero Miguel Galuccio a los efectos de presentar este proyecto de ley que ya cuenta con sanción del Senado.
El objeto, como recién decía la señora diputada Diana Conti, es adecuar la ley de hidrocarburos 17.317 a las necesidades fundamentalmente al escenario creado por nuestra presidenta con la recuperación de YPF, nuestra histórica empresa de bandera.
Por supuesto, ustedes han tratado la ley aquí, tanto la recuperación a través de la expropiación como también, con la presencia del doctor Zannini y de Axel Kiciloff, el pago por la expropiación realizada.
Al igual que en mi exposición en el plenario de comisiones de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación, quiero destacar que este proyecto de ley surge a partir del consenso de cinco meses de trabajo conjunto, el que fue plasmado en el Acuerdo Federal para el Abastecimiento de Hidrocarburos que suscribimos el 16 de septiembre del corriente año entre el Ministerio de Planificación Federal, Obras Públicas y Servicios y todas las provincias miembros de la OFEPHI, representadas por los gobernadores de Mendoza, Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Río Negro, Salta, Formosa, La Pampa, Jujuy, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Este proyecto de ley constituye otra etapa más del plan energético que lanzara el presidente Néstor Kirchner en el salón blanco de la casa de gobierno el 11 de mayo de 2004 y de la recuperación de YPF -como decíamos anteriormente- impulsada y obtenida por nuestra presidenta el 16 de abril de 2012.
Representará sin ninguna duda la consolidación del rol histórico que debe jugar el Estado nacional como conductor de la política energética nacional en conjunto, además de fortalecer la presencia de los estados provinciales, tal como lo planteaba la denominada ley corta, también impulsada por el ex presidente Kirchner.
Lo decimos y lo reiteramos: esto se hizo fortaleciendo el rol de los Estados provinciales como autoridades concedentes de los recursos de sus respectivas jurisdicciones.
Antes de explicar las modificaciones a la ley 17.319 que propone este proyecto, debemos hacer un breve repaso de la situación al año 2003 y del camino recorrido desde entonces por la Argentina en materia energética.
En esta etapa, es decir, en estos diez años, la Argentina duplicó su producto bruto interno y también su demanda energética. La actividad económica y la demanda de energía, medidas con el índice que quieran medir, son el doble que hace diez años.
En el año 2003 no encontramos ni un solo papel ni un solo esbozo de plan energético; ni siquiera una línea o lista de las obras de energía que requería la Argentina en ese momento.
Quiero destacar que el abandono en materia de obras no solamente alcanzaba al sector energético sino a la totalidad de la infraestructura del país. La Argentina no estaba autoabastecida previamente al año 2003; tenía la mitad de las provincias excluidas del sistema nacional de transporte eléctrico; una red de gas que solo cubría 5 millones de hogares y que no permitía incorporar nuevos usuarios residenciales, comercios o industrias; las tarifas y los combustibles estaban dolarizados, llevando a la industria a la depresión económica, con el cierre de 75 mil empresas por falta de competitividad durante la década neoliberal.
Por otra parte, once provincias se encontraban aisladas del sistema eléctrico: Chubut, Santa Cruz, San Juan, La Rioja y Formosa, el interior del Chaco, Santiago del Estero, Jujuy, Salta, el sur de Mendoza y Tierra del Fuego, mientras que las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba tenían un sistema eléctrico saturado.
Además, no había plan para solucionar el problema estructural. En ese momento había generación suficiente pero no había estructura de transporte eléctrico para llevar la energía a los 2.800.000 kilómetros cuadrados ni a los 40 millones de argentinos.
Quiero recordar que mientras Salta se encontraba aislada del sistema, se inauguró en 1998 en su territorio un ciclo combinado llamado Termoandes, de 650 megavatios, que utilizando gas argentino, generaba en forma exclusiva para las empresas mineras del norte chileno, transportando la energía por una línea que había sido construida deliberadamente en una tensión incompatible con nuestro sistema para que no pudiera ser inyectada en el país.
Otro ejemplo claro es la situación del Noreste. Formosa dependía en un 40 por ciento de la energía que ingresaba por Clorinda desde la hermana República del Paraguay, por una línea precaria que se caía a pedazos.
Más del 50 por ciento de los hogares del país no tenía gas, y la capacidad interna de transporte estaba saturada, sin posibilidad alguna de conectar una nueva industria, una usina térmica o expandir la red domiciliaria.
Del gasoducto del Noreste, para abastecer a Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y norte de Santa Fe, no había siquiera una traza tentativa; no había un mapa con una línea en lápiz que dijera por dónde debía pasar.
Como paradoja, mientras no se construía un metro de caño para el sistema argentino, se habilitaron nueve gasoductos de exportación a través de los cuales se exportó gas a precio vil. En efecto, vendían gas en la frontera a 2 dólares y el mismo gas se vendía en la ciudad de Santiago, por la misma empresa -cambiada de nombre-, a 29 dólares, generando un multimillonario negocio para las empresas, que eran las mismas que lo extraían en la Argentina y lo vendían en Chile.
Como decíamos anteriormente, ese gas se exportaba en frontera a 2 dólares el millón de BTU y se vendía casi a 30 dólares en Santiago. Fue un colosal remate de reservas, no comprobadas, que nunca fue investigado. Este gas que se exportó a precio vil desde el año 1996 generó solamente 4 mil millones de dólares de divisas para la Argentina. Si se hubiera contado con ese gas en estos diez años, el país hubiera evitado 33.500 millones de dólares en importaciones de combustibles.
Vale la pena recordar el enorme ajuste de reservas, por 509 millones de barriles equivalentes, que en el año 2006 tuvo que realizar YPF por la exigencia de la SEC, de los Estados Unidos.
Ese ajuste de reservas representó la producción de casi cinco años de la empresa, tres años del país y se concentró en los yacimientos dedicados a la exportación, como es el caso de Loma de la Lata. La foto final de ese modelo económico y energético fue el 25 por ciento de desocupados y el 54 por ciento de pobreza. Es inexplicable que en ese contexto alguien -y más aún técnicos- pueda sostener que había autoabastecimiento previo al año 2003.
Esta fue la herencia del modelo neoliberal energético: un país sin infraestructura. Cualquiera sea la provincia o región que se quiera comparar, en todos los casos tienen actualmente un sistema energético que permite transmitir el doble de energía que hace diez años.
Hoy los hogares tienen el consumo per cápita más alto de la región, cuatro veces más que el de Brasil y tres veces más que el de Chile y Uruguay. Basta mencionar que la gran mayoría de las provincias incorporó un 40 por ciento de nuevos usuarios a sus redes.
En el marco del plan energético nacional iniciado por Néstor Kirchner y reimpulsado por Cristina Fernández de Kirchner se ejecutaron una cantidad récord de obras: 9.000 MW incluyendo la finalización de Yacyretá y la Central Nuclear Néstor Kirchner, ex Atucha II, que actualmente está generando 520 MW -aquí dice el 70 por ciento de su capacidad pero hoy llegamos al 72,5 por ciento con vistas a alcanzar plena potencia en las próximas semanas; la central de ciclo combinado San Martín y Belgrano, de 850 MW cada una, la central Ensenada de 540 MW, la central Pilar en Córdoba de 500 MW, el Programa Energía Plus que incorporó 1.500 MW y 1.300 MW del Programa ENARSA Energía Distribuida, entre otras.
Asimismo, cabe mencionar a las pequeñas centrales de generación que hay distribuidas y que se colocan en los distintos pueblos a medida que requieren la necesidad del servicio; 5.500 kilómetros de línea de 500 KWA, que permitieron incorporar al sistema diez de las once provincias argentinas que mencioné anteriormente, restando solo Tierra del Fuego, obra que se encuentra en carpeta y sobre la que estamos trabajando con Mariana Matranga para tratar de licitarla y empezarla antes del fin de este período de gobierno.
Por otra parte, las obras de transporte eléctrico incluyeron la conexión NEA-NOA que constituyó el plan de transporte, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento y fue el crédito más grande otorgado por dicho banco a país alguno para una obra de infraestructura porque tiene su componente vial e hídrico además del componente eléctrico.
La línea Comahue-San Juan, la tercera línea de Yacyretá-Buenos Aires, la interconexión patagónica desde el Norte de Río Negro en Choele Choel hasta Río Gallegos en 500 KWA que nos permitirá también llevar 220 KWA a Tierra del Fuego; 2.900 kilómetros de gasoductos que ampliaron un 40 por ciento la capacidad de transporte de gas, incluyendo un segundo cruce al estrecho de Magallanes y el gasoducto Juana Azurduy.
Además, cruzamos el estrecho de Magallanes con fibra óptica para que Tierra del Fuego cuente con los servicios de comunicación que el resto del país y ese también será el camino que seguirá la línea de 500 KW; 320 mil caballos de potencia nuevos en plantas compresoras para transporte de gas.
Para la incursión del Estado en el sector energético fue fundamental la creación de ENARSA, que cumplió su rol de viabilizar el desarrollo de la energía del país al que se dedica absolutamente, porque todo el sector hidrocarburífero está pasando a YPF; a través de esta ley se pasará el subsuelo del off-shore a la secretaría de Energía para que se licite, dado que hay un nuevo escenario con un actor protagónico y fundamental con bandera argentina que es YPF con el 51 por ciento recuperado por nuestra presidenta.
Hoy ENARSA en materia de energía eléctrica cuenta con 2.300 MW de potencia, el 10 por ciento del pico de consumo de la Argentina; participa en ocho permisos de exploración y en tres concesiones de explotación; produce un total de 5.000 barriles de petróleo diarios y a partir del año 2015 serán 700 mil metros cúbicos de gas por día.
Se instalaron 48 plantas de biocombustible con una capacidad para producir de 5 a 8 millones de metros cúbicos anuales de biodiesel y bioetanol, que se exporta y también se consume en el país.
Se instalaron 29 centrales renovables por 370 megavatios, entre ellas la eólica de Rawson, que tiene prácticamente 60 megavatios de generación.
La capacidad de producción de biocombustibles equivale a la refinería de YPF en La Plata, que es la más grande del país, que fue recientemente modernizada y que ha recibido inversiones por parte de su actual conducción. Este desarrollo es un hecho inédito en la Argentina.
Quiero subrayar la reactivación del sector nuclear, al igual que el de las comunicaciones. Esto lo hemos visto días pasados con el lanzamiento del satélite Arsat-1 y su posterior puesta en órbita.
Este año ha sido histórico porque se comenzó a generar la Central Nuclear Néstor Kirchner -ex Atucha II-, el hito más esperado de los últimos treinta años.
Recientemente, como dijimos, rebautizamos dicha planta en nombre de quien impulsó no solamente su terminación sino el reinicio y el retome de la Argentina en la senda del desarrollo nuclear, cuestión en la que en su momento habíamos hecho punta en Sudamérica, y hasta diríamos que en el mundo.
La energía nuclear también aplicada a la medicina logró resultados importantísimos que son reconocidos a nivel mundial en relación con el tratamiento oncológico y la producción de radioisótopos.
La Argentina produce hoy el 5 por ciento del molibdeno 99 que se consume en el mundo para la elaboración de radiofármacos, y es el tercer productor de cobalto 60, exportando tecnología nuclear a Perú, Cuba, Argelia, Australia y Egipto.
Por otro lado, quiero destacar que fue clave el cambio de fuerzas en la matriz energética. El Estado pasó de tener una presencia global del 7 al 45 por ciento en el sector. El capital nacional pasó del 13 al 30 por ciento, mientras que el capital extranjero se retrajo del 80 al 25 por ciento. Saquemos nuestras conclusiones en este sentido.
Asimismo, se encuentra en ejecución el plan de obras que abastecerá el incremento de la demanda previsto hasta el año 2030, y está planteado en el Plan Quinquenal que en este momento está en pleno proceso de difusión en las provincias. Dicho plan prevé 2.600 megavatios en construcción a través de las centrales Vuelta de Obligado de 810 megavatios, que se inaugura el mes que viene; Guillermo Brown, de 540 megavatios, que se inaugura el año que viene y que está en Bahía Blanca; el cierre del ciclo de Ensenada de Barragán y de Brigadier López, de 420 megavatios en total; la central Río Turbio, de 240 megavatios -hoy en día, en este mismo momento, se está realizando la prueba de hidraulicidad de la central al carbón de Río Turbio de 240 megavatios, que durará una semana-, y 250 megavatios provenientes del acuerdo establecido con generadores privados.
Las hidroeléctricas Néstor Kirchner -de 1.140 megavatios- y Jorge Cepernic -de 600 megavatios- se encuentran próximas al inicio de obras.
Respecto de la hidroeléctrica Chihuido I, se abrieron los sobres la semana pasada. En relación con la IV Central Nuclear y la V Central Nuclear, ambas de 800 y 1.000 megavatios de potencia, se suscribieron recientemente acuerdos con la República Popular China para la construcción de la IV Central Nuclear con el sistema CANDU, que es la tecnología que maneja la Argentina en un 80 por ciento y que corresponde a la central Embalse. Se trata de tecnología de uranio natural y con agua pesada que se produce en la localidad de Arroyito, Neuquén.
La V Central Nuclear se encuentra en etapa de negociación con distintos oferentes, y hay cinco preclasificados: Westinghouse, China National Nuclear Corporation, Rosatom, Kepco y Apmea. Estos últimos son de Corea y también de Japón. Para dicha central, el prototipo de 25 megavatios del reactor de baja potencia CAREM constituye el primer reactor de tecnología de diseño ciento por ciento argentino, previéndose aumentar su potencia entre 150 y 300 megavatios y comercializarlo en redes en las cuales su demanda no requiera máquinas de alta potencia. También se encuentra la central de ciclo combinado Belgrano II, de 810 megavatios en la localidad de Campana.
Asimismo, se prevé la repotenciación de las turbinas de Yacyretá, que adicionarán 300 megavatios a la central. Para ello estamos en plenas negociaciones con el Paraguay.
Respecto de las represas binacionales Panambí, de 1.152 megavatios, y Garabí, de 1.048, estamos trabajando con la República Federativa del Brasil.
El plan energético de 5.600 megavatios en hidroeléctricas que presentamos en diciembre del año pasado en Beijing, en Moscú y en San Pablo, de 16.000 millones de dólares contempla, además de Chihuido I y Chihuido II de 296 megavatios, Pini Mahuida de 457 megavatios, La Invernada de 322 megavatios y Cerro Rayoso de 472 megavatios, todas ellas para el aprovechamiento integral del Río Neuquén.
Además, la represa Zanja del Tigre de 450 MW, para aprovechamiento del río Bermejo en Salta; la hidroeléctrica Cordón del Plata de 1.100 MW, para el aprovechamiento del río Mendoza; la hidroeléctrica Río de Llanura de 600 MW, para el aprovechamiento del río Paraná entre las provincias de Santa Fe y Corrientes; la represa El Tambolar de 75 MW en San Juan, que es compañera de Caracoles y Punta Negra -una terminada y otra en ejecución; la represa de Michihuao, de 807 MW, para el aprovechamiento del río Limay en la provincia de Neuquén; la represa de Collón Curá de 489 MW, para el aprovechamiento del río del mismo nombre; la represa de Portezuelo del Viento de 216 MW, para el aprovechamiento integral del río Grande en Mendoza; el aprovechamiento hidroeléctrico Potrero del Clavillo con 300 MW de los ríos Gastón y Medina, Balderrama y Lules que beneficiará a las provincias de Catamarca y Tucumán.
Por otra parte, el gasoducto del Noreste argentino, en este momento con todas sus etapas en sistema de licitación, permitirá reparar la deuda histórica con la región en la que no hay un metro de gasoducto porque históricamente fue un territorio excluido para la infraestructura.
Decíamos anteriormente que la provincia de Formosa se abastecía de la República del Paraguay en un 40 por ciento de su consumo eléctrico. Los 4.000 kilómetros de ampliación a los gasoductos troncales en el actual sistema de transporte de gas permitirán completar la cobertura del servicio a la totalidad de la Argentina.
Asimismo, cabe señalar el plan de Transporte Eléctrico Federal II, para el desarrollo intraprovincial de redes eléctricas; y el plan de desarrollo de las redes eléctricas del conurbano y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, llevado adelante por el fondo fiduciario del COFEDE, desde su lanzamiento en 2011 llevamos finalizadas 467 obras por 1.820 millones de pesos y 935 obras están en ejecución. De las 467 obras finalizadas, 405 fueron destinadas a mejorar el servicio en la zona Sur y Oeste del gran Buenos Aires.
Además, el plan de obras de expansión de las redes eléctricas provinciales en las regiones más postergadas como Jujuy, Salta, Formosa, La Rioja, San Juan, Misiones, Santiago del Estero, Chaco, Catamarca y Corrientes. Este plan de obras de energía es el que requerirá la Argentina para continuar creciendo en forma federal, con inclusión geográfica y social.
Esta situación es totalmente diferente que la del año 2003 cuando no encontramos un solo plan relacionado a estas obras que fueron virtualmente planificadas junto con los estados federales en esta etapa.
En el año 2004 Néstor Kirchner convocó al sector privado a invertir en los proyectos de hidrocarburos que el país requería para sostener el proceso de crecimiento que se avecinaba y de cuyos frutos también sería partícipe el sector energético. Una frase de su discurso explicaba sencillamente -como lo hacía él: "Argentina va a crecer..." -y vaya si lo hizo- "... y va a necesitar más energía."
Muchas empresas, entre ellas YPF, fueron escépticas y diría más que eso, generaron un plan perfectamente ideado para desabastecernos. En primer lugar, del fuel oil y del gasoil que necesitaban nuestras usinas en el invierno, hecho que resolvimos a través de los acuerdos con la República Bolivariana de Venezuela; y en segundo término, en 2011 rompiendo la balanza comercial positiva, hecho que resolvió la presidenta, junto con las leyes sancionadas por ustedes en este Honorable Congreso y con la recuperación de YPF.
Con el correr del tiempo las palabras de Néstor Kirchner se transformaron en hechos. Por ello, la histórica decisión de la presidenta de la Nación de recuperar el control de YPF para el Estado y las provincias, no fue arbitraria. Ella tuvo lugar luego de un largo proceso de evaluación y presiones, que culminó demostrando que el accionista de YPF tenía como objetivo financiero monetizar reservas sin plan alguno de reposición, para presionar a la redolarización de la energía que recibimos desde la década neoliberal.
Quiero recordar que para brindar competitividad e incrementar la actividad del sector hidrocarburífero, el Estado nacional lanzó los programas Gas Plus, Petróleo Plus, Refino Plus y Energía Plus. Algunas compañías mejoraron su producción, otras la mantuvieron y otras fueron indiferentes a los planes. El Estado no mira esas actitudes en forma indiferente.
La producción de gas, incluidos los consumos en yacimiento, entre los años 2003 y 2008, se mantuvo en un nivel constante de 140 millones de metros cúbicos por día, incluso con leves subas hasta el año 2007. Desde entonces la producción de gas de la Argentina se redujo 20 millones de metros cúbicos por día, suma coincidente con las exportaciones que desde Loma de la Lata hacían a Chile, que fue por lo cual Repsol más exportó gas a ese país sin tener reservas comprobadas.
En todos los años que la Argentina le exportó gas a Chile -a 2 dólares en frontera, que las empresas cobraban 29 dólares del otro lado-, si este país hubiera tenido que consumir gasoil y/o carbón para reemplazar el gas que le mandábamos, hubiera perdido un 20 por ciento de uno de sus productos brutos internos. Este es el daño que se le hizo a la economía y a la energía argentinas.
En el caso de los programas Refino Plus y Petróleo Plus, debieron ser suspendidos en febrero de 2012 ante los reiterados incumplimientos, fundamentalmente de YPF, cuyos resultados distaban en forma insostenible de los esperados y que fue lo que llevó a nuestra presidenta a tomar la resolución de recuperarla y de expropiarla a través de leyes de este Congreso.
Los resultados de YPF desde su recuperación son notables e indiscutibles. Seguramente el CEO de la empresa luego abundará en datos al respecto.
En lo que va del año, la producción de gas se incrementó un 11 por ciento, y la de petróleo, un 9 por ciento.
Según cálculos de la Administración de Información Energética, organismo oficial de los Estados Unidos, la Argentina es la segunda reserva mundial de recursos de gas no convencional, con 145 mil millones de barriles equivalentes, y la cuarta reserva de shale oil, con 27.000 millones de barriles.
Estos recursos, de los cuales el 42 por ciento se concentra hoy en Vaca Muerta y el 58 por ciento restante en otras cuencas, podrían representar 123 años de consumo de petróleo y 410 años de gas, de mantenerse el actual consumo.
Para darles una idea, en estos días ustedes habrán visto en los medios que en el Chaco paraguayo se descubrió una importante reserva de petróleo, de 1.000 millones de barriles. Acá estamos hablando de 200.000 millones de barriles.
Indudablemente, no será tarea sencilla poner en valor los recursos no convencionales, pero es fundamental que sea YPF, con la conducción estratégica en conjunto del Estado nacional y las provincias, el actor principal de este proceso. No hay que olvidarse de que las provincias nunca en la historia -ni antes, cuando era del Estado, ni cuando fue privada- tuvieron participación accionaria directa en YPF.
La demanda energética crece actualmente un 5 por ciento en forma interanual, y seguirá creciendo, pero se expandirá sobre una demanda que es del doble que hace diez años, y representa volúmenes de energía muy significativos: 6 millones de megavatios/hora de energía eléctrica, requiriendo incorporar 1.000 megavatios/año, el equivalente a una central y media de Atucha II.
La demanda de gas se expande a razón de 3,7 millones de metros cúbicos por año. Este incremento anual de demanda de gas es como si todos los años el país incorporara al consumo el equivalente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 500 mil metros cúbicos por año de naftas, el equivalente al consumo de 600.000 autos; 400 mil metros cúbicos por año de gasoil, entre automotor y usina, lo que representa la incorporación de 300.000 vehículos nuevos diesel de carga, de transporte y comerciales por año.
Con una demanda energética que se ha duplicado en diez años, el país produce el 90 por ciento de sus requerimientos, importando solo el 10 por ciento restante. Es indiscutible que las centrales, las líneas eléctricas, las estaciones transformadoras y los gasoductos -es decir, la infraestructura- efectivamente se construyeron, porque de otra manera hubiese sido imposible llegar a los hogares, industrias y comercios.
En el marco del exponencial crecimiento de la demanda de energía, quiero destacar que los países de la región, como por ejemplo Brasil, importan no menos del 20 por ciento de su consumo eléctrico y en algunos casos superan el 60 por ciento, mientras que Europa en promedio lo hace en un 45 por ciento.
En términos económicos la ecuación de precios determina para la Argentina una factura energética de 36 mil millones de dólares al año, sobre la cual el Estado nacional aplica subsidios direccionados al consumo eléctrico y al gas por 11 mil millones. Ello representa que el 70 por ciento de las facturas lo abonan los usuarios y el 30 por ciento el Estado nacional. En cualquier país de la región la misma factura tendría un piso de 82 mil millones de dólares, un 134 por ciento más que la Argentina, mientras que en Europa superaría en promedio los 71 mil millones de dólares, un 97 por ciento más.
Es decir, Argentina tiene de manera indiscutible costos ampliamente más competitivos que la región y que Europa. Esta diferencia de costo se debe a que los precios internos se fijan en costo argentino, desacoplados de los precios internacionales -presión a la que las petroleras quisieron llevarnos durante toda la primera década de esta etapa del modelo-, producto de la decisión de la política vigente desde 2003 que sostiene que Argentina necesita competitividad para su desarrollo.
Si Argentina hubiese prolongado desde el año 2003 el alineamiento de precios locales con los internacionales la factura que hoy representa 36 mil millones de dólares superaría los 70 mil millones de dólares; es decir, 34 mil millones de dólares que evidentemente, está claro, no quedarían en la Argentina. Esto puede observarse claramente en la balanza energética de divisas.
Argentina este año exportará 5.000 millones de dólares e importará 12.000 millones de dólares de productos hidrocarburíferos, arrojando un saldo negativo de 7.000 millones de dólares. Ese es el costo que tiene que acudir al mercado externo para suplir solo el 10 por ciento del consumo nacional y permite observar además del acierto de haber desacoplado los precios internos; esos 34 mil millones de dólares serían monetizados y retirados del país inmediatamente.
La necesidad de alcanzar el autoabastecimiento manteniendo esta competitividad es el tema que hoy nos reúne: la necesidad de contar con un instrumento normativo acorde a las necesidades del país.
Quiero volver a recordar que si Argentina hubiese contado con el gas que se exportó a precio vil desde el año 1996 habría evitado 33.500 millones de dólares en importación de combustible que hubieran sido necesarios en esta época. El 10 por ciento de lo que Argentina importa son combustibles: gas licuado, gasoil, nafta y marginalmente petróleo. Para completar el autoabastecimiento energético se necesita indispensablemente incrementar la producción de hidrocarburos y para ello necesitamos incorporación de capitales.
El desafío para los próximos años es la puesta en valor de los recursos no convencionales y de los convencionales, tanto los continentales como los que se encuentran off-shore o costa afuera, para integrar virtuosamente la cadena de valor industrial y de servicios con combustible producido en el país a costo argentino y competitivo, equilibrando de esta manera en forma inclusiva la balanza energética.
Argentina transita el camino hacia el verdadero autoabastecimiento energético con todas las provincias dentro, dentro de YPF y de las decisiones estratégicas en materia energética nacional, manteniendo el consumo de energía per cápita y con una economía que se expande por el desarrollo industrial.
Este proyecto de ley que reforma la ley 17.319 es una herramienta fundamental que permitirá consolidar el proceso que iniciamos virtuosamente en mayo de 2004.
Entrando en el detalle del proyecto quiero destacar en primer lugar que incorpora nuevos beneficios e ingresos directos para las provincias, impulsa las inversiones a costos competitivos argentinos e incrementa notablemente las exigencias a permisionarios y concesionarios.
Respecto a los permisos de exploración, se reduce la cantidad de períodos, se modifica su plazo y se aumentan las exigencias al permisionario a efectos de acelerar las inversiones y evitar especulaciones; además, divide los permisos en convencional, no convencional y costa afuera.
El plazo básico de exploración se reduce de 3 a 2 períodos, y a su vez se acorta la extensión total del permiso. Se pasará de 9 a 6 años en total, si es convencional; de 9 a 8 si es no convencional, y de 12 a 8 si es costa afuera.
Para solicitar la prórroga de cinco años, el proyecto de ley incorpora como requisito obligatorio demostrar la realización de las inversiones comprometidas y haber cumplido con todas las obligaciones a su cargo.
Respecto de las concesiones de explotación, el proyecto de ley adecúa la normativa vigente en estos aspectos: divide las concesiones de explotación en convencional, con un plazo de 25 años; no convencional, con un plazo de 35 años, y costa afuera, con un plazo de 30 años.
La explotación no convencional demanda grandes inversiones, requiriendo la tasa interna de 35 años porque los pozos producen entre 30 y 40 años. Pero esto tiene una curva con gran rendimiento en los primeros tiempos y una fuerte declinación después, hasta estabilizarse en niveles bajos, manteniendo esa producción por un lapso de 35 años en promedio.
En otras legislaciones, como la de Estados Unidos o Canadá, no hay limitantes en la extensión de los plazos de las concesiones de explotación, mientras se asegure producción. En Rusia, el plazo se extiende hasta completar la explotación total del área. En otros países como Noruega o Perú, llega hasta los 50 años.
El concesionario mantiene la posibilidad de solicitar la prórroga de diez años, pero incorpora como exigencia que debe demostrar haber cumplido las obligaciones, estar produciendo -esto es fundamental, no puede haber prórroga si no hay producción en el momento de la solicitud y resolución-, y presentar un plan de inversiones a futuro acorde a las exigencias de las provincias o del Estado nacional, según la jurisdicción donde se encuentre la concesión.
Quiero remarcar que al igual que los permisos de exploración, no se trata de una prórroga automática sino que quien decide si se prorroga o no es la autoridad de aplicación. Es decir que la decisión es autónoma y depende de la provincia o del Estado nacional en el caso que fuera en el off shore extra provincial, según corresponda en función del cumplimiento de las inversiones y obligaciones comprometidas, de la producción observada y del plan de inversiones que presenta la empresa.
El concesionario de explotación dentro de su área de concesión podrá requerir la subdivisión de la misma en área de explotación convencional o no convencional, según la técnica que requiera para extraer el hidrocarburo. Para la superficie remanente de explotación convencional, continúan vigentes todas las obligaciones y compromisos en los contratos de concesión originales.
Con respecto a los ingresos de las provincias, aun sin tener en cuenta los exponenciales ingresos indirectos que provendrán de las inversiones, el proyecto de ley incrementa notablemente los ingresos actuales.
Se incrementan los valores vigentes del canon de exploración de 86,71 a 250 pesos por kilómetro cuadrado, un 188 por ciento más para el primer período del plazo básico, y 673 a 1.000 pesos por kilómetro cuadrado, un 474 por ciento más para el segundo período del plazo básico.
Se establece el valor especial de 17.500 pesos por kilómetro cuadrado para el plazo de prórroga que se incrementará 25 por ciento anualmente.
El proyecto limita la compensación del canon de exploración con las inversiones efectivamente realizadas, "topeándolo" hasta un pago mínimo del 10 por ciento del canon, lo que asegura un piso de ingreso continuo a las provincias. Con la normativa hoy vigente, las empresas pueden "netear" la totalidad del pago con el canon.
Se incrementa el canon de explotación actual de 3.445 a 4.500 pesos, un 31 por ciento más por cada kilómetro cuadrado abarcado por el área.
A las actuales regalías del 12 por ciento, se adicionará un 3 por ciento por cada período de prórroga de diez años que solicite el concesionario. Es decir, en la primera prórroga las regalías suben hasta el 15 por ciento y en la segunda, hasta el 18 por ciento, que es el máximo.
Este es un nuevo derecho de las provincias.
Para las prórrogas de concesión de la explotación, se establecen pagos de un bono del 2 por ciento de las reservas comprobadas del área valorizada, al valor del barril en la cuenca durante los dos años anteriores. Este bono es un nuevo ingreso para las provincias que la ley vigente no contempla.
En el caso que en la provincia se radique un proyecto del régimen de promoción de inversiones, establecido en el decreto 929/13, la empresa aportará un 2,5 por ciento de la inversión para obras de responsabilidad social. El Estado nacional aportará obras públicas, como en el caso de la provincia de Neuquén en la firma de los acuerdos con Chevrón por 1.000 millones, a definir por la comisión creada por el decreto 1277/12 en función del alcance y la magnitud del proyecto.
Respecto al régimen de promoción de inversiones establecido por el decreto 929/13, el mismo se consolida para los nuevos proyectos que representen más de 250 millones de dólares de inversión directa en menos de tres años. Se mantienen los incentivos del mencionado decreto, los que serán reconocidos a partir del tercer año; los mismos refieren a la exportación con una alícuota cero de derechos, para el 20 por ciento de la producción del proyecto y la disponibilidad de revisa del 20 por ciento a la exportación. Ambos porcentajes alcanzan el 60 por ciento del caso de proyectos costa afuera.
Se establece como costa afuera aquellos proyectos en los cuales la distancia entre los pozos y la superficie en promedio entre marea alta y baja supera los 90 metros. Además, sería el régimen propio también para los 90 metros.
Al establecer el monto de 250 millones de dólares como el piso de inversión para ingresar en el régimen de promoción, impulsará las inversiones en proyectos en cuenca, como en la provincia de Salta o Jujuy, donde la inversión por pozo es enormemente superior a la de la Patagonia. Es decir, un proyecto en estas provincias con ocho pozos quedaría dentro del régimen de promoción.
Respecto a las áreas actualmente reservadas a empresas públicas del Estado nacional o provincial que tienen contratos de asociación con terceros, mantienen su plena vigencia y no se modifica absolutamente nada.
En el caso de las áreas reservadas a empresas públicas, sean del Estado nacional o provincial que aún no posean contratos de asociación con terceros, estas empresas podrán realizar esquemas asociativos aportando el proporcional de inversiones comprometidas para la etapa de desarrollo.
En el caso de ENARSA, los permisos de exploración y concesiones de explotación costa afuera que no tengan contrato de asociación se revertirán al Estado nacional para su posterior proceso licitatorio, en donde entendemos que YPF jugará un rol protagónico.
El Estado nacional y las provincias promoverán una legislación ambiental uniforme. Es decir, se abre un espacio de discusión para uniformar la legislación ambiental de acuerdo con las mejores prácticas de gestión.
La experiencia del proyecto Loma Campana, que es el acuerdo que tiene YPF con Chevrón, no deja lugar a dudas que el desarrollo del recurso no convencional es compatible con el cuidado del medio ambiente.
También se propiciará un tratamiento fiscal uniforme y homogéneo en todas las jurisdicciones. Se consolida el programa de estímulo a la inyección excedente de gas natural, para la producción nueva que remunera a 7,5 dólares el millón de BTU, la producción de gas antigua recibe un precio asociado de 2 dólares el millón de BTU en promedio, mientras que el gas nuevo se remunera a 7,5 dólares el millón de BTU; teniendo en cuenta los costos de importación, ello redunda en un costo del gas para la economía argentina de 5 dólares el millón de BTU. Este costo en México es casi dos veces más, en Europa tres veces más y en Brasil seis veces más.
Como explicara anteriormente, alinear los precios locales a los internacionales volvería sin ninguna duda a destruir la industria e infinidad de puestos de trabajo.
El Estado nacional y las provincias impulsarán unificar procedimientos y registros administrativos. Para la selección de permisionarios y concesionarios se pasará del sistema de concursos al de licitación, a los efectos de propiciar la mayor concurrencia, aumentar la competitividad de las ofertas y fomentar la mayor inversión de actividad exploratoria.
Finalmente, el Estado nacional y las provincias confeccionarán un pliego modelo común, según sea off-shore convencional, no convencional o recuperación terciaria.
Quiero resaltar que en el modelo se acordarán cláusulas generales y/o específicas pero las cláusulas particulares serán propias de cada autoridad jurisdiccional de aplicación, quien redactará el pliego respectivo de la licitación y será quien, en definitiva, lleve adelante el proceso licitatorio.
Estos han sido los lineamientos principales del proyecto de ley que tiene sanción del Senado. Los objetivos son claros: asegurar la soberanía hidrocarburífera, el verdadero abastecimiento, el ahorro de divisas, el fortalecimiento de las provincias y la generación de nuevas fuentes de trabajo.
Aquellos aspectos que no han sido expuestos no tienen absolutamente ninguna modificación.
Como comentarios finales, quiero decir que fuera de los Estados Unidos, la Argentina es el único productor de hidrocarburos no convencionales de importancia, con tan solo un desarrollo no convencional a escala, que es Loma Campana, surgido del acuerdo entre YPF y Chevron, que cuenta con la aprobación de la Legislatura neuquina. El proyecto abarca un área de 300 kilómetros cuadrados, que representa apenas el 1 por ciento de los 30.000 kilómetros cuadrados de Vaca Muerta.
Quiero destacar que Vaca Muerta no es la única formación no convencional del país, pues se han detectado en Mendoza y en Chubut. Según los cálculos de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos, Vaca Muerta representa el 42 por ciento de los recursos no convencionales en la Argentina.
Los Molles, también en la Cuenca Neuquina, tiene el 31 por ciento; Inoceramus, en la Cuenca Austral, tiene el 18 por ciento; Aguada Bandera y Pozo D-129, en la Cuenca San Jorge, reúne el 9 por ciento, y Ponta Grosa, en la Cuenca Chaco-Paranaense, el 0,3 por ciento.
El proyecto Loma Campana acumula una inversión de 3.100 millones de dólares, 4.500 puestos de trabajo, 245 pozos activos y 25 equipos de perforación en actividad. Tiene una producción actual de 32.000 barriles de petróleo equivalentes por día, que alcanzará en el año 2018 los 75.000 barriles diarios y 3 millones de metros cúbicos por día de gas.
Con la producción al día de hoy, Loma Campana es la segunda área productora detrás de Cedro Dragón, que produce 90.000 barriles diarios. Su performance es notable: logró reducir, en un año, de 41 a 16 los días necesarios para perforar un pozo, y el costo del mismo, de 10,5 a 7 millones de dólares, es decir, un 33 por ciento menos.
Asimismo, se logró que la producción inicial de un pozo aumente un 63 por ciento, de 80 a 130 barriles diarios.
Con tres proyectos como Loma Campana se equilibra la balanza energética de 7.000 millones de dólares, y con 5 proyectos equivalentes, se equilibran por completo los 12.000 millones de dólares que actualmente se importan.
De esta manera, la Argentina podrá volver a exportar energía, pero con autoabastecimiento verdadero, no como en los 90, con la mitad de la población afuera.
Hoy en Neuquén hay seis nuevos pilotos en marcha que representan inversiones superiores a los 10.000 millones de dólares: La Amarga Chica, de YPF con Petronas; Aguada Federal, de Wintershall con la empresa provincial G&P de Neuquén; Sierras Blancas y Cruz Lorena, de Shell; Aguada Pichana, con Total; y Bajo del Choy, de Exxon.
Respecto del proyecto Bajo del Choy, quiero señalar que Exxon encontró en marzo de este año un pozo en el que empezó produciendo 1.000 barriles diarios; luego se estabilizó en 500 barriles, cuando la media en pozos convencionales de la región es de 33.
En el caso de exploración Costa Afuera, también el futuro es promisorio. La extensión de la superficie Costa Afuera es de 1,2 millones de kilómetros cuadrados, comparable con la superficie on shore, que es de 1,5 millones de kilómetros cuadrados.
Sin duda este proyecto impulsará nuevas inversiones costa afuera, como el actual desarrollo de la plataforma marítima Vega Pléyade o el Yacimiento Carina, en Tierra del Fuego, que están llevando adelante Total Austral, Wintershall y Pan American. Estos dos proyectos adicionarán 8 millones de metros cúbicos por día de gas a la Argentina, con inversiones que superan los 1.000 millones de dólares, y generarán un ahorro anual de divisas de 1.600 millones de dólares.
La República Argentina duplicó su actividad económica y su consumo energético en estos últimos diez años. Con un crecimiento demográfico de solo el 10 por ciento, queda claro que hace una década había demanda insatisfecha e infraestructura insuficiente y no planificada para el desarrollo industrial y la incorporación de usuarios a los servicios.
No hay políticos en la historia argentina que, como Néstor y Cristina Kirchner, hayan logrado tanto a favor de las provincias productoras de hidrocarburos.
El reconocimiento sobre el dominio de sus recursos naturales, incorporado a la reforma del año 1994 -redactado por Cristina Fernández como convencional constituyente-, la ley corta, sancionada durante la presidencia de Néstor Kirchner y el 25 por ciento de las acciones de YPF que fueron transferidas a las provincias, son una muestra clara e incuestionable de lo que estoy afirmando.
Este proyecto de ley de adecuación del marco normativo de los hidrocarburos, que surge del consenso entre las provincias productoras y el Estado nacional, para el que venimos a buscar el apoyo de todos ustedes, indudablemente representará un notable beneficio para todos los argentinos. (Aplausos.)
Quisiera expresar mi agradecimiento a Diana, Juliana, Mario y a todos los miembros y trabajadores de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
Estamos aquí junto con Mariana Matranga, secretaria de Energía, con el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini y con el presidente del directorio de YPF, ingeniero Miguel Galuccio a los efectos de presentar este proyecto de ley que ya cuenta con sanción del Senado.
El objeto, como recién decía la señora diputada Diana Conti, es adecuar la ley de hidrocarburos 17.317 a las necesidades fundamentalmente al escenario creado por nuestra presidenta con la recuperación de YPF, nuestra histórica empresa de bandera.
Por supuesto, ustedes han tratado la ley aquí, tanto la recuperación a través de la expropiación como también, con la presencia del doctor Zannini y de Axel Kiciloff, el pago por la expropiación realizada.
Al igual que en mi exposición en el plenario de comisiones de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación, quiero destacar que este proyecto de ley surge a partir del consenso de cinco meses de trabajo conjunto, el que fue plasmado en el Acuerdo Federal para el Abastecimiento de Hidrocarburos que suscribimos el 16 de septiembre del corriente año entre el Ministerio de Planificación Federal, Obras Públicas y Servicios y todas las provincias miembros de la OFEPHI, representadas por los gobernadores de Mendoza, Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Río Negro, Salta, Formosa, La Pampa, Jujuy, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Este proyecto de ley constituye otra etapa más del plan energético que lanzara el presidente Néstor Kirchner en el salón blanco de la casa de gobierno el 11 de mayo de 2004 y de la recuperación de YPF -como decíamos anteriormente- impulsada y obtenida por nuestra presidenta el 16 de abril de 2012.
Representará sin ninguna duda la consolidación del rol histórico que debe jugar el Estado nacional como conductor de la política energética nacional en conjunto, además de fortalecer la presencia de los estados provinciales, tal como lo planteaba la denominada ley corta, también impulsada por el ex presidente Kirchner.
Lo decimos y lo reiteramos: esto se hizo fortaleciendo el rol de los Estados provinciales como autoridades concedentes de los recursos de sus respectivas jurisdicciones.
Antes de explicar las modificaciones a la ley 17.319 que propone este proyecto, debemos hacer un breve repaso de la situación al año 2003 y del camino recorrido desde entonces por la Argentina en materia energética.
En esta etapa, es decir, en estos diez años, la Argentina duplicó su producto bruto interno y también su demanda energética. La actividad económica y la demanda de energía, medidas con el índice que quieran medir, son el doble que hace diez años.
En el año 2003 no encontramos ni un solo papel ni un solo esbozo de plan energético; ni siquiera una línea o lista de las obras de energía que requería la Argentina en ese momento.
Quiero destacar que el abandono en materia de obras no solamente alcanzaba al sector energético sino a la totalidad de la infraestructura del país. La Argentina no estaba autoabastecida previamente al año 2003; tenía la mitad de las provincias excluidas del sistema nacional de transporte eléctrico; una red de gas que solo cubría 5 millones de hogares y que no permitía incorporar nuevos usuarios residenciales, comercios o industrias; las tarifas y los combustibles estaban dolarizados, llevando a la industria a la depresión económica, con el cierre de 75 mil empresas por falta de competitividad durante la década neoliberal.
Por otra parte, once provincias se encontraban aisladas del sistema eléctrico: Chubut, Santa Cruz, San Juan, La Rioja y Formosa, el interior del Chaco, Santiago del Estero, Jujuy, Salta, el sur de Mendoza y Tierra del Fuego, mientras que las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba tenían un sistema eléctrico saturado.
Además, no había plan para solucionar el problema estructural. En ese momento había generación suficiente pero no había estructura de transporte eléctrico para llevar la energía a los 2.800.000 kilómetros cuadrados ni a los 40 millones de argentinos.
Quiero recordar que mientras Salta se encontraba aislada del sistema, se inauguró en 1998 en su territorio un ciclo combinado llamado Termoandes, de 650 megavatios, que utilizando gas argentino, generaba en forma exclusiva para las empresas mineras del norte chileno, transportando la energía por una línea que había sido construida deliberadamente en una tensión incompatible con nuestro sistema para que no pudiera ser inyectada en el país.
Otro ejemplo claro es la situación del Noreste. Formosa dependía en un 40 por ciento de la energía que ingresaba por Clorinda desde la hermana República del Paraguay, por una línea precaria que se caía a pedazos.
Más del 50 por ciento de los hogares del país no tenía gas, y la capacidad interna de transporte estaba saturada, sin posibilidad alguna de conectar una nueva industria, una usina térmica o expandir la red domiciliaria.
Del gasoducto del Noreste, para abastecer a Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y norte de Santa Fe, no había siquiera una traza tentativa; no había un mapa con una línea en lápiz que dijera por dónde debía pasar.
Como paradoja, mientras no se construía un metro de caño para el sistema argentino, se habilitaron nueve gasoductos de exportación a través de los cuales se exportó gas a precio vil. En efecto, vendían gas en la frontera a 2 dólares y el mismo gas se vendía en la ciudad de Santiago, por la misma empresa -cambiada de nombre-, a 29 dólares, generando un multimillonario negocio para las empresas, que eran las mismas que lo extraían en la Argentina y lo vendían en Chile.
Como decíamos anteriormente, ese gas se exportaba en frontera a 2 dólares el millón de BTU y se vendía casi a 30 dólares en Santiago. Fue un colosal remate de reservas, no comprobadas, que nunca fue investigado. Este gas que se exportó a precio vil desde el año 1996 generó solamente 4 mil millones de dólares de divisas para la Argentina. Si se hubiera contado con ese gas en estos diez años, el país hubiera evitado 33.500 millones de dólares en importaciones de combustibles.
Vale la pena recordar el enorme ajuste de reservas, por 509 millones de barriles equivalentes, que en el año 2006 tuvo que realizar YPF por la exigencia de la SEC, de los Estados Unidos.
Ese ajuste de reservas representó la producción de casi cinco años de la empresa, tres años del país y se concentró en los yacimientos dedicados a la exportación, como es el caso de Loma de la Lata. La foto final de ese modelo económico y energético fue el 25 por ciento de desocupados y el 54 por ciento de pobreza. Es inexplicable que en ese contexto alguien -y más aún técnicos- pueda sostener que había autoabastecimiento previo al año 2003.
Esta fue la herencia del modelo neoliberal energético: un país sin infraestructura. Cualquiera sea la provincia o región que se quiera comparar, en todos los casos tienen actualmente un sistema energético que permite transmitir el doble de energía que hace diez años.
Hoy los hogares tienen el consumo per cápita más alto de la región, cuatro veces más que el de Brasil y tres veces más que el de Chile y Uruguay. Basta mencionar que la gran mayoría de las provincias incorporó un 40 por ciento de nuevos usuarios a sus redes.
En el marco del plan energético nacional iniciado por Néstor Kirchner y reimpulsado por Cristina Fernández de Kirchner se ejecutaron una cantidad récord de obras: 9.000 MW incluyendo la finalización de Yacyretá y la Central Nuclear Néstor Kirchner, ex Atucha II, que actualmente está generando 520 MW -aquí dice el 70 por ciento de su capacidad pero hoy llegamos al 72,5 por ciento con vistas a alcanzar plena potencia en las próximas semanas; la central de ciclo combinado San Martín y Belgrano, de 850 MW cada una, la central Ensenada de 540 MW, la central Pilar en Córdoba de 500 MW, el Programa Energía Plus que incorporó 1.500 MW y 1.300 MW del Programa ENARSA Energía Distribuida, entre otras.
Asimismo, cabe mencionar a las pequeñas centrales de generación que hay distribuidas y que se colocan en los distintos pueblos a medida que requieren la necesidad del servicio; 5.500 kilómetros de línea de 500 KWA, que permitieron incorporar al sistema diez de las once provincias argentinas que mencioné anteriormente, restando solo Tierra del Fuego, obra que se encuentra en carpeta y sobre la que estamos trabajando con Mariana Matranga para tratar de licitarla y empezarla antes del fin de este período de gobierno.
Por otra parte, las obras de transporte eléctrico incluyeron la conexión NEA-NOA que constituyó el plan de transporte, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento y fue el crédito más grande otorgado por dicho banco a país alguno para una obra de infraestructura porque tiene su componente vial e hídrico además del componente eléctrico.
La línea Comahue-San Juan, la tercera línea de Yacyretá-Buenos Aires, la interconexión patagónica desde el Norte de Río Negro en Choele Choel hasta Río Gallegos en 500 KWA que nos permitirá también llevar 220 KWA a Tierra del Fuego; 2.900 kilómetros de gasoductos que ampliaron un 40 por ciento la capacidad de transporte de gas, incluyendo un segundo cruce al estrecho de Magallanes y el gasoducto Juana Azurduy.
Además, cruzamos el estrecho de Magallanes con fibra óptica para que Tierra del Fuego cuente con los servicios de comunicación que el resto del país y ese también será el camino que seguirá la línea de 500 KW; 320 mil caballos de potencia nuevos en plantas compresoras para transporte de gas.
Para la incursión del Estado en el sector energético fue fundamental la creación de ENARSA, que cumplió su rol de viabilizar el desarrollo de la energía del país al que se dedica absolutamente, porque todo el sector hidrocarburífero está pasando a YPF; a través de esta ley se pasará el subsuelo del off-shore a la secretaría de Energía para que se licite, dado que hay un nuevo escenario con un actor protagónico y fundamental con bandera argentina que es YPF con el 51 por ciento recuperado por nuestra presidenta.
Hoy ENARSA en materia de energía eléctrica cuenta con 2.300 MW de potencia, el 10 por ciento del pico de consumo de la Argentina; participa en ocho permisos de exploración y en tres concesiones de explotación; produce un total de 5.000 barriles de petróleo diarios y a partir del año 2015 serán 700 mil metros cúbicos de gas por día.
Se instalaron 48 plantas de biocombustible con una capacidad para producir de 5 a 8 millones de metros cúbicos anuales de biodiesel y bioetanol, que se exporta y también se consume en el país.
Se instalaron 29 centrales renovables por 370 megavatios, entre ellas la eólica de Rawson, que tiene prácticamente 60 megavatios de generación.
La capacidad de producción de biocombustibles equivale a la refinería de YPF en La Plata, que es la más grande del país, que fue recientemente modernizada y que ha recibido inversiones por parte de su actual conducción. Este desarrollo es un hecho inédito en la Argentina.
Quiero subrayar la reactivación del sector nuclear, al igual que el de las comunicaciones. Esto lo hemos visto días pasados con el lanzamiento del satélite Arsat-1 y su posterior puesta en órbita.
Este año ha sido histórico porque se comenzó a generar la Central Nuclear Néstor Kirchner -ex Atucha II-, el hito más esperado de los últimos treinta años.
Recientemente, como dijimos, rebautizamos dicha planta en nombre de quien impulsó no solamente su terminación sino el reinicio y el retome de la Argentina en la senda del desarrollo nuclear, cuestión en la que en su momento habíamos hecho punta en Sudamérica, y hasta diríamos que en el mundo.
La energía nuclear también aplicada a la medicina logró resultados importantísimos que son reconocidos a nivel mundial en relación con el tratamiento oncológico y la producción de radioisótopos.
La Argentina produce hoy el 5 por ciento del molibdeno 99 que se consume en el mundo para la elaboración de radiofármacos, y es el tercer productor de cobalto 60, exportando tecnología nuclear a Perú, Cuba, Argelia, Australia y Egipto.
Por otro lado, quiero destacar que fue clave el cambio de fuerzas en la matriz energética. El Estado pasó de tener una presencia global del 7 al 45 por ciento en el sector. El capital nacional pasó del 13 al 30 por ciento, mientras que el capital extranjero se retrajo del 80 al 25 por ciento. Saquemos nuestras conclusiones en este sentido.
Asimismo, se encuentra en ejecución el plan de obras que abastecerá el incremento de la demanda previsto hasta el año 2030, y está planteado en el Plan Quinquenal que en este momento está en pleno proceso de difusión en las provincias. Dicho plan prevé 2.600 megavatios en construcción a través de las centrales Vuelta de Obligado de 810 megavatios, que se inaugura el mes que viene; Guillermo Brown, de 540 megavatios, que se inaugura el año que viene y que está en Bahía Blanca; el cierre del ciclo de Ensenada de Barragán y de Brigadier López, de 420 megavatios en total; la central Río Turbio, de 240 megavatios -hoy en día, en este mismo momento, se está realizando la prueba de hidraulicidad de la central al carbón de Río Turbio de 240 megavatios, que durará una semana-, y 250 megavatios provenientes del acuerdo establecido con generadores privados.
Las hidroeléctricas Néstor Kirchner -de 1.140 megavatios- y Jorge Cepernic -de 600 megavatios- se encuentran próximas al inicio de obras.
Respecto de la hidroeléctrica Chihuido I, se abrieron los sobres la semana pasada. En relación con la IV Central Nuclear y la V Central Nuclear, ambas de 800 y 1.000 megavatios de potencia, se suscribieron recientemente acuerdos con la República Popular China para la construcción de la IV Central Nuclear con el sistema CANDU, que es la tecnología que maneja la Argentina en un 80 por ciento y que corresponde a la central Embalse. Se trata de tecnología de uranio natural y con agua pesada que se produce en la localidad de Arroyito, Neuquén.
La V Central Nuclear se encuentra en etapa de negociación con distintos oferentes, y hay cinco preclasificados: Westinghouse, China National Nuclear Corporation, Rosatom, Kepco y Apmea. Estos últimos son de Corea y también de Japón. Para dicha central, el prototipo de 25 megavatios del reactor de baja potencia CAREM constituye el primer reactor de tecnología de diseño ciento por ciento argentino, previéndose aumentar su potencia entre 150 y 300 megavatios y comercializarlo en redes en las cuales su demanda no requiera máquinas de alta potencia. También se encuentra la central de ciclo combinado Belgrano II, de 810 megavatios en la localidad de Campana.
Asimismo, se prevé la repotenciación de las turbinas de Yacyretá, que adicionarán 300 megavatios a la central. Para ello estamos en plenas negociaciones con el Paraguay.
Respecto de las represas binacionales Panambí, de 1.152 megavatios, y Garabí, de 1.048, estamos trabajando con la República Federativa del Brasil.
El plan energético de 5.600 megavatios en hidroeléctricas que presentamos en diciembre del año pasado en Beijing, en Moscú y en San Pablo, de 16.000 millones de dólares contempla, además de Chihuido I y Chihuido II de 296 megavatios, Pini Mahuida de 457 megavatios, La Invernada de 322 megavatios y Cerro Rayoso de 472 megavatios, todas ellas para el aprovechamiento integral del Río Neuquén.
Además, la represa Zanja del Tigre de 450 MW, para aprovechamiento del río Bermejo en Salta; la hidroeléctrica Cordón del Plata de 1.100 MW, para el aprovechamiento del río Mendoza; la hidroeléctrica Río de Llanura de 600 MW, para el aprovechamiento del río Paraná entre las provincias de Santa Fe y Corrientes; la represa El Tambolar de 75 MW en San Juan, que es compañera de Caracoles y Punta Negra -una terminada y otra en ejecución; la represa de Michihuao, de 807 MW, para el aprovechamiento del río Limay en la provincia de Neuquén; la represa de Collón Curá de 489 MW, para el aprovechamiento del río del mismo nombre; la represa de Portezuelo del Viento de 216 MW, para el aprovechamiento integral del río Grande en Mendoza; el aprovechamiento hidroeléctrico Potrero del Clavillo con 300 MW de los ríos Gastón y Medina, Balderrama y Lules que beneficiará a las provincias de Catamarca y Tucumán.
Por otra parte, el gasoducto del Noreste argentino, en este momento con todas sus etapas en sistema de licitación, permitirá reparar la deuda histórica con la región en la que no hay un metro de gasoducto porque históricamente fue un territorio excluido para la infraestructura.
Decíamos anteriormente que la provincia de Formosa se abastecía de la República del Paraguay en un 40 por ciento de su consumo eléctrico. Los 4.000 kilómetros de ampliación a los gasoductos troncales en el actual sistema de transporte de gas permitirán completar la cobertura del servicio a la totalidad de la Argentina.
Asimismo, cabe señalar el plan de Transporte Eléctrico Federal II, para el desarrollo intraprovincial de redes eléctricas; y el plan de desarrollo de las redes eléctricas del conurbano y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, llevado adelante por el fondo fiduciario del COFEDE, desde su lanzamiento en 2011 llevamos finalizadas 467 obras por 1.820 millones de pesos y 935 obras están en ejecución. De las 467 obras finalizadas, 405 fueron destinadas a mejorar el servicio en la zona Sur y Oeste del gran Buenos Aires.
Además, el plan de obras de expansión de las redes eléctricas provinciales en las regiones más postergadas como Jujuy, Salta, Formosa, La Rioja, San Juan, Misiones, Santiago del Estero, Chaco, Catamarca y Corrientes. Este plan de obras de energía es el que requerirá la Argentina para continuar creciendo en forma federal, con inclusión geográfica y social.
Esta situación es totalmente diferente que la del año 2003 cuando no encontramos un solo plan relacionado a estas obras que fueron virtualmente planificadas junto con los estados federales en esta etapa.
En el año 2004 Néstor Kirchner convocó al sector privado a invertir en los proyectos de hidrocarburos que el país requería para sostener el proceso de crecimiento que se avecinaba y de cuyos frutos también sería partícipe el sector energético. Una frase de su discurso explicaba sencillamente -como lo hacía él: "Argentina va a crecer..." -y vaya si lo hizo- "... y va a necesitar más energía."
Muchas empresas, entre ellas YPF, fueron escépticas y diría más que eso, generaron un plan perfectamente ideado para desabastecernos. En primer lugar, del fuel oil y del gasoil que necesitaban nuestras usinas en el invierno, hecho que resolvimos a través de los acuerdos con la República Bolivariana de Venezuela; y en segundo término, en 2011 rompiendo la balanza comercial positiva, hecho que resolvió la presidenta, junto con las leyes sancionadas por ustedes en este Honorable Congreso y con la recuperación de YPF.
Con el correr del tiempo las palabras de Néstor Kirchner se transformaron en hechos. Por ello, la histórica decisión de la presidenta de la Nación de recuperar el control de YPF para el Estado y las provincias, no fue arbitraria. Ella tuvo lugar luego de un largo proceso de evaluación y presiones, que culminó demostrando que el accionista de YPF tenía como objetivo financiero monetizar reservas sin plan alguno de reposición, para presionar a la redolarización de la energía que recibimos desde la década neoliberal.
Quiero recordar que para brindar competitividad e incrementar la actividad del sector hidrocarburífero, el Estado nacional lanzó los programas Gas Plus, Petróleo Plus, Refino Plus y Energía Plus. Algunas compañías mejoraron su producción, otras la mantuvieron y otras fueron indiferentes a los planes. El Estado no mira esas actitudes en forma indiferente.
La producción de gas, incluidos los consumos en yacimiento, entre los años 2003 y 2008, se mantuvo en un nivel constante de 140 millones de metros cúbicos por día, incluso con leves subas hasta el año 2007. Desde entonces la producción de gas de la Argentina se redujo 20 millones de metros cúbicos por día, suma coincidente con las exportaciones que desde Loma de la Lata hacían a Chile, que fue por lo cual Repsol más exportó gas a ese país sin tener reservas comprobadas.
En todos los años que la Argentina le exportó gas a Chile -a 2 dólares en frontera, que las empresas cobraban 29 dólares del otro lado-, si este país hubiera tenido que consumir gasoil y/o carbón para reemplazar el gas que le mandábamos, hubiera perdido un 20 por ciento de uno de sus productos brutos internos. Este es el daño que se le hizo a la economía y a la energía argentinas.
En el caso de los programas Refino Plus y Petróleo Plus, debieron ser suspendidos en febrero de 2012 ante los reiterados incumplimientos, fundamentalmente de YPF, cuyos resultados distaban en forma insostenible de los esperados y que fue lo que llevó a nuestra presidenta a tomar la resolución de recuperarla y de expropiarla a través de leyes de este Congreso.
Los resultados de YPF desde su recuperación son notables e indiscutibles. Seguramente el CEO de la empresa luego abundará en datos al respecto.
En lo que va del año, la producción de gas se incrementó un 11 por ciento, y la de petróleo, un 9 por ciento.
Según cálculos de la Administración de Información Energética, organismo oficial de los Estados Unidos, la Argentina es la segunda reserva mundial de recursos de gas no convencional, con 145 mil millones de barriles equivalentes, y la cuarta reserva de shale oil, con 27.000 millones de barriles.
Estos recursos, de los cuales el 42 por ciento se concentra hoy en Vaca Muerta y el 58 por ciento restante en otras cuencas, podrían representar 123 años de consumo de petróleo y 410 años de gas, de mantenerse el actual consumo.
Para darles una idea, en estos días ustedes habrán visto en los medios que en el Chaco paraguayo se descubrió una importante reserva de petróleo, de 1.000 millones de barriles. Acá estamos hablando de 200.000 millones de barriles.
Indudablemente, no será tarea sencilla poner en valor los recursos no convencionales, pero es fundamental que sea YPF, con la conducción estratégica en conjunto del Estado nacional y las provincias, el actor principal de este proceso. No hay que olvidarse de que las provincias nunca en la historia -ni antes, cuando era del Estado, ni cuando fue privada- tuvieron participación accionaria directa en YPF.
La demanda energética crece actualmente un 5 por ciento en forma interanual, y seguirá creciendo, pero se expandirá sobre una demanda que es del doble que hace diez años, y representa volúmenes de energía muy significativos: 6 millones de megavatios/hora de energía eléctrica, requiriendo incorporar 1.000 megavatios/año, el equivalente a una central y media de Atucha II.
La demanda de gas se expande a razón de 3,7 millones de metros cúbicos por año. Este incremento anual de demanda de gas es como si todos los años el país incorporara al consumo el equivalente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 500 mil metros cúbicos por año de naftas, el equivalente al consumo de 600.000 autos; 400 mil metros cúbicos por año de gasoil, entre automotor y usina, lo que representa la incorporación de 300.000 vehículos nuevos diesel de carga, de transporte y comerciales por año.
Con una demanda energética que se ha duplicado en diez años, el país produce el 90 por ciento de sus requerimientos, importando solo el 10 por ciento restante. Es indiscutible que las centrales, las líneas eléctricas, las estaciones transformadoras y los gasoductos -es decir, la infraestructura- efectivamente se construyeron, porque de otra manera hubiese sido imposible llegar a los hogares, industrias y comercios.
En el marco del exponencial crecimiento de la demanda de energía, quiero destacar que los países de la región, como por ejemplo Brasil, importan no menos del 20 por ciento de su consumo eléctrico y en algunos casos superan el 60 por ciento, mientras que Europa en promedio lo hace en un 45 por ciento.
En términos económicos la ecuación de precios determina para la Argentina una factura energética de 36 mil millones de dólares al año, sobre la cual el Estado nacional aplica subsidios direccionados al consumo eléctrico y al gas por 11 mil millones. Ello representa que el 70 por ciento de las facturas lo abonan los usuarios y el 30 por ciento el Estado nacional. En cualquier país de la región la misma factura tendría un piso de 82 mil millones de dólares, un 134 por ciento más que la Argentina, mientras que en Europa superaría en promedio los 71 mil millones de dólares, un 97 por ciento más.
Es decir, Argentina tiene de manera indiscutible costos ampliamente más competitivos que la región y que Europa. Esta diferencia de costo se debe a que los precios internos se fijan en costo argentino, desacoplados de los precios internacionales -presión a la que las petroleras quisieron llevarnos durante toda la primera década de esta etapa del modelo-, producto de la decisión de la política vigente desde 2003 que sostiene que Argentina necesita competitividad para su desarrollo.
Si Argentina hubiese prolongado desde el año 2003 el alineamiento de precios locales con los internacionales la factura que hoy representa 36 mil millones de dólares superaría los 70 mil millones de dólares; es decir, 34 mil millones de dólares que evidentemente, está claro, no quedarían en la Argentina. Esto puede observarse claramente en la balanza energética de divisas.
Argentina este año exportará 5.000 millones de dólares e importará 12.000 millones de dólares de productos hidrocarburíferos, arrojando un saldo negativo de 7.000 millones de dólares. Ese es el costo que tiene que acudir al mercado externo para suplir solo el 10 por ciento del consumo nacional y permite observar además del acierto de haber desacoplado los precios internos; esos 34 mil millones de dólares serían monetizados y retirados del país inmediatamente.
La necesidad de alcanzar el autoabastecimiento manteniendo esta competitividad es el tema que hoy nos reúne: la necesidad de contar con un instrumento normativo acorde a las necesidades del país.
Quiero volver a recordar que si Argentina hubiese contado con el gas que se exportó a precio vil desde el año 1996 habría evitado 33.500 millones de dólares en importación de combustible que hubieran sido necesarios en esta época. El 10 por ciento de lo que Argentina importa son combustibles: gas licuado, gasoil, nafta y marginalmente petróleo. Para completar el autoabastecimiento energético se necesita indispensablemente incrementar la producción de hidrocarburos y para ello necesitamos incorporación de capitales.
El desafío para los próximos años es la puesta en valor de los recursos no convencionales y de los convencionales, tanto los continentales como los que se encuentran off-shore o costa afuera, para integrar virtuosamente la cadena de valor industrial y de servicios con combustible producido en el país a costo argentino y competitivo, equilibrando de esta manera en forma inclusiva la balanza energética.
Argentina transita el camino hacia el verdadero autoabastecimiento energético con todas las provincias dentro, dentro de YPF y de las decisiones estratégicas en materia energética nacional, manteniendo el consumo de energía per cápita y con una economía que se expande por el desarrollo industrial.
Este proyecto de ley que reforma la ley 17.319 es una herramienta fundamental que permitirá consolidar el proceso que iniciamos virtuosamente en mayo de 2004.
Entrando en el detalle del proyecto quiero destacar en primer lugar que incorpora nuevos beneficios e ingresos directos para las provincias, impulsa las inversiones a costos competitivos argentinos e incrementa notablemente las exigencias a permisionarios y concesionarios.
Respecto a los permisos de exploración, se reduce la cantidad de períodos, se modifica su plazo y se aumentan las exigencias al permisionario a efectos de acelerar las inversiones y evitar especulaciones; además, divide los permisos en convencional, no convencional y costa afuera.
El plazo básico de exploración se reduce de 3 a 2 períodos, y a su vez se acorta la extensión total del permiso. Se pasará de 9 a 6 años en total, si es convencional; de 9 a 8 si es no convencional, y de 12 a 8 si es costa afuera.
Para solicitar la prórroga de cinco años, el proyecto de ley incorpora como requisito obligatorio demostrar la realización de las inversiones comprometidas y haber cumplido con todas las obligaciones a su cargo.
Respecto de las concesiones de explotación, el proyecto de ley adecúa la normativa vigente en estos aspectos: divide las concesiones de explotación en convencional, con un plazo de 25 años; no convencional, con un plazo de 35 años, y costa afuera, con un plazo de 30 años.
La explotación no convencional demanda grandes inversiones, requiriendo la tasa interna de 35 años porque los pozos producen entre 30 y 40 años. Pero esto tiene una curva con gran rendimiento en los primeros tiempos y una fuerte declinación después, hasta estabilizarse en niveles bajos, manteniendo esa producción por un lapso de 35 años en promedio.
En otras legislaciones, como la de Estados Unidos o Canadá, no hay limitantes en la extensión de los plazos de las concesiones de explotación, mientras se asegure producción. En Rusia, el plazo se extiende hasta completar la explotación total del área. En otros países como Noruega o Perú, llega hasta los 50 años.
El concesionario mantiene la posibilidad de solicitar la prórroga de diez años, pero incorpora como exigencia que debe demostrar haber cumplido las obligaciones, estar produciendo -esto es fundamental, no puede haber prórroga si no hay producción en el momento de la solicitud y resolución-, y presentar un plan de inversiones a futuro acorde a las exigencias de las provincias o del Estado nacional, según la jurisdicción donde se encuentre la concesión.
Quiero remarcar que al igual que los permisos de exploración, no se trata de una prórroga automática sino que quien decide si se prorroga o no es la autoridad de aplicación. Es decir que la decisión es autónoma y depende de la provincia o del Estado nacional en el caso que fuera en el off shore extra provincial, según corresponda en función del cumplimiento de las inversiones y obligaciones comprometidas, de la producción observada y del plan de inversiones que presenta la empresa.
El concesionario de explotación dentro de su área de concesión podrá requerir la subdivisión de la misma en área de explotación convencional o no convencional, según la técnica que requiera para extraer el hidrocarburo. Para la superficie remanente de explotación convencional, continúan vigentes todas las obligaciones y compromisos en los contratos de concesión originales.
Con respecto a los ingresos de las provincias, aun sin tener en cuenta los exponenciales ingresos indirectos que provendrán de las inversiones, el proyecto de ley incrementa notablemente los ingresos actuales.
Se incrementan los valores vigentes del canon de exploración de 86,71 a 250 pesos por kilómetro cuadrado, un 188 por ciento más para el primer período del plazo básico, y 673 a 1.000 pesos por kilómetro cuadrado, un 474 por ciento más para el segundo período del plazo básico.
Se establece el valor especial de 17.500 pesos por kilómetro cuadrado para el plazo de prórroga que se incrementará 25 por ciento anualmente.
El proyecto limita la compensación del canon de exploración con las inversiones efectivamente realizadas, "topeándolo" hasta un pago mínimo del 10 por ciento del canon, lo que asegura un piso de ingreso continuo a las provincias. Con la normativa hoy vigente, las empresas pueden "netear" la totalidad del pago con el canon.
Se incrementa el canon de explotación actual de 3.445 a 4.500 pesos, un 31 por ciento más por cada kilómetro cuadrado abarcado por el área.
A las actuales regalías del 12 por ciento, se adicionará un 3 por ciento por cada período de prórroga de diez años que solicite el concesionario. Es decir, en la primera prórroga las regalías suben hasta el 15 por ciento y en la segunda, hasta el 18 por ciento, que es el máximo.
Este es un nuevo derecho de las provincias.
Para las prórrogas de concesión de la explotación, se establecen pagos de un bono del 2 por ciento de las reservas comprobadas del área valorizada, al valor del barril en la cuenca durante los dos años anteriores. Este bono es un nuevo ingreso para las provincias que la ley vigente no contempla.
En el caso que en la provincia se radique un proyecto del régimen de promoción de inversiones, establecido en el decreto 929/13, la empresa aportará un 2,5 por ciento de la inversión para obras de responsabilidad social. El Estado nacional aportará obras públicas, como en el caso de la provincia de Neuquén en la firma de los acuerdos con Chevrón por 1.000 millones, a definir por la comisión creada por el decreto 1277/12 en función del alcance y la magnitud del proyecto.
Respecto al régimen de promoción de inversiones establecido por el decreto 929/13, el mismo se consolida para los nuevos proyectos que representen más de 250 millones de dólares de inversión directa en menos de tres años. Se mantienen los incentivos del mencionado decreto, los que serán reconocidos a partir del tercer año; los mismos refieren a la exportación con una alícuota cero de derechos, para el 20 por ciento de la producción del proyecto y la disponibilidad de revisa del 20 por ciento a la exportación. Ambos porcentajes alcanzan el 60 por ciento del caso de proyectos costa afuera.
Se establece como costa afuera aquellos proyectos en los cuales la distancia entre los pozos y la superficie en promedio entre marea alta y baja supera los 90 metros. Además, sería el régimen propio también para los 90 metros.
Al establecer el monto de 250 millones de dólares como el piso de inversión para ingresar en el régimen de promoción, impulsará las inversiones en proyectos en cuenca, como en la provincia de Salta o Jujuy, donde la inversión por pozo es enormemente superior a la de la Patagonia. Es decir, un proyecto en estas provincias con ocho pozos quedaría dentro del régimen de promoción.
Respecto a las áreas actualmente reservadas a empresas públicas del Estado nacional o provincial que tienen contratos de asociación con terceros, mantienen su plena vigencia y no se modifica absolutamente nada.
En el caso de las áreas reservadas a empresas públicas, sean del Estado nacional o provincial que aún no posean contratos de asociación con terceros, estas empresas podrán realizar esquemas asociativos aportando el proporcional de inversiones comprometidas para la etapa de desarrollo.
En el caso de ENARSA, los permisos de exploración y concesiones de explotación costa afuera que no tengan contrato de asociación se revertirán al Estado nacional para su posterior proceso licitatorio, en donde entendemos que YPF jugará un rol protagónico.
El Estado nacional y las provincias promoverán una legislación ambiental uniforme. Es decir, se abre un espacio de discusión para uniformar la legislación ambiental de acuerdo con las mejores prácticas de gestión.
La experiencia del proyecto Loma Campana, que es el acuerdo que tiene YPF con Chevrón, no deja lugar a dudas que el desarrollo del recurso no convencional es compatible con el cuidado del medio ambiente.
También se propiciará un tratamiento fiscal uniforme y homogéneo en todas las jurisdicciones. Se consolida el programa de estímulo a la inyección excedente de gas natural, para la producción nueva que remunera a 7,5 dólares el millón de BTU, la producción de gas antigua recibe un precio asociado de 2 dólares el millón de BTU en promedio, mientras que el gas nuevo se remunera a 7,5 dólares el millón de BTU; teniendo en cuenta los costos de importación, ello redunda en un costo del gas para la economía argentina de 5 dólares el millón de BTU. Este costo en México es casi dos veces más, en Europa tres veces más y en Brasil seis veces más.
Como explicara anteriormente, alinear los precios locales a los internacionales volvería sin ninguna duda a destruir la industria e infinidad de puestos de trabajo.
El Estado nacional y las provincias impulsarán unificar procedimientos y registros administrativos. Para la selección de permisionarios y concesionarios se pasará del sistema de concursos al de licitación, a los efectos de propiciar la mayor concurrencia, aumentar la competitividad de las ofertas y fomentar la mayor inversión de actividad exploratoria.
Finalmente, el Estado nacional y las provincias confeccionarán un pliego modelo común, según sea off-shore convencional, no convencional o recuperación terciaria.
Quiero resaltar que en el modelo se acordarán cláusulas generales y/o específicas pero las cláusulas particulares serán propias de cada autoridad jurisdiccional de aplicación, quien redactará el pliego respectivo de la licitación y será quien, en definitiva, lleve adelante el proceso licitatorio.
Estos han sido los lineamientos principales del proyecto de ley que tiene sanción del Senado. Los objetivos son claros: asegurar la soberanía hidrocarburífera, el verdadero abastecimiento, el ahorro de divisas, el fortalecimiento de las provincias y la generación de nuevas fuentes de trabajo.
Aquellos aspectos que no han sido expuestos no tienen absolutamente ninguna modificación.
Como comentarios finales, quiero decir que fuera de los Estados Unidos, la Argentina es el único productor de hidrocarburos no convencionales de importancia, con tan solo un desarrollo no convencional a escala, que es Loma Campana, surgido del acuerdo entre YPF y Chevron, que cuenta con la aprobación de la Legislatura neuquina. El proyecto abarca un área de 300 kilómetros cuadrados, que representa apenas el 1 por ciento de los 30.000 kilómetros cuadrados de Vaca Muerta.
Quiero destacar que Vaca Muerta no es la única formación no convencional del país, pues se han detectado en Mendoza y en Chubut. Según los cálculos de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos, Vaca Muerta representa el 42 por ciento de los recursos no convencionales en la Argentina.
Los Molles, también en la Cuenca Neuquina, tiene el 31 por ciento; Inoceramus, en la Cuenca Austral, tiene el 18 por ciento; Aguada Bandera y Pozo D-129, en la Cuenca San Jorge, reúne el 9 por ciento, y Ponta Grosa, en la Cuenca Chaco-Paranaense, el 0,3 por ciento.
El proyecto Loma Campana acumula una inversión de 3.100 millones de dólares, 4.500 puestos de trabajo, 245 pozos activos y 25 equipos de perforación en actividad. Tiene una producción actual de 32.000 barriles de petróleo equivalentes por día, que alcanzará en el año 2018 los 75.000 barriles diarios y 3 millones de metros cúbicos por día de gas.
Con la producción al día de hoy, Loma Campana es la segunda área productora detrás de Cedro Dragón, que produce 90.000 barriles diarios. Su performance es notable: logró reducir, en un año, de 41 a 16 los días necesarios para perforar un pozo, y el costo del mismo, de 10,5 a 7 millones de dólares, es decir, un 33 por ciento menos.
Asimismo, se logró que la producción inicial de un pozo aumente un 63 por ciento, de 80 a 130 barriles diarios.
Con tres proyectos como Loma Campana se equilibra la balanza energética de 7.000 millones de dólares, y con 5 proyectos equivalentes, se equilibran por completo los 12.000 millones de dólares que actualmente se importan.
De esta manera, la Argentina podrá volver a exportar energía, pero con autoabastecimiento verdadero, no como en los 90, con la mitad de la población afuera.
Hoy en Neuquén hay seis nuevos pilotos en marcha que representan inversiones superiores a los 10.000 millones de dólares: La Amarga Chica, de YPF con Petronas; Aguada Federal, de Wintershall con la empresa provincial G&P de Neuquén; Sierras Blancas y Cruz Lorena, de Shell; Aguada Pichana, con Total; y Bajo del Choy, de Exxon.
Respecto del proyecto Bajo del Choy, quiero señalar que Exxon encontró en marzo de este año un pozo en el que empezó produciendo 1.000 barriles diarios; luego se estabilizó en 500 barriles, cuando la media en pozos convencionales de la región es de 33.
En el caso de exploración Costa Afuera, también el futuro es promisorio. La extensión de la superficie Costa Afuera es de 1,2 millones de kilómetros cuadrados, comparable con la superficie on shore, que es de 1,5 millones de kilómetros cuadrados.
Sin duda este proyecto impulsará nuevas inversiones costa afuera, como el actual desarrollo de la plataforma marítima Vega Pléyade o el Yacimiento Carina, en Tierra del Fuego, que están llevando adelante Total Austral, Wintershall y Pan American. Estos dos proyectos adicionarán 8 millones de metros cúbicos por día de gas a la Argentina, con inversiones que superan los 1.000 millones de dólares, y generarán un ahorro anual de divisas de 1.600 millones de dólares.
La República Argentina duplicó su actividad económica y su consumo energético en estos últimos diez años. Con un crecimiento demográfico de solo el 10 por ciento, queda claro que hace una década había demanda insatisfecha e infraestructura insuficiente y no planificada para el desarrollo industrial y la incorporación de usuarios a los servicios.
No hay políticos en la historia argentina que, como Néstor y Cristina Kirchner, hayan logrado tanto a favor de las provincias productoras de hidrocarburos.
El reconocimiento sobre el dominio de sus recursos naturales, incorporado a la reforma del año 1994 -redactado por Cristina Fernández como convencional constituyente-, la ley corta, sancionada durante la presidencia de Néstor Kirchner y el 25 por ciento de las acciones de YPF que fueron transferidas a las provincias, son una muestra clara e incuestionable de lo que estoy afirmando.
Este proyecto de ley de adecuación del marco normativo de los hidrocarburos, que surge del consenso entre las provincias productoras y el Estado nacional, para el que venimos a buscar el apoyo de todos ustedes, indudablemente representará un notable beneficio para todos los argentinos. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Llenos de productividad, vamos a pedir a la secretaria de Energía, Mariana Mastranga, que complete la ilustración sobre la necesidad de que esta sanción del Senado sea ley.
SRA. MASTRANGA Buenas tardes a todas las señoras y señores diputados y a todos los presentes.
Es un honor para nosotros estar aquí, discutiendo esta ley, explicando su espíritu general y de cada artículo en particular. Con la mejor de nuestras capacidades venimos a responder las preguntas.
El señor ministro De Vido ha sido muy claro y preciso con todas las cifras que dio que comparto plenamente, del mismo modo que ha sido muy clara su explicación sobre cada uno de los artículos.
Yo simplemente voy a hacer hincapié en algunos puntos sobre la base de la discusión previa con los senadores y de algunas de las críticas que se esgrimieron, en función de lo que leí.
Quisiera dilucidar la cuestión de la dicotomía aparente entre las provincias y el Estado nacional. El artículo 124 de la Constitución sigue en plena vigencia, la ley corta no se modifica en absoluto porque las provincias -que son las autoridades de aplicación de sus jurisdicciones- en tanto poseedoras del dominio de esos recursos son las que, utilizando esa potestad que el dominio del subsuelo les confiere, tienen la potestad de otorgar, controlar, revocar -si hiciera falta- o prorrogar los permisos de exploración y las concesiones de explotación.
En definitiva, ustedes saben que este es un proyecto de ley trabajado durante varios meses y fue muy discutido con las provincias y por lo tanto, no existe esta diferencia. Por supuesto, atiende a los intereses de las provincias y del Estado nacional porque el espíritu de esta ley apunta a acelerar el autoabastecimiento energético. Digo esto en términos generales, como el segundo paso de uno emblemático que se dio en 2012 con la recuperación de la petrolera de bandera para todos los argentinos.
Respecto de las generalidades de la ley, entendemos que se trata de una norma moderna, completa, homogénea y transparente. La ley anterior es de 1967 cuando en el mundo no solo no existían las tecnologías desarrolladas últimamente sino que tampoco existía la situación desde el punto de vista energético a nivel mundial -no solo en Argentina- que se está dando en las últimas dos décadas.
El hombre desde que descubrió el fuego mejoró su calidad de vida utilizando energía. Posteriormente, con la revolución industrial, Carnot y su máquina de vapor dispara el crecimiento económico de toda la humanidad.
A partir de allí, comienzan los ciclos de utilización de las fuentes de energía más fáciles de extraer. La humanidad siempre extrae aquellos recursos que son fáciles de extraer y así vimos el apogeo del carbón, luego el del petróleo y por último, el del gas no convencional.
Todos los países del mundo están asistiendo al decline de los yacimientos convencionales y algunos pocos países en el mundo, como es el caso de Argentina, tienen la suerte de contar con un recurso como el no convencional cuya diferencia fundamental con los recursos convencionales es que ahora se conoce -gracias a las tecnologías desarrolladas en la última década- la posibilidad de extraerlos.
¿Qué quiere decir esto? Que la diferencia fundamental es que ahora sabemos que los podemos utilizar.
El conocimiento de estas tecnologías no existía en 1967, cuando fue sancionada esta ley que está por cumplir cincuenta años y que regula una industria que es fuertemente dependiente, no sólo de los recursos humanos que poseen el know how -el conocimiento de cómo hacer la operación- y lo transmiten de una generación a la otra, sino que posee la tecnología necesaria para poder hacer de esta explotación una realidad.
En ese sentido, como ustedes saben, hoy en día más del 85 por ciento de la matriz energética de la Argentina se encuentra alimentada por hidrocarburos, y si bien esto es una tendencia que posiblemente cambie ya que otras fuentes de energía van a ir penetrando progresivamente en las matrices -como está sucediendo en todos los países del mundo-, en este momento es el principal alimento de nuestra matriz energética y de nuestra economía.
Entendemos que el primer paso para acelerar el autoabastecimiento está en modernizar el marco regulatorio que explica cómo es que esta actividad tiene que llevarse a cabo en la Argentina.
Además de ser moderna porque tiene a la vista el artículo 124 de la Constitución Nacional de 1994 -posterior a la ley de 1967- y porque contempla la Ley Corta, lo es porque tiene en cuenta todos los avances en materia tecnológica que están permitiendo cuestiones como por ejemplo que Estados Unidos, que históricamente fue importador de energía, pase a ser el año que viene, según los pronósticos, exportador neto de gas en lo que ellos llaman la revolución del shale.
En segundo lugar, es una norma completa porque contempla la exploración, particularmente la de las áreas costa afuera -u off shore, como se las conoce comúnmente-, lo cual es una gran deuda pendiente que tenemos los argentinos con las próximas generaciones, porque el peor legado que podemos dejarles es no saber con cuántos recursos contamos.
Este proyecto de ley contempla no solamente los avances en materia de exploración, sino también las diferencias entre los distintos casos de exploración que pueden darse. Además, es muchísimo más exigente respecto de la norma anterior.
Si de la ley 17.319 uno suma los tres períodos básicos de exploración -que ahora son dos-, más los cinco que podrían darse de prórroga, uno prácticamente podría estar sentado sobre un área diecisiete años sin que nadie, ninguna autoridad de aplicación, pudiera venir a decirle qué es lo que está haciendo, cuánto está invirtiendo y si cumplió o no. Todos estos aspectos están contemplados en la norma. Luego voy a referirme al tema de las prórrogas automáticas, de las que se ha hablado bastante.
En este proyecto de ley no solamente se contempla la exploración sino también la explotación y sus diferentes tipos, que implican diversos usos de tecnología y diferentes niveles de inversión respecto de los pozos que no producen durante la misma cantidad de tiempo porque tienen otros plazos de vida útil. Por eso, se atiende específicamente a los tipos de explotación. Me refiero a esta cuestión de diferenciar plazos de 25 años para el convencional, 35 para el no convencional y 30 para el off shore. Es decir que el proyecto tiene una lógica que sigue justamente los planes de inversión.
Un plan de inversión de una petrolera -acá está Miguel Galuccio y en verdad él puede explicar esto mucho mejor que yo-, para decirlo de una manera sencilla y que se entienda, consiste básicamente en cuánto voy a invertir, cuántos pozos voy a perforar cada año por el tiempo en que tendré esta concesión y cuál es la curva de producción de mi pozo tipo. Un pozo tipo se estima y tiene la curva de producción que señalaba el ministro De Vido.
Las curvas de producción de los pozos tipo se miden en décadas. Obviamente, no se perforan todos los pozos el mismo año. Por eso, cuando uno suma el plan de perforación de pozos y lo combina con la información de la producción del pozo tipo, lo que obtiene es una curva de producción.
Para poder armar un plan de inversión de tantos años se necesita previsibilidad, transparencia y homogeneidad en la regulación. Por eso mismo otra de las cuestiones a las que se apunta en todas las modificaciones que se establecieron es justamente a la homogeneidad, y también por eso es que este proyecto de ley habla de un pliego modelo que tiene que ser acordado entre todas las autoridades de aplicación de las que estamos hablando. Esto es, las provincias y el Estado nacional en el caso de las áreas off shore.
Por supuesto que va a haber un pliego específico que tendrá las condiciones puntuales de cada área, pero el espíritu del pliego modelo es justamente poder definir de común acuerdo entre todas las partes cuáles van a ser los indicadores, el criterio que la autoridad de aplicación va a utilizar a la hora de asignarle una concesión de explotación o un permiso de explotación a los oferentes.
Ese criterio tiene que ser del nivel de inversión, de actividad y de producción de hidrocarburos esperada. Estos serán los tres puntos principales que deberán ser incluidos en un pliego modelo para garantizar la homogeneidad a lo largo de todas las jurisdicciones en las que, eventualmente, un gran jugador internacional pueda venir a colaborar con los que ya existen en el país -que conocen el comportamiento geológico de las rocas- para trabajar de manera conjunta y dinamizar la producción de hidrocarburos.
En ese sentido quería hacer un poco de hincapié respecto de algo que se repitió bastante en relación con las prórrogas automáticas. No solo las prórrogas no son automáticas sino que la ley aclara específicamente alguna de las condiciones de mínima, pero la autoridad de aplicación puede pedir tantas condiciones como se le ocurra para agregar a las mínimas que pide la ley.
Para pedir una prórroga un operador tiene que estar produciendo, tiene que haber cumplido con lo que se comprometió frente a la autoridad de aplicación cuando se le otorgó esa concesión y además, tiene que presentar un plan de inversión para explicar qué va a hacer los siguientes diez años -que son los que se están estudiando- para ver si se le extiende la prórroga. Esos son los tres requisitos de mínima indicados en la ley y que la autoridad de aplicación debe utilizar a la hora de decidir si otorga la prórroga o si no lo hace y me parece que es importante que queden claros. Es el espíritu con el que se escribieron los artículos y es lo que entendemos que se observa claramente cuando se lee toda la ley.
Está presente Miguel Galuccio y prefiero que él explique las cuestiones técnicas asociadas a la explotación, pero se dijo también que esta ley no favorecía condiciones de competitividad por la facultad que tiene el permisionario de pedir esta prórroga con las condiciones que acabo de aclarar.
El operador que se encuentra trabajando en un determinado yacimiento tiene una ventaja competitiva natural que es el conocimiento de las rocas geológicas, de las que explota y de las que no; algunas de ellas no son explotadas porque se encuentran a distintas profundidades pero de todas maneras se perfora. El caso de Vaca Muerta es un muy buen ejemplo porque los grandes yacimientos convencionales que alimentaron Loma de la Lata se encuentran en muchos casos por debajo de Vaca Muerta. Por lo tanto, Vaca Muerta ha sido perforada muchas veces.
No olviden que estos son fenómenos naturales y que todas las rocas son distintas y además están ubicadas a kilómetros de profundidad. No se baja hasta la roca sino que se tiene información de manera indirecta, ya sea extrayendo muestras o a través de perfilajes y distintas técnicas por medio de las que se estima y calcula qué sucede allí abajo.
El conocimiento de los geólogos y de los ingenieros de reservorios, que vienen trabajando en la zona, es vital y es la ventaja competitiva natural que hace que muy probablemente el operador que ya se encuentra trabajando tenga mejores chances de proveer el mejor plan de inversión posible, más allá de que conviene que el que ya está operando en ese momento tenga la previsibilidad de saber que podrá contar con el área diez años más y no dejar de invertir en los últimos años de su concesión.
La cuestión del conocimiento que se tiene de un recurso natural que se está explotando es clave y también lo es la operación de las instalaciones de superficie. Como ustedes saben los recursos convencionales y no convencionales al llegar a la superficie, todos los petróleos de todas las cuencas son distintos y todos los gases son distintos porque tienen una diferente composición cromatrográfica. Sin embargo, desde el punto de vista de los ductos, gasoductos, oleoductos, plantas compresoras, plantas de tratamiento y refinerías son todas iguales.
Todas las instalaciones de superficie que se utilizan hoy en día para el convencional son las que serán operadas por el operador -que es quien las conoce por estar trabajándolas en ese momento- y serán utilizadas por el gas y el petróleo no convencional cuando llegan a la superficie.
Entonces, las ventajas competitivas con las que se cuenta al estar trabajando son clarísimas y es más probable que ése sea quien tenga más chance de producir la mayor cantidad de hidrocarburos, dinamizar la producción y de colaborar al aceleramiento del autoabastecimiento.
De todos modos, este operador, con todas sus ventajas, presenta su plan de inversión y la autoridad de aplicación decide si otorga o no esa prórroga.
Básicamente estos eran los puntos que yo quería enfatizar, sobre la base de lo poco que puedo agregar a la detallada explicación que brindó el señor ministro, y quisiera cerrar un poco tomando sus palabras: en el año 2003, con una economía en recesión y tarifas dolarizadas, con más de uno de cada dos argentinos por debajo de la línea de pobreza, y con más de uno de cada cinco argentinos sin empleo, no suena como un gran desafío, desde el punto de vista energético, lograr el autoabastecimiento. Esto es claro.
A partir de allí, durante los últimos años se ha trabajado justamente desde la política energética, fomentando la competitividad de la economía, colaborando y acompañando el proceso de crecimiento industrial. Ahí tenemos las tasas a las cuales creció el PBI de este país. Pero no solamente acompañando a la industria y a la generación directa e indirecta de empleo. Todos saben que el sector energético es un gran creador de empleo directo e indirecto, de mano de obra calificada, consumidor de toneladas de chapa -si lo quieren ver así-, y que dinamiza todos los trabajos en los talleres, que son los que producen la infraestructura pesada que se necesita. En fin, más allá de solo el sector energético y de solo el sector industrial -digo "solo" como si fuera poco-, también ha crecido la población y ha crecido el consumo de energía per capita.
Todos los países que se desarrollan e industrializan -miren cualquier país del mundo que se les ocurra- están aumentando muchísimo las cantidades de energía que consumen per capita. La Argentina aumentó el producto bruto a través del crecimiento industrial, que se alimentó mediante una energía accesible. Nuestro país logró que, con equidad e inclusión social, todos los argentinos vivan con una calidad de vida cada vez mejor a través de la utilización de más energía por persona, y además, la Argentina aumentó su producción. Recordemos los valores del año 2003, que señalaba el ministro, con una Argentina con once provincias que no estaban conectadas al sistema eléctrico argentino de interconexión, y comparémoslos con los 5.500 kilómetros de líneas de alta tensión construidos durante los últimos años.
En fin, no quiero repetir todas las cifras que el ministro indicó con mucha claridad, pero está claro que hoy todos consumimos muchísima más energía y todos tenemos una calidad de vida mejor. Ustedes pueden dar cuenta de cuál es su consumo energético hoy y cuál era el consumo energético que tenían no digo hace treinta años, pero sí hace veinte y ni hablar de hace diez años.
Entonces, lo que entendemos que debemos hacer hoy en día es dar el paso siguiente para lograr el autoabastecimiento en una Argentina que es muy diferente de la de 2003, y ese es un paso que continúa al paso emblemático de haber recuperado la petrolera de bandera nacional, y es el que tenemos que dar para lograr el autoabastecimiento que todos los argentinos necesitamos (Aplausos.)
Es un honor para nosotros estar aquí, discutiendo esta ley, explicando su espíritu general y de cada artículo en particular. Con la mejor de nuestras capacidades venimos a responder las preguntas.
El señor ministro De Vido ha sido muy claro y preciso con todas las cifras que dio que comparto plenamente, del mismo modo que ha sido muy clara su explicación sobre cada uno de los artículos.
Yo simplemente voy a hacer hincapié en algunos puntos sobre la base de la discusión previa con los senadores y de algunas de las críticas que se esgrimieron, en función de lo que leí.
Quisiera dilucidar la cuestión de la dicotomía aparente entre las provincias y el Estado nacional. El artículo 124 de la Constitución sigue en plena vigencia, la ley corta no se modifica en absoluto porque las provincias -que son las autoridades de aplicación de sus jurisdicciones- en tanto poseedoras del dominio de esos recursos son las que, utilizando esa potestad que el dominio del subsuelo les confiere, tienen la potestad de otorgar, controlar, revocar -si hiciera falta- o prorrogar los permisos de exploración y las concesiones de explotación.
En definitiva, ustedes saben que este es un proyecto de ley trabajado durante varios meses y fue muy discutido con las provincias y por lo tanto, no existe esta diferencia. Por supuesto, atiende a los intereses de las provincias y del Estado nacional porque el espíritu de esta ley apunta a acelerar el autoabastecimiento energético. Digo esto en términos generales, como el segundo paso de uno emblemático que se dio en 2012 con la recuperación de la petrolera de bandera para todos los argentinos.
Respecto de las generalidades de la ley, entendemos que se trata de una norma moderna, completa, homogénea y transparente. La ley anterior es de 1967 cuando en el mundo no solo no existían las tecnologías desarrolladas últimamente sino que tampoco existía la situación desde el punto de vista energético a nivel mundial -no solo en Argentina- que se está dando en las últimas dos décadas.
El hombre desde que descubrió el fuego mejoró su calidad de vida utilizando energía. Posteriormente, con la revolución industrial, Carnot y su máquina de vapor dispara el crecimiento económico de toda la humanidad.
A partir de allí, comienzan los ciclos de utilización de las fuentes de energía más fáciles de extraer. La humanidad siempre extrae aquellos recursos que son fáciles de extraer y así vimos el apogeo del carbón, luego el del petróleo y por último, el del gas no convencional.
Todos los países del mundo están asistiendo al decline de los yacimientos convencionales y algunos pocos países en el mundo, como es el caso de Argentina, tienen la suerte de contar con un recurso como el no convencional cuya diferencia fundamental con los recursos convencionales es que ahora se conoce -gracias a las tecnologías desarrolladas en la última década- la posibilidad de extraerlos.
¿Qué quiere decir esto? Que la diferencia fundamental es que ahora sabemos que los podemos utilizar.
El conocimiento de estas tecnologías no existía en 1967, cuando fue sancionada esta ley que está por cumplir cincuenta años y que regula una industria que es fuertemente dependiente, no sólo de los recursos humanos que poseen el know how -el conocimiento de cómo hacer la operación- y lo transmiten de una generación a la otra, sino que posee la tecnología necesaria para poder hacer de esta explotación una realidad.
En ese sentido, como ustedes saben, hoy en día más del 85 por ciento de la matriz energética de la Argentina se encuentra alimentada por hidrocarburos, y si bien esto es una tendencia que posiblemente cambie ya que otras fuentes de energía van a ir penetrando progresivamente en las matrices -como está sucediendo en todos los países del mundo-, en este momento es el principal alimento de nuestra matriz energética y de nuestra economía.
Entendemos que el primer paso para acelerar el autoabastecimiento está en modernizar el marco regulatorio que explica cómo es que esta actividad tiene que llevarse a cabo en la Argentina.
Además de ser moderna porque tiene a la vista el artículo 124 de la Constitución Nacional de 1994 -posterior a la ley de 1967- y porque contempla la Ley Corta, lo es porque tiene en cuenta todos los avances en materia tecnológica que están permitiendo cuestiones como por ejemplo que Estados Unidos, que históricamente fue importador de energía, pase a ser el año que viene, según los pronósticos, exportador neto de gas en lo que ellos llaman la revolución del shale.
En segundo lugar, es una norma completa porque contempla la exploración, particularmente la de las áreas costa afuera -u off shore, como se las conoce comúnmente-, lo cual es una gran deuda pendiente que tenemos los argentinos con las próximas generaciones, porque el peor legado que podemos dejarles es no saber con cuántos recursos contamos.
Este proyecto de ley contempla no solamente los avances en materia de exploración, sino también las diferencias entre los distintos casos de exploración que pueden darse. Además, es muchísimo más exigente respecto de la norma anterior.
Si de la ley 17.319 uno suma los tres períodos básicos de exploración -que ahora son dos-, más los cinco que podrían darse de prórroga, uno prácticamente podría estar sentado sobre un área diecisiete años sin que nadie, ninguna autoridad de aplicación, pudiera venir a decirle qué es lo que está haciendo, cuánto está invirtiendo y si cumplió o no. Todos estos aspectos están contemplados en la norma. Luego voy a referirme al tema de las prórrogas automáticas, de las que se ha hablado bastante.
En este proyecto de ley no solamente se contempla la exploración sino también la explotación y sus diferentes tipos, que implican diversos usos de tecnología y diferentes niveles de inversión respecto de los pozos que no producen durante la misma cantidad de tiempo porque tienen otros plazos de vida útil. Por eso, se atiende específicamente a los tipos de explotación. Me refiero a esta cuestión de diferenciar plazos de 25 años para el convencional, 35 para el no convencional y 30 para el off shore. Es decir que el proyecto tiene una lógica que sigue justamente los planes de inversión.
Un plan de inversión de una petrolera -acá está Miguel Galuccio y en verdad él puede explicar esto mucho mejor que yo-, para decirlo de una manera sencilla y que se entienda, consiste básicamente en cuánto voy a invertir, cuántos pozos voy a perforar cada año por el tiempo en que tendré esta concesión y cuál es la curva de producción de mi pozo tipo. Un pozo tipo se estima y tiene la curva de producción que señalaba el ministro De Vido.
Las curvas de producción de los pozos tipo se miden en décadas. Obviamente, no se perforan todos los pozos el mismo año. Por eso, cuando uno suma el plan de perforación de pozos y lo combina con la información de la producción del pozo tipo, lo que obtiene es una curva de producción.
Para poder armar un plan de inversión de tantos años se necesita previsibilidad, transparencia y homogeneidad en la regulación. Por eso mismo otra de las cuestiones a las que se apunta en todas las modificaciones que se establecieron es justamente a la homogeneidad, y también por eso es que este proyecto de ley habla de un pliego modelo que tiene que ser acordado entre todas las autoridades de aplicación de las que estamos hablando. Esto es, las provincias y el Estado nacional en el caso de las áreas off shore.
Por supuesto que va a haber un pliego específico que tendrá las condiciones puntuales de cada área, pero el espíritu del pliego modelo es justamente poder definir de común acuerdo entre todas las partes cuáles van a ser los indicadores, el criterio que la autoridad de aplicación va a utilizar a la hora de asignarle una concesión de explotación o un permiso de explotación a los oferentes.
Ese criterio tiene que ser del nivel de inversión, de actividad y de producción de hidrocarburos esperada. Estos serán los tres puntos principales que deberán ser incluidos en un pliego modelo para garantizar la homogeneidad a lo largo de todas las jurisdicciones en las que, eventualmente, un gran jugador internacional pueda venir a colaborar con los que ya existen en el país -que conocen el comportamiento geológico de las rocas- para trabajar de manera conjunta y dinamizar la producción de hidrocarburos.
En ese sentido quería hacer un poco de hincapié respecto de algo que se repitió bastante en relación con las prórrogas automáticas. No solo las prórrogas no son automáticas sino que la ley aclara específicamente alguna de las condiciones de mínima, pero la autoridad de aplicación puede pedir tantas condiciones como se le ocurra para agregar a las mínimas que pide la ley.
Para pedir una prórroga un operador tiene que estar produciendo, tiene que haber cumplido con lo que se comprometió frente a la autoridad de aplicación cuando se le otorgó esa concesión y además, tiene que presentar un plan de inversión para explicar qué va a hacer los siguientes diez años -que son los que se están estudiando- para ver si se le extiende la prórroga. Esos son los tres requisitos de mínima indicados en la ley y que la autoridad de aplicación debe utilizar a la hora de decidir si otorga la prórroga o si no lo hace y me parece que es importante que queden claros. Es el espíritu con el que se escribieron los artículos y es lo que entendemos que se observa claramente cuando se lee toda la ley.
Está presente Miguel Galuccio y prefiero que él explique las cuestiones técnicas asociadas a la explotación, pero se dijo también que esta ley no favorecía condiciones de competitividad por la facultad que tiene el permisionario de pedir esta prórroga con las condiciones que acabo de aclarar.
El operador que se encuentra trabajando en un determinado yacimiento tiene una ventaja competitiva natural que es el conocimiento de las rocas geológicas, de las que explota y de las que no; algunas de ellas no son explotadas porque se encuentran a distintas profundidades pero de todas maneras se perfora. El caso de Vaca Muerta es un muy buen ejemplo porque los grandes yacimientos convencionales que alimentaron Loma de la Lata se encuentran en muchos casos por debajo de Vaca Muerta. Por lo tanto, Vaca Muerta ha sido perforada muchas veces.
No olviden que estos son fenómenos naturales y que todas las rocas son distintas y además están ubicadas a kilómetros de profundidad. No se baja hasta la roca sino que se tiene información de manera indirecta, ya sea extrayendo muestras o a través de perfilajes y distintas técnicas por medio de las que se estima y calcula qué sucede allí abajo.
El conocimiento de los geólogos y de los ingenieros de reservorios, que vienen trabajando en la zona, es vital y es la ventaja competitiva natural que hace que muy probablemente el operador que ya se encuentra trabajando tenga mejores chances de proveer el mejor plan de inversión posible, más allá de que conviene que el que ya está operando en ese momento tenga la previsibilidad de saber que podrá contar con el área diez años más y no dejar de invertir en los últimos años de su concesión.
La cuestión del conocimiento que se tiene de un recurso natural que se está explotando es clave y también lo es la operación de las instalaciones de superficie. Como ustedes saben los recursos convencionales y no convencionales al llegar a la superficie, todos los petróleos de todas las cuencas son distintos y todos los gases son distintos porque tienen una diferente composición cromatrográfica. Sin embargo, desde el punto de vista de los ductos, gasoductos, oleoductos, plantas compresoras, plantas de tratamiento y refinerías son todas iguales.
Todas las instalaciones de superficie que se utilizan hoy en día para el convencional son las que serán operadas por el operador -que es quien las conoce por estar trabajándolas en ese momento- y serán utilizadas por el gas y el petróleo no convencional cuando llegan a la superficie.
Entonces, las ventajas competitivas con las que se cuenta al estar trabajando son clarísimas y es más probable que ése sea quien tenga más chance de producir la mayor cantidad de hidrocarburos, dinamizar la producción y de colaborar al aceleramiento del autoabastecimiento.
De todos modos, este operador, con todas sus ventajas, presenta su plan de inversión y la autoridad de aplicación decide si otorga o no esa prórroga.
Básicamente estos eran los puntos que yo quería enfatizar, sobre la base de lo poco que puedo agregar a la detallada explicación que brindó el señor ministro, y quisiera cerrar un poco tomando sus palabras: en el año 2003, con una economía en recesión y tarifas dolarizadas, con más de uno de cada dos argentinos por debajo de la línea de pobreza, y con más de uno de cada cinco argentinos sin empleo, no suena como un gran desafío, desde el punto de vista energético, lograr el autoabastecimiento. Esto es claro.
A partir de allí, durante los últimos años se ha trabajado justamente desde la política energética, fomentando la competitividad de la economía, colaborando y acompañando el proceso de crecimiento industrial. Ahí tenemos las tasas a las cuales creció el PBI de este país. Pero no solamente acompañando a la industria y a la generación directa e indirecta de empleo. Todos saben que el sector energético es un gran creador de empleo directo e indirecto, de mano de obra calificada, consumidor de toneladas de chapa -si lo quieren ver así-, y que dinamiza todos los trabajos en los talleres, que son los que producen la infraestructura pesada que se necesita. En fin, más allá de solo el sector energético y de solo el sector industrial -digo "solo" como si fuera poco-, también ha crecido la población y ha crecido el consumo de energía per capita.
Todos los países que se desarrollan e industrializan -miren cualquier país del mundo que se les ocurra- están aumentando muchísimo las cantidades de energía que consumen per capita. La Argentina aumentó el producto bruto a través del crecimiento industrial, que se alimentó mediante una energía accesible. Nuestro país logró que, con equidad e inclusión social, todos los argentinos vivan con una calidad de vida cada vez mejor a través de la utilización de más energía por persona, y además, la Argentina aumentó su producción. Recordemos los valores del año 2003, que señalaba el ministro, con una Argentina con once provincias que no estaban conectadas al sistema eléctrico argentino de interconexión, y comparémoslos con los 5.500 kilómetros de líneas de alta tensión construidos durante los últimos años.
En fin, no quiero repetir todas las cifras que el ministro indicó con mucha claridad, pero está claro que hoy todos consumimos muchísima más energía y todos tenemos una calidad de vida mejor. Ustedes pueden dar cuenta de cuál es su consumo energético hoy y cuál era el consumo energético que tenían no digo hace treinta años, pero sí hace veinte y ni hablar de hace diez años.
Entonces, lo que entendemos que debemos hacer hoy en día es dar el paso siguiente para lograr el autoabastecimiento en una Argentina que es muy diferente de la de 2003, y ese es un paso que continúa al paso emblemático de haber recuperado la petrolera de bandera nacional, y es el que tenemos que dar para lograr el autoabastecimiento que todos los argentinos necesitamos (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor secretario Legal y Técnico de la Presidencia, doctor Carlos Zannini.
SR. ZANNINI Señora presidenta: me toca la parte más árida, que consiste en referirme al texto del proyecto de ley. Podría hacer un resumen muy sucinto. Frente a los 106 artículos que tiene la ley 17.319, de hidrocarburos, nosotros traemos una norma complementaria tanto de esa norma como de la Ley Corta, dictada por el Congreso de la Nación, que consta de 32 artículos.
Tenemos 15 artículos de la vieja ley que son sustituidos, incorporamos 4 a la vieja ley para actividades nuevas, y se deroga 1. Además, se suman 4 que constituyen un plan de promoción, y se complementan diversos aspectos con otros 10 artículos.
Sin embargo, creo necesario analizar esta iniciativa en su verdadero contexto histórico. Esto viene a poner fin a un ciclo que comienza en el artículo 124 de la Constitución, según el texto de 1994, que dispuso para las provincias el dominio originario de los recursos naturales.
Recién en 2006 y por la ley 26.197 se hicieron operativos estos derechos provinciales consagrados en la Constitución de 1994.
En la ley 26.741, de soberanía hidrocarburífera, queda cerrado el círculo de las distintas competencias. El dominio queda en cabeza de las provincias que, una vez vencidos los plazos de las viejas concesiones, pasan a ser la autoridad de aplicación y el Estado nacional queda en la conducción de la política energética e hidrocarburífera.
Esta ley viene a cerrar ese círculo respetando la constitución de 1994, completando la ley corta, mejorando y actualizando la ley de hidrocarburos para que jueguen los distintos poderes y las distintas potestades de un modo armónico.
Este es el contexto referido a lo normativo y a lo histórico pero también tiene un contexto político. Esta ley se ha obtenido luego de la discusión con la totalidad de las provincias petroleras, de modo de compatibilizar sus intereses con el interés nacional en representación de ellas.
Creo que lo más fuerte es que no está hecho desde una contradicción centralismo-provincias, no se trata de una lucha de la Nación contra las provincias sino que es la búsqueda de un objetivo común que se da en el marco de una situación práctica que afecta al conjunto.
Necesitamos incrementar la energía para acompañar el crecimiento que el país tiene y para ello necesitamos saldar un problema cíclico en la historia Argentina. Cada vez que nuestro país creció a tasas importantes tuvo de alguna manera un cuello de botella energético. Esos fueron los comienzos de YPF, al final del período del gobierno de Perón, también sucedió en el gobierno de Frondizi, pasando por el plan Houston -que tuvo que ensayar en su momento el doctor Alfonsín- y llegando a este momento, en el que el Estado nacional se hace cargo de la compra de combustible al exterior y subsidia al interior el consumo energético.
Esta ley busca mejorar las posibilidades para enfrentar este fenómeno tratando de que en lugar de que los fondos se vayan al exterior para traer combustible, éste se extraiga del territorio nacional, se produzca aquí con trabajadores argentinos y comience a tener una relación virtuosa con el resto de la economía, en función de que su crecimiento va a palanquear el de otros sectores económicos sin crear nuevos cuellos de botella.
¿De qué manera se ha tratado de acelerar la inversión en pozo? Acortando los plazos de exploración y promocionando a aquel que invierta en lugar de hacerlo con aquel que especule con la posesión de un pozo o con la tierra. Para esto se llegó a un punto muy interesante de composición de los intereses Nación-provincias porque las provincias ponen lo que pueden. Es decir, ponen un régimen de regalías estable en todo el territorio que actúa con mínimos y máximos como la vieja ley con el viejo modelo.
Queda claro por la modificación que se hizo en el Senado que el concepto de regalías no es tributario sino extratributario y que es parte de la propiedad de las provincias petroleras. Además, se comienza a preferir la inversión en el pozo antes que cualquier otro ingreso, en el marco de tratar de dar a la legislación nacional y provincial homogeneidad en el terreno del medio ambiente, uniformidad en el terreno fiscal y transparencia en el de las contrataciones.
A eso se refieren los artículos que hemos discutido con los señores gobernadores y arribamos a este acuerdo, mejorado en la sanción del Senado, que es lo que venimos a definir aquí.
Se ha discutido en otros ámbitos el alto o bajo grado de generosidad del régimen.
Hemos visto dos posiciones enfrentadas. Por un lado, desde sectores de la política y de la economía que han evaluado la cuestión de una determinada manera, están quienes dicen que las promociones que se dan son tan grandes, que son exageradas.
Por otra parte, hay otros -como un empleado de Shell que hoy se ha manifestado en ese sentido en un diario-, que dicen que este régimen debiera ser como los de la promoción industrial y que es poco para las empresas.
¿En qué constituye el régimen de promoción que estamos consagrando con este proyecto de ley? En la aplicación del modelo que sirvió para que Chevron viniera, invirtiera y ayudara a que YPF mejorara su performance productiva para el resto de los proyectos que vayan a venir. No estamos inventando un nuevo régimen promocional.
Por eso aquí se ha observado el decreto 929/2013, y también está la baja de los derechos de importación de capital, de inversiones de capital y de insumos.
Básicamente hemos escuchado una crítica desde el punto de vista jurídico, que dice que esto tendría que haberse hecho por ley convenio. A eso quiero referirme para finalizar.
Como saben, hay un solo punto en la Constitución Nacional donde está prevista la ley convenio, que es el inciso 2 del artículo 75. Pero dicho punto está referido a la problemática de la coparticipación y constituye un derecho para protección de las provincias, que da como resultado una ley que tiene al Senado como Cámara de origen, que debe ser sancionada por mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, que no podrá ser modificada unilateralmente ni reglamentada y que será aprobada por las provincias.
Esto que nosotros hemos enviado al Congreso de la Nación no es una ley convenio, en primer lugar, porque no está referido a la materia coparticipativa, que es el primer requisito que pone la Constitución Nacional. Algunos tratadistas piensan que puede ser objeto de algún otro tipo de derechos de leyes convenio, cosa que es bastante discutible. Pero por lo menos no puede serlo en el marco que establece el artículo 75 de la Constitución Nacional, que está específicamente referido a la materia coparticipativa.
En segundo lugar, en un régimen que estamos adecuando después de muchos años porque ha cambiado la técnica, mal podríamos adoptar un criterio que transforme una norma en algo no modificable ni con posibilidades de reglamentarse.
Entonces, se ha propiciado una discusión con las provincias petroleras, que son las interesadas. Se ha celebrado un acuerdo con las provincias petroleras y algunos aspectos de éste que podrían ser materia de legislación federal se vuelcan en un texto legal que se propone para que el Ejecutivo nacional envíe al Congreso.
Por otro lado, se trata de un acuerdo entre provincias en materia fiscal, que es absolutamente de orden provincial porque es derecho público de ellas. De modo que si ustedes ven en el comienzo del expediente esto tiene un mensaje del Poder Ejecutivo firmado por la presidenta y sus ministros y que es una iniciativa que tiene un tratamiento común, no es un proyecto de ley convenio, que no necesita ratificación porque es ejercicio del poder que el Congreso tiene para legislar de fondo en la materia minera.
Nosotros creemos que este proyecto ha sido mejorado en el Senado y que ha dado lugar a precisiones que en el momento de la discusión no se habían contemplado. Además, compone los intereses de la Nación y las provincias, de modo que puedan jugarse las distintas potestades de un modo armónico.
Queda la discusión de si esta promoción alcanza o sobra, pero eso lo va a decir la práctica de la aplicación del mismo modelo. Lo cierto es que se está apostando a promover una actividad que puede solucionar un problema crítico que siempre manifiestan las economías dependientes en su desarrollo. Cuando no tienen independencia total para poder desarrollarse, siempre terminan con algún cuello de botella fiscal, de deuda o comercial. Y este modelo, de producir los efectos que produjo Chevron en la provincia de Neuquén, es un camino ya probado y directo hacia una explotación racional de los hidrocarburos. Ello, con cuidado del medioambiente, con un marco uniforme en lo fiscal, con un sistema transparente y de disputa entre las empresas para invertir con garantías para esa actividad y una estabilidad que puede ser buena para la industria petrolera. (Aplausos.)
Tenemos 15 artículos de la vieja ley que son sustituidos, incorporamos 4 a la vieja ley para actividades nuevas, y se deroga 1. Además, se suman 4 que constituyen un plan de promoción, y se complementan diversos aspectos con otros 10 artículos.
Sin embargo, creo necesario analizar esta iniciativa en su verdadero contexto histórico. Esto viene a poner fin a un ciclo que comienza en el artículo 124 de la Constitución, según el texto de 1994, que dispuso para las provincias el dominio originario de los recursos naturales.
Recién en 2006 y por la ley 26.197 se hicieron operativos estos derechos provinciales consagrados en la Constitución de 1994.
En la ley 26.741, de soberanía hidrocarburífera, queda cerrado el círculo de las distintas competencias. El dominio queda en cabeza de las provincias que, una vez vencidos los plazos de las viejas concesiones, pasan a ser la autoridad de aplicación y el Estado nacional queda en la conducción de la política energética e hidrocarburífera.
Esta ley viene a cerrar ese círculo respetando la constitución de 1994, completando la ley corta, mejorando y actualizando la ley de hidrocarburos para que jueguen los distintos poderes y las distintas potestades de un modo armónico.
Este es el contexto referido a lo normativo y a lo histórico pero también tiene un contexto político. Esta ley se ha obtenido luego de la discusión con la totalidad de las provincias petroleras, de modo de compatibilizar sus intereses con el interés nacional en representación de ellas.
Creo que lo más fuerte es que no está hecho desde una contradicción centralismo-provincias, no se trata de una lucha de la Nación contra las provincias sino que es la búsqueda de un objetivo común que se da en el marco de una situación práctica que afecta al conjunto.
Necesitamos incrementar la energía para acompañar el crecimiento que el país tiene y para ello necesitamos saldar un problema cíclico en la historia Argentina. Cada vez que nuestro país creció a tasas importantes tuvo de alguna manera un cuello de botella energético. Esos fueron los comienzos de YPF, al final del período del gobierno de Perón, también sucedió en el gobierno de Frondizi, pasando por el plan Houston -que tuvo que ensayar en su momento el doctor Alfonsín- y llegando a este momento, en el que el Estado nacional se hace cargo de la compra de combustible al exterior y subsidia al interior el consumo energético.
Esta ley busca mejorar las posibilidades para enfrentar este fenómeno tratando de que en lugar de que los fondos se vayan al exterior para traer combustible, éste se extraiga del territorio nacional, se produzca aquí con trabajadores argentinos y comience a tener una relación virtuosa con el resto de la economía, en función de que su crecimiento va a palanquear el de otros sectores económicos sin crear nuevos cuellos de botella.
¿De qué manera se ha tratado de acelerar la inversión en pozo? Acortando los plazos de exploración y promocionando a aquel que invierta en lugar de hacerlo con aquel que especule con la posesión de un pozo o con la tierra. Para esto se llegó a un punto muy interesante de composición de los intereses Nación-provincias porque las provincias ponen lo que pueden. Es decir, ponen un régimen de regalías estable en todo el territorio que actúa con mínimos y máximos como la vieja ley con el viejo modelo.
Queda claro por la modificación que se hizo en el Senado que el concepto de regalías no es tributario sino extratributario y que es parte de la propiedad de las provincias petroleras. Además, se comienza a preferir la inversión en el pozo antes que cualquier otro ingreso, en el marco de tratar de dar a la legislación nacional y provincial homogeneidad en el terreno del medio ambiente, uniformidad en el terreno fiscal y transparencia en el de las contrataciones.
A eso se refieren los artículos que hemos discutido con los señores gobernadores y arribamos a este acuerdo, mejorado en la sanción del Senado, que es lo que venimos a definir aquí.
Se ha discutido en otros ámbitos el alto o bajo grado de generosidad del régimen.
Hemos visto dos posiciones enfrentadas. Por un lado, desde sectores de la política y de la economía que han evaluado la cuestión de una determinada manera, están quienes dicen que las promociones que se dan son tan grandes, que son exageradas.
Por otra parte, hay otros -como un empleado de Shell que hoy se ha manifestado en ese sentido en un diario-, que dicen que este régimen debiera ser como los de la promoción industrial y que es poco para las empresas.
¿En qué constituye el régimen de promoción que estamos consagrando con este proyecto de ley? En la aplicación del modelo que sirvió para que Chevron viniera, invirtiera y ayudara a que YPF mejorara su performance productiva para el resto de los proyectos que vayan a venir. No estamos inventando un nuevo régimen promocional.
Por eso aquí se ha observado el decreto 929/2013, y también está la baja de los derechos de importación de capital, de inversiones de capital y de insumos.
Básicamente hemos escuchado una crítica desde el punto de vista jurídico, que dice que esto tendría que haberse hecho por ley convenio. A eso quiero referirme para finalizar.
Como saben, hay un solo punto en la Constitución Nacional donde está prevista la ley convenio, que es el inciso 2 del artículo 75. Pero dicho punto está referido a la problemática de la coparticipación y constituye un derecho para protección de las provincias, que da como resultado una ley que tiene al Senado como Cámara de origen, que debe ser sancionada por mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, que no podrá ser modificada unilateralmente ni reglamentada y que será aprobada por las provincias.
Esto que nosotros hemos enviado al Congreso de la Nación no es una ley convenio, en primer lugar, porque no está referido a la materia coparticipativa, que es el primer requisito que pone la Constitución Nacional. Algunos tratadistas piensan que puede ser objeto de algún otro tipo de derechos de leyes convenio, cosa que es bastante discutible. Pero por lo menos no puede serlo en el marco que establece el artículo 75 de la Constitución Nacional, que está específicamente referido a la materia coparticipativa.
En segundo lugar, en un régimen que estamos adecuando después de muchos años porque ha cambiado la técnica, mal podríamos adoptar un criterio que transforme una norma en algo no modificable ni con posibilidades de reglamentarse.
Entonces, se ha propiciado una discusión con las provincias petroleras, que son las interesadas. Se ha celebrado un acuerdo con las provincias petroleras y algunos aspectos de éste que podrían ser materia de legislación federal se vuelcan en un texto legal que se propone para que el Ejecutivo nacional envíe al Congreso.
Por otro lado, se trata de un acuerdo entre provincias en materia fiscal, que es absolutamente de orden provincial porque es derecho público de ellas. De modo que si ustedes ven en el comienzo del expediente esto tiene un mensaje del Poder Ejecutivo firmado por la presidenta y sus ministros y que es una iniciativa que tiene un tratamiento común, no es un proyecto de ley convenio, que no necesita ratificación porque es ejercicio del poder que el Congreso tiene para legislar de fondo en la materia minera.
Nosotros creemos que este proyecto ha sido mejorado en el Senado y que ha dado lugar a precisiones que en el momento de la discusión no se habían contemplado. Además, compone los intereses de la Nación y las provincias, de modo que puedan jugarse las distintas potestades de un modo armónico.
Queda la discusión de si esta promoción alcanza o sobra, pero eso lo va a decir la práctica de la aplicación del mismo modelo. Lo cierto es que se está apostando a promover una actividad que puede solucionar un problema crítico que siempre manifiestan las economías dependientes en su desarrollo. Cuando no tienen independencia total para poder desarrollarse, siempre terminan con algún cuello de botella fiscal, de deuda o comercial. Y este modelo, de producir los efectos que produjo Chevron en la provincia de Neuquén, es un camino ya probado y directo hacia una explotación racional de los hidrocarburos. Ello, con cuidado del medioambiente, con un marco uniforme en lo fiscal, con un sistema transparente y de disputa entre las empresas para invertir con garantías para esa actividad y una estabilidad que puede ser buena para la industria petrolera. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Muchas gracias, señor secretario Legal y Técnico.
Sin excepciones no voy a dar la palabra antes de que los invitados terminen de hablar.
Sin excepciones no voy a dar la palabra antes de que los invitados terminen de hablar.
SRA. CAMAÑO El secretario ha dicho...
SRA. PRESIDENTA CONTI Más importante es que el ingeniero Galuccio tome la palabra. Señora diputada no rompa los esquemas.
SRA. CAMAÑO Por favor, señora presidenta, los esquemas tienen que ser los que nos permitan...
SRA. PRESIDENTA CONTI Es usted sola la que está molestando. Después va a poder expresarse.
SRA. CAMAÑO Quisiera que la reunión se transforme en secreta y que nos expliquen cuál es el esquema de Chevrón porque lo desconocemos. Presidenta...
SR. GALUCCIO Señora diputada, si usted formula la pregunta tal vez pueda ayudar en la constelación.
Es para mí un placer y un orgullo estar nuevamente aquí. Se ha dicho mucho acerca de este proyecto de ley; por lo tanto, voy directamente a tratar el tema de YPF y mostrarles cómo la empresa hoy es una herramienta fundamental para el país, no solo para recuperar el abastecimiento energético sino para liderar el camino de la industria hacia el desarrollo de nuestros recursos, que es por donde pasa la verdadera soberanía.
En primer lugar, quiero poner en contexto a YPF hoy: se trata de la empresa más grande de la Argentina y es la número uno en todos los segmentos en los que opera, cosa que no sucedía hace dos años atrás.
Un segmento particular es la producción del gas, en la que pasamos a ser número uno -sobre todo en la producción, no en las reservas- a partir de la compra de Apache Argentina hace unos meses atrás. Se trata de una empresa que tiene como ingresos alrededor de 16 mil millones de dólares por año y produce 1.138 millones de dólares de neto. Ese es un dato importante, sobre todo cuando hablamos de la rentabilidad de los proyectos de Argentina en materia petrolera.
La Argentina no es un país petrolero sino con petróleo. Esa diferencia es grande y pasa mucho por la relación entre los ingresos y la renta de la compañía. La renta de la compañía hoy en resultados netos es menor al 10 por ciento. El año pasado tuvimos inversiones por 5.300 millones de dólares y este año invertiremos aproximadamente 6.000 millones de dólares. En la actualidad YPF tiene el 42 por ciento de la producción de crudo y tiene alrededor del 50 por ciento del mercado de refinación. Ello significa que producimos 42 por ciento del crudo del país pero refinamos el 50 por ciento y luego atendemos al 58 por ciento del mercado a través de nuestras estaciones de servicio. Este número ha crecido.
Como ustedes saben, el abastecimiento desde el punto de vista de volcar nuestros productos a las estaciones de servicio es clave para mantener el mercado abastecido, para que los autos puedan cargar nafta; ese 58 por ciento ha crecido en los últimos años considerablemente. Contamos con 1.542 estaciones propias y reservas probadas que son de aproximadamente de 1.000 millones de BOE.
¿Cómo ha evolucionado la empresa en los últimos años? Me voy a focalizar a partir de 2011 en adelante. Particularmente 2012 y 2013 atañen a esta gestión después de que la compañía fuera recuperada.
La empresa invertía en el upstream un poco menos de 2.000 millones de dólares y hoy está invirtiendo alrededor de 4.500 millones de dólares. Se ha duplicado el nivel de inversión y este año vamos a terminar con aproximadamente 6.000 millones de dólares, si contamos las inversiones que se hacen en el downstream.
La compañía contaba con veinticinco equipos de perforación y hoy tiene aproximadamente setenta y tres. Cabe señalar que alrededor de un equipo de perforación trabajan en forma directa cien personas e indirectamente más de mil. Por lo tanto, la cantidad de empleados que ha ingresado -no solo a la compañía sino en forma indirecta, de compañías contratistas- y que hoy viven del petróleo es importante.
En Neuquén es donde se ha realizado el mayor incremento, y también en Santa Cruz. Pero estuve el otro día en Mendoza, donde hemos alcanzado 11 equipos de perforación, 5.000 millones de metros cúbicos por día de producción de gas. Ambos valores, los 11 equipos y los 5.000 millones de metros cúbicos por día de gas son récord histórico de YPF en la provincia de Mendoza.
Si hacemos las cosas bien, por supuesto que estos resultados de la actividad física se tienen que traducir en resultados de producción.
Lo que ustedes están viendo en el gráfico es el aumento de la producción de gas y de petróleo. Si comparamos la producción de gas del segundo trimestre de 2013 contra el segundo trimestre de 2014, la producción de gas de YPF creció en un 31,8 por ciento. Ese 31,8 por ciento lo vemos en azul -en el gráfico que está en pantalla- y lo podemos comparar con lo que hubiera pasado si no se hubiera recuperado la compañía o si no hubiéramos cambiado el modo en que la corremos. En la época de Repsol-YPF se corría la compañía en un modo que a mí me gusta llamar de cash cow, estábamos ordeñando la vaca, y hoy de alguna manera estamos apuntando a hacer crecer la compañía de una manera rentable.
Lo que está en azul equivale aproximadamente a 100 barcos de GNL; si le ponemos una cifra, posiblemente son 5.000 millones de dólares que hoy la Argentina se ha ahorrado a partir del incremento de la producción de gas que ha generado YPF durante los últimos dos años.
En materia de petróleo, cuando miramos el aumento de la producción, vemos que los volúmenes que produce YPF también son extremadamente importantes. Dos años atrás nos trazamos la meta de detener el declino y pasar a crecer. Fue una meta muy importante porque había que tener el valor y las inversiones como para poder alcanzarla.
Si comparamos hoy el segundo trimestre de 2013 contra el segundo trimestre de 2014, la producción de YPF ha crecido un 5,6 por ciento.
Si miramos estos números con un benchmark, tanto el de gas como el de petróleo, con cualquier compañía latinoamericana o muchas compañías del mundo, son resultados para que nos enorgullezcamos los que trabajamos en YPF y los que estamos aquí, en la Argentina, porque tenemos una compañía como ésta, que puede lograr los resultados que les estoy mostrando.
Se ha hablado acerca de la participación de YPF en el mercado y me parece que se han dicho cosas que no son correctas. Me gustaría mostrarles algunos datos.
Hoy YPF tiene el 27 por ciento de los bloques de explotación del país, sobre un total de 336 bloques. En números de permisos exploratorios, YPF tiene el 16 por ciento de los 318 que hay alrededor del país, y en términos de producción -o sea, cuando vemos los números de concesiones y de licencias exploratorias estamos viendo algo asociado con los recursos o con las reservas que tiene la compañía-, hoy tenemos el 38 por ciento de la producción del país.
Por su parte, en materia de inversión, que es lo que estamos volcando para transformar todo lo que está antes, es decir, tanto los recursos como las reservas, como para tener la producción, hoy YPF está haciendo definitivamente el mayor esfuerzo de la industria, con un 60 por ciento de la cantidad de equipos del país.
Por supuesto, esta producción se tiene que traducir en ingresos, y esos ingresos, en utilidad neta. Y esa utilidad neta hoy -o el cash flow operativo de la compañía- es el 80 por ciento de la inversión que se vuelca a la actividad. La compañía pasó de distribuir más del 85 por ciento de dividendos por año a distribuir entre el 5 y el 10 por ciento de los dividendos por año -creo que el último fue del 7 por ciento-, y la mayor cantidad de recursos que tenemos, desde el punto de vista de cash flow operativo, son volcados a la inversión.
Por supuesto, esto no alcanza. Hemos tenido que salir a buscar deuda. Esa deuda ha venido en la forma de bonos locales, en algunos casos, y en otros, en bonos internacionales. El bono internacional que emitió YPF hace aproximadamente un año, de 1.000 millones de dólares, es el mayor bono que se haya emitido en la historia de nuestro país.
Eso tampoco basta, porque aparte, para tener estos números de inversión, además de tener un buen cash flow operativo y de tener que buscar deuda en los mercados locales internacionales, necesitamos socios.
Tanto la secretaria de Energía, el secretario Legal y Técnico como el ministro De Vido, explicaron la necesidad de aumentar la inversión en Vaca Muerta. Dicha inversión vendrá a través de otras compañías o de empresas que están en la Argentina.
YPF ha sido extremadamente exitosa asociándose con determinadas empresas que en la actualidad, de alguna manera, aportan al nivel de inversión que se vuelca en el campo.
El recurso más importante que tiene hoy la Argentina para desarrollar es el shale gas y el shale oil, tal como se mostró en las presentaciones anteriores; posiblemente en el futuro sea un recurso importante que tengamos en el off shore.
Esta lámina se presentó en el Hotel Sheraton hace dos años cuando exponíamos el plan, después de la recuperación de la empresa. Venía a ser una suerte de hoja de ruta para transitar, por supuesto con todos los riesgos que tenía poner un plan después de cien días, en un momento posnacionalización en el que debíamos salir a apostar que teníamos que traer inversiones para desarrollar lo nuestro.
Lo que ven en la filmina es el contorno de Vaca Muerta donde se dibujaron clústers de 200 o 300 kilómetros cuadrados. En aquel momento dijimos que íbamos a atraer dos socios estratégicos para desarrollar un clúster de petróleo y uno de gas.
El primer socio estratégico llegó de la mano de Chevrón. Tal como mencionó el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, ese contrato llegó en parte por la confianza que generó a una compañía de primer nivel mundial la puesta en operación de YPF, pero también porque se generaron las condiciones de borde, que en ese momento no existían, para que una compañía como Chevrón apostara a traer 1.200 millones de dólares al país -que cambió al cambio oficial alrededor de cinco pesos y pico en el Banco Central- para luego invertirlos en pozos.
Con esos 1.200 millones de dólares se inició el desarrollo de Loma Campana, que dio lugar a que trajéramos veinte equipos de perforación que hoy operan en esa zona y que, no solo han transformado la producción de Neuquén y los ingresos de la provincia en regalías, sino también económicamente a la región.
Luego de que Chevrón empezara su producción tuvimos una asociación con Dow Chemical que tiene mucho tiempo en el país, está netamente dedicada a la petroquímica y posiblemente tenga más de cuarenta años en la Argentina. Este es su primer proyecto de gas no convencional en el mundo.
Dow Chemical es una empresa líder en el mundo en temas petroquímicos y apuesta en la Argentina con YPF como socio a ayudar al país a producir más, porque entiende que el gas es su materia prima y que su futuro petroquímico depende de la producción de gas. Apuesta más de 300 millones de dólares para producir en la zona de El Orejano, en donde ya se perforaron cuatro pozos que están en producción, dos verticales y dos horizontales.
Por último, hace poco firmamos un acuerdo con Petronas, la empresa gigante del Asia, que cuenta con el ciento por ciento de participación estatal y apuesta a Latinoamérica, comenzando con un proyecto en Argentina y con YPF como socio.
Estos tres proyectos apuntan a 25 mil millones de dólares de inversión -si terminamos de desarrollar estos bloques- y a perforar más de 2.500 pozos.
Miremos ahora la inversión que se ha hecho en el no convencional y particularmente la de YPF, que es posible que represente el 90 por ciento de la inversión en no convencional que se ha hecho en el país.
Miremos que en 2012 partimos con 380 millones de dólares de inversión, en 2013 con 1.200 millones de dólares de inversión y posiblemente en 2014 vamos a cerrar cerca de los 1.800 millones de dólares.
En el proyecto de Loma Campana este año se van a invertir alrededor de 1.800 millones de dólares, de los cuales el 50 por ciento está constituido por aporte de YPF y el otro 50 por aporte de Chevron. Los equipos de perforación han crecido de 4 a 25, y tenemos perforados casi 260 pozos.
Como referencia, si miramos a Estados Unidos, hay una cuenca que se llama Eagle Ford, que después de diez años de desarrollo hoy produce el petróleo y el gas que produce hoy la Argentina en su totalidad.
Una cuenca replica lo que como Nación tenemos hoy de producción, tanto de gas como de petróleo.
En la mencionada cuenca norteamericana, al día de hoy posiblemente ya se hayan perforado más de 10 mil pozos. Pero lo que quiero remarcar acá es que hay un estudio que dice que en esas cuencas se aprendieron a perforar los pozos y a alcanzar el balance económico de la cuenca, con la perforación de mil pozos. Nosotros llevamos perforados solamente 260, con lo cual tenemos todavía bastante que aprender.
Esta inversión tiene que traducirse en algo, y queremos que se traduzca en producción, porque eso es lo que al final nos marca el sendero hacia la recuperación de la autosuficiencia energética que tanto buscamos.
Este yacimiento -como mencionaba el ministro De Vido- hoy produce más de 32 mil barriles de petróleo equivalente. Eso lo ubica como el segundo yacimiento más grande de la Argentina y lo convierte en el primer yacimiento en producción no convencional en el mundo, fuera de los Estados Unidos.
He andado bastante por el mundo. Estuve participando en los estudios que se hicieron en el norte de México cuando vivía en ese país, en Reynosa, para desarrollar el no convencional buscando la extensión de Estados Unidos. Estuve en Bolivia, en una roca madre que tiene potencial. Estuve en Colombia, también en una roca madre que tiene potencial, con el presidente de Ecopetrol hace unas semanas y a quien le preguntaba: "Javier, ¿cuándo creés que se van a poner los recursos no convencionales en valor y en producción en tu país? A lo que él me respondía: "Miguel, posiblemente necesitemos cinco años más".
Nosotros en dos años tenemos el segundo yacimiento más importante de la Argentina y el primer yacimiento de no convencional de petróleo más grande del mundo, fuera de los Estados Unidos. Eso es algo que todos los argentinos tenemos que ver -como lo ven los americanos- como un show case, como el hecho de que se puede, de que lo podemos hacer nosotros, de que hoy nos pusimos adelante en Latinoamérica y el mundo en la producción de no convencional, tan sólo en dos años de operación.
¿Cómo estamos en la curva de aprendizaje con respecto al mundo? Lo cierto es que hoy, en el desarrollo del no convencional, quien está a la cabeza se llama Estados Unidos. Son ellos quienes de alguna manera han demostrado y roto el paradigma mundial de que también de una roca que no es tan productiva como las otras en las que venimos produciendo los petroleros que andamos por el mundo, también se puede sacar petróleo y gas, y se puede transformar la economía de una región y de un país.
La mayoría de los proyectos que ustedes han visto o ven y de los que todo el mundo habla, se encuentran en la etapa I. Hay muchos que hablan del no convencional que no han pasado de dicha etapa. Los únicos proyectos que han pasado la etapa I exploratoria son los de YPF, y particularmente los que hoy tenemos en Vaca Muerta con los socios que les he mencionado antes.
Un proyecto en particular ha pasado la etapa de perforación y testeo y está en lo que llamo yo de "desarrollo óptimo", y es Loma Campana. Ese proyecto hoy coloca el 90 por ciento de la inversión que se hace en no convencional en Neuquén, que es lo que realmente necesitamos, porque no necesitamos especulaciones sino gente que venga a tomar un área y corte el pasto de esa área; precisamos que en esas zonas se perforen pozos y que éstos se transformen en producción, por lo cual requerimos inversión. Esa inversión tiene mucho que ver con lo que estamos discutiendo hoy.
Eagle Ford, como les mencionaba antes, está en la etapa IV, y la mayoría de las cuencas estadounidenses hoy se encuentran en esa etapa de desarrollo total.
Por último, quisiera mencionar un potencial recurso que existe en la Argentina que no debemos descuidar. De alguna manera también tenemos que empezar a movilizarnos para tener actividades que también pueden representar el futuro de la Argentina, que son los 1.200.000 kilómetros cuadrados de área no explorada que tenemos en el off shore argentino, donde tenemos más de seis cuencas.
Allí, nuestros exploradores -como dicen en su jerga- ven "premio", es decir, ven potencial.
La diferencia entre Vaca Muerta o entre el no convencional y el off-shore en este momento en la Argentina radica en que en Vaca Muerta tenemos un play concept probado; ello significa que sabemos que hay petróleo y que podemos producirlo.
En el off-shore argentino no sabemos si hay petróleo y tampoco si es económicamente explotable. Por lo tanto, en primer término debemos abocarnos a la prospección, a entender, a hacer sísmica, a estudiar y transformar esos estudios -si Dios quiere- en algún pozo exploratorio que requerirá de mucha inversión y de participación de empresas, tanto nacionales como extranjeras, ya que un pozo a aguas profundas -a 2.000 metros de profundidad- no costará menos de 150 millones de dólares.
Si bien de la ley se ha explicado mucho quisiera hacer un breve comentario. En primer lugar, cuando necesitamos inversión tenemos que recordar o ser conscientes de que para traer inversiones competimos con el resto de los proyectos y de los países del mundo, no estamos solos.
He participado en los debates por la reforma de la ley de México, a pedido de su gobierno, para ayudar a partir de la experiencia que tuvimos aquí y que también tuve en otros países. México está reformando su ley de hidrocarburos porque necesita más producción y porque sabe que para desarrollar particularmente el off-shore mexicano va a necesitar inversiones, know-how y asociaciones.
Colombia pasó por el mismo camino. Bolivia está hablando de qué tiene que hacer para traer mayor inversión, sobre todo en lo relativo a exploración. Muchos de los países latinoamericanos y los países del resto del mundo actualmente están modificando sus leyes, no porque no les gusten sino porque son pragmáticos, porque requieren más inversión y saben que deben generar las condiciones para que ellas se produzcan.
El proyecto de ley que hoy están evaluando es operativo y apunta a traer inversiones para que se transformen en el país, para que con la industria podamos producir lo nuestro, dejemos de importar y en el largo plazo dichas inversiones se transformen en trabajo y producción.
El objetivo fundamental de este proyecto de ley es que se produzca el desarrollo del convencional -que sigue siendo lo más importante que tiene la Argentina-, que hagamos de él una realidad y que empecemos a transitar el camino para poner en valor el off-shore tal como lo hicieron otros países de Latinoamérica. Si logramos ese objetivo, ello se transformará en empleo, producción y regalías para las provincias.
Un tema fundamental que me gustaría agregar, si bien creo que la secretaria de Energía, Mariana Matranga, lo explicó con bastante detalle, es el de la automaticidad de las concesiones. Si leen el proyecto de ley, no hay nada de automático en lo que se refiere a cómo se transfiere una concesión o cómo se renueva a una empresa petrolera; no existe la perpetuidad.
Me voy a permitir leer la ley porque me parece importante: "Los titulares de las concesiones de explotación, siempre que hayan cumplido con sus obligaciones como concesionarios de explotación, estén produciendo hidrocarburos en las áreas en cuestión..." -en el pasado se hicieron algunas extensiones a concesionarios que no producían- "...y presenten un plan de inversión consistente con el desarrollo de la concesión..." -la inversión pasa a ser el factor fundamental porque alguien trabaja en un área petrolera- "...podrán solicitar prórrogas..." -tienen el derecho de solicitar- "...por un plazo de diez años de duración en cada una de ellas."
Es decir que los concesionarios tienen el derecho de solicitar, siempre que cumplan con ciertas condiciones, y parte de esas condiciones son haber cumplido con sus obligaciones como concesionarios en el período anterior.
Pero las autoridades concedentes, es decir, las provincias, tienen la facultad de otorgar o rechazar, si consideran que la empresa no ha cumplido con sus obligaciones o no presenta un plan de inversión que sea atractivo y saludable para el país. (Aplausos.)
Es para mí un placer y un orgullo estar nuevamente aquí. Se ha dicho mucho acerca de este proyecto de ley; por lo tanto, voy directamente a tratar el tema de YPF y mostrarles cómo la empresa hoy es una herramienta fundamental para el país, no solo para recuperar el abastecimiento energético sino para liderar el camino de la industria hacia el desarrollo de nuestros recursos, que es por donde pasa la verdadera soberanía.
En primer lugar, quiero poner en contexto a YPF hoy: se trata de la empresa más grande de la Argentina y es la número uno en todos los segmentos en los que opera, cosa que no sucedía hace dos años atrás.
Un segmento particular es la producción del gas, en la que pasamos a ser número uno -sobre todo en la producción, no en las reservas- a partir de la compra de Apache Argentina hace unos meses atrás. Se trata de una empresa que tiene como ingresos alrededor de 16 mil millones de dólares por año y produce 1.138 millones de dólares de neto. Ese es un dato importante, sobre todo cuando hablamos de la rentabilidad de los proyectos de Argentina en materia petrolera.
La Argentina no es un país petrolero sino con petróleo. Esa diferencia es grande y pasa mucho por la relación entre los ingresos y la renta de la compañía. La renta de la compañía hoy en resultados netos es menor al 10 por ciento. El año pasado tuvimos inversiones por 5.300 millones de dólares y este año invertiremos aproximadamente 6.000 millones de dólares. En la actualidad YPF tiene el 42 por ciento de la producción de crudo y tiene alrededor del 50 por ciento del mercado de refinación. Ello significa que producimos 42 por ciento del crudo del país pero refinamos el 50 por ciento y luego atendemos al 58 por ciento del mercado a través de nuestras estaciones de servicio. Este número ha crecido.
Como ustedes saben, el abastecimiento desde el punto de vista de volcar nuestros productos a las estaciones de servicio es clave para mantener el mercado abastecido, para que los autos puedan cargar nafta; ese 58 por ciento ha crecido en los últimos años considerablemente. Contamos con 1.542 estaciones propias y reservas probadas que son de aproximadamente de 1.000 millones de BOE.
¿Cómo ha evolucionado la empresa en los últimos años? Me voy a focalizar a partir de 2011 en adelante. Particularmente 2012 y 2013 atañen a esta gestión después de que la compañía fuera recuperada.
La empresa invertía en el upstream un poco menos de 2.000 millones de dólares y hoy está invirtiendo alrededor de 4.500 millones de dólares. Se ha duplicado el nivel de inversión y este año vamos a terminar con aproximadamente 6.000 millones de dólares, si contamos las inversiones que se hacen en el downstream.
La compañía contaba con veinticinco equipos de perforación y hoy tiene aproximadamente setenta y tres. Cabe señalar que alrededor de un equipo de perforación trabajan en forma directa cien personas e indirectamente más de mil. Por lo tanto, la cantidad de empleados que ha ingresado -no solo a la compañía sino en forma indirecta, de compañías contratistas- y que hoy viven del petróleo es importante.
En Neuquén es donde se ha realizado el mayor incremento, y también en Santa Cruz. Pero estuve el otro día en Mendoza, donde hemos alcanzado 11 equipos de perforación, 5.000 millones de metros cúbicos por día de producción de gas. Ambos valores, los 11 equipos y los 5.000 millones de metros cúbicos por día de gas son récord histórico de YPF en la provincia de Mendoza.
Si hacemos las cosas bien, por supuesto que estos resultados de la actividad física se tienen que traducir en resultados de producción.
Lo que ustedes están viendo en el gráfico es el aumento de la producción de gas y de petróleo. Si comparamos la producción de gas del segundo trimestre de 2013 contra el segundo trimestre de 2014, la producción de gas de YPF creció en un 31,8 por ciento. Ese 31,8 por ciento lo vemos en azul -en el gráfico que está en pantalla- y lo podemos comparar con lo que hubiera pasado si no se hubiera recuperado la compañía o si no hubiéramos cambiado el modo en que la corremos. En la época de Repsol-YPF se corría la compañía en un modo que a mí me gusta llamar de cash cow, estábamos ordeñando la vaca, y hoy de alguna manera estamos apuntando a hacer crecer la compañía de una manera rentable.
Lo que está en azul equivale aproximadamente a 100 barcos de GNL; si le ponemos una cifra, posiblemente son 5.000 millones de dólares que hoy la Argentina se ha ahorrado a partir del incremento de la producción de gas que ha generado YPF durante los últimos dos años.
En materia de petróleo, cuando miramos el aumento de la producción, vemos que los volúmenes que produce YPF también son extremadamente importantes. Dos años atrás nos trazamos la meta de detener el declino y pasar a crecer. Fue una meta muy importante porque había que tener el valor y las inversiones como para poder alcanzarla.
Si comparamos hoy el segundo trimestre de 2013 contra el segundo trimestre de 2014, la producción de YPF ha crecido un 5,6 por ciento.
Si miramos estos números con un benchmark, tanto el de gas como el de petróleo, con cualquier compañía latinoamericana o muchas compañías del mundo, son resultados para que nos enorgullezcamos los que trabajamos en YPF y los que estamos aquí, en la Argentina, porque tenemos una compañía como ésta, que puede lograr los resultados que les estoy mostrando.
Se ha hablado acerca de la participación de YPF en el mercado y me parece que se han dicho cosas que no son correctas. Me gustaría mostrarles algunos datos.
Hoy YPF tiene el 27 por ciento de los bloques de explotación del país, sobre un total de 336 bloques. En números de permisos exploratorios, YPF tiene el 16 por ciento de los 318 que hay alrededor del país, y en términos de producción -o sea, cuando vemos los números de concesiones y de licencias exploratorias estamos viendo algo asociado con los recursos o con las reservas que tiene la compañía-, hoy tenemos el 38 por ciento de la producción del país.
Por su parte, en materia de inversión, que es lo que estamos volcando para transformar todo lo que está antes, es decir, tanto los recursos como las reservas, como para tener la producción, hoy YPF está haciendo definitivamente el mayor esfuerzo de la industria, con un 60 por ciento de la cantidad de equipos del país.
Por supuesto, esta producción se tiene que traducir en ingresos, y esos ingresos, en utilidad neta. Y esa utilidad neta hoy -o el cash flow operativo de la compañía- es el 80 por ciento de la inversión que se vuelca a la actividad. La compañía pasó de distribuir más del 85 por ciento de dividendos por año a distribuir entre el 5 y el 10 por ciento de los dividendos por año -creo que el último fue del 7 por ciento-, y la mayor cantidad de recursos que tenemos, desde el punto de vista de cash flow operativo, son volcados a la inversión.
Por supuesto, esto no alcanza. Hemos tenido que salir a buscar deuda. Esa deuda ha venido en la forma de bonos locales, en algunos casos, y en otros, en bonos internacionales. El bono internacional que emitió YPF hace aproximadamente un año, de 1.000 millones de dólares, es el mayor bono que se haya emitido en la historia de nuestro país.
Eso tampoco basta, porque aparte, para tener estos números de inversión, además de tener un buen cash flow operativo y de tener que buscar deuda en los mercados locales internacionales, necesitamos socios.
Tanto la secretaria de Energía, el secretario Legal y Técnico como el ministro De Vido, explicaron la necesidad de aumentar la inversión en Vaca Muerta. Dicha inversión vendrá a través de otras compañías o de empresas que están en la Argentina.
YPF ha sido extremadamente exitosa asociándose con determinadas empresas que en la actualidad, de alguna manera, aportan al nivel de inversión que se vuelca en el campo.
El recurso más importante que tiene hoy la Argentina para desarrollar es el shale gas y el shale oil, tal como se mostró en las presentaciones anteriores; posiblemente en el futuro sea un recurso importante que tengamos en el off shore.
Esta lámina se presentó en el Hotel Sheraton hace dos años cuando exponíamos el plan, después de la recuperación de la empresa. Venía a ser una suerte de hoja de ruta para transitar, por supuesto con todos los riesgos que tenía poner un plan después de cien días, en un momento posnacionalización en el que debíamos salir a apostar que teníamos que traer inversiones para desarrollar lo nuestro.
Lo que ven en la filmina es el contorno de Vaca Muerta donde se dibujaron clústers de 200 o 300 kilómetros cuadrados. En aquel momento dijimos que íbamos a atraer dos socios estratégicos para desarrollar un clúster de petróleo y uno de gas.
El primer socio estratégico llegó de la mano de Chevrón. Tal como mencionó el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, ese contrato llegó en parte por la confianza que generó a una compañía de primer nivel mundial la puesta en operación de YPF, pero también porque se generaron las condiciones de borde, que en ese momento no existían, para que una compañía como Chevrón apostara a traer 1.200 millones de dólares al país -que cambió al cambio oficial alrededor de cinco pesos y pico en el Banco Central- para luego invertirlos en pozos.
Con esos 1.200 millones de dólares se inició el desarrollo de Loma Campana, que dio lugar a que trajéramos veinte equipos de perforación que hoy operan en esa zona y que, no solo han transformado la producción de Neuquén y los ingresos de la provincia en regalías, sino también económicamente a la región.
Luego de que Chevrón empezara su producción tuvimos una asociación con Dow Chemical que tiene mucho tiempo en el país, está netamente dedicada a la petroquímica y posiblemente tenga más de cuarenta años en la Argentina. Este es su primer proyecto de gas no convencional en el mundo.
Dow Chemical es una empresa líder en el mundo en temas petroquímicos y apuesta en la Argentina con YPF como socio a ayudar al país a producir más, porque entiende que el gas es su materia prima y que su futuro petroquímico depende de la producción de gas. Apuesta más de 300 millones de dólares para producir en la zona de El Orejano, en donde ya se perforaron cuatro pozos que están en producción, dos verticales y dos horizontales.
Por último, hace poco firmamos un acuerdo con Petronas, la empresa gigante del Asia, que cuenta con el ciento por ciento de participación estatal y apuesta a Latinoamérica, comenzando con un proyecto en Argentina y con YPF como socio.
Estos tres proyectos apuntan a 25 mil millones de dólares de inversión -si terminamos de desarrollar estos bloques- y a perforar más de 2.500 pozos.
Miremos ahora la inversión que se ha hecho en el no convencional y particularmente la de YPF, que es posible que represente el 90 por ciento de la inversión en no convencional que se ha hecho en el país.
Miremos que en 2012 partimos con 380 millones de dólares de inversión, en 2013 con 1.200 millones de dólares de inversión y posiblemente en 2014 vamos a cerrar cerca de los 1.800 millones de dólares.
En el proyecto de Loma Campana este año se van a invertir alrededor de 1.800 millones de dólares, de los cuales el 50 por ciento está constituido por aporte de YPF y el otro 50 por aporte de Chevron. Los equipos de perforación han crecido de 4 a 25, y tenemos perforados casi 260 pozos.
Como referencia, si miramos a Estados Unidos, hay una cuenca que se llama Eagle Ford, que después de diez años de desarrollo hoy produce el petróleo y el gas que produce hoy la Argentina en su totalidad.
Una cuenca replica lo que como Nación tenemos hoy de producción, tanto de gas como de petróleo.
En la mencionada cuenca norteamericana, al día de hoy posiblemente ya se hayan perforado más de 10 mil pozos. Pero lo que quiero remarcar acá es que hay un estudio que dice que en esas cuencas se aprendieron a perforar los pozos y a alcanzar el balance económico de la cuenca, con la perforación de mil pozos. Nosotros llevamos perforados solamente 260, con lo cual tenemos todavía bastante que aprender.
Esta inversión tiene que traducirse en algo, y queremos que se traduzca en producción, porque eso es lo que al final nos marca el sendero hacia la recuperación de la autosuficiencia energética que tanto buscamos.
Este yacimiento -como mencionaba el ministro De Vido- hoy produce más de 32 mil barriles de petróleo equivalente. Eso lo ubica como el segundo yacimiento más grande de la Argentina y lo convierte en el primer yacimiento en producción no convencional en el mundo, fuera de los Estados Unidos.
He andado bastante por el mundo. Estuve participando en los estudios que se hicieron en el norte de México cuando vivía en ese país, en Reynosa, para desarrollar el no convencional buscando la extensión de Estados Unidos. Estuve en Bolivia, en una roca madre que tiene potencial. Estuve en Colombia, también en una roca madre que tiene potencial, con el presidente de Ecopetrol hace unas semanas y a quien le preguntaba: "Javier, ¿cuándo creés que se van a poner los recursos no convencionales en valor y en producción en tu país? A lo que él me respondía: "Miguel, posiblemente necesitemos cinco años más".
Nosotros en dos años tenemos el segundo yacimiento más importante de la Argentina y el primer yacimiento de no convencional de petróleo más grande del mundo, fuera de los Estados Unidos. Eso es algo que todos los argentinos tenemos que ver -como lo ven los americanos- como un show case, como el hecho de que se puede, de que lo podemos hacer nosotros, de que hoy nos pusimos adelante en Latinoamérica y el mundo en la producción de no convencional, tan sólo en dos años de operación.
¿Cómo estamos en la curva de aprendizaje con respecto al mundo? Lo cierto es que hoy, en el desarrollo del no convencional, quien está a la cabeza se llama Estados Unidos. Son ellos quienes de alguna manera han demostrado y roto el paradigma mundial de que también de una roca que no es tan productiva como las otras en las que venimos produciendo los petroleros que andamos por el mundo, también se puede sacar petróleo y gas, y se puede transformar la economía de una región y de un país.
La mayoría de los proyectos que ustedes han visto o ven y de los que todo el mundo habla, se encuentran en la etapa I. Hay muchos que hablan del no convencional que no han pasado de dicha etapa. Los únicos proyectos que han pasado la etapa I exploratoria son los de YPF, y particularmente los que hoy tenemos en Vaca Muerta con los socios que les he mencionado antes.
Un proyecto en particular ha pasado la etapa de perforación y testeo y está en lo que llamo yo de "desarrollo óptimo", y es Loma Campana. Ese proyecto hoy coloca el 90 por ciento de la inversión que se hace en no convencional en Neuquén, que es lo que realmente necesitamos, porque no necesitamos especulaciones sino gente que venga a tomar un área y corte el pasto de esa área; precisamos que en esas zonas se perforen pozos y que éstos se transformen en producción, por lo cual requerimos inversión. Esa inversión tiene mucho que ver con lo que estamos discutiendo hoy.
Eagle Ford, como les mencionaba antes, está en la etapa IV, y la mayoría de las cuencas estadounidenses hoy se encuentran en esa etapa de desarrollo total.
Por último, quisiera mencionar un potencial recurso que existe en la Argentina que no debemos descuidar. De alguna manera también tenemos que empezar a movilizarnos para tener actividades que también pueden representar el futuro de la Argentina, que son los 1.200.000 kilómetros cuadrados de área no explorada que tenemos en el off shore argentino, donde tenemos más de seis cuencas.
Allí, nuestros exploradores -como dicen en su jerga- ven "premio", es decir, ven potencial.
La diferencia entre Vaca Muerta o entre el no convencional y el off-shore en este momento en la Argentina radica en que en Vaca Muerta tenemos un play concept probado; ello significa que sabemos que hay petróleo y que podemos producirlo.
En el off-shore argentino no sabemos si hay petróleo y tampoco si es económicamente explotable. Por lo tanto, en primer término debemos abocarnos a la prospección, a entender, a hacer sísmica, a estudiar y transformar esos estudios -si Dios quiere- en algún pozo exploratorio que requerirá de mucha inversión y de participación de empresas, tanto nacionales como extranjeras, ya que un pozo a aguas profundas -a 2.000 metros de profundidad- no costará menos de 150 millones de dólares.
Si bien de la ley se ha explicado mucho quisiera hacer un breve comentario. En primer lugar, cuando necesitamos inversión tenemos que recordar o ser conscientes de que para traer inversiones competimos con el resto de los proyectos y de los países del mundo, no estamos solos.
He participado en los debates por la reforma de la ley de México, a pedido de su gobierno, para ayudar a partir de la experiencia que tuvimos aquí y que también tuve en otros países. México está reformando su ley de hidrocarburos porque necesita más producción y porque sabe que para desarrollar particularmente el off-shore mexicano va a necesitar inversiones, know-how y asociaciones.
Colombia pasó por el mismo camino. Bolivia está hablando de qué tiene que hacer para traer mayor inversión, sobre todo en lo relativo a exploración. Muchos de los países latinoamericanos y los países del resto del mundo actualmente están modificando sus leyes, no porque no les gusten sino porque son pragmáticos, porque requieren más inversión y saben que deben generar las condiciones para que ellas se produzcan.
El proyecto de ley que hoy están evaluando es operativo y apunta a traer inversiones para que se transformen en el país, para que con la industria podamos producir lo nuestro, dejemos de importar y en el largo plazo dichas inversiones se transformen en trabajo y producción.
El objetivo fundamental de este proyecto de ley es que se produzca el desarrollo del convencional -que sigue siendo lo más importante que tiene la Argentina-, que hagamos de él una realidad y que empecemos a transitar el camino para poner en valor el off-shore tal como lo hicieron otros países de Latinoamérica. Si logramos ese objetivo, ello se transformará en empleo, producción y regalías para las provincias.
Un tema fundamental que me gustaría agregar, si bien creo que la secretaria de Energía, Mariana Matranga, lo explicó con bastante detalle, es el de la automaticidad de las concesiones. Si leen el proyecto de ley, no hay nada de automático en lo que se refiere a cómo se transfiere una concesión o cómo se renueva a una empresa petrolera; no existe la perpetuidad.
Me voy a permitir leer la ley porque me parece importante: "Los titulares de las concesiones de explotación, siempre que hayan cumplido con sus obligaciones como concesionarios de explotación, estén produciendo hidrocarburos en las áreas en cuestión..." -en el pasado se hicieron algunas extensiones a concesionarios que no producían- "...y presenten un plan de inversión consistente con el desarrollo de la concesión..." -la inversión pasa a ser el factor fundamental porque alguien trabaja en un área petrolera- "...podrán solicitar prórrogas..." -tienen el derecho de solicitar- "...por un plazo de diez años de duración en cada una de ellas."
Es decir que los concesionarios tienen el derecho de solicitar, siempre que cumplan con ciertas condiciones, y parte de esas condiciones son haber cumplido con sus obligaciones como concesionarios en el período anterior.
Pero las autoridades concedentes, es decir, las provincias, tienen la facultad de otorgar o rechazar, si consideran que la empresa no ha cumplido con sus obligaciones o no presenta un plan de inversión que sea atractivo y saludable para el país. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Dado que los expositores son 4 y nosotros somos más de 120, vamos a hacer las preguntas, en lo posible por bloque, para que ellos puedan agruparlas y dar luego una respuesta a los distintos requerimientos.
Informo que ya tengo varios señores diputados inscriptos para hacer uso de la palabra. Pueden inscribirse hasta dentro de 15 minutos los que aún no lo hayan hecho, como para poder programar la reunión. Sabemos que está previsto realizar aquí un plenario por otro tema que también reviste importancia para todos y todas.
En primer lugar, el bloque de la Unión Cívica Radical tiene inscriptos a los diputados Torroba y Rogel.
Tiene la palabra el señor diputado Torroba.
Informo que ya tengo varios señores diputados inscriptos para hacer uso de la palabra. Pueden inscribirse hasta dentro de 15 minutos los que aún no lo hayan hecho, como para poder programar la reunión. Sabemos que está previsto realizar aquí un plenario por otro tema que también reviste importancia para todos y todas.
En primer lugar, el bloque de la Unión Cívica Radical tiene inscriptos a los diputados Torroba y Rogel.
Tiene la palabra el señor diputado Torroba.
SR. TORROBA Señora presidenta: quisiera formular una pregunta a la secretaria de Energía.
Esta ley manifiesta una homogeneidad fiscal, porque fija un 3 por ciento de ingresos brutos como tope para las provincias, fija los ingresos provinciales en un 12 por ciento, con la posibilidad de ampliarlo hasta un 18 por ciento con sucesivas prórrogas, y de alguna manera no tiene en cuenta la heterogeneidad productiva. De hecho, el ministro dijo que Exxon tenía un pozo que produce 500 barriles y el promedio en el país debe de andar en alrededor de 15 o 20 barriles.
¿Por qué esa rigidez, que recae sobre los Estados provinciales?
En segundo lugar, como se advierte un celo legislativo en cuanto a limitar o legislar sobre los ingresos provinciales, pregunto por qué la ley no hace mención a los ingresos de la Nación, que pueden percibirse por el impuesto a las ganancias y por las retenciones.
Esta ley manifiesta una homogeneidad fiscal, porque fija un 3 por ciento de ingresos brutos como tope para las provincias, fija los ingresos provinciales en un 12 por ciento, con la posibilidad de ampliarlo hasta un 18 por ciento con sucesivas prórrogas, y de alguna manera no tiene en cuenta la heterogeneidad productiva. De hecho, el ministro dijo que Exxon tenía un pozo que produce 500 barriles y el promedio en el país debe de andar en alrededor de 15 o 20 barriles.
¿Por qué esa rigidez, que recae sobre los Estados provinciales?
En segundo lugar, como se advierte un celo legislativo en cuanto a limitar o legislar sobre los ingresos provinciales, pregunto por qué la ley no hace mención a los ingresos de la Nación, que pueden percibirse por el impuesto a las ganancias y por las retenciones.
SRA. PRESIDENTA CONTI Como el señor diputado Rogel no está presente en este momento, tiene la palabra el señor diputado Giubergia.
SR. GIUBERGIA Señora presidenta: quisiera preguntar por qué no se ha tenido en cuenta la aplicación del principio precautorio ante cualquier daño ambiental. Siendo el nuestro un país que se jacta de ser cuidadoso con el medio ambiente, no parece razonable dejar de incorporar una norma específica al efecto.
¿Cuál es el estudio que se ha realizado para pensar que mediante esta nueva ley las inversiones en la Argentina van a llegar en cantidades como las que se explicaban recién, sobre todo teniendo en cuenta que la producción de hidrocarburos ha ido en disminución? Y en cuanto a las supuestas inversiones que van a venir, ¿cuál es el plan estratégico específico que el gobierno va a implementar para salir de esta crisis? Quisiera saber si va a suceder como ocurre hoy con el etanol, en donde provincias como la mía, del NOA, tienen que transferir recursos a las petroleras.
En relación con las cuestiones ambientales, quisiera saber cuántos litros de agua por año se requieren para la exploración y explotación de cada pozo y cuál es la vida media útil de cada pozo.
¿Qué productos químicos se utilizan durante la fracturación hidráulica? Todas estas son algunas de las preguntas que nos preocupan.
Además, quisiéramos saber si existe posibilidad de contaminación de acuíferos, aguas subterráneas o superficiales y cuáles son los temas de mitigación que se van a llevar adelante en todo este proceso que se plantea, sobre todo teniendo en cuenta que se ha prohibido el fracking en países como Francia, Bulgaria e incluso en Vermont, Estados Unidos y en Quebec, Canadá.
¿Cuál es el estudio que se ha realizado para pensar que mediante esta nueva ley las inversiones en la Argentina van a llegar en cantidades como las que se explicaban recién, sobre todo teniendo en cuenta que la producción de hidrocarburos ha ido en disminución? Y en cuanto a las supuestas inversiones que van a venir, ¿cuál es el plan estratégico específico que el gobierno va a implementar para salir de esta crisis? Quisiera saber si va a suceder como ocurre hoy con el etanol, en donde provincias como la mía, del NOA, tienen que transferir recursos a las petroleras.
En relación con las cuestiones ambientales, quisiera saber cuántos litros de agua por año se requieren para la exploración y explotación de cada pozo y cuál es la vida media útil de cada pozo.
¿Qué productos químicos se utilizan durante la fracturación hidráulica? Todas estas son algunas de las preguntas que nos preocupan.
Además, quisiéramos saber si existe posibilidad de contaminación de acuíferos, aguas subterráneas o superficiales y cuáles son los temas de mitigación que se van a llevar adelante en todo este proceso que se plantea, sobre todo teniendo en cuenta que se ha prohibido el fracking en países como Francia, Bulgaria e incluso en Vermont, Estados Unidos y en Quebec, Canadá.
SRA. PRESIDENTA CONTI Continúa la lista de oradores con los señores diputados Alfonsín y D'Agostino.
SR. D'AGOSTINO Mi intervención está relacionada con el planteo formulado por el señor diputado Giubergia, con quien coincido en las preguntas que formuló.
Recién tuvimos una manifestación aquí pero como provengo de la provincia de Entre Ríos, donde no estamos acostumbrados a trabajos vinculados con la extracción de hidrocarburos, quisiera saber -dado la enorme complejidad del sistema de fractura hidráulica- por qué el artículo 23 está diseñado para propender el establecimiento de una legislación ambiental uniforme. Según lo que aparenta es exclusivamente para este tema, cuando tenemos legislación que abarca cuestiones ambientales fundamentalmente por la fricción que genera la utilización del fracking.
Recién tuvimos una manifestación aquí pero como provengo de la provincia de Entre Ríos, donde no estamos acostumbrados a trabajos vinculados con la extracción de hidrocarburos, quisiera saber -dado la enorme complejidad del sistema de fractura hidráulica- por qué el artículo 23 está diseñado para propender el establecimiento de una legislación ambiental uniforme. Según lo que aparenta es exclusivamente para este tema, cuando tenemos legislación que abarca cuestiones ambientales fundamentalmente por la fricción que genera la utilización del fracking.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Alfonsín.
SR. ALFONSÍN Mi pregunta va dirigida al ingeniero Galuccio a quien le pido disculpas por si no he entendido bien.
Me parece que en un tramo de su exposición dijo algo así como que teniendo YPF un porcentaje no mayor de áreas de exploración y explotación, o inferior al que tienen otras compañías, produce mucho más. La pregunta es si esa menor producción del resto de las compañías es algo que se registra recientemente y en todo caso, si tiene que ver con incumplimientos de las obligaciones que habían contraído cuando firmaron los contratos de concesión. Quisiera saber si el ingeniero Galuccio tiene conocimiento respecto de esta información o en caso contrario, si alguno de los funcionarios que lo acompaña podría responderme.
La otra pregunta tiene que ver con la afirmación que el señor Galuccio hizo respecto de la rentabilidad de YPF, cosa que hemos podido leer en otros medios. Quisiera saber cuánto de esa rentabilidad se explica por la producción o por la mayor inversión de YPF, cuánto por la importación de combustible desde el extranjero y cuánta de esa ganancia tiene que ver con la exención fiscal.
Me parece que en un tramo de su exposición dijo algo así como que teniendo YPF un porcentaje no mayor de áreas de exploración y explotación, o inferior al que tienen otras compañías, produce mucho más. La pregunta es si esa menor producción del resto de las compañías es algo que se registra recientemente y en todo caso, si tiene que ver con incumplimientos de las obligaciones que habían contraído cuando firmaron los contratos de concesión. Quisiera saber si el ingeniero Galuccio tiene conocimiento respecto de esta información o en caso contrario, si alguno de los funcionarios que lo acompaña podría responderme.
La otra pregunta tiene que ver con la afirmación que el señor Galuccio hizo respecto de la rentabilidad de YPF, cosa que hemos podido leer en otros medios. Quisiera saber cuánto de esa rentabilidad se explica por la producción o por la mayor inversión de YPF, cuánto por la importación de combustible desde el extranjero y cuánta de esa ganancia tiene que ver con la exención fiscal.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Sturzenegger.
SR. STURZENEGGER Tengo una pregunta y una reflexión para el señor secretario Zannini en su doble carácter...
SRA. PRESIDENTA CONTI Le pido disculpas por la interrupción.
Los invitados me informan que prefieren contestar por bloque. El bloque radical ha formulado sus preguntas y comenzará a responder la señora secretaria Mastranga.
Los invitados me informan que prefieren contestar por bloque. El bloque radical ha formulado sus preguntas y comenzará a responder la señora secretaria Mastranga.
SERVICIOS Me gustaría que Miguel Galuccio contestara la pregunta del señor diputado D'Agostino.
Con respecto a lo que planteaba el diputado Alfonsín, si bien dirigió a Miguel Galuccio su pregunta, voy a hacer algún adelantamiento diciéndole que las provincias controlan la ejecución de los contratos de concesión desde 2006.
Como expliqué en mi introducción, el quiebre de la balanza comercial en materia energética a partir de 2011 explica la recuperación de YPF, y el quiebre de esa ecuación fue producto de la mala performance de YPF. A partir de 2012 evidentemente la performance fue otra y hoy produce más eficientemente que el resto de las compañías, muchas de las cuales, en virtud de ciertos comentarios de algunos de sus directivos, esperan nuevamente la dolarización de tarifas, es decir, que se acoplen nuevamente los precios argentinos a los precios internacionales, como en 2003. Esta sería parte de la respuesta. No sé si Miguel Galuccio querrá responder sobre el tema medioambiental.
Con respecto a lo que planteaba el diputado Alfonsín, si bien dirigió a Miguel Galuccio su pregunta, voy a hacer algún adelantamiento diciéndole que las provincias controlan la ejecución de los contratos de concesión desde 2006.
Como expliqué en mi introducción, el quiebre de la balanza comercial en materia energética a partir de 2011 explica la recuperación de YPF, y el quiebre de esa ecuación fue producto de la mala performance de YPF. A partir de 2012 evidentemente la performance fue otra y hoy produce más eficientemente que el resto de las compañías, muchas de las cuales, en virtud de ciertos comentarios de algunos de sus directivos, esperan nuevamente la dolarización de tarifas, es decir, que se acoplen nuevamente los precios argentinos a los precios internacionales, como en 2003. Esta sería parte de la respuesta. No sé si Miguel Galuccio querrá responder sobre el tema medioambiental.
SR. GALUCCIO Quisiera responder al señor diputado D'Agostino sobre el tema medioambiental y el fracking. En primer lugar, en relación con la opinión de que esta norma debería estar acompañada por una ley medioambiental federal que regule un poco más toda la materia hidrocarburífera, estoy de acuerdo con su comentario.
Creo que es una materia pendiente y que sería bueno impulsar una ley medioambiental federal.
En segundo término, desde el punto de vista del fracking o de la fractura hidráulica o estimulación hidráulica, quiero decir que hay muchos mitos respecto de lo que hacemos...
Creo que es una materia pendiente y que sería bueno impulsar una ley medioambiental federal.
En segundo término, desde el punto de vista del fracking o de la fractura hidráulica o estimulación hidráulica, quiero decir que hay muchos mitos respecto de lo que hacemos...
SR. ALFONSÍN Quisiera aclarar el sentido de mi pregunta.
SRA. PRESIDENTA CONTI El diputado Alfonsín quiere formular una aclaración.
SR. ALFONSÍN Gracias, señora presidenta. Quería decir al señor ministro De Vido que nosotros sabemos los incumplimientos en los que incurrió Repsol. Sobre ese particular debatimos bastante y reclamamos que no se hubieran hecho los controles, para evitar que se llegara a la situación a la que se llegó en la Argentina con Repsol YPF.
Me pregunto si las otras compañías también incurrían en incumplimientos semejantes y si lo que acaba de decir el presidente de YPF, en el sentido de que teniendo menos áreas de exploración YPF produce más que el resto de las compañías, si esa mayor producción tiene que ver con que las otras empresas son menos eficientes o con que no cumplen con sus obligaciones de inversión y de producción. Me refería a las otras empresas.
Me pregunto si las otras compañías también incurrían en incumplimientos semejantes y si lo que acaba de decir el presidente de YPF, en el sentido de que teniendo menos áreas de exploración YPF produce más que el resto de las compañías, si esa mayor producción tiene que ver con que las otras empresas son menos eficientes o con que no cumplen con sus obligaciones de inversión y de producción. Me refería a las otras empresas.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el ingeniero Galuccio.
SR. GALUCCIO Termino, en primer lugar, con el tema de la fractura.
Las estimulaciones hidráulicas se han hecho en la Argentina en los últimos cincuenta años y en muchos lugares del mundo y hoy es la técnica que se utiliza para desarrollar el no convencional. Al respecto, el primer mito que existe es que contaminan los acuíferos. Sin embargo, desde el mundo petrolero existen muchas formas de contaminar un acuífero y no necesariamente tiene que ver con la fractura.
En primer lugar, todo lo que hacemos hoy para perforar un pozo tiene que ver con tratar de preservar el recurso hídrico. En el mismo diseño de la perforación de un pozo de petróleo el primer objetivo de un ingeniero de perforación es proteger el recurso hídrico. Para ello tiene mapeado dónde se encuentra dicho recurso, perfora un pozo como si fuera de agua hasta pasar el recurso hídrico y luego corre -como decimos nosotros- una cañería y protege la integridad de ese recurso.
La formación Vaca Muerta se encuentra a 3.000 metros de profundidad. El hecho de que un recurso hídrico que en la Patagonia se encuentra a profundidades de cien, doscientos o trescientos metros se pueda conectar con una roca ubicada a tres mil metros de profundidad -a través de lo que llamamos la estimulación hidráulica- es físicamente imposible. Si Vaca Muerta se encontrara a 200 metros del recurso hídrico, diría que es físicamente posible y de hacer esa operación nosotros seríamos, de alguna manera, no competentes profesionalmente.
Ninguna compañía profesionalmente competente fracturaría 200 metros por debajo de un recurso hídrico. Que exista una conexión tres mil metros por debajo de un recurso hídrico, que levantemos dos mil metros de roca y conectemos Vaca Muerta con un acuífero a 200 metros, es físicamente imposible.
El otro mito que existe respecto de la fractura hidráulica está relacionado con el uso del agua. Es cierto que se utiliza agua, alrededor de 5.000 metros cúbicos de agua por pozo y parte de ella se recicla y vuelve a utilizarse.
En Neuquén el 97 por ciento del agua que viene de la montaña va a parar al mar, el 3 por ciento de ella se utiliza para consumo humano y para riego y un 0,01 por ciento se utiliza para la fractura hidráulica. Nosotros no tenemos problemas de agua en la provincia de Neuquén. Si bien pueden existir otros lugares del mundo en donde el agua sea un problema, no es nuestro caso.
Se dice que se utilizan químicos peligrosos. Al fracturar se emplean de tres a doce aditivos y el más importante es un gel que gelifica el agua para transportar la arena que se usa para la fractura hidráulica.
Ese químico, por ejemplo, es goma guar, que se utiliza para las gelatinas, y es exactamente el mismo que se utiliza para las fracturas. Hay otros químicos que se utilizan para "aditivar", como la sal, el cloruro de potasio y doce químicos más, pero ninguno de ellos es contaminante.
Otro mito que existe es que está prohibido en todos los países. En primer lugar, no conozco países que tengan un potencial importante de gas y de petróleo que hayan prohibido la estimulación hidráulica. Entiendo que los países que la prohibieron fueron Francia y Bulgaria, pero no tienen ningún antecedente de perforación de yacimiento no convencional. En cambio, Sudáfrica, China, Brasil y Polonia son países donde hoy existe libertad en materia de fracturación hidráulica.
Pasando a la siguiente pregunta del diputado Alfonsín, mi gráfico mostraba lo que YPF hace o tiene y la inversión que vuelca con respecto a la cantidad de recursos que posee. No soy quién para abrir un juicio respecto de mis competidores o del resto de las empresas que trabajan en el país. Lo que sí le puedo decir es que particularmente una de las medidas que se han tomado, que es la de fijar el precio del gas en 7,5 dólares por millón de BTU, ha reactivado el trabajo de muchas compañías, particularmente en pozos de gas.
Un ejemplo de una compañía que se ha reactivado, no al nivel de inversión ni con la velocidad de YPF, pero sí de manera importante, es Total Austral, que acaba de traer una jack-up para perforar un yacimiento off shore que se llama Vega Pléyade. Y traer una jack-up off shore requiere de bastante dinero y de un compromiso de largo plazo.
En relación con su otra pregunta, referida a las importaciones, debo señalar que hace dos años nuestra relación de importación con respecto a ventas era del 12,9 por ciento y la hemos bajado al 10 por ciento. Quiere decir que, con respecto a lo que vendemos, importamos menos. Este es un parámetro que siempre miramos. También quiere decir que parte de lo que nosotros volcamos hoy a las estaciones de servicio es importado, pero el 90 por ciento lo producimos nosotros mismos.
La utilización de nuestras refinerías ha subido del 89 al 92 por ciento, lo que nos ha permitido bajar el nivel de importación.
En relación con la otra pregunta, referida a cuál es la rentabilidad de esa importación, quiero señalar que esa rentabilidad ronda el 3 al 3,5 por ciento. Quiere decir que nuestro negocio más rentable es refinar lo que producimos y volcarlo a nuestras estaciones de servicio.
Las estimulaciones hidráulicas se han hecho en la Argentina en los últimos cincuenta años y en muchos lugares del mundo y hoy es la técnica que se utiliza para desarrollar el no convencional. Al respecto, el primer mito que existe es que contaminan los acuíferos. Sin embargo, desde el mundo petrolero existen muchas formas de contaminar un acuífero y no necesariamente tiene que ver con la fractura.
En primer lugar, todo lo que hacemos hoy para perforar un pozo tiene que ver con tratar de preservar el recurso hídrico. En el mismo diseño de la perforación de un pozo de petróleo el primer objetivo de un ingeniero de perforación es proteger el recurso hídrico. Para ello tiene mapeado dónde se encuentra dicho recurso, perfora un pozo como si fuera de agua hasta pasar el recurso hídrico y luego corre -como decimos nosotros- una cañería y protege la integridad de ese recurso.
La formación Vaca Muerta se encuentra a 3.000 metros de profundidad. El hecho de que un recurso hídrico que en la Patagonia se encuentra a profundidades de cien, doscientos o trescientos metros se pueda conectar con una roca ubicada a tres mil metros de profundidad -a través de lo que llamamos la estimulación hidráulica- es físicamente imposible. Si Vaca Muerta se encontrara a 200 metros del recurso hídrico, diría que es físicamente posible y de hacer esa operación nosotros seríamos, de alguna manera, no competentes profesionalmente.
Ninguna compañía profesionalmente competente fracturaría 200 metros por debajo de un recurso hídrico. Que exista una conexión tres mil metros por debajo de un recurso hídrico, que levantemos dos mil metros de roca y conectemos Vaca Muerta con un acuífero a 200 metros, es físicamente imposible.
El otro mito que existe respecto de la fractura hidráulica está relacionado con el uso del agua. Es cierto que se utiliza agua, alrededor de 5.000 metros cúbicos de agua por pozo y parte de ella se recicla y vuelve a utilizarse.
En Neuquén el 97 por ciento del agua que viene de la montaña va a parar al mar, el 3 por ciento de ella se utiliza para consumo humano y para riego y un 0,01 por ciento se utiliza para la fractura hidráulica. Nosotros no tenemos problemas de agua en la provincia de Neuquén. Si bien pueden existir otros lugares del mundo en donde el agua sea un problema, no es nuestro caso.
Se dice que se utilizan químicos peligrosos. Al fracturar se emplean de tres a doce aditivos y el más importante es un gel que gelifica el agua para transportar la arena que se usa para la fractura hidráulica.
Ese químico, por ejemplo, es goma guar, que se utiliza para las gelatinas, y es exactamente el mismo que se utiliza para las fracturas. Hay otros químicos que se utilizan para "aditivar", como la sal, el cloruro de potasio y doce químicos más, pero ninguno de ellos es contaminante.
Otro mito que existe es que está prohibido en todos los países. En primer lugar, no conozco países que tengan un potencial importante de gas y de petróleo que hayan prohibido la estimulación hidráulica. Entiendo que los países que la prohibieron fueron Francia y Bulgaria, pero no tienen ningún antecedente de perforación de yacimiento no convencional. En cambio, Sudáfrica, China, Brasil y Polonia son países donde hoy existe libertad en materia de fracturación hidráulica.
Pasando a la siguiente pregunta del diputado Alfonsín, mi gráfico mostraba lo que YPF hace o tiene y la inversión que vuelca con respecto a la cantidad de recursos que posee. No soy quién para abrir un juicio respecto de mis competidores o del resto de las empresas que trabajan en el país. Lo que sí le puedo decir es que particularmente una de las medidas que se han tomado, que es la de fijar el precio del gas en 7,5 dólares por millón de BTU, ha reactivado el trabajo de muchas compañías, particularmente en pozos de gas.
Un ejemplo de una compañía que se ha reactivado, no al nivel de inversión ni con la velocidad de YPF, pero sí de manera importante, es Total Austral, que acaba de traer una jack-up para perforar un yacimiento off shore que se llama Vega Pléyade. Y traer una jack-up off shore requiere de bastante dinero y de un compromiso de largo plazo.
En relación con su otra pregunta, referida a las importaciones, debo señalar que hace dos años nuestra relación de importación con respecto a ventas era del 12,9 por ciento y la hemos bajado al 10 por ciento. Quiere decir que, con respecto a lo que vendemos, importamos menos. Este es un parámetro que siempre miramos. También quiere decir que parte de lo que nosotros volcamos hoy a las estaciones de servicio es importado, pero el 90 por ciento lo producimos nosotros mismos.
La utilización de nuestras refinerías ha subido del 89 al 92 por ciento, lo que nos ha permitido bajar el nivel de importación.
En relación con la otra pregunta, referida a cuál es la rentabilidad de esa importación, quiero señalar que esa rentabilidad ronda el 3 al 3,5 por ciento. Quiere decir que nuestro negocio más rentable es refinar lo que producimos y volcarlo a nuestras estaciones de servicio.
SR. ALFONSÍN ¿Eso es sobre el total de las utilidades?
SR. GALUCCIO Sí, el 3 por ciento de las utilidades; es muy pequeño. Y desde el punto de vista de nuestros inversores privados, diluye nuestros márgenes, porque tienen mucho mejor margen que lo que nosotros producimos acá.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el ingeniero De Vido.
SERVICIOS Quiero aclarar que Vega Pléyade y Carina-Aries son los únicos dos yacimientos que están en jurisdicción nacional, controlados por el Estado nacional. El resto de los yacimientos están controlados por las provincias.
SR. GIUBERGIA Perdón, señora presidenta, pero no contestaron la pregunta vinculada con el etanol.
SRA. PRESIDENTA CONTI Vamos a ver si con la respuesta a algún colega se puede retomar esa pregunta.
Tiene la palabra el señor diputado Sturzenegger.
Tiene la palabra el señor diputado Sturzenegger.
SR. STURZENEGGER Señora presidenta: quiero pedir una aclaración al secretario Zannini y formular luego una pregunta.
Creo que lo más relevante de esta iniciativa es justamente el tema de las prórrogas, a cuyo respecto tenemos la discusión de si son automáticas o no. La verdad es que estamos hablando de los yacimientos interesantes, los que tienen potencial. Seguramente en esos yacimientos se va a estar produciendo y habrá planes para el futuro, con lo cual yo tiendo a verlas como bastante automáticas. Pero dejemos de lado ese aspecto.
Un aspecto absolutamente fundamental es que, cuando una empresa pide una prórroga, ella se da en las mismas condiciones que existen en ese momento.
Me refiero a las condiciones de un país con petróleo, no a las de un país petrolero como mencionaba el presidente de YPF.
Me parece que esto es lo que nos imposibilita conocer si lo que el Estado recibe de esas condiciones es mucho o poco; no vamos a saberlo.
Usted dijo que en la práctica vamos a saber si lo que el Estado cobra es mucho o poco. Sin embargo, creo que con esta ley justamente nunca lo vamos a saber, porque nunca vamos a tener una instancia en la que las empresas puedan competir en estos yacimientos potencialmente tan interesantes -no sabemos si lo serán o no- por las regalías que van a pagar; eso de alguna manera queda de lado.
En términos financieros se regala una opción. Si uno hiciera un símil con el mercado financiero se trata de una opción a ejecutar el contrato y no sabemos cuánto vale esa opción.
Ya que estamos en el tema, si por ejemplo hablamos de una opción de comprar YPF a 50, va a valer poco; la opción de comprarla a 33, va a valer lo que vale; y una opción de comprar YPF a 20 dólares, valdrá 13 o 14 dólares.
Entonces, son muchos los motivos para pensar que esta opción que piden al Congreso que regale al sector petrolero -porque vamos a darla a título gratuito y el Estado no va recibir nada por esta opción nueva que se da al sector petrolero- tiene un valor.
Creo que la discusión es qué valor tiene porque nosotros aquí, como representantes de los argentinos, estamos entregando este valor y no sabemos muy bien de cuánto es.
Existen varias indicaciones por las cuales el valor puede ser alto. Por un lado, porque hoy las empresas, con el régimen legal vigente, cuando compran áreas entre sí pagan dinero y ese dinero es lo que potencialmente podría cobrar el Estado si al vencimiento de la concesión se licitara.
En segundo término, en las negociaciones que están haciendo en la provincia de Neuquén las empresas estaban dispuestas a pagar además de las regalías -con las cuales ahora van a estar prorrogados los contratos- una participación en sus ganancias. Me parece, señor secretario, que son dos indicaciones respecto de que esta opción puede valer, que la estamos dando a título gratuito y que hemos discutido poco al respecto.
La clarificación sobre este punto es que creo que nunca vamos a saberlo. Me parece que, dado el potencial de los números que han mostrado, Argentina no puede desconocer si los términos en los cuales se asignan las áreas petroleras están bien o mal.
Vamos a ver las implicancias en números. Si erramos en un uno por ciento las regalías, es decir, si ese 12 por ciento resulta un uno por ciento más bajo de lo que resultaría si las empresas tuvieran que competir, estamos hablando de 45 mil millones de dólares. Esto es así porque los recursos que están abajo son muy grandes. Si es 10 por ciento, en Eagle Ford se paga 25 por ciento de regalías, son 450 mil millones de dólares.
Tenga presente que si las regalías que se fueran a pagar fueran menores no habría pérdida, porque las empresas se van a retirar de la producción. Por lo tanto, lo que se está haciendo es entregar la cola de ganancia extraordinaria -repito, si es que se produce; claramente hoy el Estado argentino la estaría entregando. Me parece que esa es la discusión.
¿Quién pierde? Y aquí pasamos al tema del federalismo. Entiendo que las provincias van a seguir licitando, asignando y también que serán la autoridad, pero si van a licitar con un tope de regalías estamos frente a un federalismo trunco porque no tienen la capacidad de apropiarse de la renta libremente como lo están haciendo en este momento.
En ese sentido algunos piensan que el federalismo de alguna manera está afectado con este proyecto de ley. Entonces, esta iniciativa lo que hace es sacar renta a las provincias y transferirla al Estado nacional -que va a cobrarla con impuesto a las ganancias- y a las empresas.
La pregunta que quisiera formular al señor secretario es: ¿por qué se ha elegido este camino? Entiendo que han hecho esto con el objetivo de estimular las inversiones, pero me pregunto qué inversión están pensando que va a venir a la Argentina en los próximos dos años para compensar el hecho de que nuestro país deja de lado valores potenciales como los que estaba mencionando. Por el uno por ciento de regalías, 45 mil millones de dólares; por el 10 por ciento de regalías, 450 mil millones. ¿Cómo lo pensaron? ¿Qué están esperando? ¿Por qué es tan valioso para el país dejar de lado eso?
El diputado Torroba le preguntaba a la secretaria de Energía sobre la homogeneidad, porque incluso en el proyecto ustedes no tienen cosas homogéneas para el off shore o el on shore. O sea, ustedes reconocen que los yacimientos son diferentes. Pero creo que él se estaba refiriendo a lo que sucede cuando un yacimiento es potencialmente más productivo. Él es de La Pampa, y en esa provincia hay yacimientos que pagan 25 por ciento, como el caso de El Medanito.
Hay contratos -no sé si ustedes escucharon el discurso que dio el senador Verna- con regalías que van hasta el 40 por ciento. Entonces, me parece que a eso se refería el señor diputado.
Ya la realidad nos demostró que las empresas están dispuestas a pagar más, se pone un tope del 12 por ciento y me parece que a eso apuntaba específicamente la pregunta de la homogeneidad, es decir, por qué aquello se deja de lado. A nuestro juicio eso no se puede hacer porque se trata de un patrimonio para los argentinos, que son los que tienen que apropiar la renta y que no podrían hacerlo de sancionarse esta norma.
Creo que lo más relevante de esta iniciativa es justamente el tema de las prórrogas, a cuyo respecto tenemos la discusión de si son automáticas o no. La verdad es que estamos hablando de los yacimientos interesantes, los que tienen potencial. Seguramente en esos yacimientos se va a estar produciendo y habrá planes para el futuro, con lo cual yo tiendo a verlas como bastante automáticas. Pero dejemos de lado ese aspecto.
Un aspecto absolutamente fundamental es que, cuando una empresa pide una prórroga, ella se da en las mismas condiciones que existen en ese momento.
Me refiero a las condiciones de un país con petróleo, no a las de un país petrolero como mencionaba el presidente de YPF.
Me parece que esto es lo que nos imposibilita conocer si lo que el Estado recibe de esas condiciones es mucho o poco; no vamos a saberlo.
Usted dijo que en la práctica vamos a saber si lo que el Estado cobra es mucho o poco. Sin embargo, creo que con esta ley justamente nunca lo vamos a saber, porque nunca vamos a tener una instancia en la que las empresas puedan competir en estos yacimientos potencialmente tan interesantes -no sabemos si lo serán o no- por las regalías que van a pagar; eso de alguna manera queda de lado.
En términos financieros se regala una opción. Si uno hiciera un símil con el mercado financiero se trata de una opción a ejecutar el contrato y no sabemos cuánto vale esa opción.
Ya que estamos en el tema, si por ejemplo hablamos de una opción de comprar YPF a 50, va a valer poco; la opción de comprarla a 33, va a valer lo que vale; y una opción de comprar YPF a 20 dólares, valdrá 13 o 14 dólares.
Entonces, son muchos los motivos para pensar que esta opción que piden al Congreso que regale al sector petrolero -porque vamos a darla a título gratuito y el Estado no va recibir nada por esta opción nueva que se da al sector petrolero- tiene un valor.
Creo que la discusión es qué valor tiene porque nosotros aquí, como representantes de los argentinos, estamos entregando este valor y no sabemos muy bien de cuánto es.
Existen varias indicaciones por las cuales el valor puede ser alto. Por un lado, porque hoy las empresas, con el régimen legal vigente, cuando compran áreas entre sí pagan dinero y ese dinero es lo que potencialmente podría cobrar el Estado si al vencimiento de la concesión se licitara.
En segundo término, en las negociaciones que están haciendo en la provincia de Neuquén las empresas estaban dispuestas a pagar además de las regalías -con las cuales ahora van a estar prorrogados los contratos- una participación en sus ganancias. Me parece, señor secretario, que son dos indicaciones respecto de que esta opción puede valer, que la estamos dando a título gratuito y que hemos discutido poco al respecto.
La clarificación sobre este punto es que creo que nunca vamos a saberlo. Me parece que, dado el potencial de los números que han mostrado, Argentina no puede desconocer si los términos en los cuales se asignan las áreas petroleras están bien o mal.
Vamos a ver las implicancias en números. Si erramos en un uno por ciento las regalías, es decir, si ese 12 por ciento resulta un uno por ciento más bajo de lo que resultaría si las empresas tuvieran que competir, estamos hablando de 45 mil millones de dólares. Esto es así porque los recursos que están abajo son muy grandes. Si es 10 por ciento, en Eagle Ford se paga 25 por ciento de regalías, son 450 mil millones de dólares.
Tenga presente que si las regalías que se fueran a pagar fueran menores no habría pérdida, porque las empresas se van a retirar de la producción. Por lo tanto, lo que se está haciendo es entregar la cola de ganancia extraordinaria -repito, si es que se produce; claramente hoy el Estado argentino la estaría entregando. Me parece que esa es la discusión.
¿Quién pierde? Y aquí pasamos al tema del federalismo. Entiendo que las provincias van a seguir licitando, asignando y también que serán la autoridad, pero si van a licitar con un tope de regalías estamos frente a un federalismo trunco porque no tienen la capacidad de apropiarse de la renta libremente como lo están haciendo en este momento.
En ese sentido algunos piensan que el federalismo de alguna manera está afectado con este proyecto de ley. Entonces, esta iniciativa lo que hace es sacar renta a las provincias y transferirla al Estado nacional -que va a cobrarla con impuesto a las ganancias- y a las empresas.
La pregunta que quisiera formular al señor secretario es: ¿por qué se ha elegido este camino? Entiendo que han hecho esto con el objetivo de estimular las inversiones, pero me pregunto qué inversión están pensando que va a venir a la Argentina en los próximos dos años para compensar el hecho de que nuestro país deja de lado valores potenciales como los que estaba mencionando. Por el uno por ciento de regalías, 45 mil millones de dólares; por el 10 por ciento de regalías, 450 mil millones. ¿Cómo lo pensaron? ¿Qué están esperando? ¿Por qué es tan valioso para el país dejar de lado eso?
El diputado Torroba le preguntaba a la secretaria de Energía sobre la homogeneidad, porque incluso en el proyecto ustedes no tienen cosas homogéneas para el off shore o el on shore. O sea, ustedes reconocen que los yacimientos son diferentes. Pero creo que él se estaba refiriendo a lo que sucede cuando un yacimiento es potencialmente más productivo. Él es de La Pampa, y en esa provincia hay yacimientos que pagan 25 por ciento, como el caso de El Medanito.
Hay contratos -no sé si ustedes escucharon el discurso que dio el senador Verna- con regalías que van hasta el 40 por ciento. Entonces, me parece que a eso se refería el señor diputado.
Ya la realidad nos demostró que las empresas están dispuestas a pagar más, se pone un tope del 12 por ciento y me parece que a eso apuntaba específicamente la pregunta de la homogeneidad, es decir, por qué aquello se deja de lado. A nuestro juicio eso no se puede hacer porque se trata de un patrimonio para los argentinos, que son los que tienen que apropiar la renta y que no podrían hacerlo de sancionarse esta norma.
SRA. PRESIDENTA CONTI El bloque al que pertenece el señor diputado Sturzenegger -PRO- va a completar su interrogatorio con el señor diputado Triaca.
SR. TRIACA Primero quisiera hacer un comentario y después unas preguntas.
Me parece que una vez más el gobierno nacional nos trae un proyecto de ley que no viene a resolver la cuestión de fondo. Nos lo trae a un año del final de su mandato, cuando ya pasaron muchos años en los cuales tuvieron la potestad regulatoria y la de fijar una política energética. Pienso que los resultados se le caen encima.
Creo que este proyecto de ley no resuelve el problema energético, sino el de los dólares en el Banco Central. Se otorgan muchísimas concesiones a distintos actores en función de resolver eso y no el problema de la matriz energética de nuestro país, de la autosustentabilidad y del futuro de la producción en la Argentina. Eso es lo primero que quisiera señalar.
Para ir a lo concreto, una de mis preguntas tiene que ver con el marco particular que propone este proyecto de ley, ampliando los beneficios del decreto 929/2013 y que establece una caracterización para aquellos que ingresen recursos a la Argentina y un mecanismo para realizar las importaciones, también con ciertos beneficios. Mi pregunta es la siguiente. ¿Esto es solamente para los que traen divisas, o también puede aplicarse a inversores locales con pesos que puedan hacerlo? Esto justo va con relación al comentario que hacía anteriormente.
Otra pregunta que quisiera formular es si en las previsiones que se han hecho en este proyecto de ley se toman en consideración cosas como las que han pasado en la última semana con la caída de precio del barril, en el cual han picado las retenciones por distintas regulaciones que ha habido a lo largo de los distintos años de los secretarios de Comercio, y hoy hay unas retenciones más altas que las que había hace un mes, cuando el precio del barril era más alto.
Por último, quisiera hacer referencia a lo que dijo el señor diputado Giubergia. Cuando discutimos la matriz energética, hacemos una inversión grande y proponemos en conjunto un subsidio para la industria del biodiesel y del etanol, pero parece que no estamos discutiendo el tema de las energías limpias. Considero que esta ley de hidrocarburos una vez más tapa el sol con la mano y no nos permite discutir las cuestiones de fondo. Me gustaría escuchar algunos comentarios de los funcionarios con respecto a eso.
Me parece que una vez más el gobierno nacional nos trae un proyecto de ley que no viene a resolver la cuestión de fondo. Nos lo trae a un año del final de su mandato, cuando ya pasaron muchos años en los cuales tuvieron la potestad regulatoria y la de fijar una política energética. Pienso que los resultados se le caen encima.
Creo que este proyecto de ley no resuelve el problema energético, sino el de los dólares en el Banco Central. Se otorgan muchísimas concesiones a distintos actores en función de resolver eso y no el problema de la matriz energética de nuestro país, de la autosustentabilidad y del futuro de la producción en la Argentina. Eso es lo primero que quisiera señalar.
Para ir a lo concreto, una de mis preguntas tiene que ver con el marco particular que propone este proyecto de ley, ampliando los beneficios del decreto 929/2013 y que establece una caracterización para aquellos que ingresen recursos a la Argentina y un mecanismo para realizar las importaciones, también con ciertos beneficios. Mi pregunta es la siguiente. ¿Esto es solamente para los que traen divisas, o también puede aplicarse a inversores locales con pesos que puedan hacerlo? Esto justo va con relación al comentario que hacía anteriormente.
Otra pregunta que quisiera formular es si en las previsiones que se han hecho en este proyecto de ley se toman en consideración cosas como las que han pasado en la última semana con la caída de precio del barril, en el cual han picado las retenciones por distintas regulaciones que ha habido a lo largo de los distintos años de los secretarios de Comercio, y hoy hay unas retenciones más altas que las que había hace un mes, cuando el precio del barril era más alto.
Por último, quisiera hacer referencia a lo que dijo el señor diputado Giubergia. Cuando discutimos la matriz energética, hacemos una inversión grande y proponemos en conjunto un subsidio para la industria del biodiesel y del etanol, pero parece que no estamos discutiendo el tema de las energías limpias. Considero que esta ley de hidrocarburos una vez más tapa el sol con la mano y no nos permite discutir las cuestiones de fondo. Me gustaría escuchar algunos comentarios de los funcionarios con respecto a eso.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor secretario de Legal y Técnica.
SR. SECRETARIO DE LEGAL Y TÉCNICA Quisiera referirme a algo que quizás no quedó suficientemente aclarado cuando intervine la primera vez.
El problema de establecer en esta ley las consideraciones del medioambiente es que ésta será una ley de hidrocarburos y no de medioambiente. Entonces, juegan ahí las competencias concurrentes de la Nación y de las provincias. No se olviden que la Nación puede establecer parámetros mínimos para el medioambiente, pero las que tienen la custodia del medioambiente son las propias provincias. Pasa que cuando se trata de dar potestad a los gobernadores pareciera que algunos quisieran defenderlos, pero cuando efectivamente tienen esa potestad no quieren que la ejerzan.
Lo que sí ha puesto en claro esta norma es lo que figura en el artículo 23, que dice: "Se tendrá como objetivo prioritario aplicar las mejores prácticas de gestión ambiental a las tareas de exploración, explotación y/o transporte de hidrocarburos, a fin de lograr el desarrollo de la actividad con un adecuado cuidado del ambiente."
Está especificado como un presupuesto mínimo y cada provincia tiene desarrollo. ¿Dónde estaba la dificultad de poner en la norma nacional que había provincias que tenían legislación local más fuerte y más protectiva que otras? Se trata de adoptar entre todas las mejores prácticas ambientales adecuadas a cada provincia.
Es decir, aquí no hay ignorancia en el tema medioambiental sino una delegación responsable en las provincias para que ejerzan su potestad. Ello no quita que se fije un régimen de presupuestos mínimos en una norma nacional que esté referida a esto; no es un obstáculo.
Claramente esta ley no es la del medioambiente en materia de hidrocarburos sino la de promoción de hidrocarburos, la actualización de la vieja ley de hidrocarburos para comprender nuevas prácticas.
Respecto de la pregunta, creo que se parte de una afirmación errónea. No existe la discusión en cuanto a si las prórrogas son automáticas o no. Dicha discusión no existe porque está explícitamente establecido que las prórrogas no son automáticas y que se van a pedir más requisitos que los que actualmente se exigen para concederlas.
No es cierto que haya una pérdida para nadie en el modelo. En primer lugar, creo que hay un error conceptual que consiste en asimilar lo financiero a este mundo de los hidrocarburos. Creo que ese es uno de los problemas que tiene el mundo al querer que lo financiero sea lo que decida todo. Y así estamos, con el mundo cayéndose en una crisis recesiva muy importante en la que los propietarios de los derivados tienen mucho más poder que quienes producen.
Esto lo dijo nuestra presidenta en el G-20: si los buitres van a cobrar el 1.680 por ciento y uno en la actividad va a cobrar menos, vamos a tener que ser todos buitres para poder ganar algo.
Me parece que trasladar los presupuestos de la actividad financiera a la petrolera es un grave error; sería como comparar el megacanje con la explotación de Vaca Muerta y no tienen absolutamente nada que ver.
No es cierto que se estén bajando las regalías. Con cualquier precio internacional del petróleo las regalías en la Argentina pudieron estar del 5 al 12 y hubo provincias que lograron más que eso. ¿Qué hace esta ley? Establece una "coherentización" de la norma y dice es del 5 hasta el 12; si querés promover, cobrarás menos del 12; si otorgás prórrogas, tenés derecho hasta el 15 y si otorgás nuevas prórrogas, hasta el 18. Esto significa que hay una mayor recaudación de las provincias.
Además, ligado a cada pozo hay un bono que las provincias cobran en función de la prórroga, de la productividad del pozo y de parámetros productivos que se especifican.
¿Qué brindamos como mejora a todo el modelo? Un pliego modelo, discutido por las provincias en el ámbito de la Secretaría de Energía, que va a regir las licitaciones de todas las provincias. Además, se podrá especificar en los pliegos de cada pozo los premios o valores que se requieran en función de la inversión que se les pida. Es decir, tiene un bono con un parámetro específico regulado para cada prórroga. Ese bono tiene que ver con el pozo y está en el artículo...
El problema de establecer en esta ley las consideraciones del medioambiente es que ésta será una ley de hidrocarburos y no de medioambiente. Entonces, juegan ahí las competencias concurrentes de la Nación y de las provincias. No se olviden que la Nación puede establecer parámetros mínimos para el medioambiente, pero las que tienen la custodia del medioambiente son las propias provincias. Pasa que cuando se trata de dar potestad a los gobernadores pareciera que algunos quisieran defenderlos, pero cuando efectivamente tienen esa potestad no quieren que la ejerzan.
Lo que sí ha puesto en claro esta norma es lo que figura en el artículo 23, que dice: "Se tendrá como objetivo prioritario aplicar las mejores prácticas de gestión ambiental a las tareas de exploración, explotación y/o transporte de hidrocarburos, a fin de lograr el desarrollo de la actividad con un adecuado cuidado del ambiente."
Está especificado como un presupuesto mínimo y cada provincia tiene desarrollo. ¿Dónde estaba la dificultad de poner en la norma nacional que había provincias que tenían legislación local más fuerte y más protectiva que otras? Se trata de adoptar entre todas las mejores prácticas ambientales adecuadas a cada provincia.
Es decir, aquí no hay ignorancia en el tema medioambiental sino una delegación responsable en las provincias para que ejerzan su potestad. Ello no quita que se fije un régimen de presupuestos mínimos en una norma nacional que esté referida a esto; no es un obstáculo.
Claramente esta ley no es la del medioambiente en materia de hidrocarburos sino la de promoción de hidrocarburos, la actualización de la vieja ley de hidrocarburos para comprender nuevas prácticas.
Respecto de la pregunta, creo que se parte de una afirmación errónea. No existe la discusión en cuanto a si las prórrogas son automáticas o no. Dicha discusión no existe porque está explícitamente establecido que las prórrogas no son automáticas y que se van a pedir más requisitos que los que actualmente se exigen para concederlas.
No es cierto que haya una pérdida para nadie en el modelo. En primer lugar, creo que hay un error conceptual que consiste en asimilar lo financiero a este mundo de los hidrocarburos. Creo que ese es uno de los problemas que tiene el mundo al querer que lo financiero sea lo que decida todo. Y así estamos, con el mundo cayéndose en una crisis recesiva muy importante en la que los propietarios de los derivados tienen mucho más poder que quienes producen.
Esto lo dijo nuestra presidenta en el G-20: si los buitres van a cobrar el 1.680 por ciento y uno en la actividad va a cobrar menos, vamos a tener que ser todos buitres para poder ganar algo.
Me parece que trasladar los presupuestos de la actividad financiera a la petrolera es un grave error; sería como comparar el megacanje con la explotación de Vaca Muerta y no tienen absolutamente nada que ver.
No es cierto que se estén bajando las regalías. Con cualquier precio internacional del petróleo las regalías en la Argentina pudieron estar del 5 al 12 y hubo provincias que lograron más que eso. ¿Qué hace esta ley? Establece una "coherentización" de la norma y dice es del 5 hasta el 12; si querés promover, cobrarás menos del 12; si otorgás prórrogas, tenés derecho hasta el 15 y si otorgás nuevas prórrogas, hasta el 18. Esto significa que hay una mayor recaudación de las provincias.
Además, ligado a cada pozo hay un bono que las provincias cobran en función de la prórroga, de la productividad del pozo y de parámetros productivos que se especifican.
¿Qué brindamos como mejora a todo el modelo? Un pliego modelo, discutido por las provincias en el ámbito de la Secretaría de Energía, que va a regir las licitaciones de todas las provincias. Además, se podrá especificar en los pliegos de cada pozo los premios o valores que se requieran en función de la inversión que se les pida. Es decir, tiene un bono con un parámetro específico regulado para cada prórroga. Ese bono tiene que ver con el pozo y está en el artículo...
No se llegan a percibir las palabras del orador pronunciadas fuera de micrófono.
SR. ZANNINI Convencional y no convencional, las provincias cobran un bono de prórroga que está establecido.
Están los parámetros establecidos en la ley y tienen que ver con la inversión y con la productividad del pozo y se especifica.
¿Qué se ha tratado de hacer? No que la provincia deje de cobrar sino que no cobre todo junto, de modo que vaya más plata al pozo que al bono. El bono va cobrando pari passu con lo que es la inversión. Ese ha sido el criterio.
Eso lo podrá determinar cada provincia cuando se vea el pliego licitatorio modelo. El pliego licitatorio particular en cada pozo que va a licitar puede establecer sus propios parámetros, y hasta está establecido que pueda pedir mejora de la oferta. No está dicho el valor en que va a explotar cada pozo.
Están los parámetros establecidos en la ley y tienen que ver con la inversión y con la productividad del pozo y se especifica.
¿Qué se ha tratado de hacer? No que la provincia deje de cobrar sino que no cobre todo junto, de modo que vaya más plata al pozo que al bono. El bono va cobrando pari passu con lo que es la inversión. Ese ha sido el criterio.
Eso lo podrá determinar cada provincia cuando se vea el pliego licitatorio modelo. El pliego licitatorio particular en cada pozo que va a licitar puede establecer sus propios parámetros, y hasta está establecido que pueda pedir mejora de la oferta. No está dicho el valor en que va a explotar cada pozo.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. GALUCCIO Eso está en la norma. Puede no renovarla, puede licitar una nueva explotación o puede licitar la prórroga si no ha renovado.
La autoridad provincial otorga la prórroga en el marco de la legislación que se especifica. Y en el orden nacional, si la inversión pasa los 250 millones de dólares, va a poder requerir el régimen promocional, es decir, disponibilidad de crudo, disponibilidad de divisas y la posibilidad de importar bienes de capital e insumos sin impuestos. Se trata de un régimen donde todos ponen: las provincias ponen lo suyo.
¿Por qué no está aquí lo del 3 por ciento en lo que hace a ingresos brutos? Porque esa es una materia netamente provincial. Lo legislaron los gobernadores y cada uno en su provincia lo va a especificar para cumplir el acuerdo que ha firmado con los otros gobernadores en un anexo que no es competencia de la Secretaría de Energía ni del Ministerio de Planificación, a los efectos de no invadir la jurisdicción provincial. Pero además está también el canon que van a cobrar las provincias, que no se ha disminuido.
También se dice que la provincia de La Pampa obtuvo más regalías. Quiero decir que en la provincia de Chubut hay un caso donde las regalías superaban el 16 por ciento.
Lo que está cobrando La Pampa no son regalías; está cobrando por una locación de servicios. Están mezclando las cosas. Hábilmente el senador trató de presentar como que él era mejor negociador que el gobierno nacional, pero no es ese contrato el que puede probar eso. Quizás es mejor negociador que nosotros, pero no es por el contrato que tiene firmado en la actividad petrolera.
La autoridad provincial otorga la prórroga en el marco de la legislación que se especifica. Y en el orden nacional, si la inversión pasa los 250 millones de dólares, va a poder requerir el régimen promocional, es decir, disponibilidad de crudo, disponibilidad de divisas y la posibilidad de importar bienes de capital e insumos sin impuestos. Se trata de un régimen donde todos ponen: las provincias ponen lo suyo.
¿Por qué no está aquí lo del 3 por ciento en lo que hace a ingresos brutos? Porque esa es una materia netamente provincial. Lo legislaron los gobernadores y cada uno en su provincia lo va a especificar para cumplir el acuerdo que ha firmado con los otros gobernadores en un anexo que no es competencia de la Secretaría de Energía ni del Ministerio de Planificación, a los efectos de no invadir la jurisdicción provincial. Pero además está también el canon que van a cobrar las provincias, que no se ha disminuido.
También se dice que la provincia de La Pampa obtuvo más regalías. Quiero decir que en la provincia de Chubut hay un caso donde las regalías superaban el 16 por ciento.
Lo que está cobrando La Pampa no son regalías; está cobrando por una locación de servicios. Están mezclando las cosas. Hábilmente el senador trató de presentar como que él era mejor negociador que el gobierno nacional, pero no es ese contrato el que puede probar eso. Quizás es mejor negociador que nosotros, pero no es por el contrato que tiene firmado en la actividad petrolera.
SRA. PRESIDENTA CONTI A continuación, los diputados Roberti, Das Neves y Camaño, del Frente Renovador, van a hacer uso de la palabra en el orden que deseen.
SR. STURZENEGGER No me contestó lo de la homogeneidad hacia abajo.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra la señora secretaria de Energía.
SRA. SECRETARIA DE ENERGÍA Entiendo que esto fue respondido por todo lo que explicó Carlos Zannini, pero el espíritu de la ley es dar condiciones estables a lo largo de todo el territorio nacional, independientemente de que se cruce un límite provincial o nacional, en el caso del off shore, que es un límite arbitrario.
Respecto de la crítica de que se contempla la diferencia entre un tipo de explotación y la otra, esto es verdad, porque son naturalmente distintas y las tecnologías son diferentes. Creemos apropiado considerar esas diferencias y poder brindar a la eventual autoridad de aplicación la posibilidad de estimular estas otras explotaciones que podrán ser más difíciles.
De todos modos, esta norma es el resultado de un acuerdo con todas las provincias que incluye a La Pampa, y los gobernadores estuvieron de acuerdo con eso. Existe la posibilidad de incrementar, no un 1 por ciento sino hasta 3 por ciento, en el caso de la prórroga -3 por ciento más en la primera, 3 por ciento más la segunda, hasta un 18 por ciento-, y el tema de la opción lo explicó bastante bien Carlos Zannini.
Uno de los ítems que tiene que pagar el operador al cual la autoridad de aplicación le otorga la prórroga según su propia decisión es un bono del 2 por ciento, que se calcula como el 2 por ciento del precio de las reservas que están remanentes en el área al momento de otorgarse la prórroga.
Me parece que el artículo 58 bis tal vez se presta a la confusión porque en el segundo párrafo hace específica referencia al caso de una explotación convencional adyacente a la no convencional, en referencia al artículo 27 bis, donde otra de las ventajas que tiene esta norma -porque es moderna- es la figura del plan piloto.
La petrolera de bandera ha demostrado exitosamente cómo se lleva a cabo un plan piloto incluso en tiempos más rápidos que los que se esperaban. Esta es una característica puntual de la explotación no convencional, que se trabaja de manera intensiva en áreas mucho más pequeñas. Entonces no tiene sentido darle mil kilómetros cuadrados a una explotación que va a ser no convencional, cuando áreas del orden de los cientos de kilómetros cuadrados tienen mucha más razón de ser.
Así aparece la figura del plan piloto, en el artículo 27 bis, entre varios de los requerimientos.
Entonces, cuando se hace esta modificación en el artículo 58 bis se habla primero de todos los recursos y después habla de este caso específico en el que una operadora ejerció la opción del artículo 27 bis.
En definitiva, hay que leer con un poco de calma los artículos 27 bis y 58 bis, que entiendo que explican el origen de esta pequeña confusión.
Respecto de la crítica de que se contempla la diferencia entre un tipo de explotación y la otra, esto es verdad, porque son naturalmente distintas y las tecnologías son diferentes. Creemos apropiado considerar esas diferencias y poder brindar a la eventual autoridad de aplicación la posibilidad de estimular estas otras explotaciones que podrán ser más difíciles.
De todos modos, esta norma es el resultado de un acuerdo con todas las provincias que incluye a La Pampa, y los gobernadores estuvieron de acuerdo con eso. Existe la posibilidad de incrementar, no un 1 por ciento sino hasta 3 por ciento, en el caso de la prórroga -3 por ciento más en la primera, 3 por ciento más la segunda, hasta un 18 por ciento-, y el tema de la opción lo explicó bastante bien Carlos Zannini.
Uno de los ítems que tiene que pagar el operador al cual la autoridad de aplicación le otorga la prórroga según su propia decisión es un bono del 2 por ciento, que se calcula como el 2 por ciento del precio de las reservas que están remanentes en el área al momento de otorgarse la prórroga.
Me parece que el artículo 58 bis tal vez se presta a la confusión porque en el segundo párrafo hace específica referencia al caso de una explotación convencional adyacente a la no convencional, en referencia al artículo 27 bis, donde otra de las ventajas que tiene esta norma -porque es moderna- es la figura del plan piloto.
La petrolera de bandera ha demostrado exitosamente cómo se lleva a cabo un plan piloto incluso en tiempos más rápidos que los que se esperaban. Esta es una característica puntual de la explotación no convencional, que se trabaja de manera intensiva en áreas mucho más pequeñas. Entonces no tiene sentido darle mil kilómetros cuadrados a una explotación que va a ser no convencional, cuando áreas del orden de los cientos de kilómetros cuadrados tienen mucha más razón de ser.
Así aparece la figura del plan piloto, en el artículo 27 bis, entre varios de los requerimientos.
Entonces, cuando se hace esta modificación en el artículo 58 bis se habla primero de todos los recursos y después habla de este caso específico en el que una operadora ejerció la opción del artículo 27 bis.
En definitiva, hay que leer con un poco de calma los artículos 27 bis y 58 bis, que entiendo que explican el origen de esta pequeña confusión.
SRA. PRESIDENTA CONTI Obviamente tienen otro número de artículo en el proyecto de ley. Lo aclaro porque después se confunden.
Tiene la palabra el señor diputado Roberti.
Tiene la palabra el señor diputado Roberti.
SR. ROBERTI Señora presidenta: naturalmente me hubiera gustado que, con relación a este proyecto, además de la concurrencia de los funcionarios y el tratamiento -tal cual se explicó recién- de parte de las autoridades con los gobernadores de las provincias, hubiéramos intentado de algún modo buscar darle un grado de mayor consenso o diálogo entre los diversos actores.
En realidad no se trata de una ley nueva sino de la modificación de una norma que viene de la época de Onganía y Krieger Vasena, como bien se dijo.
Creo que para la actividad en su conjunto hubiera sido mucho más beneficioso que pudiéramos propugnar la construcción de un nuevo mecanismo moderno que elimine antiguos caracteres que -como bien se ha dicho aquí- contienen cuestiones que ya no tienen nada que ver con la industria y no contienen otras que tienen que ver con los aspectos tecnológicos que se requieren.
En cuanto al dictamen que viene del Senado, evidentemente parece ser el traje a medida solamente para una empresa, lo cual no estaría mal, ya que es una de las empresas de la actividad. Efectivamente está mal que no sea una ley y se llame ley hidrocarburífera; no pareciera ser una normativa tomada integralmente para el conjunto de toda la actividad.
Que conste que lo que estoy diciendo no es la representación de un agente holando-inglés que esta mañana tal vez escribió en algún diario, sino la consideración que tenemos -o yo en particular- en función de estimar que varios de los artículos que están aquí hacen referencia expresa a muchas de las consideraciones que YPF en particular realizó en el Decreto N° 929 de septiembre del año pasado.
Creo que la formulación del mismo viene en realidad a poner un poco de luz y a blanquear una de las consideraciones que no está clara para la sociedad en su conjunto; me refiero a cómo es el ingreso de una de las empresas multinacionales más severamente cuestionadas por su actuación ambiental en algunos países del mundo.
Efectivamente, como bien se dijo, una ley de medioambiente necesita de una construcción medioambiental, pero las autoridades o los gobernantes deben propugnar que, cuando se viola el medioambiente, se sancione a quienes efectivamente lo hagan. Esta empresa que ha ingresado a la Argentina a liberar dinero y a asociarse con YPF produjo un contrato que...
En realidad no se trata de una ley nueva sino de la modificación de una norma que viene de la época de Onganía y Krieger Vasena, como bien se dijo.
Creo que para la actividad en su conjunto hubiera sido mucho más beneficioso que pudiéramos propugnar la construcción de un nuevo mecanismo moderno que elimine antiguos caracteres que -como bien se ha dicho aquí- contienen cuestiones que ya no tienen nada que ver con la industria y no contienen otras que tienen que ver con los aspectos tecnológicos que se requieren.
En cuanto al dictamen que viene del Senado, evidentemente parece ser el traje a medida solamente para una empresa, lo cual no estaría mal, ya que es una de las empresas de la actividad. Efectivamente está mal que no sea una ley y se llame ley hidrocarburífera; no pareciera ser una normativa tomada integralmente para el conjunto de toda la actividad.
Que conste que lo que estoy diciendo no es la representación de un agente holando-inglés que esta mañana tal vez escribió en algún diario, sino la consideración que tenemos -o yo en particular- en función de estimar que varios de los artículos que están aquí hacen referencia expresa a muchas de las consideraciones que YPF en particular realizó en el Decreto N° 929 de septiembre del año pasado.
Creo que la formulación del mismo viene en realidad a poner un poco de luz y a blanquear una de las consideraciones que no está clara para la sociedad en su conjunto; me refiero a cómo es el ingreso de una de las empresas multinacionales más severamente cuestionadas por su actuación ambiental en algunos países del mundo.
Efectivamente, como bien se dijo, una ley de medioambiente necesita de una construcción medioambiental, pero las autoridades o los gobernantes deben propugnar que, cuando se viola el medioambiente, se sancione a quienes efectivamente lo hagan. Esta empresa que ha ingresado a la Argentina a liberar dinero y a asociarse con YPF produjo un contrato que...
SRA. PRESIDENTA CONTI Diputado, ¿la pregunta cuál es? La idea es enunciar los fundamentos que dan lugar a una pregunta. Para eso estamos. Se está explayando en demasiados fundamentos que no sé hacia dónde apuntan.
¿Por qué no hace la pregunta? Después debatimos entre nosotros.
¿Por qué no hace la pregunta? Después debatimos entre nosotros.
SR. ROBERTI En realidad lo que podría dejar aquí expresado tiene que ver con que necesitaría que nos expliquen -esto es algo muy puntual- la construcción de los artículos 25, 26, 27 -el bis y el ter-, el 58 bis -como recién dijo la funcionaria- y, en el Título II, el artículo 19, que a mi juicio es el blanqueo de la operación de Chevron puesta en esta operación para que todos lo tengamos en claro.
Con respecto al Título III, quisiera que se aclaren los artículos 23, 25 y 26, naturalmente, para saber cuál es la operación que se va a realizar.
Con relación a YPF -ya que forma parte de los comentarios que se hicieron hoy-, quiero decir que -si bien es para lo que estamos convocados, se trata de un proyecto de ley para el conjunto de la actividad hidrocarburífera, al menos eso se anunció- nos gustaría -ya que el ingeniero Galuccio lo mencionó- si se pueden detallar cuáles son las modalidades de contratación suscritas, no solamente con Chevron -que aquí sí están blanqueadas- sino con Dow Chemical y Petronas, y en qué estado se pueden dar las mismas.
Quiero decir todo esto en razón de que me parece -coincidiendo con lo que decía el arquitecto Julio De Vido- que en realidad la Argentina tiene una serie de zigzags y curvas muy profundas en su manejo hidrocarburífero y que es verdad que tuvo una política ausente durante buena etapa de aquellos años que describía el arquitecto De Vido.
Pero también quiero recordar que uno de los constructores hace dos o tres días publicó una nota en un diario haciéndose cargo de la construcción de esta nueva etapa y que, por no haberlo escuchado, por no haber seguido sus consejos, algunas cosas no resultaron como debían ser.
Entonces, nos gustaría tener en claro cuál es el horizonte, en particular en lo que tiene que ver con la producción de petróleo porque los datos que tiene el ingeniero Galuccio no son concordantes con los que nosotros manejamos.
Creemos que la producción petrolera de la empresa YPF no está en aumento sino en declino. Creemos que hubo un leve aumento en el gas, y ahora que hay una particular baja en lo que tiene que ver con la materia prima. La empresa YPF también debiera ir en esa línea y, en consecuencia, bajar las naftas.
Eso es lo que los argentinos quisiéramos saber. Si no, en vez de producción a granel -que es lo que explicaba el ingeniero Galuccio-, estamos teniendo una gran cantidad de producción que no se ve reflejada en el precio. ¿O esto es al revés y eso no es cierto? Si no fuera cierto, nos gustaría saber cuál es en realidad el horizonte hidrocarburífero de la empresa. Esas son mis preguntas.
Con respecto al Título III, quisiera que se aclaren los artículos 23, 25 y 26, naturalmente, para saber cuál es la operación que se va a realizar.
Con relación a YPF -ya que forma parte de los comentarios que se hicieron hoy-, quiero decir que -si bien es para lo que estamos convocados, se trata de un proyecto de ley para el conjunto de la actividad hidrocarburífera, al menos eso se anunció- nos gustaría -ya que el ingeniero Galuccio lo mencionó- si se pueden detallar cuáles son las modalidades de contratación suscritas, no solamente con Chevron -que aquí sí están blanqueadas- sino con Dow Chemical y Petronas, y en qué estado se pueden dar las mismas.
Quiero decir todo esto en razón de que me parece -coincidiendo con lo que decía el arquitecto Julio De Vido- que en realidad la Argentina tiene una serie de zigzags y curvas muy profundas en su manejo hidrocarburífero y que es verdad que tuvo una política ausente durante buena etapa de aquellos años que describía el arquitecto De Vido.
Pero también quiero recordar que uno de los constructores hace dos o tres días publicó una nota en un diario haciéndose cargo de la construcción de esta nueva etapa y que, por no haberlo escuchado, por no haber seguido sus consejos, algunas cosas no resultaron como debían ser.
Entonces, nos gustaría tener en claro cuál es el horizonte, en particular en lo que tiene que ver con la producción de petróleo porque los datos que tiene el ingeniero Galuccio no son concordantes con los que nosotros manejamos.
Creemos que la producción petrolera de la empresa YPF no está en aumento sino en declino. Creemos que hubo un leve aumento en el gas, y ahora que hay una particular baja en lo que tiene que ver con la materia prima. La empresa YPF también debiera ir en esa línea y, en consecuencia, bajar las naftas.
Eso es lo que los argentinos quisiéramos saber. Si no, en vez de producción a granel -que es lo que explicaba el ingeniero Galuccio-, estamos teniendo una gran cantidad de producción que no se ve reflejada en el precio. ¿O esto es al revés y eso no es cierto? Si no fuera cierto, nos gustaría saber cuál es en realidad el horizonte hidrocarburífero de la empresa. Esas son mis preguntas.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Das Neves.
SR. DAS NEVES Voy a tratar de ser lo más sintético posible; el resto lo manifestaré en el recinto.
Voy a referirme a tres cuestiones que sobrevolaron en esta reunión y sobre las que se hicieron preguntas. Una tiene que ver con los procedimientos. En los últimos tres o cuatro meses hemos asistido a este proceso de generación de este proyecto de ley de hidrocarburos en un contacto que se daba entre el gobierno nacional y los gobernadores.
En mi caso, y también el de otros legisladores, no hemos tenido esa información; sólo lo que se publicaba en algún análisis periodístico.
Y la verdad es que teniendo en cuenta la importancia que tiene esta norma -que no digo que, después de 47 años, no sea necesaria- su desarrollo debería haber transcurrido en la búsqueda de consensos, palabra que se usa mucho y creo que en este caso hubiera sido muy importante.
Brevemente voy a contar el caso de mi provincia, y aquí está el diputado Juan Mario Pais, que no me va a dejar mentir.
Al día siguiente de que los gobernadores hubieran cerrado el acuerdo con el Estado nacional, recién en ese momento el gobernador nos llamó a los diputados nacionales para tener una reunión y comentarnos lo que era un hecho consumado. Y la verdad que es una lástima porque, como dije el otro día en el recinto a raíz de otro tema, no nacimos de un repollo. Venimos de la época de la reforma constitucional del 94. Venimos de la época de la ley corta. Son todos pasos trascendentales para nuestras provincias periféricas, provincias con petróleo. A algunos de nosotros nos tocó gobernar pero no somos jeques provinciales; somos gobernadores de paso y nos tocó gobernar en esa época.
En ese sentido, me gustaría que este acuerdo tuviera sustento legal definitivo y contundente en las legislaturas provinciales. No tengan temor: si el proyecto de ley es correcto, las legislaturas provinciales lo van a votar.
Y tenemos la experiencia. Cuando tomamos la iniciativa después la ley corta, cuando iniciamos la renegociación del primer contrato, tuvimos el apoyo de 27 diputados sobre 23, peronistas todos, el 75 por ciento de los radicales y el 100 por ciento del (Patch).
Con respecto a las regalías -esta es mi segunda observación, no puedo dejar de decir lo que siento-, creo que es un error poner un tope. Y lo digo porque lo viví en carne propia; cuando tuvimos que negociar y dijimos "12 por ciento no; 15 por ciento", patalearon un poquito -¿qué empresario no va a patalear?- pero no se pusieron rojos. Y en estos siete años invirtieron 6.275 millones de dólares, y siguieron invirtiendo. Es decir, no hay impedimento para la inversión cuando hay un Estado que controla.
Pero también quiero hablar de lo que ha generado: 6 mil puestos de trabajo y 550 empresas, entre otras cosas. Pienso de lo que nos hubiéramos privado los chubutenses -y seguramente otras provincias- si esta ley hubiera existido en 2007, ya que producto de esa renegociación del 12 al 15 por ciento al arca provincial, a nuestra provincia, entraron 488 millones de dólares, el equivalente a 8 mil viviendas, a 450 escuelas de nivel inicial -hoy, que la presidenta ha planteado la escolaridad para la inclusión de los chicos de 4 años- y a 140 hospitales rurales. Fíjense las cosas que nos dio la posibilidad de hacer esa renegociación que hicimos nosotros. Por supuesto se hizo conversando con el gobierno nacional, pero la sensación que no puedo dejar de mencionar -porque la tengo atragantada hace mucho tiempo- es que las provincias siempre tenemos que pagar errores en otro estadio.
Habrá provincias que no habrán actuado bien, otras sí, pero ¿por qué nosotros? Nosotros podemos demostrar las cosas a tal punto que este gobierno -que no es mi gobierno actual en la provincia- también renegoció Tecpetrol, y lo hizo con el 15 por ciento, y el marco regulatorio de hidrocarburos en nuestra provincia es revolucionario.
Hay que decir las cosas de las que nosotros fuimos capaces. No nos impartieron las órdenes desde Puerto Madero. Lo resolvimos nosotros, ¿y saben por qué? Por el fuerte apego a la Constitución. Nada más y nada menos que por hacer cumplir el artículo 124 de la ley corta.
Y quiero mencionar una última cuestión, teniendo en cuenta las palabras del ingeniero Galuccio. Cuando algunos colegas hicieron referencia al tema ambiental, el ingeniero Galuccio expresó -me pareció muy bien- que vería con agrado que existiera -algo así dijo- una ley.
Quiero decirle al ingeniero que acá tenemos a los presidentes de las comisiones que intervienen en ese proceso; se encuentra disponible el texto de un proyecto según el cual en el mismo artículo 23, en el texto ampliado de dicho artículo, se fijan los presupuestos mínimos.
Voy a referirme a tres cuestiones que sobrevolaron en esta reunión y sobre las que se hicieron preguntas. Una tiene que ver con los procedimientos. En los últimos tres o cuatro meses hemos asistido a este proceso de generación de este proyecto de ley de hidrocarburos en un contacto que se daba entre el gobierno nacional y los gobernadores.
En mi caso, y también el de otros legisladores, no hemos tenido esa información; sólo lo que se publicaba en algún análisis periodístico.
Y la verdad es que teniendo en cuenta la importancia que tiene esta norma -que no digo que, después de 47 años, no sea necesaria- su desarrollo debería haber transcurrido en la búsqueda de consensos, palabra que se usa mucho y creo que en este caso hubiera sido muy importante.
Brevemente voy a contar el caso de mi provincia, y aquí está el diputado Juan Mario Pais, que no me va a dejar mentir.
Al día siguiente de que los gobernadores hubieran cerrado el acuerdo con el Estado nacional, recién en ese momento el gobernador nos llamó a los diputados nacionales para tener una reunión y comentarnos lo que era un hecho consumado. Y la verdad que es una lástima porque, como dije el otro día en el recinto a raíz de otro tema, no nacimos de un repollo. Venimos de la época de la reforma constitucional del 94. Venimos de la época de la ley corta. Son todos pasos trascendentales para nuestras provincias periféricas, provincias con petróleo. A algunos de nosotros nos tocó gobernar pero no somos jeques provinciales; somos gobernadores de paso y nos tocó gobernar en esa época.
En ese sentido, me gustaría que este acuerdo tuviera sustento legal definitivo y contundente en las legislaturas provinciales. No tengan temor: si el proyecto de ley es correcto, las legislaturas provinciales lo van a votar.
Y tenemos la experiencia. Cuando tomamos la iniciativa después la ley corta, cuando iniciamos la renegociación del primer contrato, tuvimos el apoyo de 27 diputados sobre 23, peronistas todos, el 75 por ciento de los radicales y el 100 por ciento del (Patch).
Con respecto a las regalías -esta es mi segunda observación, no puedo dejar de decir lo que siento-, creo que es un error poner un tope. Y lo digo porque lo viví en carne propia; cuando tuvimos que negociar y dijimos "12 por ciento no; 15 por ciento", patalearon un poquito -¿qué empresario no va a patalear?- pero no se pusieron rojos. Y en estos siete años invirtieron 6.275 millones de dólares, y siguieron invirtiendo. Es decir, no hay impedimento para la inversión cuando hay un Estado que controla.
Pero también quiero hablar de lo que ha generado: 6 mil puestos de trabajo y 550 empresas, entre otras cosas. Pienso de lo que nos hubiéramos privado los chubutenses -y seguramente otras provincias- si esta ley hubiera existido en 2007, ya que producto de esa renegociación del 12 al 15 por ciento al arca provincial, a nuestra provincia, entraron 488 millones de dólares, el equivalente a 8 mil viviendas, a 450 escuelas de nivel inicial -hoy, que la presidenta ha planteado la escolaridad para la inclusión de los chicos de 4 años- y a 140 hospitales rurales. Fíjense las cosas que nos dio la posibilidad de hacer esa renegociación que hicimos nosotros. Por supuesto se hizo conversando con el gobierno nacional, pero la sensación que no puedo dejar de mencionar -porque la tengo atragantada hace mucho tiempo- es que las provincias siempre tenemos que pagar errores en otro estadio.
Habrá provincias que no habrán actuado bien, otras sí, pero ¿por qué nosotros? Nosotros podemos demostrar las cosas a tal punto que este gobierno -que no es mi gobierno actual en la provincia- también renegoció Tecpetrol, y lo hizo con el 15 por ciento, y el marco regulatorio de hidrocarburos en nuestra provincia es revolucionario.
Hay que decir las cosas de las que nosotros fuimos capaces. No nos impartieron las órdenes desde Puerto Madero. Lo resolvimos nosotros, ¿y saben por qué? Por el fuerte apego a la Constitución. Nada más y nada menos que por hacer cumplir el artículo 124 de la ley corta.
Y quiero mencionar una última cuestión, teniendo en cuenta las palabras del ingeniero Galuccio. Cuando algunos colegas hicieron referencia al tema ambiental, el ingeniero Galuccio expresó -me pareció muy bien- que vería con agrado que existiera -algo así dijo- una ley.
Quiero decirle al ingeniero que acá tenemos a los presidentes de las comisiones que intervienen en ese proceso; se encuentra disponible el texto de un proyecto según el cual en el mismo artículo 23, en el texto ampliado de dicho artículo, se fijan los presupuestos mínimos.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra la señora diputada Camaño, quien espero que pueda formular una pregunta porque, de lo contrario, el Frente Renovador va a quedar con pocas preguntas.
SRA. CAMAÑO No, vamos a tratar de ser concretos y hacer preguntas, presidenta.
En principio, agradezco a los funcionarios la presencia. Les quiero decir que creo que esta es una de las leyes más importantes que vamos a votar en los últimos diez años. Vamos a convalidar un decreto de la presidenta, que generó un acuerdo: el famoso acuerdo con Chevron.
Incluso después de las palabras manifestadas por el señor secretario en el sentido de que esta ley es la aplicación de ese convenio Chevron; es decir, lo ha valorado muchísimo el señor secretario y seguramente debe tener cuestiones muy importantes y estratégicas para nuestro país. Por eso en el momento en que lo hizo le pedí una interrupción, presidenta.
Le voy a volver a sugerir que esta Comisión se constituya en una comisión secreta. YPF no solamente es una empresa del Estado sino que es la empresa donde el Estado argentino tiene acciones, donde las provincias tienen acciones, y donde también tienen acciones Chevron, Slim, algunos fondos que se han dedicado a buitrear otras patrias y algunos otros personajes. Por eso creo que cuando hablamos de YPF -y por eso me pareció tan pertinente la pregunta del señor representante del PRO en el sentido de qué estábamos entregando-, tenemos que tener en claro esto. El señor Galuccio viene acá como CEO de todos estos intereses; también de los intereses del Estado argentino.
Por eso, señora presidente, voy a formular las preguntas en ese contexto, en ese marco, porque veo que lo de la sesión secreta no va a ser posible, pero él tuvo la gentileza de decirme que iba a contestar preguntas.
Quisiera que el señor Galuccio me conteste respecto de las utilidades de Chevron. Quisiera además que me conteste respecto a las previsiones medioambientales que, como se dijo acá y como figura en el texto, tendrán que ser preocupación y ocupación de este Congreso inmediatamente, porque me parece que lo inmediato nos está superando por sobre lo conveniente en el tema medioambiental.
Sin ser santacruceña y con algunos representantes de esa provincia acá, sé lo que significa la falta de agua en la zona este de la provincia de Santa Cruz, donde las personas tienen que higienizarse de noche, porque no hay agua.
Me interesa saber cuáles son las previsiones, no para esta norma sino las que está tomando YPF hoy en materia medioambiental, habida cuenta incluso de algunas cuestiones que el señor Galuccio ha manifestado de estos dos años gloriosos de YPF, donde le recuerdo que la gloria también tiene que ver con aquellos que llenamos los tanques, porque se ha observado el aumento de consumo de combustibles más importante que se haya registrado nunca.
Me gustaría saber cuánto gasta YPF en publicidad...
En principio, agradezco a los funcionarios la presencia. Les quiero decir que creo que esta es una de las leyes más importantes que vamos a votar en los últimos diez años. Vamos a convalidar un decreto de la presidenta, que generó un acuerdo: el famoso acuerdo con Chevron.
Incluso después de las palabras manifestadas por el señor secretario en el sentido de que esta ley es la aplicación de ese convenio Chevron; es decir, lo ha valorado muchísimo el señor secretario y seguramente debe tener cuestiones muy importantes y estratégicas para nuestro país. Por eso en el momento en que lo hizo le pedí una interrupción, presidenta.
Le voy a volver a sugerir que esta Comisión se constituya en una comisión secreta. YPF no solamente es una empresa del Estado sino que es la empresa donde el Estado argentino tiene acciones, donde las provincias tienen acciones, y donde también tienen acciones Chevron, Slim, algunos fondos que se han dedicado a buitrear otras patrias y algunos otros personajes. Por eso creo que cuando hablamos de YPF -y por eso me pareció tan pertinente la pregunta del señor representante del PRO en el sentido de qué estábamos entregando-, tenemos que tener en claro esto. El señor Galuccio viene acá como CEO de todos estos intereses; también de los intereses del Estado argentino.
Por eso, señora presidente, voy a formular las preguntas en ese contexto, en ese marco, porque veo que lo de la sesión secreta no va a ser posible, pero él tuvo la gentileza de decirme que iba a contestar preguntas.
Quisiera que el señor Galuccio me conteste respecto de las utilidades de Chevron. Quisiera además que me conteste respecto a las previsiones medioambientales que, como se dijo acá y como figura en el texto, tendrán que ser preocupación y ocupación de este Congreso inmediatamente, porque me parece que lo inmediato nos está superando por sobre lo conveniente en el tema medioambiental.
Sin ser santacruceña y con algunos representantes de esa provincia acá, sé lo que significa la falta de agua en la zona este de la provincia de Santa Cruz, donde las personas tienen que higienizarse de noche, porque no hay agua.
Me interesa saber cuáles son las previsiones, no para esta norma sino las que está tomando YPF hoy en materia medioambiental, habida cuenta incluso de algunas cuestiones que el señor Galuccio ha manifestado de estos dos años gloriosos de YPF, donde le recuerdo que la gloria también tiene que ver con aquellos que llenamos los tanques, porque se ha observado el aumento de consumo de combustibles más importante que se haya registrado nunca.
Me gustaría saber cuánto gasta YPF en publicidad...
SRA. PRESIDENTA CONTI Señora diputada: esto no es una interpelación al presidente de YPF.
SRA. CAMAÑO Estoy haciendo preguntas.
SRA. PRESIDENTA CONTI Pero, ¿sabe qué? No puede preguntar...
SRA. CAMAÑO Ahora le voy a preguntar a los otros funcionarios.
SRA. PRESIDENTA CONTI Estamos dirimiendo un proyecto de ley. Los problemas que usted tenga con Bulgheroni, resuélvalos con Bulgheroni.
SRA. CAMAÑO No conozco a Bulgheroni; probablemente ustedes lo conozcan mejor que yo.
SRA. PRESIDENTA CONTI Lo conocemos todos...
SRA. CAMAÑO Lo que quiero decirle, señora presidenta...
SRA. PRESIDENTA CONTI ...así que sea pertinente.
SRA. CAMAÑO Soy pertinente y estoy interrogando a la persona en la cual vamos a dejar la estrategia de la política energética en los próximos años.
Voy a seguir, presidenta.
¿Por qué algunos suponemos que las regalías son irrisorias? Esta ya es una pregunta para el señor ministro. Porque hay otros países -el caso de Bolivia, sin ir más lejos, o de Colombia- en los cuales las regalías son muchísimo más importantes. Por eso creemos que las regalías son irrisorias.
Se habla -ha hablado usted, señor ministro, por intermedio de la presidente, para que no lo tome como una interpelación- de la década del noventa. Hizo hincapié prácticamente en todo su discurso respecto a lo nefasta que ha sido la década del noventa. He sido una de las pocas legisladoras en este Congreso que siendo parte del bloque oficialista no votó la privatización de YPF, así que comparto plenamente lo que usted dice, señor ministro.
Ahora, advierto que, más allá de esto, siguen jugando los mismos actores. Y no solamente -como bien dijo acá la presidente cuando me quiso inculpar alguna relación con alguien que no conozco- los operadores...
Voy a seguir, presidenta.
¿Por qué algunos suponemos que las regalías son irrisorias? Esta ya es una pregunta para el señor ministro. Porque hay otros países -el caso de Bolivia, sin ir más lejos, o de Colombia- en los cuales las regalías son muchísimo más importantes. Por eso creemos que las regalías son irrisorias.
Se habla -ha hablado usted, señor ministro, por intermedio de la presidente, para que no lo tome como una interpelación- de la década del noventa. Hizo hincapié prácticamente en todo su discurso respecto a lo nefasta que ha sido la década del noventa. He sido una de las pocas legisladoras en este Congreso que siendo parte del bloque oficialista no votó la privatización de YPF, así que comparto plenamente lo que usted dice, señor ministro.
Ahora, advierto que, más allá de esto, siguen jugando los mismos actores. Y no solamente -como bien dijo acá la presidente cuando me quiso inculpar alguna relación con alguien que no conozco- los operadores...
SRA. PRESIDENTA CONTI ¿Ustedes se dedican a defender a los que no conocen? Si son títeres...
SRA. CAMAÑO ...no solamente los operadores del petróleo. Si quieren les doy la larga lista de beneficiarios de esta ley. Los operadores siguen siendo los mismos. Los que se llevan la plata siguen siendo los mismos. Y si no, que me expliquen a qué se deben las declaraciones del ex ministro Dromi...
SRA. PRESIDENTA CONTI Diputada Camaño: ¿por una vez puede atenerse a un formato de trabajo?
SRA. CAMAÑO ¡No me interrumpa, presidenta! ¡No tiene derecho a interrumpirme de esa manera!
SRA. PRESIDENTA CONTI ¡Pero usted está haciendo un discurso!
SRA. CAMAÑO ¡Usted preside la Comisión para ordenar el debate; no para interponerse en el discurso de los señores diputados!
SRA. PRESIDENTA CONTI ¡Usted está haciendo un discurso!
SRA. CAMAÑO ¡Y muchísimo menos cuando estoy interrogando!
Porque, en mi caso personal, no estoy haciendo un discurso. Le estoy preguntando...
Porque, en mi caso personal, no estoy haciendo un discurso. Le estoy preguntando...
SRA. PRESIDENTA CONTI Mirá, Graciela, lamentablemente siempre terminás en lo mismo. Ahora ya no usás el cachetazo; usás romper el esquema de trabajo.
SRA. CAMAÑO Señora presidente: trate de mantener el rol que usted tiene; nada más. No se tome una atribución que no le corresponde. Después, si quiere, contésteme políticamente.
Varios señores diputados hablan a la vez.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. PRESIDENTA CONTI ... tomaste en tu vida con tu marido.
SRA. CAMAÑO Muy educadita la señora presidenta, fundamentalmente después que le tiró la ropa al marido de ella a la calle. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Vos porque no te animás a hacer lo mismo con el tuyo.
SRA. CAMAÑO No tengo ganas.
Varios señores diputados hablan a la vez.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. CAMAÑO Voy a seguir preguntando además.
Varios señores diputados hablan a la vez.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. CAMAÑO Tengo varias dudas respecto del articulado, señor ministro.
Por ejemplo, en el artículo 23 no queda claro cómo se va a identificar el ex ante si se explora para convencionales o para no convencionales. Este es un tema que también se ha planteado en el Senado, y me parece que realmente lo podríamos mejorar si pusiéramos en el artículo que quien determina el objetivo de la exploración en convencional o en no convencional es la autoridad de aplicación, porque no queda claro si lo hace la autoridad de aplicación o el permisionario. Pareciera que fuera la autoridad de aplicación, pero no es claro.
Con respecto a los artículos 25 y 34 del proyecto, se habla de cinco permisos. Esto es discrecional. Nos parece que si de alguna manera intentáramos una autorización previa por parte de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia quizá podríamos lograr una mejor redacción.
La otra cuestión que también me parece que crea alguna duda es el artículo 29, que no distingue tampoco entre el Poder Ejecutivo nacional y el provincial.
Está también el tema de los nuevos plazos de exploración y la reducción del porcentaje de las regalías; este también es un tema que no acompañamos bajo ningún punto de vista porque estamos fijando un piso que es de un 5 por ciento, por lo que nos estamos yendo con una regalía que podría ser mejor y que -repito- tiene un piso de un 5 por ciento, que creemos que es muy bajo.
Es cierto que la ley actual en este sentido contenía esta posibilidad, pero lo que aquí funciona como novedad es que el proyecto lo extiende al gas y a los hidrocarburos extrapesados en offshore y creemos que esto es algo que debiéramos revisar.
En cuanto al carrier -que señaló en alguna respuesta alguno de los legisladores, y creo que lo hicieron como una cuestión que beneficiaba a las provincias juntamente con el bono y la regalía-, en realidad el artículo 18 -que incorpora el 91 bis a la ley de hidrocarburos- prohíbe el acarreo a favor de los titulares del dominio de los hidrocarburos, pero nada dice entre los socios de cualquier consorcio, por lo cual las empresas provinciales a futuro no se van a poder beneficiar con el acarreo, pero sí YPF.
Y quiero volver a poner esto en contexto, ya que no es un tema menor poner en contexto a YPF. Ese contexto, que nos habla de una empresa que tiene una fuerte participación privada y a la cual estamos privilegiando -esto que planteó el señor diputado preopinante en el sentido del traje a medida para YPF-, ¿hasta dónde va a beneficiar a todos los argentinos? Porque también hay cuestiones que se han omitido. Por ejemplo, en el proyecto se omitió algo que cuando trabajamos en la ley anterior había aparecido como sumamente beneficioso para todas las provincias; porque es cierto que los hidrocarburos tienen una pertenencia constitucional con aquellas provincias que lo tienen, pero no es menos cierto que hay un esfuerzo nacional y del resto de las provincias.
Creíamos que en la ley anterior con el Consejo Federal de Hidrocarburos de alguna manera estábamos trazando un lineamiento en materia de política hidrocarburífera. Este Consejo nunca fue reglamentado y por supuesto tampoco fue consultado en la redacción de este proyecto.
También creemos que hay una falla de origen de este proyecto porque usted sabe, señor ministro, que cuando los gobernadores tienen que venir a negociar cada tres meses con el gobierno central no lo hacen en igualdad de condiciones, es decir que no vienen a negociar sin ningún otro tipo de problemas.
Este proyecto de ley se logró consensuar en medio de esa negociación de la deuda de las provincias, y este no es un dato menor, porque esto también nos habla del impedimento que han tenido los gobernadores de defender de manera exhaustiva los intereses de las provincias.
Lamento mucho que la diputada se haya sentido tan ofendida con lo que he preguntado, pero me gustaría que me contesten.
Por ejemplo, en el artículo 23 no queda claro cómo se va a identificar el ex ante si se explora para convencionales o para no convencionales. Este es un tema que también se ha planteado en el Senado, y me parece que realmente lo podríamos mejorar si pusiéramos en el artículo que quien determina el objetivo de la exploración en convencional o en no convencional es la autoridad de aplicación, porque no queda claro si lo hace la autoridad de aplicación o el permisionario. Pareciera que fuera la autoridad de aplicación, pero no es claro.
Con respecto a los artículos 25 y 34 del proyecto, se habla de cinco permisos. Esto es discrecional. Nos parece que si de alguna manera intentáramos una autorización previa por parte de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia quizá podríamos lograr una mejor redacción.
La otra cuestión que también me parece que crea alguna duda es el artículo 29, que no distingue tampoco entre el Poder Ejecutivo nacional y el provincial.
Está también el tema de los nuevos plazos de exploración y la reducción del porcentaje de las regalías; este también es un tema que no acompañamos bajo ningún punto de vista porque estamos fijando un piso que es de un 5 por ciento, por lo que nos estamos yendo con una regalía que podría ser mejor y que -repito- tiene un piso de un 5 por ciento, que creemos que es muy bajo.
Es cierto que la ley actual en este sentido contenía esta posibilidad, pero lo que aquí funciona como novedad es que el proyecto lo extiende al gas y a los hidrocarburos extrapesados en offshore y creemos que esto es algo que debiéramos revisar.
En cuanto al carrier -que señaló en alguna respuesta alguno de los legisladores, y creo que lo hicieron como una cuestión que beneficiaba a las provincias juntamente con el bono y la regalía-, en realidad el artículo 18 -que incorpora el 91 bis a la ley de hidrocarburos- prohíbe el acarreo a favor de los titulares del dominio de los hidrocarburos, pero nada dice entre los socios de cualquier consorcio, por lo cual las empresas provinciales a futuro no se van a poder beneficiar con el acarreo, pero sí YPF.
Y quiero volver a poner esto en contexto, ya que no es un tema menor poner en contexto a YPF. Ese contexto, que nos habla de una empresa que tiene una fuerte participación privada y a la cual estamos privilegiando -esto que planteó el señor diputado preopinante en el sentido del traje a medida para YPF-, ¿hasta dónde va a beneficiar a todos los argentinos? Porque también hay cuestiones que se han omitido. Por ejemplo, en el proyecto se omitió algo que cuando trabajamos en la ley anterior había aparecido como sumamente beneficioso para todas las provincias; porque es cierto que los hidrocarburos tienen una pertenencia constitucional con aquellas provincias que lo tienen, pero no es menos cierto que hay un esfuerzo nacional y del resto de las provincias.
Creíamos que en la ley anterior con el Consejo Federal de Hidrocarburos de alguna manera estábamos trazando un lineamiento en materia de política hidrocarburífera. Este Consejo nunca fue reglamentado y por supuesto tampoco fue consultado en la redacción de este proyecto.
También creemos que hay una falla de origen de este proyecto porque usted sabe, señor ministro, que cuando los gobernadores tienen que venir a negociar cada tres meses con el gobierno central no lo hacen en igualdad de condiciones, es decir que no vienen a negociar sin ningún otro tipo de problemas.
Este proyecto de ley se logró consensuar en medio de esa negociación de la deuda de las provincias, y este no es un dato menor, porque esto también nos habla del impedimento que han tenido los gobernadores de defender de manera exhaustiva los intereses de las provincias.
Lamento mucho que la diputada se haya sentido tan ofendida con lo que he preguntado, pero me gustaría que me contesten.
- Varios señores diputados hablan a la vez.
Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, diputado Feletti.
SR. PRESIDENTE FELETTI No sé cuál de los funcionarios va a comenzar a responder o si va a haber respuestas porque muchas de las cosas que usted preguntó, diputada Camaño, están respondidas.
Usted hizo preguntas específicas sobre YPF. No es éste el lugar que hemos convocado...
Usted hizo preguntas específicas sobre YPF. No es éste el lugar que hemos convocado...
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FELETTI Discúlpenme; estamos tratando el proyecto de ley de hidrocarburos. En otro momento se puede convocar al CEO de YPF...
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FELETTI No interrumpan porque estoy hablando yo.
No estoy cometiendo un error. Acá estamos tratando la ley de hidrocarburos. No se trata de una interpelación al CEO de YPF.
No estoy cometiendo un error. Acá estamos tratando la ley de hidrocarburos. No se trata de una interpelación al CEO de YPF.
SRA. CAMAÑO ¿Para qué lo trajeron?
SR. PRESIDENTE FELETTI Para que exponga sobre el proyecto de ley de hidrocarburos.
Con respecto a las preguntas que usted, señora diputada, formuló sobre el proyecto de ley de hidrocarburos y sobre la relación entre Nación y provincias, el secretario Legal y Técnico expuso abundantemente y dio respuesta al tema.
Numerosos gobernadores acordaron este proyecto de ley. Me parece que es lógico que desde su rol de oposición plantee las críticas que correspondan, pero no son preguntas.
Usted ha planteado una interpelación al CEO de YPF, que no corresponde. Su posición, señora diputada, que por supuesto es respetable, es de oposición pero no está formulando preguntas.
Con respecto a las preguntas que usted, señora diputada, formuló sobre el proyecto de ley de hidrocarburos y sobre la relación entre Nación y provincias, el secretario Legal y Técnico expuso abundantemente y dio respuesta al tema.
Numerosos gobernadores acordaron este proyecto de ley. Me parece que es lógico que desde su rol de oposición plantee las críticas que correspondan, pero no son preguntas.
Usted ha planteado una interpelación al CEO de YPF, que no corresponde. Su posición, señora diputada, que por supuesto es respetable, es de oposición pero no está formulando preguntas.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FELETTI Ya fue suficiente. ¿Podemos seguir con el otro bloque?
SRA. CAMAÑO Por favor, déjeme decirle lo siguiente. Se lo digo respetuosamente. Nosotros en este proyecto de ley estamos aprobando todo lo actuado en el acuerdo con Chevron.
SR. PRESIDENTE FELETTI Ese es su juicio de valor.
Diputada Camaño: usted ha tenido una enorme cantidad de tiempo respecto del conjunto de los bloques. Lo que usted está haciendo es un juicio de valor que nosotros creemos que es inexacto, porque así lo es. Es inexacto, del mismo modo que cuando tratábamos el proyecto de ley de pago soberano decían que se buscaba impunidad de los funcionarios y del mismo modo que lo dicen con el Código Procesal.
Acá hay una ley de hidrocarburos que está tratando de resolver el problema de abastecimiento de gas y petróleo en la Argentina. Eso es así.
Vamos a pasar al siguiente bloque.
Diputada Camaño: usted ha tenido una enorme cantidad de tiempo respecto del conjunto de los bloques. Lo que usted está haciendo es un juicio de valor que nosotros creemos que es inexacto, porque así lo es. Es inexacto, del mismo modo que cuando tratábamos el proyecto de ley de pago soberano decían que se buscaba impunidad de los funcionarios y del mismo modo que lo dicen con el Código Procesal.
Acá hay una ley de hidrocarburos que está tratando de resolver el problema de abastecimiento de gas y petróleo en la Argentina. Eso es así.
Vamos a pasar al siguiente bloque.
SR. SOLÁ No hay respuestas.
SR. SECRETARIO LEGAL Y TÉCNICO Probablemente mi gimnasia legislativa esté un poco adormecida -fui diputado por Santa Cruz hace varios años- pero observo que aquí se utiliza el recurso de hacer decir al otro algo que no dijo, para después discutir con eso que el otro no dijo. Creo que hay un grave error en lo que dice. Acá no se está convalidando nada.
Dije que el modelo de promoción que se utilizó para una inversión que superaba los mil millones de dólares es un modelo que ha servido, tal es así que el ingeniero Galuccio explicó convenientemente todas las ventajas que ha traído esa explotación, y se vio también en los gráficos cuánto se incrementó la producción de YPF gracias a ese convenio.
El decreto 929 no aprueba nada respecto de Chevron. Crea un régimen de promoción que tratamos que sea aplicable a todas las empresas hidrocarburíferas que antes tenían que superar los mil millones de dólares para hacerse acreedoras de esos beneficios, que tienen que ver con la disponibilidad de crudo, de las divisas y la exportación e importación de insumos por otro decreto, sin impuestos.
La idea es extenderlo a todas las empresas que quieran invertir y bajar el monto de mil a 250 millones de dólares, pensando en extender un modelo que ha sido exitoso.
Decir que yo he dicho que tenían que convalidar Chevron -el hecho de que esté acá en tratamiento el contrato de Chevron- creo que ni siquiera es un recurso de la política sino de la mala política, porque se requiere que el otro tenga malos argumentos o haya hecho algo muy malo y reprochable para poder decir algo. Y realmente baja...
Dije que el modelo de promoción que se utilizó para una inversión que superaba los mil millones de dólares es un modelo que ha servido, tal es así que el ingeniero Galuccio explicó convenientemente todas las ventajas que ha traído esa explotación, y se vio también en los gráficos cuánto se incrementó la producción de YPF gracias a ese convenio.
El decreto 929 no aprueba nada respecto de Chevron. Crea un régimen de promoción que tratamos que sea aplicable a todas las empresas hidrocarburíferas que antes tenían que superar los mil millones de dólares para hacerse acreedoras de esos beneficios, que tienen que ver con la disponibilidad de crudo, de las divisas y la exportación e importación de insumos por otro decreto, sin impuestos.
La idea es extenderlo a todas las empresas que quieran invertir y bajar el monto de mil a 250 millones de dólares, pensando en extender un modelo que ha sido exitoso.
Decir que yo he dicho que tenían que convalidar Chevron -el hecho de que esté acá en tratamiento el contrato de Chevron- creo que ni siquiera es un recurso de la política sino de la mala política, porque se requiere que el otro tenga malos argumentos o haya hecho algo muy malo y reprochable para poder decir algo. Y realmente baja...
- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FELETTI Señora diputada: no interrumpa, por favor.
Adelante, señor Secretario.
Adelante, señor Secretario.
SR. SECRETARIO LEGAL Y TÉCNICO Las diferencias con el texto no son para que las discutamos entre los funcionarios y los diputados que preguntan. Entiendo que debe ser parte del trabajo de comisión. Creo que lo grueso de las respuestas se ha dado.
Hay un interés en decir que no hubo respuestas, y esto puede servir.
Además, hay otra cosa. Existe una falacia de impertinencia terrible, porque se quiere hablar de cualquier tema so pretexto de la ley de hidrocarburos, y no es lo que corresponde.
No hemos venido aquí a esto; hemos venido pensando que traemos un buen proyecto para que el país pueda autoabastecerse. Venimos a cumplir con la ley de soberanía hidrocarburífera, con la ley corta, con la Constitución de la Nación Argentina en su artículo 145. Y todo este esfuerzo que se puso en discutir con los gobernadores, en comprender su posición y los puntos que defendían, no puede malversarse por una discusión destemplada en este recinto.
Creo que es bueno que se discuta. Es muy bueno que haya puntos de vista adversos y que se puedan compatibilizar, o no, porque también este tipo de leyes -ya que se habla tanto de consensos- tiene el consenso básico establecido en la Constitución para este tipo de temas.
Hay un interés en decir que no hubo respuestas, y esto puede servir.
Además, hay otra cosa. Existe una falacia de impertinencia terrible, porque se quiere hablar de cualquier tema so pretexto de la ley de hidrocarburos, y no es lo que corresponde.
No hemos venido aquí a esto; hemos venido pensando que traemos un buen proyecto para que el país pueda autoabastecerse. Venimos a cumplir con la ley de soberanía hidrocarburífera, con la ley corta, con la Constitución de la Nación Argentina en su artículo 145. Y todo este esfuerzo que se puso en discutir con los gobernadores, en comprender su posición y los puntos que defendían, no puede malversarse por una discusión destemplada en este recinto.
Creo que es bueno que se discuta. Es muy bueno que haya puntos de vista adversos y que se puedan compatibilizar, o no, porque también este tipo de leyes -ya que se habla tanto de consensos- tiene el consenso básico establecido en la Constitución para este tipo de temas.
Ocupa la Presidencia la señora presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, diputada Conti.
SR. SECRETARIO LEGAL Y TÉCNICO De manera que no se puede hablar de consenso en teoría, de consenso como algo a lo que hay que arribar y, si no, no vale nada, que es la actitud que ha tomado en el último tiempo una gran parte de los sectores opositores que, por ejemplo, después de discutir dos años el Código Civil no fueron a votarlo. (Aplausos.)
No se puede decir que la mayoría parlamentaria que sancionó el Código Civil no era consenso suficiente. Sí señor: es consenso suficiente en los términos de la Constitución Nacional. Si hubieran necesitado un consenso superior, la Constitución así lo hubiera dispuesto.
No se puede decir que la mayoría parlamentaria que sancionó el Código Civil no era consenso suficiente. Sí señor: es consenso suficiente en los términos de la Constitución Nacional. Si hubieran necesitado un consenso superior, la Constitución así lo hubiera dispuesto.
- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. SECRETARIO LEGAL Y TÉCNICO Entonces, siento mucho que se trate de malversar las cosas, porque hasta aquí creo que la reunión había transcurrido en un plano de respeto que yo quiero continuar.
Esto de buscar alguna postura que saque al otro de lugar o de provocar a uno para generar una respuesta, no creo que sea un mecanismo que tengamos que buscar. Hoy tienen el recinto, tienen los medios para ir a decir lo que quieran y nadie los limita, porque gracias a Dios estamos viviendo en un período en el que existe la mayor libertad de expresión, la mayor libertad de imprenta y la mayor libertad de crítica que ha vivido este país en sus 200 años de historia. (Aplausos.)
Esto de buscar alguna postura que saque al otro de lugar o de provocar a uno para generar una respuesta, no creo que sea un mecanismo que tengamos que buscar. Hoy tienen el recinto, tienen los medios para ir a decir lo que quieran y nadie los limita, porque gracias a Dios estamos viviendo en un período en el que existe la mayor libertad de expresión, la mayor libertad de imprenta y la mayor libertad de crítica que ha vivido este país en sus 200 años de historia. (Aplausos.)
SR. ZABALZA Voy a hablar yo, y luego lo harán los diputados Duclós y Cuccovillo.
La verdad que no me toca hacer uso de la palabra en un momento agradable.
La verdad que no me toca hacer uso de la palabra en un momento agradable.
SRA. PRESIDENTA CONTI Confío en su criterio, señor diputado. La verdad que usted siempre coopera...
SR. ZABALZA Objetivamente tengo todo el criterio del mundo, como siempre, a pesar de las cosas que pasan.
Creo que hubo excesos. Creo que no corresponde, señor secretario Legal y Técnico -y lo digo con todo respeto-, referirse de esa manera al funcionamiento de la Cámara de Diputados, particularmente atacando a la oposición. En verdad, no se justifica.
No quiero entrar en polémica sobre nada. Vengo con el mejor espíritu constructivo, como siempre, porque estamos pensando permanentemente en la Nación Argentina.
Nosotros queremos un plan estratégico en materia energética para el país. Creemos que no estamos frente a un plan estratégico en materia energética para la Argentina, y así estamos en las condiciones que estamos hoy, que no son graves pero son delicadas.
Queremos una YPF como la hemos querido siempre. Le tocó hoy a Galuccio la responsabilidad de estar al frente de esta empresa. Nosotros queremos una empresa cada vez más nacional, cada vez más argentina.
Queremos y respetamos profundamente a los hombres y mujeres que dejaron su vida en los Yacimientos Petrolíferos Fiscales, muchos de los cuales se vieron frustrados en determinado momento con políticas que jamás nosotros acompañamos, que son las políticas de la entrega, de la desregulación y de las concesiones, que hoy estamos manteniendo como tales. Y nosotros -y lo digo con mucho respeto- creo que tenemos derecho a pensar que no sabemos si este es el mejor camino para que Argentina pueda consolidar la explotación de su riqueza hidrocarburífera al servicio de un proyecto de Nación que contenga y aumente los derechos para todos los argentinos. Esta es nuestra voluntad.
La exposición conceptual la haremos en el recinto, como corresponde, pero ahora queremos hacer determinadas preguntas.
Reivindico lo dicho por la diputada Camaño. La ley 26.741 establecía la conformación de un Consejo Federal de Hidrocarburos. Si no tengo mala información, este Consejo no fue constituido, y éste, que era el lugar lógico donde pudieran participar todas las provincias de la Argentina junto al Poder Ejecutivo nacional para delinear una política de hidrocarburífera -tal como está planteado sus objetivos-, tampoco fue motivo de ninguna consulta por parte del Poder Ejecutivo para conocer la opinión del resto de las provincias acerca del contenido de este proyecto de ley de hidrocarburos.
Reivindicamos conceptos que mencionó la secretaria de Energía, y quiero repetir sus términos para no equivocarme. Dijo que necesitamos una ley moderna, transparente y homogénea. Reivindicamos y compartimos también las palabras de Galuccio acerca de la previsibilidad técnica, legal y fiscal en el marco de esta norma, pero sinceramente creemos que estos conceptos -transparencia y previsibilidad- están bastante ausentes de la realidad cotidiana de la Argentina.
Necesitamos avanzar seriamente en un debate profundo acerca de cuál es la mejor ley de hidrocarburos que compete a la defensa del interés nacional. Por eso pensamos que era necesaria esta consulta al Consejo Federal, porque el resto de las provincias han visto cómo el Estado nacional negoció con un grupo de provincias, que son las que tienen el recurso petrólero. Nos parece que eso achica la posibilidad de la existencia de un plan nacional.
En segundo lugar, quisiera también preguntar cuál es el motivo por el cual se elimina el límite de cinco áreas por empresa para entregar en concesión.
En tercer término, ¿por qué se mantiene el esquema de control de producción a través de las declaraciones juradas, que ha demostrado ser absolutamente ineficiente y una fuente grande de corrupción?
En cuarto lugar, quiero referirme al tema ambiental. Estamos convencidos de que le corresponde a la Nación -porque es la que tiene la fuerza para hacerlo-, y sin avanzar sobre el federalismo provincial, dictar las normas ambientales imprescindibles para evitar toda duda.
Nuestra lectura es que estamos frente a un plan ambiental de desregulación de la política ambiental a favor de las empresas privadas.
Señora presidenta: estas son las preguntas que quiero formular.
Creo que hubo excesos. Creo que no corresponde, señor secretario Legal y Técnico -y lo digo con todo respeto-, referirse de esa manera al funcionamiento de la Cámara de Diputados, particularmente atacando a la oposición. En verdad, no se justifica.
No quiero entrar en polémica sobre nada. Vengo con el mejor espíritu constructivo, como siempre, porque estamos pensando permanentemente en la Nación Argentina.
Nosotros queremos un plan estratégico en materia energética para el país. Creemos que no estamos frente a un plan estratégico en materia energética para la Argentina, y así estamos en las condiciones que estamos hoy, que no son graves pero son delicadas.
Queremos una YPF como la hemos querido siempre. Le tocó hoy a Galuccio la responsabilidad de estar al frente de esta empresa. Nosotros queremos una empresa cada vez más nacional, cada vez más argentina.
Queremos y respetamos profundamente a los hombres y mujeres que dejaron su vida en los Yacimientos Petrolíferos Fiscales, muchos de los cuales se vieron frustrados en determinado momento con políticas que jamás nosotros acompañamos, que son las políticas de la entrega, de la desregulación y de las concesiones, que hoy estamos manteniendo como tales. Y nosotros -y lo digo con mucho respeto- creo que tenemos derecho a pensar que no sabemos si este es el mejor camino para que Argentina pueda consolidar la explotación de su riqueza hidrocarburífera al servicio de un proyecto de Nación que contenga y aumente los derechos para todos los argentinos. Esta es nuestra voluntad.
La exposición conceptual la haremos en el recinto, como corresponde, pero ahora queremos hacer determinadas preguntas.
Reivindico lo dicho por la diputada Camaño. La ley 26.741 establecía la conformación de un Consejo Federal de Hidrocarburos. Si no tengo mala información, este Consejo no fue constituido, y éste, que era el lugar lógico donde pudieran participar todas las provincias de la Argentina junto al Poder Ejecutivo nacional para delinear una política de hidrocarburífera -tal como está planteado sus objetivos-, tampoco fue motivo de ninguna consulta por parte del Poder Ejecutivo para conocer la opinión del resto de las provincias acerca del contenido de este proyecto de ley de hidrocarburos.
Reivindicamos conceptos que mencionó la secretaria de Energía, y quiero repetir sus términos para no equivocarme. Dijo que necesitamos una ley moderna, transparente y homogénea. Reivindicamos y compartimos también las palabras de Galuccio acerca de la previsibilidad técnica, legal y fiscal en el marco de esta norma, pero sinceramente creemos que estos conceptos -transparencia y previsibilidad- están bastante ausentes de la realidad cotidiana de la Argentina.
Necesitamos avanzar seriamente en un debate profundo acerca de cuál es la mejor ley de hidrocarburos que compete a la defensa del interés nacional. Por eso pensamos que era necesaria esta consulta al Consejo Federal, porque el resto de las provincias han visto cómo el Estado nacional negoció con un grupo de provincias, que son las que tienen el recurso petrólero. Nos parece que eso achica la posibilidad de la existencia de un plan nacional.
En segundo lugar, quisiera también preguntar cuál es el motivo por el cual se elimina el límite de cinco áreas por empresa para entregar en concesión.
En tercer término, ¿por qué se mantiene el esquema de control de producción a través de las declaraciones juradas, que ha demostrado ser absolutamente ineficiente y una fuente grande de corrupción?
En cuarto lugar, quiero referirme al tema ambiental. Estamos convencidos de que le corresponde a la Nación -porque es la que tiene la fuerza para hacerlo-, y sin avanzar sobre el federalismo provincial, dictar las normas ambientales imprescindibles para evitar toda duda.
Nuestra lectura es que estamos frente a un plan ambiental de desregulación de la política ambiental a favor de las empresas privadas.
Señora presidenta: estas son las preguntas que quiero formular.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Duclós.
SR. DUCLÓS Señora presidenta: efectivamente, como expresaba el señor diputado Zabalza, creo que las expresiones del secretario Zannini simbolizan un poco el contexto político en el que venimos a llevar adelante este debate.
Creo que nuevamente falta la voluntad política de intentar construir una política de Estado para que cada gobierno no esté empezando de nuevo a trabajar en un tema tan trascendente.
Hizo falta un debate político previo. Hoy nos convocan a adherir a la propuesta que el oficialismo trae. Quisiéramos haber participado de un debate político previo, como lo hacen los países que están avanzando positivamente en la materia -como Brasil y México-, con los líderes políticos para definir los lineamientos de política de Estado.
¿Y por qué no también, cuando hablamos de federalismo, no discutir con todas las provincias? Porque está claro el derecho de las provincias titulares de los recursos, pero también hay probabilidades de recursos en el resto de las provincias.
También algunas de las provincias participan en la refinación, en la comercialización y en el transporte; todas deberían estar integradas en el diseño de la institucionalidad de la política energética nacional.
Lamentablemente se reproduce una fragmentación en este debate. Los funcionarios, en un esfuerzo dialéctico extraordinario, han intentado mostrar que están sumando un nuevo capítulo en la epopeya del éxito en la política energética, y sinceramente nosotros tenemos una opinión totalmente distinta. Creemos que están sumando un nuevo fracaso.
En estos años se ha caído en un estrepitoso fracaso de la política energética. Y creo que no pueden venir a plantear la crítica de los 90 cuando ustedes formaron parte de las decisiones que se tomaron en esos años, cuando se privatizó YPF. Ustedes eran gobierno cuando se otorgaron extraordinarios beneficios a Repsol para que pudiera sacar los dividendos y facilitar de esa manera el vaciamiento de la empresa que después criticaron.
Ustedes crearon Enarsa y dijeron que iba a ser la nueva Petrobrás, y sin embargo solo fue el instrumento para importar combustibles.
Entonces, sinceremos el debate. Un poco de autocrítica, por favor. Creo que haría falta otro gesto, porque en una República donde los funcionarios se hacen responsables creo que un ministro con este fracaso tendría que haber presentado la renuncia. Pero esa es una decisión que nos trasciende, y yo creo que la permanencia en el cargo le traslada la responsabilidad hacia arriba a la presidenta.
Pero lamentablemente la falta de sinceridad en el debate nos lleva a estas posiciones inconexas donde no podemos avanzar.
Quiero hacerle algunas preguntas concretas a la secretaria de Energía. ¿Cuáles son las auditorías que se han hecho en los últimos tiempos sobre las concesiones vigentes? En los últimos años, ¿cuál ha sido la metodología de las auditorías? Esa metodología, ¿qué grado de cumplimiento de los contratos tuvo?
Esto es importante porque es la forma en la que podemos imaginar cómo se va a trabajar con las renovaciones de las concesiones, con las prórrogas.
La secretaria dijo que no hacían falta las licitaciones porque el que tenía una concesión de un yacimiento convencional estaba con ventajas y entonces debía ser quien asumiera la explotación no convencional. Al contario. Creo que ese es el argumento para reclamar la licitación, y en todo caso ahí tiene una ventaja objetiva el que está explotando, pero de ninguna manera puede invalidar que se llame a licitación para convocar a la inversión de manera separada para el yacimiento no convencional.
Entonces, ¿cómo se ha trabajado con las auditorías? Porque en un momento descubrimos que se había vaciado YPF, y nada se dijo del resto de las concesiones de las otras empresas. Entonces, queremos saber qué se ha hecho en este tiempo sobre este asunto.
Quiero preguntar al ingeniero Galuccio respecto a la viabilidad de Vaca Muerta. ¿Cuál es el precio del petróleo para que Vaca Muerta sea viable? Últimamente ha habido bajas en los precios internacionales. Se habló de que Estados Unidos es el principal productor en la materia y que estaría en los 80-90 dólares para que cierre la ecuación.
En nuestro caso, ¿cuál es el precio en que cierra la ecuación para que Vaca Muerta sea rentable? ¿Cuál es el costo del capital propio hoy para YPF y el endeudamiento promedio para que realmente sea rentable, con la tasa de descuento que se tiene?
Teniendo en cuenta que se han incrementado fuertemente las naftas en los últimos tiempos, ¿cuál es la proyección hacia adelante? Sabemos que ante la falta de financiamiento genuino suficiente, YPF ha buscado financiarse con la actualización del precio de las naftas. Queremos saber entonces cómo sigue esto hacia adelante, porque esto tiene mucho que ver con los costos internos.
¿Cuál es el precio dólar que ustedes están imaginando para los combustibles en el futuro?
¿Cómo están redefiniendo las metas del plan quinquenal que presentó YPF y que sabemos que está lejos de cumplirse? Me refiero a los 35.000 millones de dólares en cinco años.
¿Cómo se está diseñando eso o con qué proyección están fijando las nuevas metas? Por ahora son esas las preguntas.
Creo que nuevamente falta la voluntad política de intentar construir una política de Estado para que cada gobierno no esté empezando de nuevo a trabajar en un tema tan trascendente.
Hizo falta un debate político previo. Hoy nos convocan a adherir a la propuesta que el oficialismo trae. Quisiéramos haber participado de un debate político previo, como lo hacen los países que están avanzando positivamente en la materia -como Brasil y México-, con los líderes políticos para definir los lineamientos de política de Estado.
¿Y por qué no también, cuando hablamos de federalismo, no discutir con todas las provincias? Porque está claro el derecho de las provincias titulares de los recursos, pero también hay probabilidades de recursos en el resto de las provincias.
También algunas de las provincias participan en la refinación, en la comercialización y en el transporte; todas deberían estar integradas en el diseño de la institucionalidad de la política energética nacional.
Lamentablemente se reproduce una fragmentación en este debate. Los funcionarios, en un esfuerzo dialéctico extraordinario, han intentado mostrar que están sumando un nuevo capítulo en la epopeya del éxito en la política energética, y sinceramente nosotros tenemos una opinión totalmente distinta. Creemos que están sumando un nuevo fracaso.
En estos años se ha caído en un estrepitoso fracaso de la política energética. Y creo que no pueden venir a plantear la crítica de los 90 cuando ustedes formaron parte de las decisiones que se tomaron en esos años, cuando se privatizó YPF. Ustedes eran gobierno cuando se otorgaron extraordinarios beneficios a Repsol para que pudiera sacar los dividendos y facilitar de esa manera el vaciamiento de la empresa que después criticaron.
Ustedes crearon Enarsa y dijeron que iba a ser la nueva Petrobrás, y sin embargo solo fue el instrumento para importar combustibles.
Entonces, sinceremos el debate. Un poco de autocrítica, por favor. Creo que haría falta otro gesto, porque en una República donde los funcionarios se hacen responsables creo que un ministro con este fracaso tendría que haber presentado la renuncia. Pero esa es una decisión que nos trasciende, y yo creo que la permanencia en el cargo le traslada la responsabilidad hacia arriba a la presidenta.
Pero lamentablemente la falta de sinceridad en el debate nos lleva a estas posiciones inconexas donde no podemos avanzar.
Quiero hacerle algunas preguntas concretas a la secretaria de Energía. ¿Cuáles son las auditorías que se han hecho en los últimos tiempos sobre las concesiones vigentes? En los últimos años, ¿cuál ha sido la metodología de las auditorías? Esa metodología, ¿qué grado de cumplimiento de los contratos tuvo?
Esto es importante porque es la forma en la que podemos imaginar cómo se va a trabajar con las renovaciones de las concesiones, con las prórrogas.
La secretaria dijo que no hacían falta las licitaciones porque el que tenía una concesión de un yacimiento convencional estaba con ventajas y entonces debía ser quien asumiera la explotación no convencional. Al contario. Creo que ese es el argumento para reclamar la licitación, y en todo caso ahí tiene una ventaja objetiva el que está explotando, pero de ninguna manera puede invalidar que se llame a licitación para convocar a la inversión de manera separada para el yacimiento no convencional.
Entonces, ¿cómo se ha trabajado con las auditorías? Porque en un momento descubrimos que se había vaciado YPF, y nada se dijo del resto de las concesiones de las otras empresas. Entonces, queremos saber qué se ha hecho en este tiempo sobre este asunto.
Quiero preguntar al ingeniero Galuccio respecto a la viabilidad de Vaca Muerta. ¿Cuál es el precio del petróleo para que Vaca Muerta sea viable? Últimamente ha habido bajas en los precios internacionales. Se habló de que Estados Unidos es el principal productor en la materia y que estaría en los 80-90 dólares para que cierre la ecuación.
En nuestro caso, ¿cuál es el precio en que cierra la ecuación para que Vaca Muerta sea rentable? ¿Cuál es el costo del capital propio hoy para YPF y el endeudamiento promedio para que realmente sea rentable, con la tasa de descuento que se tiene?
Teniendo en cuenta que se han incrementado fuertemente las naftas en los últimos tiempos, ¿cuál es la proyección hacia adelante? Sabemos que ante la falta de financiamiento genuino suficiente, YPF ha buscado financiarse con la actualización del precio de las naftas. Queremos saber entonces cómo sigue esto hacia adelante, porque esto tiene mucho que ver con los costos internos.
¿Cuál es el precio dólar que ustedes están imaginando para los combustibles en el futuro?
¿Cómo están redefiniendo las metas del plan quinquenal que presentó YPF y que sabemos que está lejos de cumplirse? Me refiero a los 35.000 millones de dólares en cinco años.
¿Cómo se está diseñando eso o con qué proyección están fijando las nuevas metas? Por ahora son esas las preguntas.
SR. METAZA Antes de continuar, quiero decir a los señores diputados que por favor traten de limitarse a las preguntas, porque todavía quedan nueve diputados anotados en la lista de oradores.
SR. CUCCOVILLO Me voy a limitar a las preguntas, pero quiero enmarcarlo dentro del planteo que han hecho mis compañeros de bloque. Entiendo que aquí la mayoría de los diputados presentes nos enarbolamos en la idea de un gran proyecto nacional, que debe inscribirse con todas las provincias, con todos los personajes, con todos los sectores, con todos los actores, y me parece que esta ley carece de esto.
Esta norma carece del consenso necesario para poder tener efectivamente una ley nacional de hidrocarburos. Más que consensuado, creo que este proyecto se ha tironeado con las provincias y nosotros llegamos aquí, casi sin mayores informaciones, como ninguna información tenemos acerca del pacto con Chevron.
Concretamente me voy a limitar a cuatro preguntas. El artículo 91 bis de la ley 17.319 estipula que las provincias y el Estado nacional no establecerán en el futuro nuevas áreas reservadas a favor de entidades o empresas públicas o con participación estatal, cualquiera fuera su forma jurídica. ¿Cuál es la razón y qué ventajas obtendría el país con esto?
En segundo lugar, vuelvo al planteo que hacía Zabalza con respecto a la política ambiental. ¿Qué mecanismos implementará el Estado nacional en materia de impacto ambiental en el cumplimiento de la ley general de ambiente, en especial en la exploración y explotación no convencional? Me parece muy importante que avancemos en el futuro en un proyecto de una nueva ley ambiental moderna y actual, pero hoy tenemos esta norma y la tenemos que implementar. Me interesaría saber cuáles son los mecanismos que va a aplicar el Estado nacional a este respecto.
En los artículos 25 y 34 de la norma se suprime el párrafo en el cual se establecen los límites en cuanto a la cantidad de permisos de explotación que podía tener una persona física o jurídica. Si bien esto podría ser beneficioso para YPF, también lo sería para las empresas privadas nacionales y extranjeras que sean beneficiarias en las futuras concesiones. ¿Cómo se evitará la conformación de oligopolios con la consecuente concentración económica que ello implicaría?
Y, por último, ¿por qué los plazos de explotación son tan largos -veinticinco más 10, 35 en total en los convencionales y 35 más 10 en los no convencionales-, teniendo en cuenta las prórrogas ya hechas de los contratos que vencían en 2017 y fueron prorrogadas hasta 2027, cuando un titular de explotación no convencional -que a la vez ya era titular de la explotación adyacente según el artículo 27 bis- podrá solicitar la unificación de ambas siempre que se demostrara la continuidad geológica?
¿Cómo se cuentan los plazos de concesión?
Esta norma carece del consenso necesario para poder tener efectivamente una ley nacional de hidrocarburos. Más que consensuado, creo que este proyecto se ha tironeado con las provincias y nosotros llegamos aquí, casi sin mayores informaciones, como ninguna información tenemos acerca del pacto con Chevron.
Concretamente me voy a limitar a cuatro preguntas. El artículo 91 bis de la ley 17.319 estipula que las provincias y el Estado nacional no establecerán en el futuro nuevas áreas reservadas a favor de entidades o empresas públicas o con participación estatal, cualquiera fuera su forma jurídica. ¿Cuál es la razón y qué ventajas obtendría el país con esto?
En segundo lugar, vuelvo al planteo que hacía Zabalza con respecto a la política ambiental. ¿Qué mecanismos implementará el Estado nacional en materia de impacto ambiental en el cumplimiento de la ley general de ambiente, en especial en la exploración y explotación no convencional? Me parece muy importante que avancemos en el futuro en un proyecto de una nueva ley ambiental moderna y actual, pero hoy tenemos esta norma y la tenemos que implementar. Me interesaría saber cuáles son los mecanismos que va a aplicar el Estado nacional a este respecto.
En los artículos 25 y 34 de la norma se suprime el párrafo en el cual se establecen los límites en cuanto a la cantidad de permisos de explotación que podía tener una persona física o jurídica. Si bien esto podría ser beneficioso para YPF, también lo sería para las empresas privadas nacionales y extranjeras que sean beneficiarias en las futuras concesiones. ¿Cómo se evitará la conformación de oligopolios con la consecuente concentración económica que ello implicaría?
Y, por último, ¿por qué los plazos de explotación son tan largos -veinticinco más 10, 35 en total en los convencionales y 35 más 10 en los no convencionales-, teniendo en cuenta las prórrogas ya hechas de los contratos que vencían en 2017 y fueron prorrogadas hasta 2027, cuando un titular de explotación no convencional -que a la vez ya era titular de la explotación adyacente según el artículo 27 bis- podrá solicitar la unificación de ambas siempre que se demostrara la continuidad geológica?
¿Cómo se cuentan los plazos de concesión?
SRA. SECRETARIA DE ENERGÍA Voy a responder algunas de las preguntas puntuales respecto de las auditorías, por ejemplo.
Al que le corresponde controlar la ejecución de los planes es a la autoridad de la aplicación. En el caso de las provincias, la autoridad de aplicación es justamente la auditoría provincial. La concesión actualmente en aguas offshore, que le corresponde controlar al Estado nacional, es justamente Carina y Vega Pléyade, de la cual se han dado numerosos ejemplos hoy.
Total es, junto con YPF, el principal productor de gas de Argentina; es una de las empresas que está trabajando muy bien en este momento en el país y es una de las que están logrando repuntar la producción de gas; es la que ha traído los jackups que comentaba Galuccio.
Esto trae a colación otra pregunta también, tal vez no sobre la ley específicamente -y sé que tenemos que atenernos a la ley sobre el tema de las declaraciones juradas. Nos hemos reunido hace un mes y medio aproximadamente con todas las petroleras que operan en el país y se ha extendido hasta el 30 de noviembre -es una resolución que se publicó en el boletín oficial- el plazo para que homologuen todos los medidores que llamamos hoy en día off system, que no son los PIS -los puntos de inyección al sistema-, que están homologados y cumplen todos los requisitos del Enargás.
Existen todavía en algunos casos puntuales medidores que ya están instalados pero que no cumplen con todos los requisitos que fija el Enargás para poder entender esa medición como automática y fiscalizada y no como declaración jurada.
El plazo que se le dio a todas las empresas, absolutamente a todas, es hasta el 30 de noviembre -ahora, dentro de un poco más de un mes-, y particularmente Total -que es la que se encarga de controlar la autoridad de aplicación del Estado nacional- no tiene un solo punto de medición off system que esté reportando valores mayores a cero, lo cual implica que justamente Total...
Es un caso bueno, es un caso de buen comportamiento desde ese punto de vista, no obstante lo cual el tema de las declaraciones juradas es un planteo razonable. Lo estamos trabajando y hay plazo hasta el 30 de noviembre. Hay empresas a las que les costará un poco más cumplir.
Ya han presentado los planes de adecuación y hasta ahora todas las empresas nos dijeron que están en condiciones de cumplir. Esperamos que así sea. Esto con respecto a los controles y las auditorías que se están haciendo hoy en día en lo que a la autoridad de aplicación -que es el Estado nacional- le compete, que son las áreas offshore.
Quería desmentir algo que se dijo en cuanto a que yo dije que no hacía falta la licitación. No. Justamente, si la autoridad de aplicación lo decide, llama a licitación. Si la autoridad de aplicación no se encuentra satisfecha a partir de los controles, ya sea en forma de auditoría o ni siquiera en forma de auditoría...
Por ejemplo, en las condiciones -me encantaría que estén en las del pliego modelo, pero si no podemos hacer un pliego modelo tan ambicioso, que estén en la de los pliegos particulares- que se disponen podría estar, por ejemplo, la revisión de los planes de inversión quinquenales una vez por año, y que una vez por año tenga la operadora -o la UTE conformada por varias operadoras- que presentar tanto los resultados como los resultados comparativos respecto del plan.
Esto es algo que puede incluirse en el pliego, la obligatoriedad de reportar cuán bien o mal se cumplió el plan propuesto, con lo cual en el pliego de condiciones la autoridad de aplicación puede -y me encantaría- ser lo más exigente que las condiciones le permitan.
De manera tal que bajo ningún punto de vista dijimos que no hacía falta la licitación. Lo que intenté hacer -en la mejor de mis capacidades- fue explicar por qué se incluye la posibilidad de que el actual operador pida esta prórroga, siempre que haya cumplido -a criterio de la autoridad de aplicación-, siempre que esté produciendo, no mediante declaraciones juradas sino mediante medidores homologados fiscalmente, y siempre que presente un plan de inversiones que a la autoridad de aplicación le parezca adecuado.
Si se cumplen estas tres condiciones más las condiciones que a la autoridad de aplicación le parezcan pertinentes, ésta puede decidir otorgar la prórroga con el incremento de regalías, con el pago del bono, del canon, etcétera, o puede decidir no otorgarla porque no le satisface o porque cree que otros pueden hacer algo mejor con ese recurso para el cual ostenta su dominio, y abrir la licitación y llamar a otros.
Entiendo que ustedes puedan interpretarlo como les parezca adecuado, pero no es la forma en que lo interpretamos nosotros; no está en el espíritu de la norma, no fue la intención y no entendemos que eso se interpreta de lo que quedó redactado.
Respecto de la no reserva de áreas, justamente el objetivo principal es dinamizar la producción. Nosotros no queremos fomentar negocios inmobiliarios hechos con los terrenos que eventualmente podrían revalorizarse por los trabajos que se están llevando a cabo en las áreas adyacentes. Lo que pretende este proyecto de ley es justamente fomentar la producción. Por eso se incluye en este tipo de cuestiones como los indicadores. Se exhorta a que en el pliego modelo se incluyan los criterios mediante los cuales se van a asignar las licitaciones, que son justamente inversiones y producción.
No quiero repetirme porque siempre estoy diciendo algo parecido, pero también preguntaron sobre las longitudes de las concesiones. Lo explicó muy bien Miguel Galuccio: un pozo tiene una vida útil de entre 25 y 40 años desde el momento en que uno lo perfora hasta que deja de producir.
Además, uno tiene un plan de perforación; no se perforan cien pozos al mismo tiempo. YPF ha logrado perforar muchos pozos en Loma Campana. Ese es un proyecto marcadamente exitoso, pero hay un plan de perforación que se extiende en el tiempo. Esta norma pretende dar previsibilidad porque la rentabilidad las empresas que hacen sus planes de inversión -que obviamente los hacen buscando una tasa de rentabilidad- tiene que ser acorde a esos planes. Entonces, para que las empresas puedan hacer ese plan con un horizonte de previsibilidad, sabiendo que están tratando con infraestructura cuya vida útil va de los 25 a los 40 años, entendemos que los plazos son más que adecuados y son muy pertinentes desde el punto de vista que consideran la diferencia entre un tipo de explotación y la otra. No son plazos arbitrarios.
De nuevo, me parece bien si no están de acuerdo con esos números particularmente, pero son fundados, y los fundamentos son los que acabo de explicar.
Al que le corresponde controlar la ejecución de los planes es a la autoridad de la aplicación. En el caso de las provincias, la autoridad de aplicación es justamente la auditoría provincial. La concesión actualmente en aguas offshore, que le corresponde controlar al Estado nacional, es justamente Carina y Vega Pléyade, de la cual se han dado numerosos ejemplos hoy.
Total es, junto con YPF, el principal productor de gas de Argentina; es una de las empresas que está trabajando muy bien en este momento en el país y es una de las que están logrando repuntar la producción de gas; es la que ha traído los jackups que comentaba Galuccio.
Esto trae a colación otra pregunta también, tal vez no sobre la ley específicamente -y sé que tenemos que atenernos a la ley sobre el tema de las declaraciones juradas. Nos hemos reunido hace un mes y medio aproximadamente con todas las petroleras que operan en el país y se ha extendido hasta el 30 de noviembre -es una resolución que se publicó en el boletín oficial- el plazo para que homologuen todos los medidores que llamamos hoy en día off system, que no son los PIS -los puntos de inyección al sistema-, que están homologados y cumplen todos los requisitos del Enargás.
Existen todavía en algunos casos puntuales medidores que ya están instalados pero que no cumplen con todos los requisitos que fija el Enargás para poder entender esa medición como automática y fiscalizada y no como declaración jurada.
El plazo que se le dio a todas las empresas, absolutamente a todas, es hasta el 30 de noviembre -ahora, dentro de un poco más de un mes-, y particularmente Total -que es la que se encarga de controlar la autoridad de aplicación del Estado nacional- no tiene un solo punto de medición off system que esté reportando valores mayores a cero, lo cual implica que justamente Total...
Es un caso bueno, es un caso de buen comportamiento desde ese punto de vista, no obstante lo cual el tema de las declaraciones juradas es un planteo razonable. Lo estamos trabajando y hay plazo hasta el 30 de noviembre. Hay empresas a las que les costará un poco más cumplir.
Ya han presentado los planes de adecuación y hasta ahora todas las empresas nos dijeron que están en condiciones de cumplir. Esperamos que así sea. Esto con respecto a los controles y las auditorías que se están haciendo hoy en día en lo que a la autoridad de aplicación -que es el Estado nacional- le compete, que son las áreas offshore.
Quería desmentir algo que se dijo en cuanto a que yo dije que no hacía falta la licitación. No. Justamente, si la autoridad de aplicación lo decide, llama a licitación. Si la autoridad de aplicación no se encuentra satisfecha a partir de los controles, ya sea en forma de auditoría o ni siquiera en forma de auditoría...
Por ejemplo, en las condiciones -me encantaría que estén en las del pliego modelo, pero si no podemos hacer un pliego modelo tan ambicioso, que estén en la de los pliegos particulares- que se disponen podría estar, por ejemplo, la revisión de los planes de inversión quinquenales una vez por año, y que una vez por año tenga la operadora -o la UTE conformada por varias operadoras- que presentar tanto los resultados como los resultados comparativos respecto del plan.
Esto es algo que puede incluirse en el pliego, la obligatoriedad de reportar cuán bien o mal se cumplió el plan propuesto, con lo cual en el pliego de condiciones la autoridad de aplicación puede -y me encantaría- ser lo más exigente que las condiciones le permitan.
De manera tal que bajo ningún punto de vista dijimos que no hacía falta la licitación. Lo que intenté hacer -en la mejor de mis capacidades- fue explicar por qué se incluye la posibilidad de que el actual operador pida esta prórroga, siempre que haya cumplido -a criterio de la autoridad de aplicación-, siempre que esté produciendo, no mediante declaraciones juradas sino mediante medidores homologados fiscalmente, y siempre que presente un plan de inversiones que a la autoridad de aplicación le parezca adecuado.
Si se cumplen estas tres condiciones más las condiciones que a la autoridad de aplicación le parezcan pertinentes, ésta puede decidir otorgar la prórroga con el incremento de regalías, con el pago del bono, del canon, etcétera, o puede decidir no otorgarla porque no le satisface o porque cree que otros pueden hacer algo mejor con ese recurso para el cual ostenta su dominio, y abrir la licitación y llamar a otros.
Entiendo que ustedes puedan interpretarlo como les parezca adecuado, pero no es la forma en que lo interpretamos nosotros; no está en el espíritu de la norma, no fue la intención y no entendemos que eso se interpreta de lo que quedó redactado.
Respecto de la no reserva de áreas, justamente el objetivo principal es dinamizar la producción. Nosotros no queremos fomentar negocios inmobiliarios hechos con los terrenos que eventualmente podrían revalorizarse por los trabajos que se están llevando a cabo en las áreas adyacentes. Lo que pretende este proyecto de ley es justamente fomentar la producción. Por eso se incluye en este tipo de cuestiones como los indicadores. Se exhorta a que en el pliego modelo se incluyan los criterios mediante los cuales se van a asignar las licitaciones, que son justamente inversiones y producción.
No quiero repetirme porque siempre estoy diciendo algo parecido, pero también preguntaron sobre las longitudes de las concesiones. Lo explicó muy bien Miguel Galuccio: un pozo tiene una vida útil de entre 25 y 40 años desde el momento en que uno lo perfora hasta que deja de producir.
Además, uno tiene un plan de perforación; no se perforan cien pozos al mismo tiempo. YPF ha logrado perforar muchos pozos en Loma Campana. Ese es un proyecto marcadamente exitoso, pero hay un plan de perforación que se extiende en el tiempo. Esta norma pretende dar previsibilidad porque la rentabilidad las empresas que hacen sus planes de inversión -que obviamente los hacen buscando una tasa de rentabilidad- tiene que ser acorde a esos planes. Entonces, para que las empresas puedan hacer ese plan con un horizonte de previsibilidad, sabiendo que están tratando con infraestructura cuya vida útil va de los 25 a los 40 años, entendemos que los plazos son más que adecuados y son muy pertinentes desde el punto de vista que consideran la diferencia entre un tipo de explotación y la otra. No son plazos arbitrarios.
De nuevo, me parece bien si no están de acuerdo con esos números particularmente, pero son fundados, y los fundamentos son los que acabo de explicar.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el CEO de YPF, ingeniero Galuccio.
SR. GALUCCIO Si no recuerdo mal, la primera pregunta era en relación con el precio de equilibrio.
Es muy difícil decir cuál es el precio de equilibrio pero voy a contar cuál es la experiencia que tenemos. La realidad es que hoy, de los 30 mil kilómetros cuadrados que existen en Vaca Muerta, este contrato de Chevron que tanto discutimos es el 3 por ciento. Y en su primera faceta, que fue el primer año, llevó 1.200 millones de dólares de inversión. Y lo que conocemos es lo que ha salido de la perforación de esos pozos, que hoy son básicamente el 90 o 95 por ciento de los pozos que se han perforado en esa zona.
Hoy hablamos mucho de Vaca Muerta, aunque tenemos muchas áreas licitadas, muchas áreas con permisos exploratorios, pero el ciento por ciento de la producción viene de lo que ha hecho YPF con su socio Chevron, que vino a invertir 1.200 millones de dólares en su primera faceta.
Usted podría decir que con precios de 84-85 dólares de crudo, que es el precio de melanitto, y con los costos de pozo que tenemos hoy, los resultados económicos todavía son marginales.
Alguien preguntó la utilidad de Chevron. Chevron no va a tener un cash flow positivo por los próximos seis años. Ese es un poco el estadio en el que nos encontramos hoy. Por supuesto, no apuntamos a que sea siempre igual. Hacemos fuertes esfuerzos en bajar costos, en traer más tecnología, y lo estamos haciendo bastante bien según nos dice la gente que viene de afuera.
Entonces, es importante entender que el recurso que tenemos no es como el que tiene Saudí Arabia. Vaca Muerta no es una joyería; es un supermercado. Es Coto. Entonces, si no tenemos volúmenes de escala no vamos a lograr esa rentabilidad que estamos buscando, que parte pasa por atraer la inversión y parte por que esto sea atractivo para el resto de la gente que tiene que venir a poner dinero. Este es el desafío.
Gran parte de esto se va a lograr con la economía de escala. Cuantos más jugadores tengamos y menos los asustemos, más competitivos vamos a ser. Estados Unidos tiene en el no convencional 2.500 equipos de perforación; nosotros tenemos en todo el país 110, de los cuales YPF tiene 75. Esta es la ecuación en la que estamos.
Contestando su pregunta, si estamos en break even o un poco mejor, se verá. Parte de los beneficios los veremos cuando tengamos más volumen, y para eso necesitamos mucha inversión. Si para el 3 por ciento de Vaca Muerta necesitamos 10 mil millones de dólares de inversión, imaginémonos cuánto necesitamos para los 30 mil kilómetros cuadrados. Esa era la primera pregunta.
La segunda pregunta tenía que ver con los precios de las naftas. No voy a dar un forecast de lo que va a ser el precio de la nafta a futuro, porque la política de precios depende de la estructura de costos, de la macroeconomía y de un montón de otras cosas.
Lo que puedo decir es que desde abril de 2012 a septiembre de 2014 los precios de las naftas siguieron exactamente la evolución del precio del crudo. El precio del crudo melanitto aumentó en dólares un 12,4 por ciento y el de las naftas aumentó en dólares un 12,1 por ciento. En medio de eso tuvimos a mitad de febrero una devaluación del 25 por ciento, por lo que en pesos eso da otra variación, pero el precio de la nafta ha seguido básicamente la misma estructura de costos que el precio del crudo. Y el precio del crudo de 84 dólares el melanitto hasta hace poco estaba un 15 o 20 por ciento por debajo del precio internacional. Hoy sigue estando debajo del precio internacional pero mucho más cerca.
Cuando miramos el precio de las naftas antes de impuestos, que es lo que recibe el operador que tiene que hacer la inversión, puedo decir que Argentina tiene hoy el precio de nafta en 881 dólares por metro cúbico; Brasil, 890; Chile, 904; Paraguay, 1.345; Perú, 1.179, y Uruguay, 1.158. En gasoil la composición es distinta. Estos son precios antes de impuestos.
Alguien me decía que nosotros teníamos los mismos precios que Estados Unidos. Sí, al consumidor final tenemos precios muy similares a los de Estados Unidos. Antes de impuestos tenemos un tributo que es del 48 por ciento, el ITC. Estados Unidos tiene ese mismo impuesto pero es del 8 por ciento.
Es muy difícil decir cuál es el precio de equilibrio pero voy a contar cuál es la experiencia que tenemos. La realidad es que hoy, de los 30 mil kilómetros cuadrados que existen en Vaca Muerta, este contrato de Chevron que tanto discutimos es el 3 por ciento. Y en su primera faceta, que fue el primer año, llevó 1.200 millones de dólares de inversión. Y lo que conocemos es lo que ha salido de la perforación de esos pozos, que hoy son básicamente el 90 o 95 por ciento de los pozos que se han perforado en esa zona.
Hoy hablamos mucho de Vaca Muerta, aunque tenemos muchas áreas licitadas, muchas áreas con permisos exploratorios, pero el ciento por ciento de la producción viene de lo que ha hecho YPF con su socio Chevron, que vino a invertir 1.200 millones de dólares en su primera faceta.
Usted podría decir que con precios de 84-85 dólares de crudo, que es el precio de melanitto, y con los costos de pozo que tenemos hoy, los resultados económicos todavía son marginales.
Alguien preguntó la utilidad de Chevron. Chevron no va a tener un cash flow positivo por los próximos seis años. Ese es un poco el estadio en el que nos encontramos hoy. Por supuesto, no apuntamos a que sea siempre igual. Hacemos fuertes esfuerzos en bajar costos, en traer más tecnología, y lo estamos haciendo bastante bien según nos dice la gente que viene de afuera.
Entonces, es importante entender que el recurso que tenemos no es como el que tiene Saudí Arabia. Vaca Muerta no es una joyería; es un supermercado. Es Coto. Entonces, si no tenemos volúmenes de escala no vamos a lograr esa rentabilidad que estamos buscando, que parte pasa por atraer la inversión y parte por que esto sea atractivo para el resto de la gente que tiene que venir a poner dinero. Este es el desafío.
Gran parte de esto se va a lograr con la economía de escala. Cuantos más jugadores tengamos y menos los asustemos, más competitivos vamos a ser. Estados Unidos tiene en el no convencional 2.500 equipos de perforación; nosotros tenemos en todo el país 110, de los cuales YPF tiene 75. Esta es la ecuación en la que estamos.
Contestando su pregunta, si estamos en break even o un poco mejor, se verá. Parte de los beneficios los veremos cuando tengamos más volumen, y para eso necesitamos mucha inversión. Si para el 3 por ciento de Vaca Muerta necesitamos 10 mil millones de dólares de inversión, imaginémonos cuánto necesitamos para los 30 mil kilómetros cuadrados. Esa era la primera pregunta.
La segunda pregunta tenía que ver con los precios de las naftas. No voy a dar un forecast de lo que va a ser el precio de la nafta a futuro, porque la política de precios depende de la estructura de costos, de la macroeconomía y de un montón de otras cosas.
Lo que puedo decir es que desde abril de 2012 a septiembre de 2014 los precios de las naftas siguieron exactamente la evolución del precio del crudo. El precio del crudo melanitto aumentó en dólares un 12,4 por ciento y el de las naftas aumentó en dólares un 12,1 por ciento. En medio de eso tuvimos a mitad de febrero una devaluación del 25 por ciento, por lo que en pesos eso da otra variación, pero el precio de la nafta ha seguido básicamente la misma estructura de costos que el precio del crudo. Y el precio del crudo de 84 dólares el melanitto hasta hace poco estaba un 15 o 20 por ciento por debajo del precio internacional. Hoy sigue estando debajo del precio internacional pero mucho más cerca.
Cuando miramos el precio de las naftas antes de impuestos, que es lo que recibe el operador que tiene que hacer la inversión, puedo decir que Argentina tiene hoy el precio de nafta en 881 dólares por metro cúbico; Brasil, 890; Chile, 904; Paraguay, 1.345; Perú, 1.179, y Uruguay, 1.158. En gasoil la composición es distinta. Estos son precios antes de impuestos.
Alguien me decía que nosotros teníamos los mismos precios que Estados Unidos. Sí, al consumidor final tenemos precios muy similares a los de Estados Unidos. Antes de impuestos tenemos un tributo que es del 48 por ciento, el ITC. Estados Unidos tiene ese mismo impuesto pero es del 8 por ciento.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Lozano.
SR. LOZANO Perdón, la diputada Carrió estaba planteando que...
Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. PRESIDENTA CONTI Vamos que pierde el turno, diputado...
Varios señores diputados hablan a la vez.
La señora diputada Carrió habla fuera de micrófono.
SR. LOZANO Gracias, señora presidenta.
Nosotros, desde el bloque Unidad Popular, cuando acompañamos la recuperación del control del paquete accionario de YPF entendíamos que estábamos dando un paso en dirección a desmontar el marco normativo de los 90, iniciar un proceso de auditoría integral de nuestras reservas e incrementar la apropiación de la renta hidrocarburífera.
Suponíamos que íbamos a avanzar en la revisión de las concesiones del resto de las petroleras.
Las restantes petroleras privadas -probablemente no les corresponda esto al ingeniero Galuccio- se han visto beneficiadas de la recomposición de la renta vía suba de precios en el mercado y demás, y la verdad que su comportamiento inversor no es el mismo que el de YPF.
Y creíamos que esto era lo que nos permitía mejorar la producción de hidrocarburos e iniciar el camino de reorientar la matriz energética, pero nos parece que el camino que se ha tomado es otro. No vemos que este proyecto de ley vaya en esa dirección y algunas preguntas que queríamos hacer son las siguientes.
Lo primero es pedir a la presidenta que podamos disponer del material que se trajo, porque la presentación del material es superior a la norma. Es más, dice cosas, y los funcionarios han dicho que se dicen cosas que no necesariamente están tan claramente dichas en la norma, donde aparecen con mucha mayor ambigüedad.
En segundo lugar, quería preguntar si se han estudiado modelos alternativos al de la concesión, en relación con el tipo de contratos que en todo caso podamos establecer. Me refiero a contratos de locación, contratos de producción de utilidad compartida. Y digo esto porque en cualquier comparación internacional se observa que la capacidad que tiene el Estado argentino, tanto en términos nacionales como provinciales para capturar renta hidrocarburífera está bastante por debajo de la que pueden realizar otros Estados. Y esto, además de la discusión de las regalías, también supondría discutir si el tipo de contrato que tenemos -las concesiones- es el mejor contrato posible. Entonces, la pregunta concreta es si se ha analizado alguna otra posibilidad.
Por ahí se preguntó -no escuché la respuesta- por qué se suprimió algo que existía en la ley 17.319, que establecía que una misma persona física o jurídica no podía ostentar más de cinco permisos de exploración y concesiones de explotación. La pregunta es por qué no se mantuvo ese límite.
Efectivamente, no surge del texto que las concesiones se puedan mantener a perpetuidad, pero la pregunta a hacer es si las posibilidades para subdivisión de áreas más unificación de áreas, acompañada de las prórrogas, no abren la perspectiva de terminar detentando a perpetuidad el manejo de los yacimientos.
La otra cuestión que no me queda clara es por qué razón en el caso de la explotación off shore tenemos plazos más cortos y beneficios más importantes. El plazo es de 30, a diferencia del no convencional, pero los beneficios que se otorgan son muy superiores: el 20 por ciento contemplado en el decreto 929, se lo eleva al 60 por ciento.
Respecto al artículo donde lo que se pone en marcha es esto que mencionaba el doctor Zannini respecto a que efectivamente el proyecto generaliza como régimen de promoción los decretos que se utilizaron para viabilizar lo del acuerdo con Chevron -los decretos 927 y 929-, la pregunta que queríamos hacer es si esos decretos se habilitaron en el marco del desarrollo de la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales, que se suponen que tiene una estructura de costos y una demanda de inversión diferente, por ejemplo, a los convencionales y a los off shore. La pregunta a hacer es por qué razón los beneficios de esos dos decretos se incorporan no sólo igual sino mejor todavía, porque los montos de inversión son menores y los plazos para obtener los beneficios son más cortos, respecto a un decreto que se justificaba en función del tipo particular de estructura de costos y de monto de inversión que tenía el caso del hidrocarburo no convencional. Es decir, ¿por qué generalizamos algo que se supone que tenía que ver con otro tipo de explotación, como la de los convencionales, donde no necesariamente los montos de inversión requeridos son exactamente los mismos que en el caso de los no convencionales?
La otra consulta que quería hacer es por qué razón en el artículo 18 -cuando se agrega el artículo 91 bis- se establece que las provincias y el Estado nacional no establecerán en el futuro nuevas áreas reservadas a favor de entidades o empresas públicas o con participación estatal, cualquiera fuera su forma jurídica; es decir, como si hubiera un límite para que crezca la participación del Estado dentro de la explotación de los distintos tipos de hidrocarburos de los que estamos hablando. No entiendo -si interpreto bien lo que dice el artículo- por qué se establece esa limitación.
La otra cuestión que nos parece importante es que efectivamente queda un conjunto de cuestiones muy abiertas en el proyecto. Hay un pliego modelo sobre el cual no tenemos absolutamente nada; se lo ha esgrimido en bastantes respuestas, pero no hay ningún término del pliego modelo establecido dentro de las disposiciones que establece la norma. Hay un acuerdo fiscal y un acuerdo ambiental entre Nación y provincias -acuerdo del pliego modelo, acuerdo fiscal y acuerdo ambiental- sobre los cuales no tenemos ningún elemento. Queda absolutamente abierto; no tenemos ningún tipo de lineamiento, aunque más no sea respecto de este punto.
La verdad es que es una cuestión en blanco que quizá merecería alguna discusión, sobre todo porque se ha utilizado el pliego modelo para argumentar en respuesta a varias cuestiones.
En cuanto a las prórrogas, comprendo que uno pueda entender que el concesionario que está pueda permanecer; ahora, ¿qué es lo que dificulta convocar a licitación y que el concesionario que está tenga que igualar la mejor oferta? ¿No sería un mejor mecanismo para disciplinar el comportamiento de los concesionarios, estableciendo la prórroga sujeta a este tipo de situación?
Con respecto al tema de las regalías, francamente, desde todo punto de vista, para la mayor y mejor capacidad de negociación lo lógico sería que la ley estableciera un piso y no un tope. Francamente no vemos razón para esto.
También nos preocupa el artículo 22 desde el punto de vista del desarrollo asociado a la industria nacional, al desarrollo hidrocarburífero. Este artículo dispone que los bienes de capital e insumos que resulten imprescindibles para la ejecución de los planes de inversión de las empresas, así como de los prestadores de servicios, tributarán los derechos de importación de acuerdo al 927; es decir, con las ventajas arancelarias que este decreto establece.
La verdad es que alguna mención al tema del compre nacional y el desarrollo de equipos no vendría mal para tratar de inducir a que el desarrollo hidrocarburífero tenga los efectos virtuosos -en términos de encadenamiento- a los que en algunas de las exposiciones se hacía referencia -creo que fue el caso del ingeniero Galuccio.
Y el otro punto que me parece que también valdría la pena escuchar un poco mejor es el del fracking. Acá hay una suerte de mensaje donde la explotación a escala vía fracking sería virtuosa. Con los precios que tenemos hoy la sensación que tengo es que es más difícil el desarrollo del fracking, y me parece que detrás de las ventajas del fracking le estamos dando ventajas a los hidrocarburos convencionales de manera excesiva.
Pero yendo al punto en cuestión, el ingeniero Galuccio se refirió explícitamente al tema de los límites para contaminar las fuentes de agua dulce. Efectivamente dio una explicación técnica respecto al caso de Vaca Muerta.
Hubiera sido muy interesante que se permitiera, por ejemplo, que la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Legislatura de Neuquén discutiera ese tema, cosa que no pudo hacer.
Y, obviamente, ante la posibilidad de tener estrategias irresponsables en materia ambiental con socios como Chevron, indudablemente existe la chance de sospechar, habida cuenta de los juicios que ha recibido en otras partes del mundo. Pero, más allá del tema de la contaminación sobre las napas de agua -y dejando en claro que un tema es Neuquén, donde hay experiencia hidrocarburífera, y otro tema es en aquellas provincias donde la experiencia hidrocarburífera no está-, me parece que sería bueno que, cuando se presentan las diferentes cuencas, se debe tener en cuenta el caso de la cuenca chacoparanaense, que está puesta por encima del acuífero Guaraní. Probablemente una explotación de fracking en esa cuenca no sería lo más recomendable, con lo cual sería bueno sacarla de las perspectivas del mapa de cuencas a explotar en la Argentina.
Ahora, más allá de eso, no sólo está el tema del agua dulce sino que también han aparecido otros temas en la experiencia del fracking que tiene que ver con que esta técnica ha planteado -a partir de la inyección de agua- que se han generado situaciones de movimientos sísmicos y desplazamiento de placas geológicas. Esto se ha planteado en algunos de los estados de los propios Estados Unidos, donde esto se ha puesto en marcha. El caso de Oklahoma es uno de los casos concretos. Además de Francia y Alemania, unas cuantas ciudades de Estados Unidos han levantado la voz respecto de este tema y han planteado la prohibición en este sentido.
Respecto del fracking en la Argentina, de hecho, tuvimos una manifestación de algún grito cuando empezábamos la reunión de comisión. Hay 47 municipios que han sacado el tema de libre de fracking. Me parece que una cuestión de esta naturaleza merecería una discusión un poquito más profunda. Un proyecto que habilita el uso a escala de esta técnica, indudablemente, merecería sin duda alguna un uso mucho más acotado y una discusión ambiental muchísimo más profunda, cosa que en este proyecto de ley prácticamente no existe.
Nosotros, desde el bloque Unidad Popular, cuando acompañamos la recuperación del control del paquete accionario de YPF entendíamos que estábamos dando un paso en dirección a desmontar el marco normativo de los 90, iniciar un proceso de auditoría integral de nuestras reservas e incrementar la apropiación de la renta hidrocarburífera.
Suponíamos que íbamos a avanzar en la revisión de las concesiones del resto de las petroleras.
Las restantes petroleras privadas -probablemente no les corresponda esto al ingeniero Galuccio- se han visto beneficiadas de la recomposición de la renta vía suba de precios en el mercado y demás, y la verdad que su comportamiento inversor no es el mismo que el de YPF.
Y creíamos que esto era lo que nos permitía mejorar la producción de hidrocarburos e iniciar el camino de reorientar la matriz energética, pero nos parece que el camino que se ha tomado es otro. No vemos que este proyecto de ley vaya en esa dirección y algunas preguntas que queríamos hacer son las siguientes.
Lo primero es pedir a la presidenta que podamos disponer del material que se trajo, porque la presentación del material es superior a la norma. Es más, dice cosas, y los funcionarios han dicho que se dicen cosas que no necesariamente están tan claramente dichas en la norma, donde aparecen con mucha mayor ambigüedad.
En segundo lugar, quería preguntar si se han estudiado modelos alternativos al de la concesión, en relación con el tipo de contratos que en todo caso podamos establecer. Me refiero a contratos de locación, contratos de producción de utilidad compartida. Y digo esto porque en cualquier comparación internacional se observa que la capacidad que tiene el Estado argentino, tanto en términos nacionales como provinciales para capturar renta hidrocarburífera está bastante por debajo de la que pueden realizar otros Estados. Y esto, además de la discusión de las regalías, también supondría discutir si el tipo de contrato que tenemos -las concesiones- es el mejor contrato posible. Entonces, la pregunta concreta es si se ha analizado alguna otra posibilidad.
Por ahí se preguntó -no escuché la respuesta- por qué se suprimió algo que existía en la ley 17.319, que establecía que una misma persona física o jurídica no podía ostentar más de cinco permisos de exploración y concesiones de explotación. La pregunta es por qué no se mantuvo ese límite.
Efectivamente, no surge del texto que las concesiones se puedan mantener a perpetuidad, pero la pregunta a hacer es si las posibilidades para subdivisión de áreas más unificación de áreas, acompañada de las prórrogas, no abren la perspectiva de terminar detentando a perpetuidad el manejo de los yacimientos.
La otra cuestión que no me queda clara es por qué razón en el caso de la explotación off shore tenemos plazos más cortos y beneficios más importantes. El plazo es de 30, a diferencia del no convencional, pero los beneficios que se otorgan son muy superiores: el 20 por ciento contemplado en el decreto 929, se lo eleva al 60 por ciento.
Respecto al artículo donde lo que se pone en marcha es esto que mencionaba el doctor Zannini respecto a que efectivamente el proyecto generaliza como régimen de promoción los decretos que se utilizaron para viabilizar lo del acuerdo con Chevron -los decretos 927 y 929-, la pregunta que queríamos hacer es si esos decretos se habilitaron en el marco del desarrollo de la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales, que se suponen que tiene una estructura de costos y una demanda de inversión diferente, por ejemplo, a los convencionales y a los off shore. La pregunta a hacer es por qué razón los beneficios de esos dos decretos se incorporan no sólo igual sino mejor todavía, porque los montos de inversión son menores y los plazos para obtener los beneficios son más cortos, respecto a un decreto que se justificaba en función del tipo particular de estructura de costos y de monto de inversión que tenía el caso del hidrocarburo no convencional. Es decir, ¿por qué generalizamos algo que se supone que tenía que ver con otro tipo de explotación, como la de los convencionales, donde no necesariamente los montos de inversión requeridos son exactamente los mismos que en el caso de los no convencionales?
La otra consulta que quería hacer es por qué razón en el artículo 18 -cuando se agrega el artículo 91 bis- se establece que las provincias y el Estado nacional no establecerán en el futuro nuevas áreas reservadas a favor de entidades o empresas públicas o con participación estatal, cualquiera fuera su forma jurídica; es decir, como si hubiera un límite para que crezca la participación del Estado dentro de la explotación de los distintos tipos de hidrocarburos de los que estamos hablando. No entiendo -si interpreto bien lo que dice el artículo- por qué se establece esa limitación.
La otra cuestión que nos parece importante es que efectivamente queda un conjunto de cuestiones muy abiertas en el proyecto. Hay un pliego modelo sobre el cual no tenemos absolutamente nada; se lo ha esgrimido en bastantes respuestas, pero no hay ningún término del pliego modelo establecido dentro de las disposiciones que establece la norma. Hay un acuerdo fiscal y un acuerdo ambiental entre Nación y provincias -acuerdo del pliego modelo, acuerdo fiscal y acuerdo ambiental- sobre los cuales no tenemos ningún elemento. Queda absolutamente abierto; no tenemos ningún tipo de lineamiento, aunque más no sea respecto de este punto.
La verdad es que es una cuestión en blanco que quizá merecería alguna discusión, sobre todo porque se ha utilizado el pliego modelo para argumentar en respuesta a varias cuestiones.
En cuanto a las prórrogas, comprendo que uno pueda entender que el concesionario que está pueda permanecer; ahora, ¿qué es lo que dificulta convocar a licitación y que el concesionario que está tenga que igualar la mejor oferta? ¿No sería un mejor mecanismo para disciplinar el comportamiento de los concesionarios, estableciendo la prórroga sujeta a este tipo de situación?
Con respecto al tema de las regalías, francamente, desde todo punto de vista, para la mayor y mejor capacidad de negociación lo lógico sería que la ley estableciera un piso y no un tope. Francamente no vemos razón para esto.
También nos preocupa el artículo 22 desde el punto de vista del desarrollo asociado a la industria nacional, al desarrollo hidrocarburífero. Este artículo dispone que los bienes de capital e insumos que resulten imprescindibles para la ejecución de los planes de inversión de las empresas, así como de los prestadores de servicios, tributarán los derechos de importación de acuerdo al 927; es decir, con las ventajas arancelarias que este decreto establece.
La verdad es que alguna mención al tema del compre nacional y el desarrollo de equipos no vendría mal para tratar de inducir a que el desarrollo hidrocarburífero tenga los efectos virtuosos -en términos de encadenamiento- a los que en algunas de las exposiciones se hacía referencia -creo que fue el caso del ingeniero Galuccio.
Y el otro punto que me parece que también valdría la pena escuchar un poco mejor es el del fracking. Acá hay una suerte de mensaje donde la explotación a escala vía fracking sería virtuosa. Con los precios que tenemos hoy la sensación que tengo es que es más difícil el desarrollo del fracking, y me parece que detrás de las ventajas del fracking le estamos dando ventajas a los hidrocarburos convencionales de manera excesiva.
Pero yendo al punto en cuestión, el ingeniero Galuccio se refirió explícitamente al tema de los límites para contaminar las fuentes de agua dulce. Efectivamente dio una explicación técnica respecto al caso de Vaca Muerta.
Hubiera sido muy interesante que se permitiera, por ejemplo, que la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Legislatura de Neuquén discutiera ese tema, cosa que no pudo hacer.
Y, obviamente, ante la posibilidad de tener estrategias irresponsables en materia ambiental con socios como Chevron, indudablemente existe la chance de sospechar, habida cuenta de los juicios que ha recibido en otras partes del mundo. Pero, más allá del tema de la contaminación sobre las napas de agua -y dejando en claro que un tema es Neuquén, donde hay experiencia hidrocarburífera, y otro tema es en aquellas provincias donde la experiencia hidrocarburífera no está-, me parece que sería bueno que, cuando se presentan las diferentes cuencas, se debe tener en cuenta el caso de la cuenca chacoparanaense, que está puesta por encima del acuífero Guaraní. Probablemente una explotación de fracking en esa cuenca no sería lo más recomendable, con lo cual sería bueno sacarla de las perspectivas del mapa de cuencas a explotar en la Argentina.
Ahora, más allá de eso, no sólo está el tema del agua dulce sino que también han aparecido otros temas en la experiencia del fracking que tiene que ver con que esta técnica ha planteado -a partir de la inyección de agua- que se han generado situaciones de movimientos sísmicos y desplazamiento de placas geológicas. Esto se ha planteado en algunos de los estados de los propios Estados Unidos, donde esto se ha puesto en marcha. El caso de Oklahoma es uno de los casos concretos. Además de Francia y Alemania, unas cuantas ciudades de Estados Unidos han levantado la voz respecto de este tema y han planteado la prohibición en este sentido.
Respecto del fracking en la Argentina, de hecho, tuvimos una manifestación de algún grito cuando empezábamos la reunión de comisión. Hay 47 municipios que han sacado el tema de libre de fracking. Me parece que una cuestión de esta naturaleza merecería una discusión un poquito más profunda. Un proyecto que habilita el uso a escala de esta técnica, indudablemente, merecería sin duda alguna un uso mucho más acotado y una discusión ambiental muchísimo más profunda, cosa que en este proyecto de ley prácticamente no existe.
SRA. PRESIDENTA CONTI Como hay un representante de los distintos bloques, vamos a acumular a los tres bloques que todavía tienen que hacer preguntas.
Tiene la palabra la señora diputada Argumedo.
Tiene la palabra la señora diputada Argumedo.
SRA. ARGUMEDO Señora presidenta: evocando al compañero Montesquieu, me voy a dedicar al espíritu de la ley, y a tal efecto me pregunto si el entusiasmo que demuestra hoy -y esto lo digo con todo respecto- el oficialismo para impulsar esta ley no se asimila demasiado al entusiasmo expresado -como puede verse en las filmaciones de la época- por el miembro informante de la privatización de YPF, el doctor Oscar Parrilli.
Digo esto porque en el espíritu de la ley -y de alguna manera lo señaló el diputado preopinante- se puede llegar a pensar en una entrega a perpetuidad de la totalidad de los recursos de petróleo y gas convencionales y no convencionales del territorio de la República, de la plataforma marítima y del mar territorial a corporaciones privadas.
Esto hace a reforzar y cristalizar por décadas la privatización de nuestros recursos estratégicos, lo cual se reafirmaría con el artículo 91 bis, por el cual las empresas públicas o con participación estatal no habrán de recibir más concesiones que las que actualmente tienen. De modo tal que en este desarrollo nuestra querida YPF, al menos la parte que corresponde al Estado, quedaría como un sello vacío para los nostálgicos del artículo 40 de la Constitución de 1949.
La pregunta es si los oradores preopinantes no consideran que este proyecto de ley efectivamente brinda todos los elementos para que sea una entrega a perpetuidad del conjunto de los recursos petrolíferos y gasíferos del pueblo argentino.
El segundo elemento al cual quiero hacer referencia es, efectivamente, la fractura hidráulica. Lo que señalo es que cuando Alemania, Francia, los 815 condados de Estados Unidos, las distintas comunidades autónomas de España, Rumania y Bulgaria prohíben el fracking, lo hacen a raíz de haber evaluado que trae consecuencias catastróficas e irreversibles. Esto se ve perfectamente en la situación de los farmers del estado de Colorado en los Estados Unidos, donde los campos fueron contaminados de manera tal que ahora son verdaderos páramos. La gente necesita agua para tomar, cocinar, bañarse y lavar, y no puede tener animales porque las aguas están absolutamente contaminadas.
Por lo tanto, se puede llegar a tener experiencias catastróficas e irreversibles en distintos lugares de nuestro país.
Habría que diferenciar entre recursos y reservas, entre el potencial teórico y lo que efectivamente puede recuperarse, no sea que además de generar consecuencias catastróficas e irreversibles con la exploración nos pase lo que le pasó a los Estados Unidos con el yacimiento de Monterrey, donde los ajustes de las reservas -no de los recursos- era del 4 por ciento respecto de lo que estaba previsto.
¿Cuánto creen ustedes que son las reservas de Vaca Muerta como para justificar, de alguna manera, el altísimo riesgo que se corre?
Entiendo que hay que ser pragmáticos para traer capitales, pero me parece que hay demasiado pragmatismo en el tema de las regalías. Si nosotros tomamos un análisis de las regalías a nivel internacional -y en especial de América Latina-, mientras acá se está fijando un tope de 12 por ciento de regalías, encontramos que en Bolivia a Evo Morales no le ha ido mal: tiene un 50 por ciento de regalías. Venezuela tiene el 30 por ciento; Azerbaiyán, el 26; Colombia, el 25, y Australia, el 25.
Me pregunto por qué la Argentina tiene ese porcentaje. Lo pregunto, sobre todo, porque es demasiado caro lo que va a pagar el pueblo argentino para atraer los capitales que pueden llegar a venir. Entre otras cosas, tenemos que evaluar que la pérdida de renta petrolífera y gasífera desde 1992 a 2014, al haberse privatizado YPF, significó para el pueblo argentino una pérdida de 250 mil millones de dólares. Me temo que no van a venir inversiones por esos montos de aquí en adelante.
Por último, citando al diputado Sturzenegger, si el 1 por ciento de regalías significa 45 mil millones de dólares y el 10 por ciento significa 450 mil millones de dólares, el 20 por ciento -y estaríamos en el 32, todavía bastante lejos de Bolivia- significa 900 mil millones de dólares que el pueblo argentino va a regalar a estas corporaciones extranjeras.
Me pregunto si ese es realmente el espíritu de la ley, porque ahí sí habría una relación entre el megacanje y Vaca Muerta, según señaló el secretario de Legal y Técnica. Éstos pueden ser dos grandes ejemplos de estafas al pueblo argentino.
Digo esto porque en el espíritu de la ley -y de alguna manera lo señaló el diputado preopinante- se puede llegar a pensar en una entrega a perpetuidad de la totalidad de los recursos de petróleo y gas convencionales y no convencionales del territorio de la República, de la plataforma marítima y del mar territorial a corporaciones privadas.
Esto hace a reforzar y cristalizar por décadas la privatización de nuestros recursos estratégicos, lo cual se reafirmaría con el artículo 91 bis, por el cual las empresas públicas o con participación estatal no habrán de recibir más concesiones que las que actualmente tienen. De modo tal que en este desarrollo nuestra querida YPF, al menos la parte que corresponde al Estado, quedaría como un sello vacío para los nostálgicos del artículo 40 de la Constitución de 1949.
La pregunta es si los oradores preopinantes no consideran que este proyecto de ley efectivamente brinda todos los elementos para que sea una entrega a perpetuidad del conjunto de los recursos petrolíferos y gasíferos del pueblo argentino.
El segundo elemento al cual quiero hacer referencia es, efectivamente, la fractura hidráulica. Lo que señalo es que cuando Alemania, Francia, los 815 condados de Estados Unidos, las distintas comunidades autónomas de España, Rumania y Bulgaria prohíben el fracking, lo hacen a raíz de haber evaluado que trae consecuencias catastróficas e irreversibles. Esto se ve perfectamente en la situación de los farmers del estado de Colorado en los Estados Unidos, donde los campos fueron contaminados de manera tal que ahora son verdaderos páramos. La gente necesita agua para tomar, cocinar, bañarse y lavar, y no puede tener animales porque las aguas están absolutamente contaminadas.
Por lo tanto, se puede llegar a tener experiencias catastróficas e irreversibles en distintos lugares de nuestro país.
Habría que diferenciar entre recursos y reservas, entre el potencial teórico y lo que efectivamente puede recuperarse, no sea que además de generar consecuencias catastróficas e irreversibles con la exploración nos pase lo que le pasó a los Estados Unidos con el yacimiento de Monterrey, donde los ajustes de las reservas -no de los recursos- era del 4 por ciento respecto de lo que estaba previsto.
¿Cuánto creen ustedes que son las reservas de Vaca Muerta como para justificar, de alguna manera, el altísimo riesgo que se corre?
Entiendo que hay que ser pragmáticos para traer capitales, pero me parece que hay demasiado pragmatismo en el tema de las regalías. Si nosotros tomamos un análisis de las regalías a nivel internacional -y en especial de América Latina-, mientras acá se está fijando un tope de 12 por ciento de regalías, encontramos que en Bolivia a Evo Morales no le ha ido mal: tiene un 50 por ciento de regalías. Venezuela tiene el 30 por ciento; Azerbaiyán, el 26; Colombia, el 25, y Australia, el 25.
Me pregunto por qué la Argentina tiene ese porcentaje. Lo pregunto, sobre todo, porque es demasiado caro lo que va a pagar el pueblo argentino para atraer los capitales que pueden llegar a venir. Entre otras cosas, tenemos que evaluar que la pérdida de renta petrolífera y gasífera desde 1992 a 2014, al haberse privatizado YPF, significó para el pueblo argentino una pérdida de 250 mil millones de dólares. Me temo que no van a venir inversiones por esos montos de aquí en adelante.
Por último, citando al diputado Sturzenegger, si el 1 por ciento de regalías significa 45 mil millones de dólares y el 10 por ciento significa 450 mil millones de dólares, el 20 por ciento -y estaríamos en el 32, todavía bastante lejos de Bolivia- significa 900 mil millones de dólares que el pueblo argentino va a regalar a estas corporaciones extranjeras.
Me pregunto si ese es realmente el espíritu de la ley, porque ahí sí habría una relación entre el megacanje y Vaca Muerta, según señaló el secretario de Legal y Técnica. Éstos pueden ser dos grandes ejemplos de estafas al pueblo argentino.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Pablo López.
SR. LÓPEZ Señora presidenta: en primer lugar, quiero aclarar que el Bloque del Frente de Izquierda y de los Trabajadores es partidario de una nacionalización integral de los hidrocarburos bajo control obrero. Estamos luchando también por la reparación histórica y las reivindicaciones de los ex trabajadores de YPF.
Yendo al tema en discusión, acá se dijo que un socio estratégico de YPF es Chevron, y lo dijo nada menos que el secretario Zannini. Eso es algo que nosotros venimos denunciando: esta ley va a extender el acuerdo con Chevron a todas las concesiones del país. Es decir que vamos a tener los precios internacionales que hoy ya estamos pagando. Lo acaba de reconocer el señor Galuccio. Estamos pagando las naftas más de lo que se paga en Estados Unidos. Hemos sufrido un brutal tarifazo del gas. En Salta ha llegado incluso al 500 por ciento, incluyendo la quita de subsidios, la libre disponibilidad de las utilidades y la exportación de crudo. Eso es lo que quiere extenderse a nivel nacional y aquí se ha puesto como socio estratégico a Chevron.
En este sentido, quiero preguntar qué es lo que dicen esas cláusulas secretas en el acuerdo que YPF ha hecho con Chevron y por qué se han establecido cláusulas secretas en un acuerdo que compromete recursos absolutamente estratégicos para nuestro país.
También quiero señalar lo siguiente: aquí se dijo que de ninguna manera hay contratos o concesiones a perpetuidad. Pero, al mismo tiempo -lo ha dicho el ministro De Vido y también la secretaria de Energía- que, por ejemplo, la cantidad de años de producción de los pozos de explotación no convencional están aproximadamente en los 40 años -es una concesión sin prórroga- y estamos hablando prácticamente de una concesión a perpetuidad en el sentido de la cantidad de años que esos pozos van a ser productivos.
¿Por qué, entonces, se ha establecido esta cantidad de años que significa entregar a las empresas privadas a perpetuidad?
Por otro lado, quiero decir también que esta ley ratifica lo que también en su momento hemos denunciado cuando se aprobó la supuesta estatización de YPF. Esta ley está demostrando y ratificando que es una reprivatización y por eso hoy se lanzan a buscar inversiones extranjeras de los monopolios privados.
También quiero -si bien ya se ha preguntado- ratificar de algún modo la pregunta de por qué se ha incluso retrocedido respecto de la ley de hidrocarburos, la ley 17.319, que es de la época de Onganía, cuando se ha eliminado la limitación de que una misma empresa o una misma persona jurídica pueda tener solamente hasta cinco concesiones. Es decir, ¿cuál es el objetivo? ¿Vamos hacia un monopolio absoluto de Chevron en la explotación hidrocarburífera o a qué apunta esta eliminación?
Por último, quiero preguntar lo siguiente, que tiene que ver con la provincia de Salta. Acá dijo el señor Galuccio que se pretende que los recursos se extraigan, se procesen, se industrialicen y refinen en nuestro país. En Salta, la producción de gas ha caído significativamente, en los últimos 10 años, sobre todo el yacimiento Ramos, el más importante de la provincia: de 10 mil metros cúbicos por día ha retrocedido en los últimos 10 años.
Hoy tenemos la refinería de Campo Durán que prácticamente funciona gracias al gas que se importa desde Bolivia y tenemos a las mismas empresas que tienen las concesiones en la cuenca del norte de nuestra provincia, explotando el gas en Bolivia. Han hecho una refinería muy cerca de la frontera que está muy pronta a inaugurarse y va a procesar el gas que hoy procesa Campo Durán. Ya hubo despidos en Campo Durán en una refinería que las acciones de la empresa que la explota pertenecen en un 50 por ciento a YPF, al igual que la empresa Pluspetrol, que explota el yacimiento Ramos, que también tiene una participación similar de YPF.
Entonces, ¿cuál va a ser la política en este sentido? Se habla mucho de Vaca Muerta y de los supuestos beneficios que va a significar la entrega que hicieron de Vaca Muerta a Chevron.
Queremos saber qué es lo que pasa también en la cuenca del norte de Salta en relación a la explotación de hidrocarburos.
Yendo al tema en discusión, acá se dijo que un socio estratégico de YPF es Chevron, y lo dijo nada menos que el secretario Zannini. Eso es algo que nosotros venimos denunciando: esta ley va a extender el acuerdo con Chevron a todas las concesiones del país. Es decir que vamos a tener los precios internacionales que hoy ya estamos pagando. Lo acaba de reconocer el señor Galuccio. Estamos pagando las naftas más de lo que se paga en Estados Unidos. Hemos sufrido un brutal tarifazo del gas. En Salta ha llegado incluso al 500 por ciento, incluyendo la quita de subsidios, la libre disponibilidad de las utilidades y la exportación de crudo. Eso es lo que quiere extenderse a nivel nacional y aquí se ha puesto como socio estratégico a Chevron.
En este sentido, quiero preguntar qué es lo que dicen esas cláusulas secretas en el acuerdo que YPF ha hecho con Chevron y por qué se han establecido cláusulas secretas en un acuerdo que compromete recursos absolutamente estratégicos para nuestro país.
También quiero señalar lo siguiente: aquí se dijo que de ninguna manera hay contratos o concesiones a perpetuidad. Pero, al mismo tiempo -lo ha dicho el ministro De Vido y también la secretaria de Energía- que, por ejemplo, la cantidad de años de producción de los pozos de explotación no convencional están aproximadamente en los 40 años -es una concesión sin prórroga- y estamos hablando prácticamente de una concesión a perpetuidad en el sentido de la cantidad de años que esos pozos van a ser productivos.
¿Por qué, entonces, se ha establecido esta cantidad de años que significa entregar a las empresas privadas a perpetuidad?
Por otro lado, quiero decir también que esta ley ratifica lo que también en su momento hemos denunciado cuando se aprobó la supuesta estatización de YPF. Esta ley está demostrando y ratificando que es una reprivatización y por eso hoy se lanzan a buscar inversiones extranjeras de los monopolios privados.
También quiero -si bien ya se ha preguntado- ratificar de algún modo la pregunta de por qué se ha incluso retrocedido respecto de la ley de hidrocarburos, la ley 17.319, que es de la época de Onganía, cuando se ha eliminado la limitación de que una misma empresa o una misma persona jurídica pueda tener solamente hasta cinco concesiones. Es decir, ¿cuál es el objetivo? ¿Vamos hacia un monopolio absoluto de Chevron en la explotación hidrocarburífera o a qué apunta esta eliminación?
Por último, quiero preguntar lo siguiente, que tiene que ver con la provincia de Salta. Acá dijo el señor Galuccio que se pretende que los recursos se extraigan, se procesen, se industrialicen y refinen en nuestro país. En Salta, la producción de gas ha caído significativamente, en los últimos 10 años, sobre todo el yacimiento Ramos, el más importante de la provincia: de 10 mil metros cúbicos por día ha retrocedido en los últimos 10 años.
Hoy tenemos la refinería de Campo Durán que prácticamente funciona gracias al gas que se importa desde Bolivia y tenemos a las mismas empresas que tienen las concesiones en la cuenca del norte de nuestra provincia, explotando el gas en Bolivia. Han hecho una refinería muy cerca de la frontera que está muy pronta a inaugurarse y va a procesar el gas que hoy procesa Campo Durán. Ya hubo despidos en Campo Durán en una refinería que las acciones de la empresa que la explota pertenecen en un 50 por ciento a YPF, al igual que la empresa Pluspetrol, que explota el yacimiento Ramos, que también tiene una participación similar de YPF.
Entonces, ¿cuál va a ser la política en este sentido? Se habla mucho de Vaca Muerta y de los supuestos beneficios que va a significar la entrega que hicieron de Vaca Muerta a Chevron.
Queremos saber qué es lo que pasa también en la cuenca del norte de Salta en relación a la explotación de hidrocarburos.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra la señora diputada Elisa Carrió.
SRA. CARRIÓ Gracias, señora presidenta, por su amabilidad extrema.
Yo no voy hacer ninguna pregunta sobre el vaciamiento de YPF ni tampoco les voy a hacer preguntas a los dos funcionarios del gobierno nacional que están presentes, porque los denuncié en el año 2006.
Como dijo el ministro Kicillof, frente al vaciamiento total de YPF están siendo investigados tanto De Vido como Zannini.
Me voy a referir solo a la ley de hidrocarburos y a la cuestión estratégica nacional, porque me parece un debate importante que hay que dar, y lamentablemente se está dando en estas condiciones.
Está claro que la explotación de shale gas en los Estados Unidos ha cambiado no solo la política energética sino también el conflicto estratégico mundial. Es decir que ahora el problema es el Pacífico. Yo creo que ahí, en el Pacífico, además está Vaca Muerta. Y los problemas de los Estados Unidos giran alrededor de la baja del precio, sobre todo del gas, con lo cual la relación costo-beneficio va a ser difícil en la Argentina.
Ahora bien, la inversión en shale gas, que cambia geopolíticamente el mundo, tiene su antecedente más claro -y usted lo debe conocer y por eso hacía ahí van orientadas las preguntas- en la Administración de Información Energética de los Estados Unidos, que ya hace cinco años dio el primer informe diciendo que Estados Unidos era el primer productor de shale gas, y la Argentina, el segundo. El informe fijó como lugares -y esto es importante, ya que en el segundo informe sale- las zonas del Chaco Paranaense, la de Vaca Muerta, la de Salta y Jujuy y la del Acuífero Guaraní. En el segundo informe de los Estados Unidos se pone la zona Chaco Paranaense, que es la que comprende Bolivia, la zona brasilera, Paraguay y toda esta región.
El mapa es tan claro que ustedes le preguntaron a las provincias del sur, pero no les preguntaron a Formosa, al Chaco, a Misiones, a Entre Ríos y, diputado Zabalza, a toda la provincia de Santa Fe.
Esta es la pregunta. Si esta es una ley de hidrocarburos para siempre, si según el último informe acreditado en 2013 China es el primer país con reservas -con el problema de que explota en centros urbanos, lo cual es altamente contaminante- y si en segundo lugar está la Argentina, este es el negocio. Tercero está Estados Unidos. ¡Tercero! El que más produce shale gas hoy está tercero. El que cambia la geopolítica mundial está tercero, y esto es lo que se disputa. Con este informe lo que hizo Chevron es una seña. ¿Quién señó? ¿Chevron? No, señores, los Estados Unidos. ¡Si este informe estaba disponible cuatro años antes! Usted lo sabe, Galuccio. Usted lo sabe. Usted pidió hablar conmigo y yo me negué, porque quería hacerlo público. Usted lo sabe. Entonces, ese es el negocio.
La segunda cuestión es el petróleo. Miren las potencias. Primero está Rusia. Segundo, Estados Unidos. Tercero, China. Y cuarta, la Argentina. Por tanto, estamos frente a una política de entrega de una renta potencial que desconocemos. Esto es lo que estamos haciendo. Es lo que hicimos con la minería. Nación vedette: política extractiva sin poner límites. Ni siquiera sabemos la renta potencial que entregamos.
Es cierto que hay mucha inversión al principio y mucha recuperación, pero después se estabiliza. Vaca Muerta está considerada ya como un lugar verificado. La pregunta es: ¿cuál es la estrategia de acá a veinte o treinta años en el mundo? ¿Cuál va a ser el bien escaso si se está produciendo la renovación de la explotación de hidrocarburos, si ya no está la cuestión estratégica mundial, si se va a producir gas barato, si la cuestión de la energía desde hace dos o tres años dejó de ser la gran cuestión y por eso los Estados Unidos se retiran de Medio Oriente, cuando nosotros nos vamos con Irán? Es lindísimo. Es cómico. Hasta en el mismo momento.
La pregunta es cuál es el recurso más valioso desde el punto de vista estratégico -quiero que me lo responda el ingeniero Galuccio-, desde el punto de vista del interés nacional, desde el punto de vista del interés regional y desde el punto de vista del interés de la América latina.
Quiero saber si es más importante la reserva de agua o la reserva de shale gas o de petróleo. ¿Saben por qué? Porque podemos tener mucho dinero y no tener agua. Jefes gubernamentales del Paraguay -con la corrupción que hemos conocido-, del Brasil, -con la corrupción que hemos conocido-, de la Argentina -con la corrupción que hemos conocido- y jefes provinciales pueden entregar el acuífero Guaraní, que es la mayor reserva mundial de agua dulce. Y en este sentido no fue consultada ni la Nación. Por eso sacaron del Código Civil, muchachos, el derecho al agua; ahora se entiende.
La pregunta que le hago es: ¿qué es más importante? Entonces, yo creo hay que tomar el problema. Yo creo que no podemos negar las inversiones, pero creo que no hay ley sin control ambiental. Por eso, en febrero de este año, ya sabiendo cómo venía la mano y conociendo la seña de Chevron...
Miren, señores, el acuerdo es una seña. Ellos van a explotar cinco años y, si les va bien, se quedan. Lo que Estados Unidos hizo es señar Vaca Muerta, que era el lugar, y dicen que son antiimperialisas. Escúchenme. Esto te lo dice el Departamento de Estado todos los días.
Ahora, nosotros presentamos un proyecto de ley de modificación en febrero, -cuando presentamos los 100 proyectos- que se llama "Presupuestos Mínimos para la Preservación y Conservación de las Aguas Continentales Subterráneas" para preservar para generaciones futuras, el uso sustentable y la preservación de los recursos. Ahí está el objetivo de la prohibición, allí donde pueda haber afectación de acuíferos.
Propongo esto: prohibamos la zona chacoparanaense. Reservemos el valor estratégico del agua. No podemos otorgar esta renta potencial a costa de los recursos del agua. San Juan, extrae minería gratis -vedette- pero, a cambio, con el tiempo, no va a tener agua. ¿Qué? ¿Vamos a contaminar el Paraná? Está involucrada toda la Mesopotamia argentina. También la zona brasileña y de Bolivia.
No es una ley para Vaca Muerta; es para siempre, yvoy a tratar de protestar. Quiero que me respondan qué hacemos con la zona chacoparanaense. ¿Qué hacemos en una ley que no preserva los acuíferos? ¿Cómo votar -estratégicamente estoy diciendo- esto? Y quiero que me lo responda Galuccio, porque yo lo respeto, o la secretaria de Energía, que ha contestado de manera correcta muchas de las preguntas que se planteaban de manera técnica. Y, gracias a Dios, se fue el otro, que no servía para nada. El otro, es el otro secretario de Energía, que fue el presidente de las provincias hidrocarburíferas cuando entregaron YPF en nombre de Néstor Kirchner.
Ahora, ¿por qué no hacemos esto? ¿Usted cree, Galuccio, que es más importante la inversión y los dólares que el agua? ¿Usted está seguro de que en el futuro las autoridades nacionales y los jefes provinciales no entregarán las aguas a cambio de grandes coimas? ¿Saben por qué limitan que se le conceda al Estado? Es muy fácil, porque la idea que está detrás es privatizaron en los años noventa, vaciaron entre los años noventa y el 2000, reestatizaron y le pagaron a Brufau -que es socio delictivo de este gobierno- 10 mil millones de dólares en el mayor negocio financiero, y me parece que después de saldar la sociedad con Brufau quieren reprivatizar en el próximo gobierno del PJ.
Yo no voy hacer ninguna pregunta sobre el vaciamiento de YPF ni tampoco les voy a hacer preguntas a los dos funcionarios del gobierno nacional que están presentes, porque los denuncié en el año 2006.
Como dijo el ministro Kicillof, frente al vaciamiento total de YPF están siendo investigados tanto De Vido como Zannini.
Me voy a referir solo a la ley de hidrocarburos y a la cuestión estratégica nacional, porque me parece un debate importante que hay que dar, y lamentablemente se está dando en estas condiciones.
Está claro que la explotación de shale gas en los Estados Unidos ha cambiado no solo la política energética sino también el conflicto estratégico mundial. Es decir que ahora el problema es el Pacífico. Yo creo que ahí, en el Pacífico, además está Vaca Muerta. Y los problemas de los Estados Unidos giran alrededor de la baja del precio, sobre todo del gas, con lo cual la relación costo-beneficio va a ser difícil en la Argentina.
Ahora bien, la inversión en shale gas, que cambia geopolíticamente el mundo, tiene su antecedente más claro -y usted lo debe conocer y por eso hacía ahí van orientadas las preguntas- en la Administración de Información Energética de los Estados Unidos, que ya hace cinco años dio el primer informe diciendo que Estados Unidos era el primer productor de shale gas, y la Argentina, el segundo. El informe fijó como lugares -y esto es importante, ya que en el segundo informe sale- las zonas del Chaco Paranaense, la de Vaca Muerta, la de Salta y Jujuy y la del Acuífero Guaraní. En el segundo informe de los Estados Unidos se pone la zona Chaco Paranaense, que es la que comprende Bolivia, la zona brasilera, Paraguay y toda esta región.
El mapa es tan claro que ustedes le preguntaron a las provincias del sur, pero no les preguntaron a Formosa, al Chaco, a Misiones, a Entre Ríos y, diputado Zabalza, a toda la provincia de Santa Fe.
Esta es la pregunta. Si esta es una ley de hidrocarburos para siempre, si según el último informe acreditado en 2013 China es el primer país con reservas -con el problema de que explota en centros urbanos, lo cual es altamente contaminante- y si en segundo lugar está la Argentina, este es el negocio. Tercero está Estados Unidos. ¡Tercero! El que más produce shale gas hoy está tercero. El que cambia la geopolítica mundial está tercero, y esto es lo que se disputa. Con este informe lo que hizo Chevron es una seña. ¿Quién señó? ¿Chevron? No, señores, los Estados Unidos. ¡Si este informe estaba disponible cuatro años antes! Usted lo sabe, Galuccio. Usted lo sabe. Usted pidió hablar conmigo y yo me negué, porque quería hacerlo público. Usted lo sabe. Entonces, ese es el negocio.
La segunda cuestión es el petróleo. Miren las potencias. Primero está Rusia. Segundo, Estados Unidos. Tercero, China. Y cuarta, la Argentina. Por tanto, estamos frente a una política de entrega de una renta potencial que desconocemos. Esto es lo que estamos haciendo. Es lo que hicimos con la minería. Nación vedette: política extractiva sin poner límites. Ni siquiera sabemos la renta potencial que entregamos.
Es cierto que hay mucha inversión al principio y mucha recuperación, pero después se estabiliza. Vaca Muerta está considerada ya como un lugar verificado. La pregunta es: ¿cuál es la estrategia de acá a veinte o treinta años en el mundo? ¿Cuál va a ser el bien escaso si se está produciendo la renovación de la explotación de hidrocarburos, si ya no está la cuestión estratégica mundial, si se va a producir gas barato, si la cuestión de la energía desde hace dos o tres años dejó de ser la gran cuestión y por eso los Estados Unidos se retiran de Medio Oriente, cuando nosotros nos vamos con Irán? Es lindísimo. Es cómico. Hasta en el mismo momento.
La pregunta es cuál es el recurso más valioso desde el punto de vista estratégico -quiero que me lo responda el ingeniero Galuccio-, desde el punto de vista del interés nacional, desde el punto de vista del interés regional y desde el punto de vista del interés de la América latina.
Quiero saber si es más importante la reserva de agua o la reserva de shale gas o de petróleo. ¿Saben por qué? Porque podemos tener mucho dinero y no tener agua. Jefes gubernamentales del Paraguay -con la corrupción que hemos conocido-, del Brasil, -con la corrupción que hemos conocido-, de la Argentina -con la corrupción que hemos conocido- y jefes provinciales pueden entregar el acuífero Guaraní, que es la mayor reserva mundial de agua dulce. Y en este sentido no fue consultada ni la Nación. Por eso sacaron del Código Civil, muchachos, el derecho al agua; ahora se entiende.
La pregunta que le hago es: ¿qué es más importante? Entonces, yo creo hay que tomar el problema. Yo creo que no podemos negar las inversiones, pero creo que no hay ley sin control ambiental. Por eso, en febrero de este año, ya sabiendo cómo venía la mano y conociendo la seña de Chevron...
Miren, señores, el acuerdo es una seña. Ellos van a explotar cinco años y, si les va bien, se quedan. Lo que Estados Unidos hizo es señar Vaca Muerta, que era el lugar, y dicen que son antiimperialisas. Escúchenme. Esto te lo dice el Departamento de Estado todos los días.
Ahora, nosotros presentamos un proyecto de ley de modificación en febrero, -cuando presentamos los 100 proyectos- que se llama "Presupuestos Mínimos para la Preservación y Conservación de las Aguas Continentales Subterráneas" para preservar para generaciones futuras, el uso sustentable y la preservación de los recursos. Ahí está el objetivo de la prohibición, allí donde pueda haber afectación de acuíferos.
Propongo esto: prohibamos la zona chacoparanaense. Reservemos el valor estratégico del agua. No podemos otorgar esta renta potencial a costa de los recursos del agua. San Juan, extrae minería gratis -vedette- pero, a cambio, con el tiempo, no va a tener agua. ¿Qué? ¿Vamos a contaminar el Paraná? Está involucrada toda la Mesopotamia argentina. También la zona brasileña y de Bolivia.
No es una ley para Vaca Muerta; es para siempre, yvoy a tratar de protestar. Quiero que me respondan qué hacemos con la zona chacoparanaense. ¿Qué hacemos en una ley que no preserva los acuíferos? ¿Cómo votar -estratégicamente estoy diciendo- esto? Y quiero que me lo responda Galuccio, porque yo lo respeto, o la secretaria de Energía, que ha contestado de manera correcta muchas de las preguntas que se planteaban de manera técnica. Y, gracias a Dios, se fue el otro, que no servía para nada. El otro, es el otro secretario de Energía, que fue el presidente de las provincias hidrocarburíferas cuando entregaron YPF en nombre de Néstor Kirchner.
Ahora, ¿por qué no hacemos esto? ¿Usted cree, Galuccio, que es más importante la inversión y los dólares que el agua? ¿Usted está seguro de que en el futuro las autoridades nacionales y los jefes provinciales no entregarán las aguas a cambio de grandes coimas? ¿Saben por qué limitan que se le conceda al Estado? Es muy fácil, porque la idea que está detrás es privatizaron en los años noventa, vaciaron entre los años noventa y el 2000, reestatizaron y le pagaron a Brufau -que es socio delictivo de este gobierno- 10 mil millones de dólares en el mayor negocio financiero, y me parece que después de saldar la sociedad con Brufau quieren reprivatizar en el próximo gobierno del PJ.
SRA. PRESIDENTA CONTI A continuación van a hacer uso de la palabra los diputados Pablo Kosiner, Juan Pais y Edgardo Depetri, del Frente para la Victoria.
Luego, los invitados van a contestar todas las preguntas.
Tiene la palabra el señor diputado Pablo Kosiner.
Luego, los invitados van a contestar todas las preguntas.
Tiene la palabra el señor diputado Pablo Kosiner.
SR. KOSINER Señora presidenta: en primer lugar, y en nombre de nuestro bloque -ya que seguramente lo harán los compañeros que restan hacer uso de la palabra-, quiero agradecer la presencia de los funcionarios que hoy nos acompañan.
Quiero poner en valor la presencia de los funcionarios a partir de la experiencia que venimos teniendo en este Congreso. Este año hemos tenido la presencia de funcionarios, de ministros y secretarios de Estado, por distintas problemáticas. Ahora es por la ley de hidrocarburos, pero hemos vivido situaciones similares en el tema de fondos buitre, de defensa del consumidor, de la nueva relación entre la producción y el consumo, del Código Civil y del presupuesto.
Hay una particularidad en esto: son todas cuestiones de fondo. Esto se debe a que indudablemente nuestro gobierno y nuestro proyecto político se ha tenido que hacer cargo en este país de resolver problemas de fondo. Cuando uno hace el repaso de estas temáticas, incluyendo el debate que ahora se da por la ley de hidrocarburos, observa que le generaban al país problemas sin resolver. Fue la decisión política de nuestro gobierno y de nuestro proyecto afrontarlas. Afrontar un problema y decidir resolverlo siempre genera conflictos. Ahí está la vocación política de gobernar un país: te quedás sin hacer nada y buscás no pelearte con nadie o decidís afrontar el problema, te metés a fondo y seguramente alguien va a quedar disconforme. Esta es la clave del gobierno.
Repasando la historia argentina uno ve los destinos de aquellos sectores que por quedar bien con todo el mundo no han resuelto nada y se tuvieron que ir antes de tiempo, así como ve los reconocimientos que hace el pueblo a quienes aún a riesgo de confrontar con algún sector buscan resolver los problemas. Creo que la ley de hidrocarburos también va en ese sentido.
Cuando comenzamos este debate sabíamos cuál iba a ser el final. Está claro que viene siendo la misma historia de siempre. Nuestro proyecto político ha estado poniendo claramente a disposición un proyecto de ley que busca resolver el problema y la oposición no ha mostrado ningún proyecto alternativo.
Quiero poner en valor la presencia de los funcionarios a partir de la experiencia que venimos teniendo en este Congreso. Este año hemos tenido la presencia de funcionarios, de ministros y secretarios de Estado, por distintas problemáticas. Ahora es por la ley de hidrocarburos, pero hemos vivido situaciones similares en el tema de fondos buitre, de defensa del consumidor, de la nueva relación entre la producción y el consumo, del Código Civil y del presupuesto.
Hay una particularidad en esto: son todas cuestiones de fondo. Esto se debe a que indudablemente nuestro gobierno y nuestro proyecto político se ha tenido que hacer cargo en este país de resolver problemas de fondo. Cuando uno hace el repaso de estas temáticas, incluyendo el debate que ahora se da por la ley de hidrocarburos, observa que le generaban al país problemas sin resolver. Fue la decisión política de nuestro gobierno y de nuestro proyecto afrontarlas. Afrontar un problema y decidir resolverlo siempre genera conflictos. Ahí está la vocación política de gobernar un país: te quedás sin hacer nada y buscás no pelearte con nadie o decidís afrontar el problema, te metés a fondo y seguramente alguien va a quedar disconforme. Esta es la clave del gobierno.
Repasando la historia argentina uno ve los destinos de aquellos sectores que por quedar bien con todo el mundo no han resuelto nada y se tuvieron que ir antes de tiempo, así como ve los reconocimientos que hace el pueblo a quienes aún a riesgo de confrontar con algún sector buscan resolver los problemas. Creo que la ley de hidrocarburos también va en ese sentido.
Cuando comenzamos este debate sabíamos cuál iba a ser el final. Está claro que viene siendo la misma historia de siempre. Nuestro proyecto político ha estado poniendo claramente a disposición un proyecto de ley que busca resolver el problema y la oposición no ha mostrado ningún proyecto alternativo.
SRA. CARRIÓ Nosotros acá tenemos uno.
SR. KOSINER Nadie lo escuchó hasta ahora. Ni un solo proyecto alternativo. Hemos visto cuestionamientos, difamaciones, agravios, interpretaciones de aquí o de allá. Algunos por el control obrero por izquierda, otros por la anulación de la actividad privada por derecha. Creo que hubiese sido un buen momento para aquellos que pretenden ser líderes políticos en la Argentina para decir qué proyecto de ley de hidrocarburos plantean para la Argentina. Pero otra vez están ausentes en este Congreso. Pienso que la sociedad tiene que ir dándose cuenta de esta historia. Ellos tienen modelos de liderazgo diagramados hacia los medios de comunicación, pero la responsabilidad de gobernar y resolver los problemas está aquí. Estamos viendo que aquellos que pretenden constituirse en líderes políticos, que incluso pretenden llegar a gobernar el país, otra vez están ausentes de los grandes debates de la Argentina. (Aplausos.)
En realidad, la tarea del Congreso no solamente -porque uno escucha, y creo que hay argumentos para todo- se realiza en el recinto. Esto lo sabemos y es bueno que la sociedad lo termine de conocer. La tarea de la construcción parlamentaria se hace desde la presentación del proyecto y el trabajo en comisión. Luego, sí, se finaliza en el recinto, pero no en el Salón de los Pasos Perdidos frente a las cámaras. Ahí no se resume toda la tarea parlamentaria.
Esto es lo que a nosotros nos hace debatir con mayor fortaleza estos temas. No hay plan con el cual consensuar. Hemos escuchado frases del tipo: "Sí, pero que el consenso...", "contengamos a todos...", "que busquemos...". ¿Con quién vamos a consensuar si no hay un plan alternativo para sentarse a discutir? Podemos llegar a decir que hay tantas iniciativas o cuestionamientos sobre este tema como diputados de la oposición existen. No hubo una unificación de criterios en el sentido de que "ante este proyecto de ley de hidrocarburos del oficialismo planteamos éste o estos proyectos alternativos".
¿Por qué vamos a apoyar nosotros? Porque claramente nos nuclea un objetivo que ya hemos discutido y reiterado cuando trabajamos la ley de soberanía hidrocarburífera: buscamos la soberanía energética. Para buscar la soberanía energética necesitamos mayor producción de hidrocarburos, pero hay un dato muy puntual: el objetivo final que tiene esta mayor producción en materia de hidrocarburos no es tampoco mayor en niveles de rentabilidad. Se trata del crecimiento con inclusión social en nuestro país.
Nosotros buscamos claramente -y por eso quienes venimos de las provincias vamos a apoyar, incluso con fuerza, este proyecto, porque queremos que haya mayor inversión en nuestras provincias- que las mayores inversiones se vean reflejadas en mayores recursos para las provincias y cómo esos mayores recursos se ven reflejados en la mejora del nivel de calidad de vida de cada uno de nuestros habitantes.
¿Cómo podemos pensar que ante los distintos niveles de modernización que hoy ha adquirido la actividad vamos a mantener una misma regulación?
Realmente aquí se dice esta ley está hecha o no a medida de YPF. Ese es el otro cuestionamiento. ¿Cómo vamos a negar la importancia de YPF en el mercado, si fue nuestra decisión política que uno de los factores fundamentales del logro de la soberanía hidrocarburífera es YPF en su nuevo rol en la política energética de nuestro país?
Entonces, la discusión sobre si la ley es a medida o no de YPF no tiene sentido. Nosotros reivindicamos el rol de YPF en esta nueva etapa de la política energética y de la política hidrocarburífera de la República Argentina. Hablamos muchas veces del círculo virtuoso: inversión, producción y mayores ingresos para las provincias. Indudablemente genera mayores beneficios para todos los argentinos.
Para terminar, ¿de qué nos sirve una discusión en abstracto de eventuales leyes con mayor porcentaje para allí, mayor porcentaje para acá? Lo que nosotros necesitamos concretamente son mayores niveles de inversión, y para generar mayores niveles de inversión -dijo el secretario Zannini- la prioridad es inversión en el pozo.
Nosotros necesitamos realmente volcar la mayor cantidad de inversión en el territorio para ir generando mayores niveles de recursos. Si bien podemos ponernos de acuerdo que si el nivel de regalías tendría que ser no del 12 más el 3 y llegar al 18, sino que podría ser un poco más o un poco menos, nosotros lo que necesitamos en esta etapa del desarrollo argentino es mayor nivel de inversión en el pozo. Creo que esa frase refleja el objetivo fundamental del espíritu de esta ley.
Finalmente, me quiero referir al federalismo. Me sorprende cómo hay sectores que siguen aferrados a la vieja concepción del federalismo de confrontación, de creer que el federalismo funciona cuando vos en los papeles ponés distribución de competencias: Nación para aquí, provincias para allá, y ahí se agota la discusión.
El federalismo que nosotros debemos reivindicar es el de concertación y no de confrontación, donde a partir de las facultades que tienen las provincias y el Estado nacional se sienten a la mesa a concertar, cada uno en función y en ejercicio de sus facultades, pero con un objetivo estratégico de hacer crecer al país.
El federalismo no puede seguir siendo concebido como una política de confrontación para ver quién gana en el tironeo de las facultades. Se trata de una posición totalmente perimida en cualquier lugar del mundo donde realmente el sistema federal funciona. Y como fundamento de esa política de federalismo de concertación esta ley tiene el mejor origen, que es la concertación entre los gobernadores como representantes del poder popular de las provincias y el Estado nacional como representante del poder popular del pueblo argentino.
En realidad, la tarea del Congreso no solamente -porque uno escucha, y creo que hay argumentos para todo- se realiza en el recinto. Esto lo sabemos y es bueno que la sociedad lo termine de conocer. La tarea de la construcción parlamentaria se hace desde la presentación del proyecto y el trabajo en comisión. Luego, sí, se finaliza en el recinto, pero no en el Salón de los Pasos Perdidos frente a las cámaras. Ahí no se resume toda la tarea parlamentaria.
Esto es lo que a nosotros nos hace debatir con mayor fortaleza estos temas. No hay plan con el cual consensuar. Hemos escuchado frases del tipo: "Sí, pero que el consenso...", "contengamos a todos...", "que busquemos...". ¿Con quién vamos a consensuar si no hay un plan alternativo para sentarse a discutir? Podemos llegar a decir que hay tantas iniciativas o cuestionamientos sobre este tema como diputados de la oposición existen. No hubo una unificación de criterios en el sentido de que "ante este proyecto de ley de hidrocarburos del oficialismo planteamos éste o estos proyectos alternativos".
¿Por qué vamos a apoyar nosotros? Porque claramente nos nuclea un objetivo que ya hemos discutido y reiterado cuando trabajamos la ley de soberanía hidrocarburífera: buscamos la soberanía energética. Para buscar la soberanía energética necesitamos mayor producción de hidrocarburos, pero hay un dato muy puntual: el objetivo final que tiene esta mayor producción en materia de hidrocarburos no es tampoco mayor en niveles de rentabilidad. Se trata del crecimiento con inclusión social en nuestro país.
Nosotros buscamos claramente -y por eso quienes venimos de las provincias vamos a apoyar, incluso con fuerza, este proyecto, porque queremos que haya mayor inversión en nuestras provincias- que las mayores inversiones se vean reflejadas en mayores recursos para las provincias y cómo esos mayores recursos se ven reflejados en la mejora del nivel de calidad de vida de cada uno de nuestros habitantes.
¿Cómo podemos pensar que ante los distintos niveles de modernización que hoy ha adquirido la actividad vamos a mantener una misma regulación?
Realmente aquí se dice esta ley está hecha o no a medida de YPF. Ese es el otro cuestionamiento. ¿Cómo vamos a negar la importancia de YPF en el mercado, si fue nuestra decisión política que uno de los factores fundamentales del logro de la soberanía hidrocarburífera es YPF en su nuevo rol en la política energética de nuestro país?
Entonces, la discusión sobre si la ley es a medida o no de YPF no tiene sentido. Nosotros reivindicamos el rol de YPF en esta nueva etapa de la política energética y de la política hidrocarburífera de la República Argentina. Hablamos muchas veces del círculo virtuoso: inversión, producción y mayores ingresos para las provincias. Indudablemente genera mayores beneficios para todos los argentinos.
Para terminar, ¿de qué nos sirve una discusión en abstracto de eventuales leyes con mayor porcentaje para allí, mayor porcentaje para acá? Lo que nosotros necesitamos concretamente son mayores niveles de inversión, y para generar mayores niveles de inversión -dijo el secretario Zannini- la prioridad es inversión en el pozo.
Nosotros necesitamos realmente volcar la mayor cantidad de inversión en el territorio para ir generando mayores niveles de recursos. Si bien podemos ponernos de acuerdo que si el nivel de regalías tendría que ser no del 12 más el 3 y llegar al 18, sino que podría ser un poco más o un poco menos, nosotros lo que necesitamos en esta etapa del desarrollo argentino es mayor nivel de inversión en el pozo. Creo que esa frase refleja el objetivo fundamental del espíritu de esta ley.
Finalmente, me quiero referir al federalismo. Me sorprende cómo hay sectores que siguen aferrados a la vieja concepción del federalismo de confrontación, de creer que el federalismo funciona cuando vos en los papeles ponés distribución de competencias: Nación para aquí, provincias para allá, y ahí se agota la discusión.
El federalismo que nosotros debemos reivindicar es el de concertación y no de confrontación, donde a partir de las facultades que tienen las provincias y el Estado nacional se sienten a la mesa a concertar, cada uno en función y en ejercicio de sus facultades, pero con un objetivo estratégico de hacer crecer al país.
El federalismo no puede seguir siendo concebido como una política de confrontación para ver quién gana en el tironeo de las facultades. Se trata de una posición totalmente perimida en cualquier lugar del mundo donde realmente el sistema federal funciona. Y como fundamento de esa política de federalismo de concertación esta ley tiene el mejor origen, que es la concertación entre los gobernadores como representantes del poder popular de las provincias y el Estado nacional como representante del poder popular del pueblo argentino.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Juan Pais.
SR. PAIS Señora presidenta: como he sido aludido, y sin perjuicio de que algunos legisladores se han retirado, voy a referirme a esas alusiones.
Me han puesto como una suerte de federatario de lo que pasa en mi provincia. Es cierto. El gobernador de la provincia de Chubut primero hizo público algún grado de disenso, luego hizo público que estaba negociando el texto de una norma a través de la OFEPHI y, por último, hizo público su consenso.
Para debatir esta iniciativa llamó a senadores y diputados de la provincia, tanto de su signo político como de la oposición, es decir que la conocemos. La idea era debatir el proyecto incluso antes de que ingresara al Senado. Es una buena práctica, y debo reconocerlo, por lo menos, a mi criterio.
Pero también debo reconocer -y esto hace falta decirlo porque no fue señalado- que también llamó a las fuerzas de la producción: el sector empresario, las cámaras de contratistas y el sector del trabajo. Allí hemos avanzado. En la provincia que represento hemos visto, por ejemplo, un alto grado de consenso, no sólo de la representación política en cabeza del jefe de Estado provincial y de la representación política del gobierno nacional, sino también de las fuerzas económicas involucradas en el trabajo hidrocarburífero.
Este proyecto de ley se entendió tanto en ese sector como a nivel de la población como un avance. Esto es lo importante. Toda ley es perfectible. Ninguna ley es inmutable. Esta es una muletilla que se suele usar, porque las leyes se pueden modificar siempre para mejorar. Pero esta norma va a ratificar el curso de la actividad hidrocarburífera a través, fundamentalmente, de la ley corta -la 26.197-, que fue un logro del gobierno del presidente Kirchner y un logro para las provincias, una verdadera ley federal pocas veces reivindicada adecuadamente.
Por otro lado, la ley corta que ratifica la vigencia de la ley de hidrocarburos de la Nación. Esta ley que estamos discutiendo ahora la modifica y la enriquece sustancialmente, la adecua a los tiempos en función de los objetivos de la soberanía hidrocarburífera y el autoabastecimiento energético de la República Argentina. Por ese motivo esta ley es importante.
Es falso lo de la inmutabilidad en materia de regalías. También es falso comparar las regalías con un impuesto. Las regalías son la contraprestación que recibe el dueño del recurso -en este caso, las provincias- por la explotación de ese recurso por parte del productor. Pero cuidado, porque no es la única participación en la renta petrolera que tienen los Estados provinciales y el Estado nacional. Se participa en la renta petrolera de muchas formas, y fundamentalmente a través de la participación tributaria. Este 12 por ciento, que era inmutable conforme el artículo 59, había sido ratificado por todos los gobiernos desde la época de Onganía hasta el presente. Incluso había sido notificado en la ley corta.
Hoy lo estamos incrementando. El nuevo artículo 59 es de trascendental importancia. Ratifica el 12 por ciento pero prevé la posibilidad de incrementarlo hasta el 18 por ciento a través de las prórrogas. Se trata de un elemento no dicho.
Otro elemento importante es que consolida la política hidrocarburífera de las provincias. Es decir que las provincias que renegociaron contratos con mayores ventajas hoy también tienen la consolidación de esos contratos con mayores ventajas. Esto quiere decir que van a poder seguir cobrando esas mayores ventajas y además, en el caso de que existan prórrogas, van a poder incrementar las regalías, que es otra cuestión que es la contraprestación. Esto no es óbice de los demás aspectos que es necesario acordar en el marco de un gobierno federal, que es fundamentalmente la materia tributaria.
Esta es una ley cuyo texto actual resiste cualquier test de constitucionalidad. Estamos en un Estado federal. Acá la Nación no avanza sobre las potestades provinciales y no necesita ratificación de las provincias. Sin perjuicio de que algunas provincias también tienen leyes marco sobre petróleo. Es el caso de la provincia del Chubut. Lo sé porque incluso los legisladores de mi provincia me convocaron y participé como consultor en la elaboración de esa legislación hace unos tres años.
Lamento que a lo mejor algunos representantes políticos del partido del ex gobernador Das Neves no hayan votado esa ley que él hoy reivindicó acá. Nosotros la tenemos y la votó el Frente para la Victoria también en la provincia de Chubut. Por eso digo que en materia federal esta norma potencia la actividad hidrocarburífera, los derechos de las provincias y los de la Nación. No existen fronteras y nosotros, los chubutenses, los que habitamos en una cuenca interprovincial, como la del Golfo San Jorge, lo conocemos. No hay límites provinciales para una cuenca petrolera, una cuenta hidrocarburífera con dos provincias.
En el Golfo San Jorge, el límite entre Santa Cruz y Chubut no puede establecer diferencias que hagan más o menos ventajoso el negocio petrolero según sea una provincia o la otra.
Necesitamos que la Nación y las provincias armonicen el negocio petrolero, pero que lo hagan con un test hacia arriba, es decir, con mayor participación, mayor trasparencia y, fundamentalmente, con mayor renta petrolera para cada una de las provincias que son las dueñas originarias de los recursos, como dice el 124, y, además, para que la Nación concrete los objetivos de la política hidrocarburífera que sí le compete al Estado nacional dictarlos, y ello porque el constituyente le delegó esa potestad a la Nación.
Esa es la potestad que nos da la jurisdicción como Congreso de la Nación para sancionar esta norma y es, sin duda, el artículo 75, inciso 12 de nuestra Constitución. Cuando el constituyente le da la potestad a este Congreso de legislar en materia hidrocarburífera y minera nos está dando la potestad de que legislemos en materia hidrocarburífera, sin avanzar sobre las potestades no delegadas por las provincias, pero en esta norma no se avanza de ninguna forma.
En las partes y en los supuestos en que se reconoce la potestad provincial, la ley proyectada tiene mandatos de negociación, mandatos para propender y mandatos para lograr. Esta es una ley en construcción, proactiva, para propiciar la concreción de los objetivos de una verdadera política hidrocarburífera al servicio de los argentinos, y por eso la vamos a apoyar, porque defiende tanto el interés de la Nación como el interés de cada una de nuestras provincias.
Me han puesto como una suerte de federatario de lo que pasa en mi provincia. Es cierto. El gobernador de la provincia de Chubut primero hizo público algún grado de disenso, luego hizo público que estaba negociando el texto de una norma a través de la OFEPHI y, por último, hizo público su consenso.
Para debatir esta iniciativa llamó a senadores y diputados de la provincia, tanto de su signo político como de la oposición, es decir que la conocemos. La idea era debatir el proyecto incluso antes de que ingresara al Senado. Es una buena práctica, y debo reconocerlo, por lo menos, a mi criterio.
Pero también debo reconocer -y esto hace falta decirlo porque no fue señalado- que también llamó a las fuerzas de la producción: el sector empresario, las cámaras de contratistas y el sector del trabajo. Allí hemos avanzado. En la provincia que represento hemos visto, por ejemplo, un alto grado de consenso, no sólo de la representación política en cabeza del jefe de Estado provincial y de la representación política del gobierno nacional, sino también de las fuerzas económicas involucradas en el trabajo hidrocarburífero.
Este proyecto de ley se entendió tanto en ese sector como a nivel de la población como un avance. Esto es lo importante. Toda ley es perfectible. Ninguna ley es inmutable. Esta es una muletilla que se suele usar, porque las leyes se pueden modificar siempre para mejorar. Pero esta norma va a ratificar el curso de la actividad hidrocarburífera a través, fundamentalmente, de la ley corta -la 26.197-, que fue un logro del gobierno del presidente Kirchner y un logro para las provincias, una verdadera ley federal pocas veces reivindicada adecuadamente.
Por otro lado, la ley corta que ratifica la vigencia de la ley de hidrocarburos de la Nación. Esta ley que estamos discutiendo ahora la modifica y la enriquece sustancialmente, la adecua a los tiempos en función de los objetivos de la soberanía hidrocarburífera y el autoabastecimiento energético de la República Argentina. Por ese motivo esta ley es importante.
Es falso lo de la inmutabilidad en materia de regalías. También es falso comparar las regalías con un impuesto. Las regalías son la contraprestación que recibe el dueño del recurso -en este caso, las provincias- por la explotación de ese recurso por parte del productor. Pero cuidado, porque no es la única participación en la renta petrolera que tienen los Estados provinciales y el Estado nacional. Se participa en la renta petrolera de muchas formas, y fundamentalmente a través de la participación tributaria. Este 12 por ciento, que era inmutable conforme el artículo 59, había sido ratificado por todos los gobiernos desde la época de Onganía hasta el presente. Incluso había sido notificado en la ley corta.
Hoy lo estamos incrementando. El nuevo artículo 59 es de trascendental importancia. Ratifica el 12 por ciento pero prevé la posibilidad de incrementarlo hasta el 18 por ciento a través de las prórrogas. Se trata de un elemento no dicho.
Otro elemento importante es que consolida la política hidrocarburífera de las provincias. Es decir que las provincias que renegociaron contratos con mayores ventajas hoy también tienen la consolidación de esos contratos con mayores ventajas. Esto quiere decir que van a poder seguir cobrando esas mayores ventajas y además, en el caso de que existan prórrogas, van a poder incrementar las regalías, que es otra cuestión que es la contraprestación. Esto no es óbice de los demás aspectos que es necesario acordar en el marco de un gobierno federal, que es fundamentalmente la materia tributaria.
Esta es una ley cuyo texto actual resiste cualquier test de constitucionalidad. Estamos en un Estado federal. Acá la Nación no avanza sobre las potestades provinciales y no necesita ratificación de las provincias. Sin perjuicio de que algunas provincias también tienen leyes marco sobre petróleo. Es el caso de la provincia del Chubut. Lo sé porque incluso los legisladores de mi provincia me convocaron y participé como consultor en la elaboración de esa legislación hace unos tres años.
Lamento que a lo mejor algunos representantes políticos del partido del ex gobernador Das Neves no hayan votado esa ley que él hoy reivindicó acá. Nosotros la tenemos y la votó el Frente para la Victoria también en la provincia de Chubut. Por eso digo que en materia federal esta norma potencia la actividad hidrocarburífera, los derechos de las provincias y los de la Nación. No existen fronteras y nosotros, los chubutenses, los que habitamos en una cuenca interprovincial, como la del Golfo San Jorge, lo conocemos. No hay límites provinciales para una cuenca petrolera, una cuenta hidrocarburífera con dos provincias.
En el Golfo San Jorge, el límite entre Santa Cruz y Chubut no puede establecer diferencias que hagan más o menos ventajoso el negocio petrolero según sea una provincia o la otra.
Necesitamos que la Nación y las provincias armonicen el negocio petrolero, pero que lo hagan con un test hacia arriba, es decir, con mayor participación, mayor trasparencia y, fundamentalmente, con mayor renta petrolera para cada una de las provincias que son las dueñas originarias de los recursos, como dice el 124, y, además, para que la Nación concrete los objetivos de la política hidrocarburífera que sí le compete al Estado nacional dictarlos, y ello porque el constituyente le delegó esa potestad a la Nación.
Esa es la potestad que nos da la jurisdicción como Congreso de la Nación para sancionar esta norma y es, sin duda, el artículo 75, inciso 12 de nuestra Constitución. Cuando el constituyente le da la potestad a este Congreso de legislar en materia hidrocarburífera y minera nos está dando la potestad de que legislemos en materia hidrocarburífera, sin avanzar sobre las potestades no delegadas por las provincias, pero en esta norma no se avanza de ninguna forma.
En las partes y en los supuestos en que se reconoce la potestad provincial, la ley proyectada tiene mandatos de negociación, mandatos para propender y mandatos para lograr. Esta es una ley en construcción, proactiva, para propiciar la concreción de los objetivos de una verdadera política hidrocarburífera al servicio de los argentinos, y por eso la vamos a apoyar, porque defiende tanto el interés de la Nación como el interés de cada una de nuestras provincias.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Depetris.
SR. DEPETRIS Señora presidenta: en primer lugar, también quiero destacar la participación de los compañeros funcionarios que han venido.
Lamentamos -no es nuevo- que la oposición siempre tenga la misma actitud. No solamente lo hacen en la Comisión sino también en el recinto ya que lo transforman en un espacio más de los medios de comunicación. Es decir, no discuten en el recinto; van a los medios y hacen política desde los medios, tratando de impugnar permanentemente desde diferentes lugares las iniciativas del Poder Ejecutivo. Es más, se creen su propio libreto y hasta sus propios personajes.
Nosotros queremos responder, señora presidenta, que los verdaderos recursos están puestos al servicio de la comunidad, que los ve el pueblo argentino. Nuestra capacidad para desarrollar tecnología, nuestro compromiso con la Patria lo vimos hace poquito con el Arsat volando en el espacio y ratificando una soberanía clara de tecnología satelital de nuestro país que es orgullo nacional, continental y mundial.
Yo sueño también -¿por qué no?- que ahora, con la recuperación de YPF en manos del Estado argentino, se pueda desarrollar además tecnología para avanzar con la industria nacional no solamente en las áreas de exploración y en la producción sino también mejorar la capacidad de nuestro Estado y nuestras empresas como para tener desarrollo tecnológico para resolver equipamiento y toda la potencialidad tecnológica que nos permita extraer nuestra riqueza.
También lo demostramos en otras áreas -como acá se dijo-, como el desarrollo de la industria nuclear, que tantos beneficios le trajo también a la Argentina. Por eso para nosotros votar esta iniciativa, plantearla y dar el debate. No se trata de una cuestión sobre la que de pronto se nos ocurre avanzar sino que tiene que ver con un desarrollo y una decisión de colocar al Estado nacional, a las provincias argentinas, como los verdaderos custodios de este recurso fundamental para la Nación.
En tiempos en que se cuestiona lo del autoabastecimiento, un país sin industria es un país al que le sobra la energía. Se trata de un país desconectado, como bien se planteó acá respecto del NEA y del NOA.
Es un país donde el desarrollo energético sólo cabe en las cuencas más importantes de la Patagonia o de Mendoza, donde el productor sólo veía como posibilidad exportar y no consumir en el orden local, no desarrollar trabajo, no desarrollar valor.
Por eso nosotros, al plantear la iniciativa de la ley, no la descontextualizamos del proyecto de país y del modelo de sociedad que los gobiernos de Néstor y de Cristina han recuperado para el conjunto de la población. El recurso más importante que vamos a defender como parte de una política energética es el recurso del pueblo argentino, es decir, es el trabajo de los argentinos, es haber recuperado el trabajo nacional.
Estamos avanzando como Estado en el control, abriendo la posibilidad de mayor producción e integración para defender el problema central que tuvo la Argentina y que este gobierno resolvió, que es el trabajo. Se trata del tema de la presencia del Estado con capacidad para desarrollar las áreas fundamentales de la economía para que vuelvan a poner a nuestro pueblo en la senda de un crecimiento de la economía pero devolviéndole el trabajo y el salario.
Señora presidenta: hace poquito pude caminar por Añelo. No fui invitado por YPF ni por la Cámara de Diputados. Me fui solito a caminar por Añelo y he visto ahí la potencialidad y la expectativa no sólo de las empresas y de YPF sino de todo un movimiento de trabajadores y organizaciones. Conocí iniciativas para instalarse en ese núcleo de Vaca Muerta.
Al mismo tiempo, señora presidenta, señores diputados y funcionarios que nos acompañan, se vuelve a soñar. Esto es posible por la capacidad que vuelve a tener el Estado argentino y nuestro país para disponer de un recurso energético fundamental que permite seguir desarrollando el país industrial, el país del pleno empleo, el país que se potencia con su capacidad de crear riqueza y valor y que se integra al conjunto de la población. Porque discutir esta ley hidrocarburífera, como dijeron el ministro De Vido, la secretaria Matranga, el ingeniero Galuccio y el secretario Zannini, no es discutir una ley sectorial: estamos discutiendo una ley fundamental que tiene que ver con aquella recuperación del trabajo que inició el presidente Néstor Kirchner y que luego potenció Cristina con la recuperación de áreas estratégicas y fundamentales para el desarrollo nacional.
Esta ley no está en otra sintonía que la de haber recuperado el Estado como garante del interés colectivo y de la comunidad. Por eso, señora presidenta, vamos a defender esta iniciativa no sólo acá sino también en el recinto, y vamos a seguir promoviendo la posibilidad de que el Estado siga trabajando para resolver la desigualdad social. (Aplausos.)
Lamentamos -no es nuevo- que la oposición siempre tenga la misma actitud. No solamente lo hacen en la Comisión sino también en el recinto ya que lo transforman en un espacio más de los medios de comunicación. Es decir, no discuten en el recinto; van a los medios y hacen política desde los medios, tratando de impugnar permanentemente desde diferentes lugares las iniciativas del Poder Ejecutivo. Es más, se creen su propio libreto y hasta sus propios personajes.
Nosotros queremos responder, señora presidenta, que los verdaderos recursos están puestos al servicio de la comunidad, que los ve el pueblo argentino. Nuestra capacidad para desarrollar tecnología, nuestro compromiso con la Patria lo vimos hace poquito con el Arsat volando en el espacio y ratificando una soberanía clara de tecnología satelital de nuestro país que es orgullo nacional, continental y mundial.
Yo sueño también -¿por qué no?- que ahora, con la recuperación de YPF en manos del Estado argentino, se pueda desarrollar además tecnología para avanzar con la industria nacional no solamente en las áreas de exploración y en la producción sino también mejorar la capacidad de nuestro Estado y nuestras empresas como para tener desarrollo tecnológico para resolver equipamiento y toda la potencialidad tecnológica que nos permita extraer nuestra riqueza.
También lo demostramos en otras áreas -como acá se dijo-, como el desarrollo de la industria nuclear, que tantos beneficios le trajo también a la Argentina. Por eso para nosotros votar esta iniciativa, plantearla y dar el debate. No se trata de una cuestión sobre la que de pronto se nos ocurre avanzar sino que tiene que ver con un desarrollo y una decisión de colocar al Estado nacional, a las provincias argentinas, como los verdaderos custodios de este recurso fundamental para la Nación.
En tiempos en que se cuestiona lo del autoabastecimiento, un país sin industria es un país al que le sobra la energía. Se trata de un país desconectado, como bien se planteó acá respecto del NEA y del NOA.
Es un país donde el desarrollo energético sólo cabe en las cuencas más importantes de la Patagonia o de Mendoza, donde el productor sólo veía como posibilidad exportar y no consumir en el orden local, no desarrollar trabajo, no desarrollar valor.
Por eso nosotros, al plantear la iniciativa de la ley, no la descontextualizamos del proyecto de país y del modelo de sociedad que los gobiernos de Néstor y de Cristina han recuperado para el conjunto de la población. El recurso más importante que vamos a defender como parte de una política energética es el recurso del pueblo argentino, es decir, es el trabajo de los argentinos, es haber recuperado el trabajo nacional.
Estamos avanzando como Estado en el control, abriendo la posibilidad de mayor producción e integración para defender el problema central que tuvo la Argentina y que este gobierno resolvió, que es el trabajo. Se trata del tema de la presencia del Estado con capacidad para desarrollar las áreas fundamentales de la economía para que vuelvan a poner a nuestro pueblo en la senda de un crecimiento de la economía pero devolviéndole el trabajo y el salario.
Señora presidenta: hace poquito pude caminar por Añelo. No fui invitado por YPF ni por la Cámara de Diputados. Me fui solito a caminar por Añelo y he visto ahí la potencialidad y la expectativa no sólo de las empresas y de YPF sino de todo un movimiento de trabajadores y organizaciones. Conocí iniciativas para instalarse en ese núcleo de Vaca Muerta.
Al mismo tiempo, señora presidenta, señores diputados y funcionarios que nos acompañan, se vuelve a soñar. Esto es posible por la capacidad que vuelve a tener el Estado argentino y nuestro país para disponer de un recurso energético fundamental que permite seguir desarrollando el país industrial, el país del pleno empleo, el país que se potencia con su capacidad de crear riqueza y valor y que se integra al conjunto de la población. Porque discutir esta ley hidrocarburífera, como dijeron el ministro De Vido, la secretaria Matranga, el ingeniero Galuccio y el secretario Zannini, no es discutir una ley sectorial: estamos discutiendo una ley fundamental que tiene que ver con aquella recuperación del trabajo que inició el presidente Néstor Kirchner y que luego potenció Cristina con la recuperación de áreas estratégicas y fundamentales para el desarrollo nacional.
Esta ley no está en otra sintonía que la de haber recuperado el Estado como garante del interés colectivo y de la comunidad. Por eso, señora presidenta, vamos a defender esta iniciativa no sólo acá sino también en el recinto, y vamos a seguir promoviendo la posibilidad de que el Estado siga trabajando para resolver la desigualdad social. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el arquitecto Julio De Vido.
SR. DE VIDO Voy a ser muy breve para contestar algún tema que quedó pendiente, como el de biocombustibles.
Preguntaron por qué se había eliminado el límite de áreas por concesionaria. En la Argentina hay 1.450 áreas de las cuales 1.200 están concesionadas o en explotación, 220 están en exploración y 30 aún están sin licitar. O sea que en total son 1.450. Operadores habilitados para poder llevar adelante una operación de una concesión petrolera sólo hay 50. Quiere decir que usan distintos nombres y distintos tipos de asociaciones y se genera una suerte de reparto de límites que no se puede cumplir. No es que no se cumple por capricho; esto lo blanquea la nueva ley. Definitivamente, lo que buscamos propugnar es que cada área esté a nombre de quien realmente la explota, de la compañía o de la UTE que se forme al explotarla.
Respecto al pase de un área convencional o a una no convencional, obviamente la que decide es siempre la autoridad de aplicación, así como también es la que decide el nivel de regalías que aplica con los topes que establece la ley. De la misma manera, la autoridad de aplicación es quien define finalmente, en base al pliego modelo que vamos a armar entre las provincias, qué cláusulas particulares se aplican.
De la misma manera, como acá se habló del agua, también sabemos que cada provincia tiene su propia legislación sobre el agua porque está en la Constitución nacional y en las leyes que las provincias son las que deciden sobre sus recursos naturales, y no va a haber ninguna posibilidad de llevar adelante ninguna explotación en ninguna área -sea la chacoparanense o la que fuere- sin generar los consensos ambientales correspondientes en cada jurisdicción. Es absolutamente inviable.
Como fui aludido por el diputado Zabalza en relación a que no está de acuerdo con el plan energético, quiero recordar que en la provincia de Santa Fe se recuperó la Central Sorrento, que era la última central eléctrica que había construido Estado nacional en 1958. La recibimos destruida y hoy está funcionando a pleno, con 120 megavatios. Se construyó la usina de Santo Tomé y estamos terminando la usina Vuelta de Obligado, que se inaugurará el mes próximo. Cabe señalar que nunca en la historia de Santa Fe se construyó y se aportó la cantidad de generación que hay ahora.
Asimismo, estamos construyendo junto con la provincia de Santa Fe la mayor cantidad de obras en materia de vinculación energética de que se tenga recuerdo en la historia en materia de la línea 132 de 33 y, por supuesto, la vinculación está licitada, o sea, el gasoducto del NEA, para llevar gas a la zona norte de Santa Fe, que nunca tuvo gas en su historia.
Preguntaron por qué se había eliminado el límite de áreas por concesionaria. En la Argentina hay 1.450 áreas de las cuales 1.200 están concesionadas o en explotación, 220 están en exploración y 30 aún están sin licitar. O sea que en total son 1.450. Operadores habilitados para poder llevar adelante una operación de una concesión petrolera sólo hay 50. Quiere decir que usan distintos nombres y distintos tipos de asociaciones y se genera una suerte de reparto de límites que no se puede cumplir. No es que no se cumple por capricho; esto lo blanquea la nueva ley. Definitivamente, lo que buscamos propugnar es que cada área esté a nombre de quien realmente la explota, de la compañía o de la UTE que se forme al explotarla.
Respecto al pase de un área convencional o a una no convencional, obviamente la que decide es siempre la autoridad de aplicación, así como también es la que decide el nivel de regalías que aplica con los topes que establece la ley. De la misma manera, la autoridad de aplicación es quien define finalmente, en base al pliego modelo que vamos a armar entre las provincias, qué cláusulas particulares se aplican.
De la misma manera, como acá se habló del agua, también sabemos que cada provincia tiene su propia legislación sobre el agua porque está en la Constitución nacional y en las leyes que las provincias son las que deciden sobre sus recursos naturales, y no va a haber ninguna posibilidad de llevar adelante ninguna explotación en ninguna área -sea la chacoparanense o la que fuere- sin generar los consensos ambientales correspondientes en cada jurisdicción. Es absolutamente inviable.
Como fui aludido por el diputado Zabalza en relación a que no está de acuerdo con el plan energético, quiero recordar que en la provincia de Santa Fe se recuperó la Central Sorrento, que era la última central eléctrica que había construido Estado nacional en 1958. La recibimos destruida y hoy está funcionando a pleno, con 120 megavatios. Se construyó la usina de Santo Tomé y estamos terminando la usina Vuelta de Obligado, que se inaugurará el mes próximo. Cabe señalar que nunca en la historia de Santa Fe se construyó y se aportó la cantidad de generación que hay ahora.
Asimismo, estamos construyendo junto con la provincia de Santa Fe la mayor cantidad de obras en materia de vinculación energética de que se tenga recuerdo en la historia en materia de la línea 132 de 33 y, por supuesto, la vinculación está licitada, o sea, el gasoducto del NEA, para llevar gas a la zona norte de Santa Fe, que nunca tuvo gas en su historia.
SR. ZABALZA No sobre Santa Fe, ministro.
SERVICIOS Lo recibí siempre en mi despacho. Cuando usted quiera hablar conmigo me llama por teléfono...
SR. ZABALZA Pero, ¿qué quiere decir eso? Yo no tengo problema en hablar con nadie.
SERVICIOS Había una diferencia fundamental...
SR. ZABALZA Pero si está perfecto. Quiero...
SERVICIOS ...usted no estaba de acuerdo.
SR. ZABALZA No, ministro, yo no quiero discutir. Quería preguntarle por el Consejo Federal...
SERVICIOS Ya le contesté. ¿O hay repreguntas?
SR. ZABALZA Está en la ley.
SRA. PRESIDENTA CONTI Por favor...
SR. ZABALZA ...Consejo Federal de Energía, que está en la ley.
SERVICIOS Esa pregunta ya la contesté.
SRA. PRESIDENTA CONTI Por favor. Prender el micrófono sin que la Presidencia dé la palabra constituye una falta de respeto a quien preside, y me hago cargo de si mi respuesta es autoritaria o no.
Estamos cerrando la exposición de los funcionarios, a quienes vamos a despedir con las palabras del doctor Zannini.
Estamos cerrando la exposición de los funcionarios, a quienes vamos a despedir con las palabras del doctor Zannini.
SR. ZANNINI Señora presidenta: simplemente, en nombre de mis compañeros quiero agradecer por permitirnos participar de esta reunión de comisión. Realmente hubiéramos querido estar más a la altura del estudio que algunos diputados demostraron haber hecho de la iniciativa en cuestión.
Nosotros también la hemos estudiado bastante y a lo mejor no se han podido contestar todas las preguntas como quisieran.
Sólo quiero hacer una aclaración. No me gusta hablar de los ausentes, pero la ausencia de una diputada de rojo, que se retiró intempestivamente, me obliga a hablar en ausencia de ella. Yo debo decir que sus denuncias no me tocan, porque para denunciar uno tiene que tener autoridad moral. Esta mujer no tiene autoridad moral y creo que esta Cámara de Diputados está sufriendo una falta de respeto de su parte, porque esta señora -María Elisa Avelina Carrió- demostró más respeto por el estatuto del proceso de reorganización nacional que por esta Cámara. (Aplausos.)
Nosotros también la hemos estudiado bastante y a lo mejor no se han podido contestar todas las preguntas como quisieran.
Sólo quiero hacer una aclaración. No me gusta hablar de los ausentes, pero la ausencia de una diputada de rojo, que se retiró intempestivamente, me obliga a hablar en ausencia de ella. Yo debo decir que sus denuncias no me tocan, porque para denunciar uno tiene que tener autoridad moral. Esta mujer no tiene autoridad moral y creo que esta Cámara de Diputados está sufriendo una falta de respeto de su parte, porque esta señora -María Elisa Avelina Carrió- demostró más respeto por el estatuto del proceso de reorganización nacional que por esta Cámara. (Aplausos.)
Se retiran los funcionarios.
SR. LOZANO ¡No me respondieron un "pomo"!
SRA. PRESIDENTA CONTI Continuamos con el plenario.
Tiene la palabra el señor diputado Kosiner.
Tiene la palabra el señor diputado Kosiner.
SR. KOSINER Señora presidenta: quiero hacer una moción muy puntual.
Si uno observa claramente esta zona de la comisión en la que estoy sentado y los escritorios de enfrente, va a notar quién tuvo la intención de participar en el debate y en el trabajo sobre el tema. Nosotros estuvimos presentes de manera respetuosa desde el primer hasta el último minuto, y escuchamos no solamente a los funcionarios sino también a los legisladores de la oposición que plantearon sus posiciones. Cuando nos tocó plantear nuestra posición solamente hubo entre nueve y diez legisladores de la oposición, con lo cual queda claro que no hay mayor intención de seguir debatiendo esta situación.
Considero que nosotros hemos sido muy respetuosos en ese sentido.
Entendemos que se ha agotado el debate por la propia intencionalidad de la oposición de no estar presente. Por tal motivo, voy a pedir que se haga circular el dictamen y se firme con el fin de emitir despacho. (Aplausos.)
Si uno observa claramente esta zona de la comisión en la que estoy sentado y los escritorios de enfrente, va a notar quién tuvo la intención de participar en el debate y en el trabajo sobre el tema. Nosotros estuvimos presentes de manera respetuosa desde el primer hasta el último minuto, y escuchamos no solamente a los funcionarios sino también a los legisladores de la oposición que plantearon sus posiciones. Cuando nos tocó plantear nuestra posición solamente hubo entre nueve y diez legisladores de la oposición, con lo cual queda claro que no hay mayor intención de seguir debatiendo esta situación.
Considero que nosotros hemos sido muy respetuosos en ese sentido.
Entendemos que se ha agotado el debate por la propia intencionalidad de la oposición de no estar presente. Por tal motivo, voy a pedir que se haga circular el dictamen y se firme con el fin de emitir despacho. (Aplausos.)
SR. LOZANO ¿Eso no se hacía el jueves?
SRA. PRESIDENTA CONTI Le voy a dar la palabra al diputado Zabalza. El Frente Renovador ha pedido presentar dictamen ahora.
SR. ZABALZA Señora presidenta: teníamos previsto una reunión el día jueves para presentar invitados con el fin de que expusieran sobre distintos temas. Nosotros hemos pasado una lista de invitados. Para nosotros este es un tema trascendente. Podemos estar conformes o no con las respuestas de los funcionarios, pero me parece importante que se pueda seguir escuchando a gente vinculada con un asunto que tiene que ver con el presente y el futuro de la Argentina.
Simplemente, ratificamos nuestra posición a favor de que se dé continuidad a esta reunión el día jueves.
Simplemente, ratificamos nuestra posición a favor de que se dé continuidad a esta reunión el día jueves.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Claudio Lozano.
SR. LOZANO Mi planteo va en el mismo sentido, porque la realidad es que nosotros vinimos acá a hacer preguntas y no a fijar posición.
El diputado Kosiner dijo que no había propuestas, pero los dictámenes de minoría, en teoría -teniendo en cuenta lo que fue la convocatoria-, eran para el día jueves. En eso habíamos quedado.
El diputado Kosiner dijo que no había propuestas, pero los dictámenes de minoría, en teoría -teniendo en cuenta lo que fue la convocatoria-, eran para el día jueves. En eso habíamos quedado.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Pablo López.
SR. LÓPEZ Señora presidenta: para responder a lo que dijo el diputado Kosiner, e incluso no siendo miembro de las comisiones que van a intervenir en el asunto, quiero decir que estuve presente durante toda la reunión. Los funcionarios ya se han retirado y han evadido las respuestas a las preguntas que formulé.
Además, quería aclararle que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores ha presentado un proyecto de ley de nacionalización integral de los hidrocarburos que ha sido omitido en las consideraciones de las comisiones.
Además, quería aclararle que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores ha presentado un proyecto de ley de nacionalización integral de los hidrocarburos que ha sido omitido en las consideraciones de las comisiones.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Sturzenegger.
SR. STURZENEGGER Señora presidenta: mi posición va en el mismo sentido. Nos habían avisado que iba a haber una reunión el martes y otra el jueves, así que pensamos que el dictamen podía ser presentado el jueves, máxime cuando el diputado Kosiner ha pedido que discutamos los elementos fundamentales que debía tener una ley de hidrocarburos. Eso lo vamos a hacer el día jueves.
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Roberto Feletti.
SR. FELETTI Señora presidenta: estoy de acuerdo con el planteo del diputado Lozano respecto de que el objetivo era hacer preguntas. El problema es que la reunión no transcurrió en esos términos. Hubo acusaciones de entrega del patrimonio nacional, de corrupción, de ausencia de respuestas concretas, etcétera. Los funcionarios estuvieron varias horas aquí, donde estuvo presente más de medio gabinete. Muchas veces yo escuché el pedido de que vengan la secretaria de Energía o el ministro De Vido. Estuvieron presentes el ministro De Vido, el secretario de Legal y Técnica, la secretaria de Energía, el presidente de YPF, y la verdad es que hubo controversias muy duras que no hacían inclusive al tema de la ley.
Desde ese punto de vista, considero que esta reunión está concluida, porque acá nadie va a cambiar su opinión. Es mi modesta opinión al respecto.
Desde ese punto de vista, considero que esta reunión está concluida, porque acá nadie va a cambiar su opinión. Es mi modesta opinión al respecto.
SRA. PRESIDENTA CONTI Creo que se han vertido todas las opciones y posiciones. Por lo tanto, corresponde a la Presidencia del plenario resolver. Es verdad que había una citación para el jueves a las 12 horas, pero voy a dar por concluido este plenario. La fecha para dictaminar se prorroga hasta el jueves a las 12.
Nuestro dictamen será el de mayoría, queda a la firma en este instante. (Aplausos.)
No habiendo más asuntos que tratar, damos por finalizada la reunión convocada para el día de la fecha.
Nuestro dictamen será el de mayoría, queda a la firma en este instante. (Aplausos.)
No habiendo más asuntos que tratar, damos por finalizada la reunión convocada para el día de la fecha.
Es la hora 18 y 5.