Dirigirse al Poder Ejecutivo, para que, por intermedio del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y de la Secretaria de Política Económica y Planificación del Desarrollo, informe:

1) De los términos y condiciones establecidos en el acuerdo suscripto entre la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Sociedad Anónima (YPF S.A.) y Andes Energía Plc.

2) Sobre los antecedentes que acredita la empresa Andes Energía PLC en exploración de hidrocarburos convencionales y no convencionales que aporten un valor agregado al acuerdo alcanzado con la principal compañía petrolera nacional.

3) De la inversión comprometida en el acuerdo y de los plazos para su cumplimiento.

4) Sobre los estados contables y nivel de endeudamiento de la empresa Andes Energía Plc.

Señor presidente:

Andes Energía es una compañía inversora registrada en Inglaterra y Gales que concentra sus operaciones en el sector energético argentino. A través de sus subsidiarias opera en los negocios de distribución de energía eléctrica, generación hidroeléctrica y en el negocio de petróleo y gas. Sus principales activos están conformados por una participación indirecta controlante del 51% en EDEMSA, el 47% de Hidroeléctrica Ameghino S.A. (HASA), y participaciones en licencias de exploración de petróleo y gas, además de la participación adquirida durante el 2011 en un área en producción.

De acuerdo con lo informado por Fitch Argentina Calificadora de Riesgo S.A., el negocio de petróleo y gas de Andes Energía Plc. se encuentra en una etapa inicial, con lo cual no se espera un flujo de fondos significativo de este segmento en los próximos 2/3 años. La expansión de la actividad podría requerir de importantes inversiones. La compañía anunció acuerdos de exploración y explotación con YPF, los cuales contemplan que esta última financie las inversiones hasta el inicio de la actividad comercial, lo cual reduce las necesidades de fondeo por parte de Andes Energía.

Como factores de riesgo la empresa presenta debilidades que deberían tenerse en cuenta, como la exposición al aumento de los costos y salarios asociados a una creciente inflación, especialmente por el retraso en los ajustes tarifarios. La exposición al riesgo regulatorio y al ser un negocio de petróleo y gas en etapa inicial, requiere de inversiones y financiamiento, que serán mitigados mediante los acuerdos alcanzados con YPF. El flujo de fondos esta sujeto al éxito de este programa y la concentración de vencimientos de la deuda en los próximos tres años, podría provocar un descalce de moneda entre la deuda en US$ y generación de fondos en pesos. Por ello la compañía planea obtener un financiamiento en pesos para pre cancelar la deuda de EDEMSA.

El holding Andes Energía fue el que más ganó en la Bolsa en 2011, anteriormente en 2006, había adquirido el 51% de EDEMSA, la distribuidora de electricidad de Mendoza, que explica más del 90% de sus ingresos de, superiores a los US$ 172 millones en 2010. Andes Energía PLC, es un holding con sede en Londres y Gales, que se define como una empresa latinoamericana de energía, aunque sólo tiene activos en la Argentina.

En 2007, se le adjudicaron siete bloques donde los principales beneficiarios de los concursos fueron las firmas Kilwer, Ketsal y Cliveden, del Grupo Vila-Manzano, que controla Andes Energía; Oil M&S, de Cristóbal López; y Epsur-Misahar, de Lázaro Báez. Ninguno de estos referentes contaba con experiencia en exploración petrolera. La producción de petróleo y gas es la gran apuesta de Andes, que mediante todas firmas del grupo, se adjudicó más de treinta bloques en Chubut, Neuquén y Salta, entre otras.

El plan consistió en inflar las ofertas económicas para imponerse en las licitaciones y luego buscar un socio inversor con acceso a la tecnología petrolera que llevara adelante la operación. Esta estrategia le permitió a los socios Vila y Manzano lanzarse a producir petróleo a través de Andes Energía Plc. La compañía firmó acuerdos de entendimiento para ingresar en dos yacimientos que sumados a los de Alfredo Vila (hermano de Daniel Vila), Luis Nofal y el abogado Jorge Aidar Bestene, con negocios en la provincia de Chubut, tienen un 60,05% de la empresa. El restante 39,95% está en manos del fondo de origen británico Ragusa Capital, que llevó a la empresa a cotizar en la Bolsa de Londres.

La operación, que está sujeta al resultado del due dilligence, le permitiría a la empresa Andes Energía Plc. quedarse con un 50% del yacimiento Vega Grande, en Mendoza, en manos de la compañía Greco Oil. Andes realizó un pago inicial de u$s1.3 millón en efectivo y se comprometió a desembolsar otros u$s9.2 millones cuando concluya el due dilligence, con opción a pagar un adicional en acciones si se descubren nuevas reservas de hidrocarburos. De esta manera la empresa pasará a ser el accionista que controle el negocio, del cual también participarán Greco Oil (retendrá un 26%) y Petro Saudí (24%), una empresa oriunda de Arabia Saudita, con oficinas en ese país y en Suiza.

En paralelo, los empresarios locales acordaron quedarse con una participación directa e indirecta en Corralera y Mata Mora, dos yacimientos en Neuquén, la primera productora de gas y segunda en petróleo, detrás de Chubut. Andes Energía Plc acordó un pago de u$s480.000 y un compromiso de inversión a tres años de u$s1.2 millón para explorar y desarrollar hidrocarburos. Ese activo no cuenta con producción de crudo, pero tiene un pozo que demostró la existencia de hidrocarburos en la zona.

Con la nueva licencia, la séptima en Chubut, Andes Energía ahora suma 11 en todo el país, 8 de ellas en alianza con YPF; en superficie, acumula más de 30.000 kilómetros cuadrados de yacimientos. La zona integra manantiales de petróleo, debido a que suministra gas y, de acuerdo a algunos estudios geológicos, esconde todo un sistema petrolero en el que se sustenta la cuenca. Como Ketsal, parte de los intereses del holding están repartidos entre Mendoza (se quedó con 7 de 11 áreas adjudicadas por el gobierno de Celso Jaque en 2008), Córdoba, Salta y Chubut, donde, como en Mendoza, había generado algunas críticas por no concretar las inversiones prometidas.

En mayo de 2008 Vila-Manzano habían obtenido la joya de la ronda organizada por el gobierno provincial: Chachahuén, ubicada al norte del río Colorado, en Malargüe, a cambio de una propuesta económica de u$s126,7 millones. Las restantes conquistas completaron un combo millonario, integrado por Ñacuñán (u$s5,3 millones), Pampa del Cebo (u$s33,7), Zampal Oeste (u$s5,3), San Rafael (u$s3,6), Malargüe (u$s2,4) y El Coirón I y II (u$s11,8). La campaña exploratoria inicial consistió en la perforación de tres pozos con profundidades de entre 1.000 y 1.500 metros.

El área Chachahuén fue adjudicada a la empresa Ketsal- Kilwer UTE Mendoza, en el marco de la II Ronda exploratoria que lanzó la provincia. La inversión comprometida era de u$s 126,7M; el 40% del monto total ofertado en ese momento. El monto ofrecido daba cuenta de las posibilidades que podía brindar el área. Sin embargo, desde la Subsecretaría de Hidrocarburos y Energía aclararon que luego de adjudicada se dictó una ley ampliando la zona de protección de la Payunia (donde no se pueden realizar actividades petroleras) por lo que Chachahuén se redujo un 32%. En este punto, la empresa presentó un nuevo plan de actividad e inversiones por lo que la inversión comprometida quedó en u$s 92,3 millones.

La empresa obtuvo el permiso (DIA) para iniciar su plan de obras en febrero del 2010. También durante ese periodo se alió con YPF y Energía Mendocina y se designó a la empresa petrolera como operador. En la etapa exploratoria, las actividades en estos pozos empezaron a fines del año 2011 y se perforaron y ensayaron 2 pozos, ChuS x-2 que tuvo una producción inicial de 30 m3/d y el ChuS x-1 con una producción inicial de 15 m3/d, ambos de la formación Rayoso a una profundidad entre 650 y 750 metros. El tercer pozo ChuS x-3 se está perforando. De acuerdo con lo informado por YPF, el hallazgo se enmarca en el "Programa de Desarrollo Exploratorio 2010-2014" que la firma lanzó en 2009, con la finalidad de llevar adelante un ambicioso plan de exploración y producción de hidrocarburos. De este modo, a pesar de que se ha estimado una producción total de 40 millones de barriles, lo cierto es que los trabajos de extracción comenzarían después de esa fecha.

La firma Ketsal no fue sancionada por su incumplimiento y por no hacer nada durante ese tiempo, la empresa se comprometió a cumplir con las inversiones. Además, el plazo para las inversiones empezó a correr desde febrero de 2010, que fue cuando se aprobó la DIA (Declaración de Impacto Ambiental). Por otra parte, en otro caso la misma empresa (Ketsal) fue multada por devolver el área Río Atuel. (Aunque la sanción por u$s 840.000 sigue firme, aún se analiza el modo en que se cumplirá dicho apercibimiento).

Pese a no tener antecedentes en el sector, en los últimos años, con el precio internacional del crudo más alto de la historia, Ketsal/Kilwer se adjudicaron más de 30 yacimientos en licitaciones provinciales, un tercio de las áreas ofrecidas en todo el país. El éxito de los empresarios mendocinos se basó en ofertas muy superiores a las de sus competidoras y sin embargo, no invirtieron en exploración sino que ganaron dinero mediante la venta de áreas, sobre todo en Mendoza, y en casos como el de Neuquén se asociaron con petroleras con fuertes espaldas financieras para ir en busca de hidrocarburos no convencionales.