Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional en los términos de los art. 41 y 42 primer párrafo de la Constitución Nacional, para que por intermedio del Ministerio del Interior y Transporte; Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y demás organismos competentes en la materia, coordine de manera urgente con la Provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de Quilmes la inmediata readecuación de la subestación eléctrica "Sobral" de Ezpeleta, habida cuenta de los estudios científicos realizados que demuestran el efecto deletéreo de aquella sobre los vecinos de la zona, que padecen cáncer y dolencias neurológicas siete veces más que los de otras localidades en las que no existen transformadores eléctricos contaminantes.

Señor presidente:

Un estudio científico revela lo altamente cancerígena que es una subestación eléctrica en Ezpeleta (Partido de Quilmes). Demuestran que vecinos afectados de la Subestación Sobral de Ezpeleta se enferman siete veces más de cáncer que en otro barrio. Mientras se proyecta instalar una subestación eléctrica en las inmediaciones del ferrocarril para poder alimentar la futura electrificación del Roca, en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata se presentó un informe que asegura que en las manzanas que rodean a la Subestación Eléctrica Sobral de Ezpeleta hay siete veces más posibilidades de contraer cáncer y tres veces más de morir por él en comparación con otro barrio de Quilmes, tomado como testigo. Ello es producto de la exposición a ondas electromagnéticas.

Finalmente, el mapa de la muerte comienza a tener un sustento científico. Un equipo formado por Edgardo Schinder -especialista en Salud Pública de la Universidad de Jerusalén y miembro de la Organización Mundial de la Salud-, Vanesa Salgado -de la UBA-, Adriana Softa -especialista en Epidemiología de la Universidad de Córdoba- y Leda Giannuzzi -doctora en toxicología de la Universidad de La Plata- comenzó a trabajar el tema. Los resultados fueron revisados por especialistas del Conicet y de Instituto Nacional de Epidemiología de Mar del Plata, que depende del Ministerio de Salud de la Nación.

La conclusión fue tajante. Durante la presentación que se realizó en la sede de la Universidad de Ciencias Exactas de La Plata se informó que se comparó dos poblaciones con características similares. La primera vive a 200 metros a la redonda de la Subestación Sobral (entre las calles Padre Bruzzone y Río Salado). La otra, en el Barrio Rigolleau de Berazategui. Se usaron criterios científicos para determinar que ambas poblaciones eran similares.

El trabajo se realizó desde octubre de 2012, y finalmente el resultado mostró significativas diferencias. En el barrio Sobral la población se enfermaba siete veces (6,9) más de cáncer que en el barrio Rigolleau de

Berazategui, y los vecinos fallecidos y enfermos eran casi tres veces más. Además se detectó que había un aumento considerable de enfermedades neurológicas.

Por ello, es menester tomar una determinación inmediata y remover los transformadores de la subestación Sobral de la localidad de Ezpeleta, a fin de resguardar los derechos a la vida, la salud y a un medio ambiente sano de los vecinos de la zona.

Pido el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar esta resolución.