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ENERGIA Y COMBUSTIBLES

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P01 Oficina 131

Secretario Administrativo DRA. FERREIRO MARÍA CECILIA

Martes 17.00hs

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PROYECTO DE LEY

Expediente: 6362-D-2016

Sumario: ACTIVIDAD NUCLEAR CON FINES PACIFICOS. SE DECLARA DE INTERES NACIONAL A LA DESARROLLADA EN EL AMBITO DEL TERRITORIO NACIONAL.

Fecha: 19/09/2016

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 130

Proyecto
Artículo 1. Declárase de interés nacional, en su conjunto, toda la actividad nuclear con fines pacíficos que se desarrolla en el ámbito del Territorio Nacional.
Artículo 2. Los alcances del Artículo anterior se hacen extensivos a todas las empresas y otras instituciones ligadas a la actividad nuclear cuyas tareas son coordinadas por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y esta posea acciones.
Artículo 3. Los bienes materiales y financieros de las empresas vinculadas a la actividad nuclear son intransferibles y no podrán ser enajenadas por ninguna circunstancia.
Artículo 4. El Poder Ejecutivo Nacional, en un plazo no mayor a ciento ochenta (180) días a partir de la sanción de la presente Ley, a través del Ministerio de Energía y Minería, adoptará las medidas necesarias para impulsar la actividad nuclear con fines pacíficos, prestando el apoyo financiero necesario a los efectos de lograr:
a) Un 15 (quince) por ciento de la matriz energética de origen nuclear en el lapso de 15 (quince) años a partir de la puesta en vigencia de la presente Ley.
b) Un mínimo de 3 (tres) centrales nucleares de tipo CANDU y un mínimo de 5 (cinco) centrales de tipo CAREM, para alcanzar el objetivo mencionado en el inciso a)
c) El equipamiento necesario para un óptimo funcionamiento de las empresas NUCLEOELÉCTRICA ARGENTINA SOCIEDAD ANÓNIMA (NA-SA), DIOXITEK S.A, EMPRESA NEUQUINA DE INGENIERÍA SOCIEDAD DE ESTADO, (ENSI S.E) FABRICA DE ALEACIONES ESPECIALES (FAE), COMBUSTIBLES NUCLEARES ARGENTINOS S.A CONUAR (capitalizándose con acciones de CNEA las inversiones que se hagan) y la organización rectora, encargada de coordinar la actividad nuclear, CNEA.
d) La producción de uranio enriquecido en la planta de Pilcaniyeu a los efectos de abastecer la demanda interna para alcanzar el objetivo establecido en el inciso a) del presente Artículo.
e) La reactivación de la Planta Industrial de Agua Pesada de Arroyito, Neuquén, a los efectos de preparar la cantidad necesaria de agua pesada, insumo imprescindible para el funcionamiento de los reactores con uranio natural.
f) Un vasto plan de prospección, cateo y explotación de nuevos yacimientos de uranio y torio, priorizando la actividad de la CNEA y Dioxitek, a los efectos de garantizar el adecuado suministro al Plan Nuclear para cumplir las metas establecidas en el inciso a) del presente Artículo.
g) La continuación de los programas de investigación tendientes a desarrollar tecnología básica para la exportación de reactores de investigación y finalmente reactores de potencia.
h) La continuación del plan de enriquecimiento de Uranio en la planta de Pilcaniyeu En Bariloche y su modernización
Artículo 5. La fabricación de dióxido de uranio constituye uno de los eslabones fundamentales de la actividad nuclear. A tal efecto el Poder Ejecutivo Nacional arbitrará los medios para una inmediata puesta en marcha de la planta de combustibles nucleares situada en la Provincia de Córdoba. En un lapso no mayor a ciento ochenta (180) días a partir de la sanción de la presente Ley, el Poder Ejecutivo establecerá el plan de trabajo con este propósito.
A su vez desarrolla un plan para la construcción y puesta en marcha de la planta de dióxido de Uranio ubicada en la provincia de Formosa para concretar los objetivos de la presente Ley
Artículo 6. El Poder Ejecutivo Nacional, en un plazo no mayor a ciento ochenta (180) días deberá iniciar las operaciones de puesta en marcha y explotación de la mina de uranio situada en Sierra Pintada, Provincia de Mendoza.
Deberá presentar un plan de trabajo para el desarrollo y explotación de la mina de Cerro Solo Chubut.
Artículo 7. Con el mismo criterio, se deberá reiniciar las actividades de la planta de combustibles nucleares existente en la ciudad de Córdoba hasta la finalización y puesta en marcha de la planta de dióxido de uranio en la Provincia de Formosa.
Artículo 8. Autoricen las partidas presupuestarias que sean necesarias para dar cumplimiento a dicho objetivos.
Artículo 9. De forma.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


● Importancia de la energía en el crecimiento. Nadie duda de la incidencia estratégica que tiene la energía en el desarrollo de un pueblo. Los países más avanzados se han involucrado en guerras para garantizar el acceso a fuentes energéticas más allá de sus fronteras, generando importantes tensiones geopolíticas.
Un país que apuesta al desarrollo con industrialización creciente y al mismo tiempo privilegia la integración de los sectores postergados al acceso a los servicios básicos y mejor calidad de vida, necesariamente demandará grandes cantidades de energía.
Y es por ello precisamente, que la energía constituye una herramienta estratégica que han empleado las grandes potencias para condicionar las relaciones políticas y económicas con el resto de los países.
Los intereses petroleros de los países occidentales trazaron los límites administrativos en Medio Oriente, por medio del Tratado de Sykes-Picot en mayo de 1916, en plena Primera Guerra Mundial. Hoy vemos cómo las reservas hidrocarburíferas del Asia Central impulsan a las grandes potencias a una creciente presencia militar, a los efectos de garantizar espacios de poder que les permitan apoderarse de esos valiosos recursos. El trazado de los grandes gasoductos continentales responde a razones geopolíticas que ponen en juego los intereses de dichas potencias.
Con justa razón podríamos llamar al petróleo el combustible de los conflictos. No podemos negar que el precio del barril de crudo o el valor del millón de BTU, si se trata de gas, son condicionantes estratégicos que permiten a las grandes potencias, regular la economía del mundo.
● Matriz energética. Todos los países necesitan de fuentes energéticas que les permitan abastecer la demanda propia. Sus matrices energéticas divergen en función de la disponibilidad de recursos naturales.
La matriz energética es un tema que requiere planificación estratégica por su vinculación a la estrategia de desarrollo productivo, la geografía y los recursos naturales, y porque la implementación de la mayoría de las iniciativas demanda plazos prolongados y tecnología de punta.
Algunos ejemplos nos permitirán aclarar lo expresado. Paises como Alemania, Japón, etc. son totalmente dependientes de fuentes externas de energía. Alemania depende de los suministros rusos, así como gran parte de Europa. En los primeros años del Siglo XXI, el 38% de gas y el 31.5% del petróleo fueron importados de Rusia. El 30% de gas y el 21% del petróleo consumido se importaron de Noruega. Dos tercios del gas que consume Europa provienen de Rusia. De manera que en la base de las relaciones entre países, siempre está presente la cuestión energética. A esto no es ajeno el rol del Estado como herramienta para la toma de decisiones. Rusia considera que la cuestión energética es demasiado importante como para dejarla librada a las leyes del mercado.
Una estimación de la matriz energética mundial en el año 2013, y una proyección para el año 2030, nos muestra el siguiente perfil:
Tabla descriptiva
Hoy alrededor del 80% de la matriz energética mundial corresponde a los combustibles fósiles.
Los expertos afirman que la población mundial se estabilizará en unos 9 o 10 mil millones de personas alrededor de los años 2060 o 2070.
Teniendo en cuenta las demandas futuras de energía por parte de esa población, las reservas disponibles, hacen pensar que los hidrocarburos seguirán siendo la fuente energética más importante. Pero la distribución de yacimientos en el mundo no es homogénea, y tampoco son inagotables. Lo que generará importantes tensiones geopolíticas y fuertes impactos ambientales.
El uso de los hidrocarburos tiene un costo ambiental cada vez mayor.
● Nuestra matriz. Argentina no es una excepción a la tendencia general. En junio de 2016 la matriz energética tiene 32.624 Mw de potencia instalada. La distribución por fuente es la siguiente:
Hidrocarburo…………….……………………………………………………………. 60%
Hidráulica………………………………………………………………………………… 34%
Nuclear……………………………………………………………………………………. 5%
Otras fuentes…………………………………………………………………………… 1%
El hecho de que nuestro país tenga una matriz con altos porcentajes de gas y petróleo, tiene aspectos positivos en cuanto a la facilidad de abastecimiento, costos, etc. Pero también implica una crítica dependencia de los hidrocarburos para el autoabastecimiento nacional, ya que son productos cada vez más escasos y por ende cada vez más caros.
Con el agravante que de ese 60 % el 90 % es gas (gas que no tenemos y más que quemarlo para generación eléctrica deberíamos agregarle valor a través de la industria petroquímica generadora de empleo y fuente de divisas.
Tabla descriptiva
Aquí pondría como ejemplo también la matriz francesa, la alemana (país no nuclear) para que a Edgardo no lo agarre en bolas a la hora de la discusión. Y deberíamos fundar un poco más por que decimos 15 % pues y pongamos el monto de inversión más se puede poner hasta en un artículo pues 4500 millones de dólares en 15 años no es mucha plata.
● Propuesta de modificación. En los próximos 15 años debemos duplicar nuestra matriz energética (65.248 Mw) de cara al crecimiento demográfico y a la mayor demanda. Pero respetando los imperativos ambientales. Además, debemos modificarla para lograr la soberanía energética que nos garantice tal modificación.
El componente nuclear debe contribuir con un mínimo de 15 % Esto nos permitirá optimizar el uso de un recurso que tenemos y se encuentra subutilizado y también
aprovechar el conocimiento adquirido a lo largo de estos más de 60 años y continuar con el desarrollo de esta industria casi 100 por ciento nacional
Hoy tenemos reservas estimadas de Uranio suficientes para abastecerlo luego del plan de exploración y explotación podría ampliarse esta capacidad.
Desde el primer gobierno de Perón y hasta 1995, se puede comprobar que el desarrollo de la energía nuclear fue una política tecnológica de Estado, la única tal vez, que generó un espacio de actividades en el ámbito de la incorporación de tecnología, formación de recursos humanos, etc. y que hoy ha alcanzado un grado de madurez que nos coloca entre los primeros países emergentes y una de las pocas áreas en las que competimos en algunos nichos de igual a igual con los países del primer mundo ( siendo por ejemplo el tercer exportador mundial de cobalto 60 después de Inglaterra y Francia) en esta tecnología estratégica de cara al futuro, ya que en el crecimiento y desarrollo de las próximas décadas, la energía será indispensable para configurar y materializar un proyecto de país incluyente para todos los sectores sociales argentinos.
Nuestro país tiene seis décadas de desarrollo en la actividad nuclear y un sólido manejo de las diversas actividades constituyentes del Ciclo de Combustible, que incluye la prospección, extracción, concentración y acondicionamiento del uranio para introducirlo en los reactores de potencia, como también la experiencia en diseño, construcción, puesta en macha y operación de las centrales y por último, acondicionamiento de combustibles parcialmente quemados, que constituyen reservas energéticas a futuro.
En el sector nuclear se impulsó desarrollos propios, y ello nos dio capacidad humana muy valiosa que debemos cuidar y multiplicar a futuro.
Desde sus primeros tiempos, la actividad nuclear argentina se desarrolló con fines pacíficos y desbordó el ámbito puramente académico, para incursionar en el campo de las ciencias aplicadas y promover una importante vinculación con la industria.
Debemos reconocer en los pioneros de la actividad nuclear una clara concepción estratégica que a futuro tendría esta formidable fuente energética, y no dejar su desarrollo en manos extranjeras o del mercado. Esto llevó al país a construir reactores de
investigación que no sólo brindaron la posibilidad de entrenamiento a nuestros científicos, sino que permitió su exportación a países como Libia, Egipto, Perú y Australia.
Desde el reactor RA-1 inaugurado en 1958, los reactores experimentales argentinos fueron proyectados y construidos en el país, en algunos casos partiendo de diseños elaborados inicialmente en el exterior, pero adaptándolos a las necesidades locales. Esta política, que perduró a través de los años, nos permitió cimentar un desarrollo tecnológico sin interferencias o restricciones externas, ejemplo de los procesos que han llevado a G. Hecht a definirlo como un régimen tecnopolítico, “basados en instituciones que vinculan grupos de gente, prácticas ingenieriles e industriales, artefactos tecnológicos, programas políticos e ideologías institucionales, los cuales actúan juntos para gobernar los desarrollos tecnológicos y perseguir tecnopolíticas”.
En el área del ciclo del combustible nuclear, desde la fase inicial de la minería del uranio, incluidas la prospección, exploración, extracción, concentración, purificación y conversión en dióxido de uranio, hasta la fabricación de tubos y semiterminados de zircaloy y de los elementos combustibles para reactores de potencia, así como el desarrollo de las sofisticadas tecnologías del enriquecimiento de uranio y de la separación del plutonio, el país recorrió un largo camino que en varios casos transitó por las etapas del laboratorio, la planta piloto y, finalmente, la planta industrial.
En el campo de la producción y aplicación de los radioisótopos y las radiaciones ionizantes, partiendo del conocimiento adquirido mediante la investigación radioquímica original desarrollada en los primeros años, se constituyó un conjunto científico-tecnológico que, en su momento, llegó a ser comparable con los de los países desarrollados. En aquellos casos, como el de las centrales nucleoeléctricas o la planta de producción de agua pesada, en que resultó ineludible la contratación en el exterior del diseño y la realización de las obras correspondientes, el país desarrolló una participación activa en ellas a través de la
CNEA y de empresas privadas argentinas, tanto en la etapa del diseño cuanto en la de construcción. En la construcción de su primera central nuclear - Atucha I - la participación nacional a través de la industria privada alcanzó un 40%. A partir de allí, su contribución a
las siguientes plantas no dejó de crecer, hasta que en el caso de la tercera central - Atucha II - gracias a las experiencias anteriores, se abandona el sistema de contratación “llave en mano” y se asume la responsabilidad de la ingeniería y de la arquitectura industrial de la obra, en asociación con la empresa proveedora de la central.
Desde 1950, la evolución de la actividad nuclear en la Argentina es el resultado de una política con clara identidad nacional, donde profesionales, técnicos y funcionarios han coincidido en los objetivos básicos de alcanzar la soberanía energética del país, y un alto desarrollo tecnológico para el desarrollo de una industria con alto valor agregado fundamental para avanzar en un plan de desarrollo con inclusión social llevando a los habitantes de las distintas regiones mejor calidad de vida.
Por estas razones, propongo aprobar el siguiente proyecto de Ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
DEPETRI, EDGARDO FERNANDO BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
MARTINEZ, DARIO NEUQUEN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
ENERGIA Y COMBUSTIBLES (Primera Competencia)
PRESUPUESTO Y HACIENDA