Solicitar al Poder Ejecutivo para que, a través de los organismos que corresponden, informe sobre los alcances de los contratos firmados por YPF S.A. en el Yacimiento Vaca Muerta lo siguiente:

1) Cuáles son la áreas que YPF SA tiene "permisos de exploración" y/o "Contratos de Concesión" en la formación de Vaca Muerta provincia de Neuquén o Mendoza).

2) Régimen legal de la concesión o permiso de cada área y autoridad concedente que otorgó el permiso o concesión; e instrumento legal por el cual se otorgó el permiso o concesión

3) Copia del contrato de concesión o permiso de cada área o conjunto de ellas.

4) Copia de los acuerdos firmados con la empresa Chevron para la explotación y/o explotación de dichas áreas especificando el área.

5) Si los acuerdos firmados con la empresa Chevron se enmarcan dentro del recientemente firmado Decreto 929/13. De ser afirmativo, describir que tipo de beneficios se aplican en este caso.

6) Cronogramas de implementación de los acuerdos firmados e inversiones previstas en las mismas.

7) Participación de YPF y de Chevron en los aportes de capital y formas de distribución de la producción obtenida; valuación de la producción; régimen de regalías; política de reparto de utilidades de la explotación del yacimiento de Vaca Muerta previstos en los acuerdos

Señor presidente:

YPF SA, una empresa donde el estado argentino es titular del 51% del capital accionario posee el 40 % (unos 12.000Km2) de la superficie del yacimiento de Vaca Muerta cuya extensión total se estima en 30.000 Km2. Esta formación contiene recursos no convencionales de petróleo y gas natural ( Shale oil y Shale gas) cuya magnitud excede largamente la cuantía de las reservas comprobadas de gas natural y de petróleo que constituyen el inventario total de reservas comprobadas que oficialmente publica año a año la Secretaría de Energía de la Nación.

En la figura siguiente se muestra la ubicación geográfica de los yacimientos en cuestión.

A pesar de que mucho se ha difundido en nuestro medio sobre la cuantía aproximada de los recursos de la cuenca; y sobre todo que los mismos han sido utilizados en forma a especulativa para hacer proyecciones sobre nuestro futuro energético poco se sabe sobre la realidad de esos yacimientos. Ello cobra aún mayor importancia en el caso donde la empresa titular de los permisos o concesiones es una empresa donde el estado argentino cuenta con el 51% de las acciones y su sola participación reúne la mayoría del poder de voto de la Compañía desde abril de 2012.

Recientemente se ha tomado conocimiento a través de la prensa de la firma de un acuerdo entre la petrolera YPF y la empresa norteamericana Chevrón mediante el cual esta última empresa haría una inversión del 1500 millones de u$S en dicho yacimiento.

Por otra parte recientemente el diario El Cronista ha publicado que "la formación de petróleo y gas no convencional (shale oil y shale gas) que se extiende en la provincia de Neuquén dejó de ser computada por la compañía como reservorio".

YPF no cuenta con recursos propios suficientes para desarrollar este importante yacimiento; su balance indica que la Compañía en su situación actual no genera suficientes fondos para canalizar hacia ese objetivo la cuantía de la inversiones que se necesitarían para desarrollar el yacimiento en los plazos requeridos por nuestro país para superar en un plazo razonable la dependencia energética argentina de las importaciones que son fuertemente crecientes y que comprometen nuestro fuertemente nuestro balance de divisas. Algunas estimaciones respecto a las necesidades de inversión que podría demandar este yacimiento indican que ellos podría demandar entre 30.000 y 60.000 millones de u$s en los próximos lustros

Por otra parte se estima que este año las importaciones de productos energéticos pueden alcanzar los 13.000 millones de u$s siendo de un volumen 30 % superiores a las del año precedente. Ello impone la necesidad de incrementar la producción nacional de hidrocarburos para cerrar la brecha importadora que se ha abierto en elos últimos años y que se agranda con el paso del tiempo.

Es un dato conocido que la producción nacional de petróleo viene disminuyendo en forma ininterrumpida desde 1998 y que la producción de gas natural lo hace desde al año 2004. Las reservas comprobadas de gas natural son hoy escasamente la mitad de las que nuestro país tenía inventariadas a comienzos del año 2000 y el horizonte de agotamiento de estas {ultimas apenas supera los 7,5 años. Al combinarse esto con una demanda energética creciente se produce un desajuste entre oferta interna y demanda que es necesario cubrir con fuertes importaciones como se ha mencionado precedentemente.

En este contexto los anuncios de la firma de instrumentos legales por parte de YPF con empresas extranjeras para la exploración y explotación del yacimiento no convencional de Vaca Muerta requiere que las decisiones por tomar tengan la suficiente transparencia.

La opinión pública y el parlamente deben conocer los alcances de lo firmado y conocer el estado de situación de estos proyectos. Es importante llevar al plano del debate público la discusión sobre qué se va a hacer con esto; cómo se va a llevar adelante la exploración y la producción; cómo se va a repartir la producción futura entre los socios y como se van a manejar los dividendos que genere el acuerdo de asociación.

Muy importante por fin es conocer los acuerdos en sus detalles para poder apreciar su ajuste a la legislación vigente; y también cómo está previsto el manejo ambiental de los proyectos que integran el acuerdo.

La historia energética argentina nos enseña que cuando las negociaciones entre el Estado y las empresas extranjeras se hicieron sin la adecuada transparencia ello fue motivo de arduos debates que provocaron fuertes disputas políticas entre diversas facciones que dieron por resultado marchas y contramarchas que imposibilitaron un desarrollo armónico y rápido de nuestras potencialidades. Valga como ejemplo las discusiones en el Congreso Nacional en los años 1954 y 1955 con motivo del contrato firmado con la California por el primero gobierno del General Juan Domingo Perón por el cual se entregaban en concesión una muy extensa área (50.000 Km2 en la Provincia de Santa Cruz) por un plazo de más de 40 años y sin conocer los detalles específicos de dicho contrato, que luego fue dejado sin efecto en 1956. Ese contrato fue calificado en esa oportunidad como "la marca física del vasallaje" por quien en ese momento (1955) era el jefe de la oposición.

La exploración y explotación del yacimiento de Vaca Muerta requiere cuantiosos recursos que exceden claramente las posibilidades de una sola empresa -como en este caso YPF- sobre todo si la Compañía no tiene un fluido acceso al mercado financiero internacional.

Por otro lado la legislación vigente es exigente con los plazos de los permisos de exploración y la concesiones respecto a las áreas que son dadas en concesión o permiso de de exploración de acuerdo a lo dispuesto por la ley de hidrocarburos vigente (ley 17319 y 26197). Ni YPF ni ninguna otra empresa puede permanecer pasiva en ningún área esperando la afluencia de recursos financieros; ni tampoco firma contratos o acuerdos al margen de lo dispuesto en la legislación y en la normativa vigente.

Es dable destacar que el día 15 de Julio se publico en el Boletín Oficial el Decreto 929/13, firmado por la Presidenta Kirchner, el cual crea el Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos. Aunque ya es cotidiano para este gobierno pasar por alto los tramites legislativos necesarios y utilizare elementos como los decretos para legislar, resulta, en este caso, demasiado obvio que se trata de un decreto a medida de una empresa extranjera. En este decreto se autoriza a las empresas concesionarias a exportar parte de la producción sin retenciones y se garantiza la libre disponibilidad de los fondos que esas operaciones generen, de cierta manera yendo en contra del discurso nacional y popular que inspiro la nacionalización de YPF hace ya un año.

El Congreso, debe estar informado, reclamando hacer públicas las negociaciones y proponiendo mecanismos transparentes de licitación.

Queda claro que no es conveniente entregar estos recursos a una compañía extranjera en circunstancias en que una decisión apresurada podría redundar en un valor muy reducido para el Estado argentino de cualquier concesión que pudiera concretar.

Dada la magnitud de los recursos de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta y de otras formaciones geológicas similares que aunque todavía no tengan el status de reserva comprobada son cuantiosos. Ello exige que habida cuenta de la experiencia internacional en la materia nuestro país se prepare para su explotación con una adecuada estrategia de explotación a largo plazo que hoy no posee; con una legislación moderna en materia de hidrocarburos que contemple específicamente este tipo de explotaciones (1) ; y sobre todo con una normativa ambiental sumamente exigente que incluya la mejor experiencia disponible en esta materia en el mundo.

Es obvio que el debate ambiental en este tipo de explotación será multifacético e intenso; este debate debe ser racional, objetivo y transparente. La explotación debe ser en beneficio de los argentinos y los eventuales daños controlados y mínimos.

Por todo ello se realiza el pedido de informes objeto de la presente