ENERGIA Y COMBUSTIBLES
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PROYECTO DE LEY
Expediente: 4983-D-2014
Sumario: "INSTITUTO NACIONAL DE HIDROELECTRICIDAD - INHE -". CREACION EN EL AMBITO DEL MINISTERIO DE PLANIFICACION FEDERAL, INVERSION PUBLICA Y SERVICIOS DE LA NACION.
Fecha: 25/06/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 73
CREACIÓN DEL INSTITUTO
NACIONAL DE HIDROELECTRICIDAD - INHE
Artículo 1° - Créase el INSTITUTO
NACIONAL DE HIDROELÉCTRICIDAD -INHE-, en la órbita del MINISTERIO DE
PLANIFICACIÓN FEDERAL, INVERSIÓN PÚBLICA Y SERVICIOS.
Artículo 2° - El INSTITUTO NACIONAL
DE HIDROELÉCTRICIDAD tiene como objetivo principal la detección y estudio
técnico de aprovechamientos hidráulicos para la generación de energía eléctrica en
toda la República Argentina, y en particular deberá realizar estudios de pre
factibilidad y factibilidad para la instalación de centrales hidroeléctricas en
pequeños, medianos, grandes y mega proyectos; así como la búsqueda de
alternativas de financiamiento, previo a la licitación para la construcción de las
obras hidroeléctricas.
Artículo 3° - El INSTITUTO NACIONAL
DE HIDROELÉCTRICIDAD se conformará de un Directorio que estará integrado por
un representante de la Secretaría de Energía de la Nación, que tendrá el cargo de
Presidente, un representante de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación, un representante de la Subsecretaría de Recursos
Hídricos, un representante de cada una de las Provincias y la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, y un Director Técnico seleccionado por concurso, con antecedentes
profesionales científico-técnicos relacionados con la hidrología y/o la energía
hidroeléctrica.
Artículo 4° - El Director Técnico
tendrá a su cargo la elaboración de informes sobre los posibles aprovechamientos
hidráulicos en Argentina para la generación de energía eléctrica y deberá
dictaminar a favor o en contra de la conveniencia de realización de los proyectos
mencionados en el artículo 3°, contemplando especialmente la evaluación de
impacto ambiental.
Artículo 5° - El INSTITUTO NACIONAL
DE HIDROELÉCTRICIDAD deberá coordinar su labor de estudios técnicos con
universidades públicas y privadas, el CONICET, el Servicio Meteorológico Nacional,
la Secretaría de Energía de la Nación, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación, la Subsecretaría de Recursos Hídricos, los organismos
provinciales de cuencas, el INVAP, otros organismos y entidades nacionales y
provinciales, y organizaciones no gubernamentales según amerite la situación y
decisión del Directorio.
Artículo 6° - El INSTITUTO NACIONAL
DE HIDROELÉCTRICIDAD tendrá facultades para vincularse científica y
técnicamente con organismos similares de otros países a los fines del cumplimiento
de sus objetivos y funciones, al igual que establecer convenios de cooperación e
integración con organismos nacionales, provinciales y municipales para la
observación, recopilación y procesamiento de información, elaboración de
proyectos, capacitación y formación de recursos humanos.
Artículo 7° - Para el funcionamiento
del INSTITUTO NACIONAL DE HIDROELÉCTRICIDAD se destinará una partida del
Presupuesto de la Nación y los demás recursos que le asignen leyes especiales o
que determine el Poder Ejecutivo Nacional.
Artículo 8° - El INSTITUTO NACIONAL
DE HIDROELÉCTRICIDAD tendrá a su cargo todos aquellos Programas Nacionales,
que fueran iniciados previamente a la sanción de la presente ley, que tengan por
objeto el ordenamiento, promoción e impulso del desarrollo de aprovechamientos
hidroeléctricos.
Artículo 9° - El INSTITUTO NACIONAL
DE HIDROELÉCTRICIDAD deberá estar conformado y operativo dentro de los 180
días de la promulgación de la presente ley.
Artículo 10° - Invitase a las Provincias
y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a la presente ley.
Artículo 11° - Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El 35% de la matriz energética
argentina es generada hidráulicamente. Dicho índice puede registrar ciertas
variaciones dependiendo del nivel de hidraulicidad media anual. Si dicho nivel
aumenta, se puede llegar a cubrir hasta un 45% de la demanda. Si en cambio la
hidraulicidad disminuye, difícilmente se podría abastecer por encima del 25% de la
demanda. Dichos porcentajes revisten cierta importancia, no obstante ello, la
creciente demanda de energía hace que sea necesaria la creación de un instituto
capaz de promover el desarrollo de nuevos proyectos que, debido principalmente a
la falta de financiación, no son llevados a cabo.
El sector hidroeléctrico, por diferentes
motivos, ha sufrido un estancamiento en los últimos 15 años. En dicho plazo solo
se ha verificado la incorporación de Hidroeléctrica Potrerillo sobre río Mendoza
(2001 - 192 MW); Hidroeléctrica Los Caracoles sobre río San Juan (2009, 125
MW); más el plus de generación por el aumento del nivel del embalse binacional
de Yacyretá (2009-2011, 900 MW). A dichos complejos se debe sumar Punta
Negra (río San Juan) de 62 MW de potencia instalada que actualmente se
encuentra en construcción.
El estancamiento antedicho y la
creciente demanda de energía nos colocan en la situación de necesitar contar con
potencia térmica de reserva para aquellos años con baja hidraulicidad.
Los grandes aprovechamientos
emplazados actualmente en la región del Comahue y en los ríos del Litoral
equivalen al 85% de la oferta hidroeléctrica anual de la Argentina.
Afortunadamente el comportamiento de los aportes hídricos de estas dos regiones
son prácticamente independientes desde el punto de vista estadístico, lo que
favorece la confiabilidad del sistema eléctrico.
Los nuevos proyectos hidroeléctricos
licitados como Chihuido I (río Neuquén); Cóndor Cliff y La Barrancosa rebautizadas
Néstor Kirchner y Jorge Cepernic (río Santa Cruz); Los Blancos I y II (río Tunuyán),
se encuentran a la espera de financiación. Por otro lado, los proyectos de Garabí y
Panambí llevados a cabo junto con Brasil (río Uruguay) recién acaban de completar
los estudios ambientales.
La producción de energía mediante la
hidroelectricidad, dada su naturaleza renovable, no genera desechos ni la emisión
de gases de efecto invernadero.
La sustentabilidad de los grandes
embalses en cambio, es un tema debatido entre los especialistas y depende
sobremanera de la definición que se tenga de ella. En cualquier caso entre las
ventajas que reporta la generación hidroeléctrica es posible señalar:
- Generación de energía limpia,
económica (no hay costo de combustible) e inagotable;
- Sustitución de combustibles fósiles y
ahorro de sus emisiones contaminantes;
- Posibilidad de beneficios adicionales
como riego, agua potable, turismo y recreación, además de la generación de
electricidad;
- Larga vida útil;
- Empleo de recursos y mano de obra
nacionales. Tanto la construcción de las obras civiles como del equipamiento hidro-
electro-mecánico puede ser encomendado a empresas argentinas.
Si bien en Argentina existe el
"Programa Nacional de Obras Hidroeléctricas 2025", dependiente de la
Subsecretaría de Recursos Hídricos, que es responsable de ordenar, promover e
impulsar el desarrollo en esta materia, la urgencia de incorporar mayor potencia a
la red eléctrica hace imperioso crear una institución que tenga a su cargo esta
responsabilidad y acelere la concreción de los proyectos en carpeta, así como la
búsqueda de nuevos aprovechamientos.
En materia de energía hidráulica es
necesario actualizar el catálogo priorizado de proyectos, definir la eventual
participación privada en ellos y lanzar los proyectos con los estudios finalizados y
financiaciones acordadas.
Los proyectos hidroeléctricos tienen
que ser evaluados a partir de un enfoque global en el uso del recurso hídrico. Los
aprovechamientos de pequeña escala o pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH)
constituyen alternativas de gran impacto local, donde la generación de energía
eléctrica aparece totalmente subordinada a los otros usos, contribuyendo a la
incorporación de sectores marginados de la actividad productiva (áreas
eléctricamente aisladas).
Una central hidroeléctrica de pequeña
escala, dependiendo de su potencia, puede abastecer de energía tanto a la red
pública como a una vivienda, grupo de ellas o un establecimiento rural alejados de
la red de distribución. En este sentido, los pequeños aprovechamientos se
caracterizan por no requerir los prolongados estudios técnicos, económicos y
ambientales asociados a los grandes proyectos, y se pueden iniciar y completar
más rápidamente, lo que los torna en una opción de abastecimiento viable en
aquellas zonas y regiones del país no servidas aún por sistemas
convencionales.
En los proyectos de escala media, que
tienen un impacto significativo en el desarrollo regional, el uso hidroeléctrico tiene
mayor significación económica, aunque su importancia relativa suele ser inferior a
la de otros usos del agua, como el control de crecidas o el riego.
En los aprovechamientos de gran
magnitud el uso hidroeléctrico suele ser el más importante. De ahí que no existe
oposición entre aprovechamientos grandes y pequeños. Mientras los "grandes"
abastecen el extenso sistema interconectado, los pequeños proveen electricidad a
zonas remotas de una manera comparativamente económica y ambientalmente
benigna. Igualmente, y dado el hecho que los pequeños aprovechamientos
carecen (en general) de un gran reservorio, su impacto ambiental es también
comparativamente reducido. Muchos emplean incluso embalses formados
originalmente con otros propósitos.
En el segmento de los
aprovechamientos de gran magnitud, los proyectos hidroeléctricos binacionales
constituyen un capítulo especial. En el marco del proceso de integración económica
regional, estos proyectos, como los de Corpus Christi, Garabí, Panambí y los de
Paraná Medio, tanto por su ubicación geográfica como por su magnitud,
constituyen una alternativa imprescindible para el abastecimiento del futuro
mercado eléctrico regional.
La decisión de construir grandes
presas de embalse trae aparejado impactos ambientales negativos (naturales y
antrópicos), razón por la que esta cuestión se ha tornado a nivel mundial en una
situación controversial en materia de desarrollo sostenible, al punto que el futuro
de estas grandes obras está actualmente muy cuestionado por quienes proclaman
que la hidroelectricidad produce más inconvenientes que beneficios. Por ello deben
ser estudiadas cuidadosamente las medidas para reducir, mitigar y/o compensar
los efectos negativos que pudieran generarse, en un marco de compromiso mutuo
entre beneficiados y potenciales perjudicados. Si este compromiso no lo asume
firmemente el Estado mediante un instituto altamente especializado, puede ocurrir
que quienes se oponen a la construcción de este tipo de obras impongan su punto
de vista y ello resulte finalmente un escollo difícil de superar.
Cabe mencionar asimismo que la
ejecución de nuevos proyectos no siempre encontrará una oposición objetiva, en
cuanto a sus impactos ambientales y sociales, ya que en muchos casos deben
enfrentarse posiciones dogmáticas sin posibilidad de discusión técnica de los
aspectos involucrados. En Brasil se ha trabajado mucho con "facilitadores" para
generar talleres de discusión con los ribereños y las ONG ambientalistas, tarea que
también debería llevar adelante el Instituto Nacional de Hidroelectricidad.
Por lo expuesto anteriormente solicito
a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CACERES, EDUARDO AUGUSTO | SAN JUAN | UNION PRO |
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Comisión |
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