Declarar su preocupación por la clausura de la planta de producción de Dióxido de Uranio, ubicada en la Ciudad de Córdoba, comprometiendo el ciclo nuclear argentino y la soberanía energética del País en ese rubro.

Señor presidente:

Dioxitek es una empresa radicada en la ciudad de Córdoba que fabrica desde el año 1983 Dióxido de Uranio, utilizado como materia prima para generación de combustible para las tres centrales eléctricas que existen en el país: Embalse, Atucha I y Atucha II. Pertenece en un 99 % a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CENEA) y el 1 % restante a la Provincia de Mendoza. También produce Cobalto- 60, que se utiliza para la preservación de alimentos, la esterilización de insumos para quirúrgicos para la medicina, el tratamiento de residuos patógenos generados en los hospitales y el tratamiento de enfermedades tumorales.

El proceso para crear el Dióxido de Uranio requiere de aproximadamente dos meses y luego se remite a la localidad bonaerense de Ezeiza, donde se transforma en “pastillas” – proceso que también requiere otros dos meses - y se envía a las centrales nucleares.

En la actualidad, las tres plantas nucleares existentes generan el 12 % de la energía eléctrica que se produce anualmente en el país. En ello consumen anualmente 280 toneladas de Dióxido de Uranio. Distribuyéndose de la siguiente forma: Embalse utiliza 120 toneladas; Atucha I 50 toneladas y Atucha II 110 toneladas.

Dioxitek, la única empresa en Argentina que produce Dióxido de Uranio, se encuentra clausurada desde el año 2014 debido al no cumplimiento de la Ordenanza 8.133 sobre uso de suelo, que regula la radicación de este tipo de industrias en la Ciudad de Córdoba. Además se halla vencido un convenio rubricado en el año 2007 por el municipio de Córdoba, la CNEA y Dioxitek para el traslado de la planta a la Ciudad de Formosa.

El traslado de la empresa no estuvo motivado por el incumplimiento de la ordenanza, ya que la fábrica opera en la ciudad desde el año 1983, antes de que se dictara aquélla norma, sino en el hecho de que al ser puesta en funcionamiento Atucha II se elevó el requerimiento de combustible para las centrales nucleares. Por este motivo, el gobierno saliente proyectó la construcción de una nueva planta de producción de Dióxido de Uranio en la provincia de Formosa, con capacidad de elaboración de 460 toneladas anuales, casi el triple de las 160 que tiene capacidad de producir la planta de la Ciudad de Córdoba.

Conforme a lo informado por la empresa de Dioxitek, al diario “La voz del interior” en Diciembre de 2015, la nueva planta no estaría lista antes de 2 o 3 años, y el stock que tenía la empresa, para abastecer a las centrales nucleares, se está agotando. Se agregó que, a esa altura del año, a la empresa le quedaban sólo entre 12 y 14 toneladas de Dióxido de Uranio para ser enviadas a Ezeiza, en Febrero de 2016, y si a partir de mediados de año no comenzaban a producir de nuevo se vería complicada la situación.

Se resaltó que el Dióxido de Uranio no se puede comprar a otros países para los reactores nucleares de Atucha I y Atucha II porque son prototípicos – para Embalse sí, porque tiene un reactor Candu – y toma 3 años desarrollar un proveedor. Esto último torna situación energética en nuestro país preocupante con riesgo de agravarse si no se toman decisiones importantes en el corto plazo.

Por todo lo expuesto, solicito a los Sres. Diputados que me acompañen en el presente proyecto.