Expresar su beneplácito por la realización del primer ensayo a escala industrial en Argentina para obtener biocombustible a partir de residuos agrícolas de cosecha de la caña de azúcar, impulsado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Señor presidente:

El residuo agrícola de cosecha (RAC) de caña es una biomasa que tiene un alto potencial de aprovechamiento energético. El conformado de pellets a escala industrial es una alternativa no sólo para darle valor agregado y diversificar la actividad cañera sino también para suplir la creciente demanda energética en todo el país.

Hoy en día, la explotación del RAC de caña es escasa dado a los costes de su difícil recolección y transporte, por tratarse de un residuo de baja densidad, y a la falta de aplicaciones para aprovecharlo. De acuerdo al informe del INTI, los únicos antecedentes de su aprovechamiento son el uso parcial en su estado natural en calderas bagaceras de algunos ingenios azucareros. Señala que de estas aplicaciones no se tienen registros de casos sostenidos en el tiempo ni de los resultados obtenidos, por tal motivo es que las aplicaciones con un combustible estandarizado pueden dar una mayor confiabilidad y diversificar el consumo hacia la media y baja escala, incluso para aplicaciones domésticas en reemplazo del gas licuado de petróleo y el gas natural.

Con vistas al aprovechamiento del potencial energético del RAC, el INTI, a través del Centro INTI Tucumán – Unidad Técnica de Valorización de Recursos Biomásicos, llevó adelante un ensayo con la articulación de productores cañeros, el municipio Simoca de la provincia de Tucumán y una empresa fabricante de máquinas pelletizadoras radicada en Santa Fe.

En el marco de este trabajo, se realizó el primer ensayo a escala industrial de conformado de pellets con RAC de caña en Argentina, en máquinas disponibles en el mercado nacional, lo que permitió recopilar las pautas técnico-económicas necesarias para diseñar, en el corto plazo, un modelo de negocios de aprovechamiento rentable, buscando desarrollar un nuevo biocombustible para aplicaciones industriales de alcance regional que cumpla con los estándares mínimos de calidad para su uso en equipos de combustión.

El informe referido expone la metodología propuesta para el proceso de pelletizado de esta biomasa no convencional en varias etapas: 1) Recolección y transporte de rollos de RAC enfardado desde Tucumán hasta Santa Fe, 2) Recepción de rollos y caracterización, 3) Adecuación (en dos transformaciones) para acondicionar la materia prima en granulometría y humedad, 4) Ensayo industrial de conformado de pellets y 5) Caracterización del biocombustible.

La iniciativa impulsada por el INTI en coordinación con actores públicos y privados, arroja conclusiones alentadoras para la minimización del impacto industrial en la región y la generación de energías limpias desde la producción agrícola. Lleva a la práctica una alternativa realizable sobre la base de la economía circular para el cultivo de la caña de azúcar, una de las bases de la economía regional del Noroeste argentino. Otro aspecto a resaltar, es el alcance territorial que puede tener un biocombustible sólido como el agropellet, en función a la energía que contiene, para abastecer necesidades energéticas a lo largo y ancho de nuestro país.

Por los motivos expuestos, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto.