Expresar su preocupación ante el estado de paralización que observa la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), ubicada en Arroyito, provincia del Neuquén, el atraso en la liquidación de los salarios de sus trabajadores y el futuro operativo de dicha planta, que podría ser reencauzado a través una producción dual de agua pesada y fertilizantes.-

Señor presidente:

La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) fue creada con la visión de satisfacer las necesidades de un insumo básico para el Plan Nuclear Argentino, esto es producir agua pesada como elemento morigerador del proceso de reacción nuclear en las centrales de tipo Candu, que son las que posee nuestro país y que funcionan con la tecnología de uranio natural.

Esta planta es operada por ENSI (Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería), cuya composición social es 51% del estado provincial neuquino y 49% de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), cuyos orígenes datan del año 1989, siendo actualmente la planta con mayor capacidad de producción de agua pesada en el mundo con para producir 200 Tn año con un enriquecimiento del agua del 99,98%.

Desde su puesta en funcionamiento ha producido la cantidad necesaria para la carga inicial de las centrales nucleares de Embalse y Atucha II, como así también para las recargas parciales de las ya mencionadas y Atucha I; a ello deben sumarse ventas a mercados internacionales tales como Corea del Sur, Canadá y Francia, y en función de la calidad y cumplimiento de los programas de entrega obtuvo el reconocimiento como “proveedor confiable” por parte de la firma Atomic Energy of Canada Limited.

A mediados de 2016, el Subsecretario de Energía Nuclear presentó a las autoridades de la empresa un plan productivo para 18 años, habiendo contemplado en ello la construcción de una cuarta central nuclear en base uranio natural y agua pesada.

En el mes de mayo de 2017 se interrumpió la producción para realizar tareas de mantenimiento; el compromiso en ese momento fue de arrancar nuevamente en el mes de agosto o setiembre, ya que durante los meses de julio, todos los años, la planta sufre un recorte de suministro de gas debido a las bajas temperaturas de invierno y ese gas es usado para calefaccionar las grandes ciudades.

Lamentablemente llego setiembre y no hubo recursos para arrancar y desde entonces se está la espera de los mismos, con el agravante que comenzaron los problemas con el pago de los salarios a partir de enero del 2018, y un intento de suspensión de personal con el objetivo de optimizar recursos, en el mes de febrero. Actualmente la PIAP tiene una planta de personal de 409 empleados que ven con zozobra su futuro laboral.

Es importante mencionar que esta planta tiene un consumo intensivo de gas natural y energía eléctrica y que su localización respondió a la abundancia de ambos recursos por su cercanía a la cuenca neuquina y por estar al pié de la represa hidroeléctrica del Chocón. Durante la producción de agua pesada para Atucha II, Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) que opera las centrales nucleares, compraba el gas que usaba la PIAP con una tarifa subsidiada u$s 1,5 el millón de BTU, pero el Ministerio de Energía ordenó a la PIAP comprar su propio gas a precio de mercado a U$S 4,3 el millón de BTU.

La situación descripta en el párrafo anterior ha provocado un alza en los costos de producción de la PIAP que no la hace competitiva frente a los precios de plantas productoras ubicadas en Rumania y la India, desde donde podría importarse el agua pesada en caso de no mejorarse los precios internos de acuerdo a la comunicación que le ha realizado el Ministro de Energía de la Nación a las autoridades de ENSI.

De esta manera las situaciones a resolver está planteada en primer término a resolver los costos de producción para alcanzar precios competitivos, lo cual permitiría no solo satisfacer la demanda interna, sino también acceder nuevamente a mercados internacionales, cuestión que como ya se ha mencionado se tiene experiencia.

En lo relativo al mercado interno se podría establcer contrato de provisión de AGUA PESADA, por 300 toneladas, que sería el agua necesaria para reposición de las 3 centrales nucleares hoy funcionando en nuestro país (EMBALSE, ATUCHA I y ATUCHAII). Esto le daría a la planta una proyección de trabajo de 3 años.

Por otra parte, y a fin de poder dar continuidad al Plan Nuclear Argentino sería importante concretar la construcción de las dos nuevas centrales nucleares, con financiamiento del gobierno de la República Popular China, que incluye una central con uranio natural y agua pesada y otra con uranio enriquecido y agua común. Esto nos garantizaría la producción de 700 toneladas más para la carga inicial de ese reactor. Dando a la PIAP una proyección de 7 años más de producción.

Asimismo, cabe señalar que esta planta puede tener una producción dual adosándole a la misma una planta de fertilizantes nitrogenados, con muchas ventajas económicas por contar con dos reactores de síntesis de amoniaco necesarios para dicha producción, tener ya el espacio físico para su emplazamiento y contar con potencia eléctrica suficiente para abastecer dicho emprendimiento y con un mercado interno con dos características, por un lado es importador de fertilizantes y por otro dada la aún baja utilización de fertilizantes del agro argentino, la capacidad de crecimiento de este mercado haría al proyecto no solo sustentable sino también necesario.

Más allá de la producción propia de la planta, la empresa ha diversificado sus actividades con el objetivo de ampliar su horizonte, prestando servicios externos de operación y mantenimiento de plantas de gas y yacimientos de petróleo a varias empresas de primera línea, como así también en plantas de agua y saneamiento en localidades del interior de la provincia; ello ha permitido mantener 700 familias con trabajos genuinos y de calidad

Igualmente, y a fin de valorizar el equipamiento existente en la planta, cabe mencionar que se cuenta con uno de los mejores laboratorios químicos de la Patagonia, un laboratorio de metrología avalado por el INTI y un laboratorio de protecciones eléctricas muy moderno, como así también talleres de mecánica industrial de grandes equipos y un taller de calderería con soldadores muy calificados, además de un servicio de seguridad e higiene de trabajo apto para capacitaciones y asesoramiento en la materia.

De la situación planteada resulta clara la preocupación por el estado actual de la PIAP y sus trabajadores, pero también surgen claramente varias posibilidades de una continuidad productiva de la misma y es en función de ello que esperamos que las autoridades competentes en la materia le den la posibilidad de una vida útil y prolongada a una inversión que fue multimillonaria en su momento.

Por las razones expuestas, solicito a las señoras y señores Diputados la aprobación del presente proyecto.-