De interés de esta Honorable Cámara la constitución de la Asociación Argentina de Instaladores de Energías Renovables (AAIER).

Señor presidente:

AAIER es la asociación que nuclea a los instaladores de energías renovables de todo el país, tarea de por más loable e importante dado el contexto nacional e internacional actual.

Históricamente los combustibles fósiles (en especial lo que respecta a petróleo y gas) han tenido enorme incidencia en la matriz energética nacional, lo cual genera un problema no sólo desde la óptica medioambiental, sino también por el hecho de ser recursos escasos.

Los requerimientos energéticos del país han aumentado de manera considerable a lo largo de estos últimos años, superando incluso a la capacidad instalada, lo cual hace necesario que se deba importar el faltante en el exterior. En un contexto de restricción externa, las divisas resultan un factor indispensable para el crecimiento y desarrollo del país, por ello es de sustancial importancia diversificar la matriz energética fomentando las energías renovables de origen nacional, lo que no sólo ayudaría a eliminar los problemas de cuello de botella actuales, sino que también permitiría disminuir la cantidad de dólares destinados a importación.

Argentina se encuentra apta para generar este tipo de energías por las características naturales que presenta su territorio. Respecto de energía eólica nuestro país cuenta, en gran parte de sus regiones, con la presencia de vientos fuertes y frecuentes, lo cual posibilita la instalación de molinos y parques eólicos. Según el Reporte Ejecutivo 2015 de CADER (Cámara Argentina de Energías Renovables), en materia de energía eólica, contamos con 187 MW de potencia instalada, lo que representa el 0,59% de la potencia total. Al hablar de energía solar, el porcentaje de potencia instalada disminuye a 8 MW, representando tan solo el 0,03% del total, pero, al igual que en el caso anterior, Argentina cuenta con regiones potencialmente muy aprovechables (principalmente NOA y Cuyo). La biomasa también aparece como una fuente de energía promisoria, de un enorme potencial en diferentes regiones del país, generando las condiciones para futuras inversiones. Respecto de los biocombustibles es dable mencionar que existen cuatro proyectos en ejecución por una potencia total de 110,4 MW y un gran campo para seguir avanzando, sobre todo en lo que atañe al biodiesel (existen 36 plantas productoras distribuidas en siete provincias) y bioetanol (once destilerías en cinco provincias). Por último tenemos la energía hidroeléctrica, y en este sentido, la región del Comahue ofrece inmejorables condiciones para la explotación de tal actividad, ya que posee la cuenca hídrica más importante del país compuesta por los ríos Limay, Neuquén y Negro. A partir de ello se construyeron en la zona diversas represas hidroeléctricas, siendo sin dudas la de mayor envergadura la perteneciente al complejo Chocón – Cerros Colorados.

En definitiva Argentina dispone de un amplio margen de maniobra en lo que respecta a energías renovables al contar con un territorio propicio para tal fin, con lo cual resulta no sólo posible sino necesario avanzar en esta dirección. Es por ello que deseamos destacar la tarea realizada por la Asociación Argentina de Instaladores de Energías Renovables, cuyo objetivo es nuclear a estos instaladores en aras de:

• Capacitarlos y formarlos, de forma tal que tanto ellos como quien aspire a ser un instalador, pueda recibir los conocimientos correspondientes en materia teórica y práctica. Asimismo, se promueve la mejora de sus conocimientos, la formación continua, la actualización técnica y la promoción de la seguridad e higiene en el trabajo, entre otros aspectos.

• Organizar la actividad profesional de generar energía limpia y renovable, de forma tal que garantice a usuarios, fabricantes, empresas de la cadena y al Estado Nacional el correcto funcionamiento y seguridad de las instalaciones.

• Preservar un medioambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano, de forma tal que en el ejercicio profesional se promueva el derecho-deber constitucional, expresado en el Art. 41 de la Constitución Nacional.

La asociación pretende tener una concepción federal, por ello convoca a especialistas de todo el país para que la diversificación de la matriz energética sea una política de Estado que no dependa de circunstancias coyunturales. Para cumplir con su propósito principal, AAIER se propone reconocer al instalador de energías renovables como un profesional formado específicamente para la tarea que desempeña, difundir los oficios y actividades relacionadas con la instalación de sistemas de energías renovables y crear instituciones educativas de acuerdo a tales necesidades, entre otras cuestiones.

Entendemos que es fundamental dar apoyo institucional a este tipo de iniciativas, más aún cuando se trata de emprendimientos tan recientes (su constitución como entidad sin fines de lucro se produjo el día 22 de agosto del 2015).

Se trata de un sector estratégico cuya importancia ha adquirido una connotación global. Una muestra cabal de ello son las distintas cumbres que se realizaron en los últimos años, comenzado por la Declaración de Estocolmo y continuando con sucesivas conferencias tales como Río + 20, Tratado de Tokio y, actualmente, COP 21, las cuales marcaron los lineamientos a seguir respecto a la necesidad de revertir las graves consecuencias del cambio climático. En este sentido, la incorporación de energías renovables permite satisfacer la demanda energética actual sin comprometer a las generaciones venideras.

Ningún país que pretenda avanzar por la senda del desarrollo y la industrialización puede ignorar este punto. El sector de las renovables agrega valor en todos los eslabones de la cadena de producción, desde las pequeñas empresas de componentes a los fabricantes de mayor escala. Representa la oportunidad de crear un nuevo renglón industrial, que genere empleo, alto valor añadido, exportaciones, actividades de investigación y altos estándares de calidad. En este sentido, el sector industrial eólico alcanzó mayor grado de desarrollo. Cuenta con varios actores, entre los que están los desarrolladores de parques, los fabricantes de aerogeneradores, además de los productores de insumos y componentes para torres, transformadores y equipamiento electrónico y maquinaria.

Por otro lado, la actividad requiere perfiles ocupacionales tecnológicamente intensivos, lo cual significa nuevas oportunidades y trabajos que en muchos casos es coincidente con la oferta de universidades locales y de los sistemas educativos provinciales.

Genera también vínculos con distintos organismos públicos, los cuales deben trabajar mancomunadamente para lograr un correcto funcionamiento y desarrollo de las energías renovables. En esta dirección se encuentra, por ejemplo, la experiencia que AAIER mantiene con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), con quien trabaja desde el año 2014 en la elaboración de protocolos de certificación de competencias laborales del instalador de energías renovables mediante esquemas de evaluación y calificación, garantizando confiabilidad y el correcto ejercicio profesional de la actividad.

Asimismo AAIER también colabora, desde sus inicios, con el proyecto IRESUD para la “interconexión de sistemas fotovoltaicos a la red eléctrica en ambientes urbanos”, llevado a cabo en conjunto por la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Universidad Nacional de San Martín. Dicho proyecto tiene por objeto introducir en el país tecnologías asociadas con la interconexión a la red eléctrica, en áreas urbanas y periurbanas, de sistemas solares fotovoltaicos (FV) distribuidos, contemplando para ello cuestiones técnicas, económicas, legales y regulatorias.

Con el DIDER CITEDEF, que es el Departamento de Investigación y Desarrollo en Energías Renovables del Ministerio de Defensa, AAIER se vincula invitando a difundir los proyectos de investigación que allí se llevan adelante, como por ejemplo los presentados en el primer encuentro de Instaladores de Energías Renovables en referencia a Energía Renovable y Pilas a Combustible Hidrógeno para Localizaciones Aisladas, los cuáles son de gran utilidad a la hora de resolver la reserva de la energía generada mediante paneles solares y/o molinos eólicos.

Por último, con la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE) también se ha establecido una relación en orden a elaborar en conjunto las capacitaciones para los instaladores que deseen dedicarse a este tipo de generación de energía renovable.

En definitiva, para lograr modificar la matriz energética en favor de las renovables se necesita planificación y proyecciones de largo plazo, cuestiones que no dependan de los gobiernos de turno sino que se constituya en una política de Estado. En este sentido es que deseamos destacar la tarea de AAIER, ya que instituciones de este tipo son las que hacen falta para lograr el objetivo mencionado.

Por los motivos esgrimidos anteriormente es que solicitamos la aprobación del presente proyecto.