Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, por medio de los organismos que correspondan, adopte las medidas necesarias para la reactivación de los pozos de hidrocarburos de Campamento Vespucio, Lomitas y Tranquitas, en la provincia de Salta.

Señor presidente:

La zona de Campamento Vespucio, Lomitas y Tranquitas, cerca de la localidad de General Mosconi, es de las primeras en la Argentina a la hora de hablar de producción de hidrocarburos. Fue en 1907 cuando Francisco Tobar fue el primero que llevó e instaló una rudimentaria máquina de perforación tirada por bueyes, con la que se extrajeron los primeros barriles de esa cuenca tan rica que era el norte salteño. Lamentablemente tenemos que hablar en pasado porque toda esa riqueza hoy está olvidad con cientos de pozos inactivos. Durante muchos años fue el polo productivo de hidrocarburos más importante de la zona norte del país hasta que en la década de 1990 y con las privatizaciones empezó la debacle, que hoy continúa.

Por ejemplo, en el caso de Campamento Vespucio los pozos inactivos son unos 300, pero pese a los buenos augurios de muchos especialistas, no son de interés de las multinacionales que explotan hidrocarburos en la zona.

La Argentina padece una de las crisis energéticas más importantes de su historia, con miles de millones de importaciones de gas y petróleo que el país necesita para su economía. Sin embargo parece que poco se está haciendo para revertir la falta de producción de nuestro propio territorio.

Tenemos varias cuencas productivas en nuestro país y otras tantas a la espera de una debida exploración. En el caso de la zona de mencionada, son varios los que afirman que por lo menos unos 50 pozos podrían reactivarse con una inversión mínima y generar de esta forma movimiento de empresas de servicios y puestos de trabajo. Entre ellos, nos hacemos eco de las declaraciones de Raúl Palomino reproducidas por el diario El Tribuno, un técnico de más de 30 años en YPF quien dijo que se está en condiciones de producir condensado y crudo en volúmenes suficientes para desarrollar una economía social del petróleo en el norte, porque muchos de los pozos todavía pueden rendir en su producción. Otro que fue optimista fue uno de los referentes de Upetron - una firma radicada en General Mosconi -. Alfredo Abud, quien afirmó que hay cientos de pozos en la zona pero que no son de interés de las multinacionales pero que podrían aprovecharse para dinamizar las economías de la zona.

Si bien YPF actualmente no opera directamente en Salta, sabemos que participa en la UTE que está en vías de perforar tres pozos en Campo Durán. Sin perjuicio de esto, YPF es la herramienta principal que tiene el Poder Ejecutivo para aplicar la política en materia de hidrocarburos y muchos de los que hoy están desocupados en la zona del norte salteño son ex empleados de YPF.

Señor Presidente, la ley 26.741 más conocida por ser la de expropiación de Repsol, habilita fundamentalmente al Poder Ejecutivo Nacional para adoptar las medidas necesarias para cumplir con los objetivos de autoabastecimiento, exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos, para garantizar el desarrollo económico con equidad social, la creación de empleo, el incremento de la competitividad de los diversos sectores económicos y el crecimiento equitativo y sustentable de las provincias y regiones.

Nada podría definir mejor la intención de este proyecto que el cumplimiento de los objetivos de la ley 26.741, por lo que solicitamos al Poder Ejecutivo adopte las medidas a su alcance para reactivar los pozos hidrocarburíferos de Campamento Vespucio, Lomitas y Tranquitas, en la provincia de Salta.

Por los motivos expuestos, solicitamos el acompañamiento de nuestros pares en la aprobación de este proyecto de declaración.