Artículo 1°.- Desígnese al tramo de la Ruta Nacional N° 60 que une la ciudad de Tinogasta y la de Fiambalá, provincia de Catamarca, como “Ruta del Adobe”.

Artículo 2°.- La Dirección Nacional de Vialidad dispondrá todas las medidas necesarias para dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 1° de la presente ley, en especial lo relativo a la completa señalización vial respecto de las localidades, servicios y construcciones de interés turístico que integran el trayecto.

Artículo 3°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.

Señor presidente:

Se conoce como Ruta del Adobe al significativo circuito turístico que une las ciudades de Tinogasta y Fiambalá en la provincia de Catamarca, con un recorrido aproximado de 55 kilómetros.

En dicho trayecto resaltan con singular notoriedad antiguas construcciones de abobe de la época colonial, algunas de las cuales ostentan el carácter de monumento histórico ya sea provincial o nacional. El periplo atraviesa ruinas incaicas, también declaradas como monumento histórico nacional y además, cercano a Fiambalá, la ruta es adyacente a las hermosas Termas de Fiambalá, lo cual realza el valor del conjunto.

En breve repaso podemos recordar que el recorrido comprende, partiendo desde la ciudad de Tinogasta, al actual Hotel Casagrande, originalmente una edificación de carácter militar construida en el año 1887 como asiento del Batallón de Cazadores de Los Andes. A pocas cuadras de allí se ubica el actual Centro Cultural Municipal, construcción que fue destinada a Hospital Militar en 1898 y luego Hospital Público hasta el año 1982.

Desde Tinogasta hacia el Norte, la Ruta Nacional 60 recorre adyacencias de las localidades de El Puesto y Anillaco donde destacan el Oratorio de los Orquera, capilla familiar que data de la primera mitad del siglo XVIII (circa 1740), el Mayorazgo de Anillaco y la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, construida en el año 1712 lo cual la convierte en la iglesia más antigua de Catamarca y por lo tanto ha sido declarada Monumento Histórico Provincial por Ley 4881 del año 1992.

Entre las dichas localidades de El Puesto y Anillaco, hacia el Oeste de la Ruta Nacional N° 60 se encuentra la Iglesia de La Falda, sobre un paraje despoblado que fue asentamiento pastoril de la zona, lentamente abandonado hacia principios del siglo XX, quedando en solitario la iglesia de estilo Neoclásico la cual, restaurada en el año 2001, configura una postal escenográfica única.

Siguiendo hacia el Norte, la Ruta Nacional N° 60 atraviesa el río La Troya y en dicho sitio se encuentran las Ruinas de Watungasta, asentamiento incaico declarado Monumento Histórico Nacional por Decreto N° 1145 del año 1997.

Finalmente, en el ingreso a Fiambalá se encuentra la Iglesia de San Pedro construida por el capitán Domingo Carrizo de Frite cerca del año 1770 bajo la advocación del patrono del pueblo, San Pedro Apóstol. Esta construcción fue declarada Monumento Histórico Nacional mediante Decreto 106.844 del año 1941. Contigua se encuentra la Comandancia de Armas, también construida por el mencionado Carrizo de Frite hacia el año 1745.

Mediante Ley 5326 del año 2011 la legislatura provincial declaró patrimonio histórico cultural de la provincia de Catamarca a las construcciones citadas “insertas en la denominada Ruta del Adobe de 55 km de extensión, entre las ciuidades de Tinogasta y Fiambalá en el Departamento Tinogasta, trayecto enclavado sobre Ruta Nacional 60 y zonas adyacentes”.

El mencionado circuito turístico de características extraordinarias requiere de un adecuado señalamiento, especialmente en la Ruta Nacional 60° que le sirve de enlace, siendo conocidas las dificultades de jurisdicción para instalar la cartelería adecuada. De hecho, no existe ninguna indicación vial nacional relativa a este circuito turístico y las construcciones extraordinarias que lo componen. Mientras que la cartelería provincial se limita a la indicación de características en cada una de las edificaciones pero no pueden colocarse sobre la Ruta Nacional, por las limitaciones lógicas que genera la jurisdicción nacional.

Por ello se considera necesario designar con el nombre de Ruta del Adobe el tramo indicado, no solo como reconocimiento a este inigualable patrimonio cultural sino también a los fines que la autoridad nacional competente realce su valor mediante las acciones adecuadas, especialmente la correcta y completa señalización vial sobre dicha ruta nacional respecto de las localidades, servicios y construcciones de interés turístico que integran el trayecto.

Es por todo lo expuesto que solicito a mis pares que acompañen el presente Proyecto de Ley.