Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de los organismos que correspondan, informe sobre los siguientes puntos relacionados con las medidas de seguridad previstas para garantizar la seguridad nuclear en nuestro país:

1) Si existe un protocolo de seguridad para evitar un accidente ante una posible fuga radiactiva.

2) Si existen controles o mediciones que alerten o permitan prevenir cualquier eventualidad.

3) Si existe alguna posibilidad que nuestro país se vea afectado por el hecho sucedido en Japón.

4) ¿Cuál es la vida útil de nuestras centrales y que medidas deben tomarse cuando cumplen su función?

5) ¿Existen tecnologías superadoras a las actualmente utilizadas?, ¿se pueden aplicar energías alternativas?

Señor presidente:

Los acontecimientos sucedidos en Japón, a partir del terremoto del 10 de Marzo de 2011 y el tsunami posterior, pusieron de manifiesto una alerta mundial, ante la posibilidad de fuga radiactiva en las usinas nucleares de ese país.

La crisis nuclear obliga a todos los países a revisar las políticas atómicas y las cuestiones referidas a la matriz energética. Aunque se diga desde distintos sectores (privados), que nuestro país no corre los mismos riesgos que sufrieron en Japón, es imprescindible establecer y solicitar la información correspondiente para establecer una política de estado preventiva, con el objeto de adoptar las medidas necesarias para evitar una catástrofe.

Las centrales nucleares de nuestro país, no se encuentran en zonas sísmicas, pero hubieron pequeños antecedentes que indican lo contrario. De todas maneras, se deben revisar los sistemas de seguridad para evaluar las condiciones necesarias que requieran ajustar. Los desastres naturales no pueden prevenirse, pero las consecuencias de los mismos pueden ser reducidas si se cuentan con las medidas adecuadas.

La tragedia que Japón pone en crisis el paradigma que ubicaba a la energía nuclear como la principal reemplazante del petróleo. Debemos procurarnos un análisis profundo de la situación actual de nuestro país, que nos permita asegurarnos la máxima confiabilidad, o replantearnos la estrategia energética para las próximas décadas para evitar situaciones de desastres.

En mérito a los fundamentos expuestos, se solicita a este Honorable Cuerpo, la aprobación del presente proyecto de Resolución.