Se recomienda al Ministerio de Educación de la Nación, mediante el Consejo Federal de Educación, incorpore la enseñanza de ajedrez a los contenidos curriculares de los niveles primario y secundario.

Señor presidente:

El uso del ajedrez con fines pedagógicos ha tenido un gran desarrollo durante los últimos 35 años en nuestro país. Desde el advenimiento de la democracia, la Fundación Argentina de Ajedrez fue convocada por distintas provincias y municipios para desarrollar programas de ajedrez en las escuelas.

Mediante la Ley Nº10.525, la provincia de Santa Fe fue pionera en la implementación de la legislación que incorpora el ajedrez a la currícula oficial en el año 1990.

En 1995, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), recomendó su inclusión en los niveles primario y secundario en todos los países miembros.

Existe una amplia experiencia internacional y nacional sobre las implicancias positivas de la enseñanza escolar del ajedrez, especialmente en el desarrollo de las capacidades personales y el aporte al fortalecimiento de las instituciones educativas.

El campo de la investigación arrojó estudios significativos sobre los beneficios que el ajedrez como herramienta pedagógica tiene en las escuelas. Entre los elementos destacados se mencionan la estimulación del pensamiento lógico, la memoria, la imaginación, la resolución de conflictos, la toma de decisiones y el análisis y posterior evaluación de esas elecciones.

Las comunidades educativas de todo el país incorporaron el ajedrez como recurso que coadyuva a desarrollar la capacidad de abstracción y el pensamiento anticipador.

En el año 2004, se crea bajo la Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas, el Programa Nacional de Ajedrez Educativo, con la finalidad de “incorporar la enseñanza del ajedrez en el Proyecto Educativo Institucional de las escuelas de todos los niveles y modalidades para desarrollar espacios de juego, recreación y aprendizaje que favorezcan las capacidades intelectuales, el esfuerzo, la persistencia, la superación y el reconocimiento del otro”.

Como respuesta al avance de la utilización del ajedrez con fines pedagógicos, en el año 2006, mediante la Resolución Nº162/06, el Ministerio de Educación de la Nación estableció un reconocimiento a los idóneos que hubieran ejercido como profesores de ajedrez para poder desarrollar estas tareas.

Asimismo, la Ley de Educación Nacional establece, en su artículo 27, la importancia de “promover el juego como actividad necesaria para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social”.

En distintos casos, las universidades han incorporado diplomaturas tendientes a profesionalizar la formación de quienes habitan en el mundo del ajedrez, desarrollando perfiles de egresados que se desempeñen en programas de ajedrez escolar o para adultos en entidades sociales y deportivas.

En la actualidad, más de 200 municipios de todo el país cuentan con escuelas municipales de ajedrez, poniendo el eje fundamentalmente en la educación no formal. Muchas de estas experiencias fueron acompañadas por la organización deportiva de los ajedrecistas, la Federación Argentina de Ajedrez, que ayudó a proveer los recursos humanos necesarios para esta puesta en marcha.

Entendiendo la importancia de incorporar contenidos de ajedrez en las escuelas, consideramos fundamental la intensificación de la oferta de cursos de perfeccionamiento docente que aborden la temática y que permitan a quienes ejercen la enseñanza en las escuelas, incorporar el saber disciplinar que refiere al juego, a la recreación y al ajedrez en tanto saber conceptual y procedimental, construido por las teorías y las prácticas que refieren al problema lúdico, al tablero y las piezas, al cuerpo y el movimiento humanos, a los fines y valores que orientan su elaboración en nuestra sociedad y cultura.

Entre las múltiples ventajas de la incorporación del ajedrez se encuentra la ínfima necesidad de inversión en infraestructura (comparada con otras actividades) y el mayor rendimiento de la inversión en horas-cátedra, además de todas las ventajas mencionadas anteriormente.

Por lo tanto, es necesario que el Consejo Federal de Educación evalúe y resuelva cuál es el mejor modo para darle lugar a la incorporación de dicho contenido en los lineamientos curriculares.

Por todo lo expuesto, y ante la necesidad de que se profundice el camino realizado por el sistema educativo en nuestro país en las últimas décadas, a través solicito a los Señores Diputados su acompañamiento para el presente proyecto de declaración.