Declarar de interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación a la conmemoración del 120° Aniversario de la creación de la 4° Cátedra de Medicina Interna con sede en el Hospital de Clínicas “José de San Martin” que se llevará a cabo el día 20 de septiembre del corriente año, en la Aula Magna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.

Señor presidente:

La Cuarta Cátedra de Medicina Interna de la Universidad de Buenos Aires cumple 120 años de una labor ininterrumpida en la docencia, asistencia e investigación científica y médica. En ella han trabajado brillantes universitarios que han incursionado en diversas áreas aparte del campo médico y sanitario, tales como las letras, las artes, la labor legislativa entre muchas otras más.

El hecho trascendental que marcó un antes y un después para la humanidad ha sido la realización de la primer Transfusión de Sangre citada con éxito y asombro a nivel mundial, el 9 de noviembre de 1914, bajo la dirección del segundo Profesor Titular, el Doctor Luis Agote.

Su creación dio lugar en septiembre del año 1888, en el antiguo Hospital San Roque, en la actualidad, Ramos Mejía. Su primer profesor titular ha sido Francisco Sardi, gran escritor aparte de eximio clínico. En ese lugar opero hasta el año 1915 en que asumió el Profesor Luis Agote, quien tuvo la deferencia de trasladar el Instituto Modelo de Clínica Medica, dentro de lo que es hoy el predio del Hospital Rawson.

A partir del año 1978 este se ubica en el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, en la Capital Federal. Entre otros grandes colegas del Doctor Luis Agote y Francisco Sardi, hay que mencionar el honorable trabajo de Juan R. Goyena, Rodolfo Pasqualini, Julio E. Palacio, Jose Alberto Pangaro, David Gottlieb, Fernando Lasala, y el Profesor A. Raul de los Santos.

Mencionar alguno de los profesionales que han pasado por esta institución es tirano y siempre queda algún faltante, pero, sin embargo, no hay que dejar de lado el inmenso aporte que realizo Luis Agote y el descubrimiento que este realizo. Gracias a sus acciones podemos considerarlo como un benefactor para la humanidad. La transfusión que el llevo a cabo hoy permite la práctica de innumerables tratamientos e intervenciones quirúrgicas.

El Instituto Modelo de Clínica Médica fue creado por iniciativa del Dr. Agote. Con una visión clara de las necesidades reales de su tiempo y, con espíritu realizador. En 1911 siendo Diputado Nacional presentó en la Cámara un proyecto de ley para la construcción de un Pabellón Modelo de Clínica Médica en el Hospital Rawson, anexado a la Universidad de Buenos Aires, y con destino a la enseñanza de la Clínica Médica. Fue sancionado el 19 de septiembre por la Cámara de Senadores, convertido en Ley, y promulgado por el Poder Ejecutivo como Ley Nacional 8206. El edificio se inauguró el 31 de marzo de 1914. Contaba con 4 salas de internación, 2 de hombres: “Montes de Oca” y Juan R. Fernández”; una de mujeres “Sala José María Bosch” y otra de niños: la Sala Ricardo Gutiérrez” en memoria de esos grandes maestros. Los laboratorios montados con todos los útiles y adelantos más modernos de la época incluían los de: Biología, Hematología, Histopatología, Histología neurológica, Química biológica, Biología experimental, Cardiografía y electrocardiografía, Anatomía patológica y Análisis clínicos. Todos estos laboratorios estaban instalados en el piso alto, junto con la biblioteca, el taller de fotografías y el anfiteatro para clases.

En el siglo XIX, con los progresos de la cirugía, fueron propuestos diversos procedimientos operatorios para practicar la homotransfusión directa de hombre a hombre que, además de su técnica delicada y de los accidentes que de por sí se exponían, no lograron vencer los efectos desfavorables antes registrados y cuya causa permanecía inexplicable.

A principio del siglo XX Karl Landsteiner, investigador austríaco, levanta un primer hito de orden biológico, al reconocer la existencia de los llamados grupos sanguíneos, comprobación que en ese momento no tuvo mayor eco en la práctica médico-quirúrgica. Poco después, en 1914, preocupado Agote por el problema del difícil dominio de las hemorragias en los pacientes hemofílicos, obtiene

la solución técnica de la transfusión sanguínea indirecta mediante el empleo del citrato de sodio como agente anticoagulante.

El elemento disparador fue el espectáculo doloroso y conmovedor de un niño hemofílico, vinculado a él por lazos familiares, en el que se producían epistaxis profusas con profunda repercusión en su estado general. Comienza así la cuidadosa búsqueda de una sustancia química que sirviese para conservar la sangre incoagulable pero que estuviera exenta de toxicidad para el receptor y mantuviera inalterables las propiedades esenciales del fluido. Conocía que el citrato neutro de sodio impedía la coagulación de la albúmina del huevo. Teorizó entonces que siendo la sangre un albuminoide, dicha sal debería comportarse frente a ésta en idéntica forma.

El 9 de noviembre de 1914 se realizó la primera transfusión en un paciente con tuberculosis pulmonar que ocupaba la cama 14 de la sala Fernández del Instituto Modelo. Es el minuto crucial del máximo descubrimiento del naciente siglo XX. A raíz de esta acción con tanto empeño es que se empezó a modificar el mundo de la medicina tal como lo conocemos en la actualidad, abriendo la posibilidad de una infinidad de tratamientos e intervenciones que jamás fueron pensadas ni concebidas, brindando al mundo respuestas y soluciones que tanto necesitábamos.

Su vocación no solo incluía actividades medicas únicamente como he manifestado previamente, el no pudo permanecer indiferente ante la evolución cultural que experimentaba el país. Tuvo una participación activa en la política siendo Diputado y posteriormente Senador Nacional. Desde su labor legislativa ha colaborado con la creación de leyes que dieron nacimiento a la “Creación del Instituto Modelo de la Clínica Medica” (Ley 8206) en el año 1911, la fundación de la Universidad del Litoral y su anexión al Colegio Nacional Buenos Aires a la UBA (Ley 10861 y 10654), la creación del Patronato Nacional de Ciegos (Ley 9339) y en ultimo termino, la creación del Patronato Nacional de Menores Abandonados y delincuentes (Ley 10903).

Sin dudas su labor merece reconocimiento y el homenaje correspondiente siendo este un prócer de la medicina no solo a nivel nacional sino a nivel internacional. Sin su inagotable trabajo, todos los avances en la ciencia médica actuales no serían posibles y muchas vidas se hubieran perdido por razones totalmente evitables.

Como un reconocimiento a su labor es que el día 9 de septiembre del año 2004 se ha determinado la celebración en todo el país del Día Nacional del Donante Voluntario, en conmemoración al aniversario de la primera transfusión realizada por Luis Agote aquel 9 de noviembre de 1914.

Siendo esta cátedra cuna de próceres médicos y de personalidades que han brindado conocimiento al país y al mundo es que se merece el reconocimiento y honores que pueda brindarle este cuerpo legislativo. Este tipo de menciones y tratamiento honorifico siempre ratifica el trabajo incansable y la preparación de profesionales que batallaran contra las nuevas adversidades que presenta el mundo.

Por todos los motivos expuestos previamente, es que solicito a mis pares el acompañamiento del presente proyecto.