Convocar a la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, en los términos del art. 71 de la Constitucional Nacional, al Ministro de Educación de la Nación, Mg. Alejandro Finocchiaro, con el fin de que brinde explicaciones de la situación financiera y económica respecto de las Universidades Publicas Nacionales.

Señor presidente:

Ante reiteradas jornadas de paros y conflictos docentes que se suscitan hace más de tres semanas, a raíz de las negociaciones salariales y diversos pedidos de las entidades educativas, es que, a través del mandato que determina la Constitución Nacional, lo citamos al Sr. Ministro de Educación a que brinde respuestas y certidumbres sobre la situación actual.

Las denuncias referidas a falta de pago, malas condiciones edilicias, falta de aprovisionamiento mobiliario y de recursos humanos, se multiplican por todo el territorio de la República Argentina, siendo el foco del reclamo, las 57 Universidades Publicas Nacionales distribuidas en todo el país.

Ante una situación económica financiera caótica y atroz, que lo único que hace es depreciar el valor de la moneda, la pérdida de valor adquisitivo de los salarios como así también, los constantes vaivenes del dólar y su relación con los distintos costos de vida, forman sin dudas, un coctel explosivo que la clase trabajadora, en esta ocasión, los docentes, no pueden soportar ni hacerle frente.

En el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es que se está llevando adelante un ajuste fatal en puntos clave para el desarrollo económico y profesional de un país, puntualmente, la educación.

Sin educación no hay futuro. Ninguna sociedad en el mundo ha progresado dejando de lado este elemento igualador de clases, un puente transversal que sirve para mejorar las condiciones de vida, poder obtener mejores trabajos, y por consiguiente, mejorar su situación personal y la de las familias. No es lo mismo un trabajador profesional y educado que aquel trabajador informal y carente de conocimientos.

El mundo actual gira en base a la educación y al conocimiento científico, y lamentablemente, las políticas públicas que venía desarrollando el anterior Ejecutivo Nacional, distan totalmente de las implementadas por el actual gobierno y su cartera de ministros. Lo que en algún momento fue el faro de conocimiento y experiencia cultural para todo el continente americano, fruto del trabajo de un prócer como Domingo Faustino

Sarmiento, hoy solo queda en el recuerdo de la gente. La realidad difiere totalmente de lo que alguna vez supimos ser en materia educativa, y principalmente universitaria.

Nuestra carta magna nos da permite el control y posibilidades de percibir respuestas e información por parte de los ministros, y ante la problemática situación actual, en la que se suscitan marchas a lo largo de todo el país, el acompañamiento de toda la población estudiantil como así también, las distintas jornadas de concientización al respecto requieren un tratamiento urgente y la búsqueda de medios para poder solventar esta situación.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares el acompañamiento del siguiente proyecto.