Solicitar al Poder Ejecutivo que a través del Ministerio de Educación de la Nación, se implemente un Programa para la detección temprana de la violencia ínter escolar y el tratamiento correcto de la misma, el cual deberá ser aplicado en todos los niveles del sistema educativo.

Señor presidente:

La violencia ha llegado definitivamente a nuestras escuelas, en los diferentes niveles tanto de la enseñanza primaria como secundaria. La noticia de que un niño de 12 años mato a puñaladas a otro de 13 en Ituzaingo, una localidad de Corrientes, nos estremeció a todos, y nos trajo a la memoria otros casos similares como lo fue el Carmen de Patagones o aquel a quien llamaban "pan triste."

Los casos son similares y casi siempre los agresores, terminan reconociendo que a su vez en algunos casos, se han sentido victima de algún tipo de acoso o violencia, física o psicológica por parte de sus compañeros.

Cuando le preguntaron a este niño correntino porque mato a su compañero, solo dijo que porque lo molestaba en el colegio. Aquel niño de Carmen de Patagones también dijo sentirse acosado por sus compañeros.

Este acoso ínter escolar, se lo denomina con la palabra "bullying"y se esta convirtiendo en uno de los mayores problemas del ámbito educativo. Son más comunes entre los niños de entre 11 y 17 años de edad, y generalmente acompañan los cambios que se dan en la transición de la niñez a la adolescencia. La mayoría de los casos pasa absolutamente inadvertido por los mayores, tanto sean los padres o los docentes.

Los especialistas dicen que estaríamos en presencia de un caso de bullying, cuando un niño esta expuesto de forma reiterada y un tiempo largo a acciones negativas llevadas a cabo por otro u otros compañeros de colegio.

El acosador generalmente es un chico con una falta total de empatia, sin ninguna posibilidad de ponerse en el lugar de sus victimas, incluso se dan casos de que están convencidos de que lo que están haciendo esta bien.

Cuando se investiga la vida de estos chicos generalmente se detecta que tienen una relación bastante traumática con sus padres, quienes han ejercido también violencia sobre ellos, o tienen comportamientos violentos.

El acosador generalmente es un chico con una falta total de empatia, sin ninguna posibilidad de ponerse en el lugar de sus victimas, incluso se dan casos de que están convencidos de que lo que están haciendo esta bien.

Cuando se investiga la vida de estos chicos generalmente se detecta que tienen una relación bastante traumática con sus padres, quienes han ejercido también violencia sobre ellos, o tienen comportamientos violentos.

En cuanto a la personalidad de las victimas, generalmente son niños tímidos o con alguna característica que los hace particularmente vulnerables y a veces ante tanta presión suelen reaccionar violentamente, como en los casos que mencionamos.

A su vez existe también entre los otros compañeros un silencio cómplice, ya que eligen callar o ignorar los ataques que sufren sus compañeros por diversas razones, permitiendo que esto continúe sucediendo.

Los padres de estos niños ( sean victimas o agresores) en la mayoría de los casos no hacen nada para ayudarlos, al considerar que lo que viven sus hijos es algo normal.

Fuentes médicas afirman que el acoso escolar, cuando es persistente y prolonga, puede causar problemas a corto plazo como pánico, tristeza profunda, inseguridad y una fuerte disminución de la autoestima. Pero también puede llegar a tener repercusión en la etapa adulta, afectando a las relaciones sociales de las personas y la confianza en sí mismos.

Las agresiones sufridas por los niños van desde las intimidaciones verbales, traducidas en insultos, descalificaciones, apodos, rumores que difunden entre los demás compañeros, etc. A intimidaciones psicológicas y también físicas. La forma más grave por sus consecuencias de ejercer el bullying es mediante el aislamiento social.

Según declaró el investigador Jorge Srabstein, director de la Clínica de Problemas Médicos Asociados con la Intimidación Escolar del Centro Médico Nacional Infantil de Washington, al diario argentino La Nación, "el acoso escolar entre alumnos es una epidemia silenciosa. En casos extremos, puede derivar incluso en la muerte tanto del chico hostigado como del hostigador", marcando claramente la gravedad de un problema para el cual no se avizoran soluciones claras y que pueden provocar cuestiones como el ausentismo prolongado, las bajas notas o directamente el abandono de la escuela.

Lo más importante es comenzar a trabajar en la prevención, mediante programas que incluyan sobre todo la capacitación a todos aquellos que tienen a su cargo menores en los colegios, con la finalidad de que los casos de violencia entre alumnos se detecten a tiempo y puedan ser tratados debidamente tanto a las victimas como a los agresores.

Es por lo expuesto que solicito me acompañen con la aprobación de este proyecto.