Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de los organismos que corresponda instrumente la puesta en marcha de posgrados universitarios gratuitos.

Señor presidente:

En Argentina y el mundo con cada vez mayor frecuencia, el mercado laboral y el campo de la investigación científica necesita nutrirse de profesionales formados para afrontar las exigencias del siglo XXI.

Si bien nuestro país se ha caracterizado por brindar educación libre y gratuita en todos sus niveles, no se ha logrado aún ampliar la oferta para quienes deseen continuar con su proceso de formación en posgrados.

A raíz de la dura crisis económica que atraviesa Argentina en la actualidad, muchos graduados de carreras universitarias no pueden solventar los gastos que conlleva realizar algún tipo de posgrado quedando de esa forma sin la posibilidad de equiparse académicamente con quienes sí pueden invertir en educación privada.

En este sentido, consideramos que el Gobierno Nacional debe considerar la posibilidad de ampliar los beneficios para el educando, con propuestas académicas de posgrado que sean de utilidad para afianzar aquellos sectores que aún carecen de investigación o de perfeccionamiento para el mercado laboral.

Esta política debe ir de la mano de inversiones en cuestiones edilicias y salariales, nutriendo de personal competente las áreas que componen las instituciones públicas educativas, en detrimento de los recortes que lamentablemente se han dado a conocer públicamente durante los últimos años.

El 22 de noviembre 1949, se plantó como un hito, en el devenir de nuestra historia, una política de Estado de la cual no debemos separarnos nunca, la firma del decreto nº 29.337/49, por parte del General Perón, que es y será la idea hecha expresión “que el engrandecimiento y autentico progreso de un pueblo estriba en gran parte en el grado de cultura que alcance cada uno de los miembros que lo componen”. En un mismo sentido el artículo 1 suspende con anterioridad al 20 de junio de 1949 el cobro de los aranceles universitarios actualmente en vigor.

Esta decisión política que quedará en la historia de nuestro país como un baluarte en la promoción del acceso a la educación y ampliación de derechos para sus ciudadanos, debe ser considerado tan sólo como un precedente que nos permita como comunidad seguir creciendo y apostando a la educación libre y gratuita en todos los niveles.

A cien años de la Reforma Universitaria argentina, nos merecemos seguir avanzando en políticas educativas, ya que un país que no invierte en educación gratuita en beneficio de quienes más lo necesitan, se convierte en cómplice de un sistema neoliberal que privilegia a los más favorecidos por el mercado capitalista por sobre los que no tienen esa posibilidad.

Por los distintos fundamentos expuestos, solicito de mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.