Monumento Nacional a la Reforma Universitaria de 1918

ARTÍCULO 1°- Construcción. Dispóngase la construcción de un Monumento Nacional a la Reforma Universitaria de 1918, con el fin de conmemorar el centenario del Grito de Córdoba.

ARTÍCULO 2º - Concurso Público. La construcción del Monumento Nacional a la Reforma Universitaria de 1918 deberá estar a cargo de escultores argentinos, para lo que se llamará a concurso público de proyectos a ese efecto.

ARTÍCULO 3º - Emplazamiento. El monumento será emplazado en la Ciudad de Córdoba, en una ubicación a definir en conjunto con la Universidad Nacional de Córdoba.

ARTÍCULO 4º - Recursos. Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley serán imputados al Presupuesto de la Administración Nacional, en la partida que corresponda.

ARTÍCULO 5º - Reglamentación. El Poder Ejecutivo, por intermedio de la Secretaría de Cultura de la Nación, dictará la reglamentación pertinente para su trámite y la designación del jurado respectivo.

ARTÍCULO 6º - De forma.

Señor presidente:

La tradición universitaria de la República Argentina ha sido un fiel reflejo en materia de políticas de vanguardia que durante las primeras décadas del S. XX encontró en el movimiento reformista al motor impulsor de una serie de transformaciones que se expandirían por todo el mundo.

Las corrientes inmigrantes, la ampliación de las bases de participación política a través de la Ley Saenz Peña, la aparición de los primeros partidos políticos y asociaciones gremiales del país y el triunfo de Hipólito Yrigoyen en 1916 fueron causales inmediatas para que la juventud manifestara profundas disidencias con la estructura anquilosada y conservadora que se mantenía intacta en las Universidades desde los procesos fundacionales de las mismas, íntimamente vinculados a la intervención omnímoda del clero.

En el caso particular de la Universidad Nacional de Córdoba, la posición restrictiva en materia de acceso a las cátedras, las prácticas de enseñanza obsoletas y dirigidas a consolidar los dominios de las elites acaudaladas en franco retroceso ante el acceso al poder de los sectores populares, la presencia excluyente de lo teológico en las currículas , la corrupción y la falta de participación de los miembros de la comunidad universitaria en el gobierno de las casas de estudio fueron motivos más que suficientes para que se gestara la mayor discusión en la historia sobre la legitimidad social de lo académico.

Ante estas circunstancias es que se gesta el movimiento reformista de Junio de 1918 que se puede catalogar en la memoria colectiva como el fiel reflejo de la vocación transformadora de la juventud y de las más puras convicciones al servicio de la causa popular. El legado es enorme, la autonomía universitaria, el cogobierno y su origen popular, la gratuidad, la laicidad, los concursos docentes, la periodicidad de las cátedras, la profunda y continua renovación pedagógica, el modelo extensionista y la libertad de cátedra fueron profundos fundamentos para la construcción de un sistema educativo que centralice en el hombre libre sus esfuerzos y no en supersticiones o intereses de unos pocos.

La Reforma Universitaria de Córdoba fue inspiración para muchos jóvenes que le dieron proyección latinoamericana e influyó en destacadas personalidades de la región, como fue el caso de Raúl Haya de La Torre, José Carlos Mariátegui y Germán Arciniegas. En 1968 durante el Mayo Francés, en varios de los manifiestos estudiantiles se invocaron las jornadas del 18.

Por su reconocimiento internacional y por su vigencia histórica de cara al centenario, es que entendemos que el Estado Nacional debe abonar a la construcción de la memoria colectiva ante este hecho histórico que hoy sigue tan vigente en sus reivindicaciones.

Por los motivos previamente expuestos, solicitamos a este honorable cuerpo, el acompañamiento al presente proyecto.