Solicitar al Ministerio de Educación para que a través del Consejo Federal de Cultura y Educación, se proponga que en todas las jurisdicciones educativas se presenten y estimulen actividades conmemorativas al recordarse el próximo 2 de mayo un nuevo Día Nacional del Crucero A R.A. "General Belgrano", de acuerdo a lo establecido por el Decreto 745/98.

Señor presidente:

Hace pocos días, al cumplirse el 26to. aniversario del comienzo de la guerra entre nuestro país y Gran Bretaña en el Atlántico Sur, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reiteró que el reclamo de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur es inclaudicable, además de destacar la vergüenza que constituye en pleno siglo XXI la presencia en nuestro territorio de un enclave colonial.

El ejercicio de la memoria colectiva de nuestro pueblo y el homenaje a aquellos que dejaron la vida en esa guerra es constitutivo de la función pedagógica de la escuela, en su tarea de formar ciudadanos que puedan ejercer libremente sus derechos y asumir sus responsabilidades como integrantes de una sociedad democrática.

Es necesario recordarles a nuestros niños y niñas, adolescentes y jóvenes que hoy, afortunadamente y gracias a la lucha del conjunto del pueblo argentino para vencer a la dictadura militar que comandó esa guerra (entre otras muchas atrocidades por todos conocidas) así como al sacrificio de más de 600 soldados argentinos que murieron en los mares del sur, ellos pueden ejercer su derecho a estudiar en los diversos niveles del sistema educativo.

Se sabe que unos 200 de los 323 combatientes que perdieron la vida aquel 2 de mayo de 1982 en el hundimiento del Crucero A.R.A "General Belgrano", atacado fuera de la zona de exclusión, tenían entre 19 y 20 años, la edad que en la actualidad tienen muchos estudiantes de escuelas secundarias, institutos y universidades argentinos, que es precisamente donde los adolescentes y jóvenes deben estar si queremos crecer como una sociedad con mayor justicia social que resguarde y proteja los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Las consecuencias de aquella masacre afectaron y aún afectan al conjunto de la sociedad, a las familias y a los sujetos en forma más o menos directa. En las escuelas argentinas estudian las hijas e hijos de aquellos soldados afectados directamente por haber crecido sin sus padres o bien, teniéndolos, como resultado de los diversos trastornos padecidos por los veteranos de guerra, muchos de los cuales, desafortunadamente, terminaron en suicidios. En las instituciones educativas argentinas cumplen diversas tareas, como docentes, porteros y demás, veteranos de Malvinas, así como otros familiares de éstos.

Recordar a los caídos en la guerra, particularmente a aquellos que murieron en el crucero General Belgrano, ejerciendo una memoria crítica de aquel período histórico que reivindique a los soldados, contribuirá a que nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes puedan construir un futuro de paz con memoria, justicia y soberanía para nuestra Nación.