Comisiones » Permanentes » Comisión Permanente de Educación »

EDUCACION

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P04 Oficina 406

Secretario Administrativo DRA. PANTANO VALERIA LUCILA

Jefe SR. PARRA MARCELO

Martes 15.00 hs

Of. Administrativa: (054-11) 6075-2426 Internos 2406/05/26

ceducacion@hcdn.gob.ar

PROYECTO DE RESOLUCION

Expediente: 0879-D-2020

Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR LAS MANIFESTACIONES DE LA VICEMINISTRA DE EDUCACION ADRIANA PUIGGROS SOBRE LAS EVALUACIONES COMO ELEMENTO DE LA ENSEÑANZA.

Fecha: 17/03/2020

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 12

Proyecto
Expresar su preocupación por las manifestaciones realizadas por la Viceministra de Educación Adriana Puiggrós al considerar que las evaluaciones no son un elemento de la enseñanza, sino un instrumento de control y de selección que está pensado desde una lógica empresarial.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Nuevamente la Argentina vuelve a discutir lo que ya se discutió otras veces. Y como en un juego en el que los dados retroceden varios casilleros, se enfrenta una vez más con cuestiones que parecían superadas.
Sorprendentemente y frente a los resultados poco alentadores de las pruebas Pisa 2018, la Viceministra de Educación, Adriana Puiggrós, cuestionó el amplio uso de las pruebas estandarizadas -como el informe PISA- para evaluar el aprendizaje en las escuelas. Declaró que: "Evaluar no es un elemento de la enseñanza, es un instrumento de control y de selección y está pensado desde una lógica empresarial. Lo que busca es reducir cantidad de alumnos, de docentes, desde una idea meritocrática”. Según sus declaraciones, para Puiggrós la evaluación es un elemento posterior del proceso enseñanza-aprendizaje.
Lamentablemente no es la primera vez que se critica este tipo de evaluaciones sobre calidad educativa. Hace siete años, el ex ministro de Educación de Cristina Kirchner, Alberto Sileoni, también cuestionó la metodología involucrada en la comparación internacional. "Siempre objetamos esta presentación rankeada porque no es una nómina fija de países, hay algunos que salen y entran”, al tiempo que destacaba que el nivel de cobertura del secundario llegaba al 82%, cuando en otros países eso no ocurría. “Hemos mantenido el rendimiento en un contexto en que se han incorporado muchos estudiantes, pero hay mucho todavía para mejorar”, sostuvo.
En efecto, el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) es un estudio que evalúa los logros en el aprendizaje de los jóvenes de 15 años inscriptos en las escuelas. Las áreas de evaluación comprendidas en el estudio son Matemática, lectura y ciencias. El estudio PISA se realiza cada 3 años desde 2000 y en cada ciclo se enfatiza un área diferente. En 2000 y 2009 el énfasis fue en lectura, en 2006 en ciencias, y en 2003 y 2012 en Matemática. Los cuestionarios complementarios a las pruebas de dichos relevamientos analizan aspectos vinculados a la oferta educativa; las características de los sistemas y las escuelas; las prácticas de enseñanza; las percepciones de estudiantes, docentes y directivos, y el contexto socio-económico y cultural.
PISA ha sido desarrollado y es liderado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Participan del estudio países miembros y no miembros pero asociados a la organización. La cantidad de participantes ha ido en aumento desde la primera ronda en 2000 hasta 2012: 43 sistemas educativos formaron parte del estudio en 2000; 41 en 2003, 57 en 2006, y 65 en 2009 y 2012. En 2012 participaron en el estudio los 34 países miembros de la OCDE y 31 economías y países asociados .
No se trata entonces de una evaluación de los conocimientos establecidos en los programas de enseñanza oficial, ni tampoco de un elemento de control y selección, sino de la capacidad de los estudiantes para aplicar los conocimientos aprendidos, transferir la información a nuevos contextos y resolver problemas de la vida diaria.
En efecto, las pruebas PISA permiten obtener un diagnóstico situacional del sistema educativo que ofrece información relevante y funcional para el desarrollo o mejora de políticas públicas para evaluar el avance en los sistemas educativos de los países participantes.
La Argentina participó en las ediciones 2000, 2006, 2009, 2012, 2015 y 2018. En 2015 quedó "descalificada" de la muestra internacional educativa por presentar vicios o equívocos metodológicos que ignoraron la extrema rigurosidad que OCDE-PISA le otorga a los escenarios muestrales -la cantidad de alumnos y escuelas por regiones que participan de la prueba-. Por lo que resultó imposible aplicar los criterios de comparabilidad y representatividad de la muestra PISA 2015 con la anterior PISA 2012.
Si se consideran todas las ediciones de PISA, se destaca que desde 2006 la Argentina se mantiene prácticamente igual en Matemática (381 a 379 puntos), mejora en Ciencias (391 a 404 puntos) y en Lectura (374 a 402). Respecto a esta última, es necesaria la aclaración de que en su primera participación en PISA (2000), Argentina tuvo su puntaje más alto en esta área (418 puntos), que luego decayó y hace unos años está repuntando.
Durante el gobierno que finalizó en diciembre de 2015, los sindicatos docentes preferían desprestigiar y desacreditar las pruebas internacionales con un objetivo que podríamos pensar que es similar al de otras intervenciones, desde el cuestionamiento a un relevamiento de información confiable y con análisis profundo de la calidad educativa.
Como consecuencia de dichas declaraciones, el Ministro de Educación, Nicolás Trotta, ratificó que la Argentina seguirá participando en las pruebas Pisa y Erce (de la Unesco) y prometió “la profundización y mejora de las actuales pruebas Aprender”.
Según un especialista en Educación, Gustavo Iaes “las pruebas fueron un paso adelante en 2016 y 2017”. Los que critican su estandarización, cuestionan justamente su activo, ya que permite comparar con parámetros universales.
Está claro que una evaluación es siempre el recorte de una realidad más compleja, pero sin pruebas no hay modo de tener información confiable.
Según palabras de ex Ministro de Educación Alejandro Finocchiaro, la opinión de Adriana Puiggrós "atrasa". El ex funcionario apuntó que cuando se tienen que hacer evaluaciones a tantos alumnos, no hay forma de hacerlo de otra manera. Es por eso que destacó que este tipo de pruebas tienen a su vez un formulario anónimo con preguntas de contexto socioeconómico y afirmó que, “Gracias a la primera evaluación pudimos armar un programa en el que tomamos a las 3500 escuelas con mayor índice de vulnerabilidad educativo y pusimos todos los recursos económicos y pedagógicos del Estado".
Con base en estas consideraciones, las pruebas PISA proporcionan indicadores para medir la eficacia, equidad y eficiencia de los sistemas educativos, los cuales se utilizan como puntos de referencia para comparar internacionalmente el avance o rezago educativo y dar seguimiento a las tendencias en educación.
En total, en 2018, entre países y ciudades, participaron 79 sistemas educativos. Más allá de los recaudos que se deben tomar al comparar países desarrollados y subdesarrollados, con sistemas muy variados y un sinfín de particularidades, los números fríos dicen que Argentina se ubica en el puesto 63 en lectura, en el 71 en matemática y en el 65 en ciencias.
Las pruebas buscan estimar la capacidad de comprender, resolver y comunicar situaciones del “mundo real”. Sobre eso, Irene Kit, una de las especialistas a cargo del informe, consideró: “PISA mide una cosa que no se prioriza en nuestro sistema educativo. Más allá de algunos intentos, se sigue enseñando de un modo que acentúa contenidos. Hasta que no haya un cambio profundo, difícilmente veamos un avance significativo”. También sostuvo que en relación al año 2006 accedieron al sistema educativo 100.000 adolescentes de 15 años.
Cada vez que se hacen públicos los datos de las pruebas PISA resurge en el país cierto debate educativo que se distingue por combinar el lamento, las acusaciones y las justificaciones de la "crisis" del sistema escolar.
En la escena mediática aparecen culpables y "recetas" de especialistas, funcionarios y periodistas que tendrían las claves para alcanzar el éxito educativo. Se recurre así, a respuestas de sentido común que aspiran proporcionar soluciones simples y rápidas a los bajos resultados de la educación argentina. Esta manera particular de interpretar las publicaciones y resultados de PISA no es propia del país, tal como ha puesto de manifiesto la literatura sobre la temática (Barquín et. al., 2011; Figazzolo, 2008; Luzón y Torres, 2013a; Massot et. al, 2006).
Ahora bien, lo llamativo de países, como el nuestro, es el tratamiento superficial de los datos generados por PISA por parte del gobierno de turno.
Sabemos que la educación no se reduce a un par de cifras y no damos demasiada autoridad a una evaluación que cumple con creces los mínimos exigibles, pero que dista mucho de ser perfecta.
El desarrollo de la educación es muy importante para el futuro de nuestro país, sociedad, familia y personas, en palabras de Andrés Schleider: “Si vienes de una familia pobre y tu única oportunidad en la vida es tu educación, si no te dan fundamentos básicos en ciencia, matemáticas y lectura nada te salvará”
Por las razones expuestas, solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente Proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
SANCHEZ, FRANCISCO NEUQUEN PRO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
EDUCACION (Primera Competencia)