ECONOMIA
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P03 Oficina 306
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PROYECTO DE LEY
Expediente: 4599-D-2013
Sumario: FIJAR EL DERECHO DEL CERO POR CIENTO (0%) A LA EXPORTACION PARA CONSUMO DE LAS MERCADERIAS COMPRENDIDAS EN LA NOMENCLATURA COMUN DEL MERCOSUR, QUE TIENEN UN REINTEGRO IMPOSITIVO IGUAL O SUPERIOR AL DERECHO DE EXPORTACION.
Fecha: 06/06/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 65
Articulo 1°. Fijase un
derecho del CERO POR CIENTO (0%) a la exportación para consumo de las
mercaderías comprendidas en la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) que
tienen, al día de la fecha, un reintegro impositivo igual o superior al derecho de
exportación.
Articulo 2°, Fijase un
derecho del CERO POR CIENTO (0%) a la exportación para consumo de los
productos típicos de las economías regionales incluidos los de la acuicultura de
cultivos, comprendidas en la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) y
consignadas en el Anexo 1 de la Presente Ley. La lista tiene carácter enunciativo y
el Poder Ejecutivo queda facultado para ampliarla.
Articulo 3°.
Determinase la categoría de trato de exportaciones más favorecidas a los bienes y
servicios culturales, científicos y tecnológicos que determine el Poder Ejecutivo. Por
el mismo, el mejor trato, y mejoras eventuales, que el Congreso o el Poder
Ejecutivo determinen para la promoción de las exportaciones de cualquier
producto (salvo cuestiones excepcionales) serán extensivos a la exportación para
uso o consumo de esos bienes.
Articulo 4°, Fijase un
derecho del CERO POR CIENTO (0%) a la exportación para uso o consumo de los
productos de base biotecnológica comprendidos en el anexo 2 de la presente ley.
La lista tiene carácter enunciativo y el Poder Ejecutivo queda facultado para
ampliarla, con intervención del Ministerio de Ciencia, Tecnologias e Innovacion
Productiva y las entidades empresarias especificas.
Artículo 5°, De
Forma.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
1. La competitividad es una cuestión
estratégica de carácter nacional y no podemos contribuir a afectarla aún más,
desentendiéndonos de la responsabilidad que nos compete desde las facultades
asignadas por la Constitución Nacional. El Congreso no debe mantener insólitos
gravámenes a las exportaciones y que existen en contradicción con cualquier
agenda de competitividad.
Decidimos eliminar los derechos de
exportación para beneficiar a la industria nacional, a las economías regionales, a la
pequeña y mediana empresa, a los innovadores tecnológicos, a los artesanos, a las
mujeres emprendedoras, a los científicos y a las personas vinculadas a la
producción de bienes culturales.
Para otra Ley dejamos la cuestión
atinente a las exportaciones de la industria frigorífica por su peculiaridad y
especificidad estratégica. Las ventas de carnes vacuna al exterior cayeron al 20%
de lo que fueron en el 2005 y ya se perdieron 11.000 puestos de trabajo y cientos
de pymes afectando a miles de productores. Un programa de recuperación de
nuestras posiciones en los mercados mundiales debe ser considerado
singularmente.
La competitividad de una economía
no está determinada únicamente por la aptitud empresaria sino, también, por
otros factores que hacen al entorno en el que se desenvuelven. El ambiente
macroeconómico es decisivo (tipo de cambio efectivo resultante de restar
gravámenes y sumar reintegros, inflación, presión tributaria, costos laborales y
financieros). Relevantes son la infraestructura de transporte y logística, su calidad
y costos además de "los factores no precios".
La competitividad requiere un marco
institucional propicio calificado por la aptitud política para generar consensos en
políticas de Estado de largo plazo, estabilidad, previsión y transparencia. Y sobre
todo la seguridad jurídica determinada por la independencia del Poder Judicial que
califica la división de poderes y que promueve la idea de igualdad ante la ley. En
definitiva, la "competitividad" nacional depende de la calidad del ambiente
económico e institucional para que las empresas compitan exitosamente en el
mundo, desde la productividad, la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i),
la capacidad de vinculación del conocimiento y la actividad productiva, sin
necesidad de que el salario sea una variable de ajuste recurrente.
En base a todas estas
consideraciones ejercemos nuestras facultades constitucionales. De acuerdo al Art
75 de la Constitución Nacional "Corresponde al Congreso: 1. Legislar en materia
aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación, los cuales, así
como las avaluaciones sobre las que recaigan, serán uniformes en toda la
Nación".
Debemos rectificar la Resolución ME
11 del 4 de marzo del 2002 que determina en su Art. 2 un derecho de exportación
del 5% a la exportación de productos industriales y a las de productos de las
economías regionales o con peso en las economías de las provincias (algunos
ahora, con el 2,5%) y en contra a lo dispuesto por la Ley 23.101 de 1984. Las
causas que motivaron esta Resolución, en uno de los momentos más graves del
País hace más de una década, han desaparecido.
Se trata de productos que no inciden
en la canasta familiar (una de las condiciones de la Resolución), y por lo tanto los
gravámenes en estos casos no eran necesarios para atenuar "el efecto de las
modificaciones cambiarias en los precios internos". Tuvieron su razón de ser en el
"fuerte deterioro en los ingresos fiscales, que a su vez se encuentra acompañado
por una creciente demanda de asistencia para los sectores más desprotegidos del
País" y luego de ocurrida una gran devaluación con un significativo incremento de
la desocupación y caída del salario real.
Los derechos de exportación son
gravámenes al comercio exterior que hoy afectan a productos elaborados y no
tradicionales y que se establecieron como consecuencia del colapso del Plan de
Convertibilidad. Este fue implementado por el Ministro Domingo Cavallo y para
superar la situación que existía en el País a casi dos años de inicio del Gobierno
de Carlos Menem (abril de 1991).
Superada sus causales, los derechos
de exportación aún existen sobre productos que por lo general nunca estuvieron
gravados.
Estos gravámenes conducen,
también, a la concentración de la oferta exportable en pocas provincias,
empresas, productos y mercados
Por otro lado, coexiste con otro
instrumento de promoción a las exportaciones, el Reintegro Impositivo, que
consiste en la devolución total o parcial de los tributos internos pagados en las
distintas etapas de producción y comercialización de las mercaderías. Este régimen
existe por el principio de no exportar impuestos. No obstante, sobre todo en
bienes de alto valor agregado, el reintegro es muchas veces inferior a los
impuestos tributados en toda la cadena de producción, antes de ser exportados los
mismos.
El HCN debe atender a la relación
derechos de exportación-reintegros en base a lo dispuesto por la Ley 23.101 de
Promoción de Exportaciones de 1984. Por eso el Artículo 1 del presente
Proyecto.
Además, tenemos que iniciar el
ordenamiento de los caotizados tratamientos a las exportaciones en la estructura
arancelaria.
En todos sus capítulos el derecho de
exportación es del 5% o más. Esto es así sin criterio de elaboración o
tradicionalidad. Las excepciones están en el Capítulo 4 de la Nomenclatura Común
del Mercosur (lácteos, miel y huevos). Los dos últimos tributan una alícuota mayor.
El tratamiento preferencial a los productos lacteos es ficticio en tanto sus
exportaciones deben sortear regulaciones que atentaron contra la presencia de la
industria láctea argentina en los mercados mundiales afectando a la industria y a
la producción.
Otra excepción que evidencia la
improvisación con la que se maneja la estructura arancelaria es el tratamiento a
las exportaciones de los productos incluidos en el Capítulo 7 que pagan un derecho
de exportación del 2,5% (Hortalizas, plantas, raíces y tubérculos alimenticios).
Insólitamente el tratamiento del 5% está en posiciones arancelarias que refieren a
productos regionales, como son los porotos y las arvejas. Es interesante apreciar
que la mayoría tienen reintegros superiores al derecho de exportación y por eso
esta iniciativa los incluye en la eliminación que se dispone en el Artículo 1. Muchos
de estos productos podrían beneficiarse, también, por el Art. 2 (Regionales) entre
los que incluimos esas arvejas y porotos.
Por lo general, históricamente y en
términos comparados, los tratamientos arancelarios son una estructura
sistematizada y ordenada conforme a una política exportadora. Lamentablemente,
este no es el caso de nuestro País en la actualidad.
¿Por qué razón pagan derechos las
empresas exportadoras de máquinas herramientas, de confecciones, de productos
de base biotecnológica, de maquinaria agrícola, de vinos, de frutas o de aceite de
oliva y no la de leche y todo el complejo lácteo? O estos mismos uno más alto que
los incluidos en el Capítulo 7. ¿Por qué los exportadores de jalea real, por ejemplo,
pagan un 5% de derecho y todo el complejo lácteo, igualmente del Capítulo 4, no
pagan derecho alguno? Además, es paradójico y elocuente que por restricciones
no arancelarias se restrinjan estas exportaciones con prohibiciones, cuotas, etc.
Toda una contradicción.
Al Poder Ejecutivo le corresponde
mantener o corregir los Reintegros Impositivos conforme con la Ley 23.101 de
Promoción de Exportaciones (que sean con criterios realistas y faciliten su
accesibilidad). Son estos reintegros los que deben asignar un tratamiento
diferencial dentro de la cadena productiva de los productos en los que eliminamos
derechos de exportación. Con el propósito de estimular mayores niveles de
elaboración y esto con un criterio auténticamente industrialista.
A esta altura debemos decir que el
pago del derecho de exportación es anterior al cobro del reintegro. Si se tratara de
un esquema compensador diríamos que, como mínimo, se está restando capital de
trabajo a las empresas que acceden efectivamente al beneficio (no son todas) y
afectando particularmente a las pequeñas y medianas empresas. Y cuando lo
percibe, reciben una compensación que ha perdido sensiblemente su poder de
compra, por la inflación en el tiempo que media entre el pago del derecho y el
cobro del reintegro en la AFIP, que administra el esquema con un criterio de caja
de las cuentas públicas y no de promoción de las industrias, valor agregado y la
creación de empleo genuino.
Es significativo, también, evidenciar
que muchas empresas exportadoras hoy se mantienen en los mercados
internacionales gracias a una irregularidad insólita en el comercio internacional.
Los empresas, para obtener sus DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de
Importaciones), muchas veces pagan "un canon" a los exportadores que les
transfieren su performance y de este modo cuentan con "un reembolso" inédito.
Esas Declaraciones, se analizan más adelante, entrañan un peligro potencial de
pérdida de mercados especialmente relevante para las Pymes, y por ese motivo no
son sustentables. Es que son Restricciones No Arancelarias que están vedadas por
los acuerdos de integración regional basados en el Tratado de Montevideo de 1980
y que instituyó la ALADI (Asociacion Latinoamericana de Integracion). Estas
prácticas pueden ser motivos de retaliación comercial y ya causan grandes
rispideces con nuestros socios del MERCOSUR (Un instituto especial de esta
asociación). La reciprocidad es un factor clave del sistema de integración y por lo
que podemos tener problemas en estos mercados, que son los principales de
nuestras Pymes.
Es el proceso de integración regional
el que está afectado. Con este esquema, la Patria Grande se achica a Bolivia,
Venezuela, Cuba y Nicaragua, que no tienen oferta exportable competitiva con la
producción nacional. No se trata de una cuestión ideológica. Prueba de ello es que
el primer Acuerdo de Alcance Parcial que realizara Cuba en América Latina fue con
Argentina durante el Gobierno del Dr. Raúl Alfonsín. Del mismo modo que el
Ingreso de Cuba a la Asociación Latinoamericana de Integración ocurre por
iniciativa argentina, entre otras, venciendo el veto de Chile de la dictadura de
Pinochet.
A lo que está ocurriendo ahora, la
propaganda le asigna un carácter político: el de comercio administrado. Y dista
mucho de él. Las DJAI más que una variable para la industrialización por
sustitución de importaciones son un instrumento para dibujar un saldo de la
Balanza Comercial. La sustitución de importaciones, cuando fue eficiente, ocurrió
porque se complementó con un ambiente propicio para la exportación,
especialmente en términos macroeconómicos. Hoy ocurre todo lo contrario.
En el mundo no se conocen
experiencias donde coexisten las restricciones no arancelarias a las importaciones
con los derechos de exportación. Definir al mecanismo como un recurso de
sustitución es un artilugio propagandístico frente a lo evidente, la falta de
disponibilidad de divisas, que son una cara de los problemas nuestro país. Si
habláramos de un "comercio administrado" eficiente y moderno, no habría lugar
para las pretensiones de compensaciones antedichas, es decir que se autorizan
importaciones si van ligadas a exportaciones y muchas de las veces entre actores
empresarios distintos.
Un gran esfuerzo hizo nuestro País
para exportar productos elaborados con eje en las Manufacturas de Origen
Industrial. El epicentro de este acontecimiento está en las ciudades, generan mano
de obra y adquieren paulatinamente ventajas competitivas "dinámicas", que hoy se
encuentran afectadas (y por lo tanto reprimidas) con insólitos gravámenes.
Esto afecta también la
modernización de la economía. Más aún si optimizan el aprovechamiento de mano
de obra local e insumos y tecnología nacional. Todos principios básicos que
consagrara la Ley 20.545 de Trabajo y Producción Nacional en donde el Poder
Ejecutivo (junio de 1973) valoraba la industria nacional asumiendo que:
"procuraba establecer con la claridad necesaria la política arancelaria que afecta
directamente a la producción (...) La industria nacional es el sector que contribuye
a generar el rubro más importante del producto bruto, da empleo a la mayor parte
de la mano de obra argentina y propende a su permanente capacitación, ofrece un
cuadro diversificado de oportunidades para el empleo de técnicos y profesionales y
comienza a generar crecientes exportaciones" (de los Fundamentos).
Como fue dicho, los
derechos de exportación afectan también a productos incluidos entre los
propósitos de la Ley de Promoción de Exportaciones que demanda beneficiarlos
desde el principio de que el tratamiento igualitario entre desiguales es injusto:
"Asegurar que los beneficios que se derivan del comercio exterior alcance a las
economías regionales y las provincias". Por eso su Art. 8 dispuso "Se entenderán
por bienes y servicios promocionados aquellos que se encuentren en las listas a
confeccionar a tal efecto por el Poder Ejecutivo Nacional, y que deberán contar con
alguno de los siguientes principios, "d. Según la importancia de los productos
promocionados para diversificar e integrar las estructuras productivas de las
economías regionales". Nos estamos refiriendo a los productos agropecuarios
regionales y sus manufacturas e incluimos los de la acuicultura por su potencial.
Es bueno reiterar, además, que estamos frente a un vector clave para una
distribución más racional de la población en el territorio.
Por ello el Artículo 12º
de la Ley 23.101 de 1984: "El Poder Ejecutivo Nacional tenderá a promover con el
máximo nivel de beneficios impositivos que acuerda la presente ley, a las
exportaciones de economías regionales que cumplan con los principios
establecidos en el artículo 8º".
El listado de estos productos no existe
y entonces corresponde al Congreso de la Nación dar el primer paso y formularlo
al eliminar gravámenes a sus exportaciones. Muchos de los productos de las
economías regionales están comprometidos, además, por la caída de los precios
internacionales. Agregamos como factor disuasorio la evolución del tipo de cambio
y de los incrementos salariales y de logística, especialmente el transporte. La
Cámara Argentina de Operadores Logísticos da cuenta que su Índice de Costos
Logísticos manifiesta un incremento del 31% entre octubre del 2011 al mismo mes
del 2012 afectando las exportaciones o potenciales exportaciones del interior del
País.
Aclaramos, por un lado, que hay
productos regionales (vinos, de los complejos algodoneros y laneros -entre otros-),
que pudiéndose incluir en el Art. 1 (los reintegros son superiores al derecho de
exportación) preferimos nominarlos en la lista especial para sentar las bases de
una lista de carácter enunciativo y que puede completar el Poder Ejecutivo, con
asistencia de las entidades empresariales especificas, para lo que se delega la
facultad correspondiente.
Por el otro aclaramos que estamos
incluyendo a los productos de la piscicultura o de cultivo o acuicultura, que
aparecen en ámbitos territoriales donde se desarrollan nuestros cultivos típicos
regionales (Mendoza, Neuquén, Chubut, Río Negro, Formosa y Corrientes,
principalmente) y en muchos casos con esfuerzos de los gobiernos provinciales
inclusive en el manejo de los respectivos paquetes tecnológicos.
Aún con las condiciones propicias
estas producciones están poco extendidas - como ocurre en Brasil y Chile, por
ejemplo- y la mayor corresponde a la variedad "truchas arco iris" que se exporta
fundamentalmente a Estados Unidos de América.
La herencia recibida
por la democracia el 10 de diciembre de 1983, por otra parte, no opacó la visión
acerca de las capacidades nacionales. "La República Argentina comienza a
demostrar su aptitud empresarial y capacidad tecnológica para exportar servicios y
proyectos integrales que incluyen no sólo la provisión de bienes, sino también
ingeniería y organización, sobre todo hacia países de América Latina y otras zonas
de desarrollo con crecientes necesidades de cooperación." (del mensaje del Poder
Ejecutivo).
Por eso decidía que
"Las exportaciones de servicios y tecnología de origen nacional gozarán de
reembolsos porcentuales y eventualmente de otras medidas de promoción,
conforme al monto contractual".
Con la Ley 25.922 de promoción de
industria de Software del año 2004 se abordó este importante sector y los servicios
informáticos.
Incidido por esta Ley, en el año 2009
se realizaron exportaciones de software y servicios informáticos por un total de
US$ 1.021 millones (IERAL-Instituto de Estudio de la Realidad Argentina y
Latinoamericana de la Fundación Mediterránea). El País ocupa el puesto N°25 del
ranking mundial, siendo el primero de América Latina y el tercero de América
(después de Estados Unidos y Canadá). A la luz de esta experiencia corresponde
ahora ampliar la mirada del caso con el desafío de nuevos instrumentos de
promoción que permitan potenciar sectores dinámicos que son los que
internacionalmente mejor se proyectan al futuro. En beneficio de la
internacionalización de otros bienes tecnológicos además de incluir los científicos y
culturales.
Dentro de ellos asignamos un
tratamiento especial a los productos de base biotecnológica, lo que hacemos en el
Artículo 4.
Los bienes culturales a los que
referimos en el Artículo 3, son los destinados a generar y divulgar productos o
actividades artísticas y humanísticas.
En los bienes científicos incluimos
conocimientos en los campos formal, natural y social, a través de una metodología
rigurosa, cuyos resultados se expresen en proposiciones universales susceptibles
de ser verificables.
En los bienes tecnológicos incluimos a
los que emplean conocimientos y creatividad intelectual para resolver problemas
específicos de carácter natural, económico, social, científico y cultural. Y nos
estamos refiriendo a los avanzados que incluyen a la tecnología de punta,
excluidos el software y la biotecnología, por ya referidos, el primero por esa Ley y
por el trato especial que le damos a la biotecnología. Hay un amplio campo que el
Poder Ejecutivo tiene que atender en las innovaciones que tengan contenidos de
investigación y desarrollo (I+D) e ingeniería realizados en el país. Van desde la
química fina, la electrónica, la robótica, la bioingeniería, hasta la nanotecnología
para enunciar algunas. En definitiva, las que constituyan avances tecnológicos
notables y que sean convenientes de ser beneficiarios de la promoción de acuerdo
a las potencialidades existentes en el país y las oportunidades que brinda la
dinámica tecnológica internacional.
Dicho sea de paso, sirve acá reflejar
las posibilidades demostradas de exportación del INVAP SE y las posibles de la
Fábrica Argentina de Aviones, sobre todo ésta en el marco de los acuerdos de
industria de la defensa con el Brasil.
Por la importancia de los bienes
culturales, científicos y tecnológicos estamos creando un nuevo instituto
promocional: la "clausula de productos más favorecidos". Por ella todos los
beneficios que se otorguen en el universo arancelario, total o parcialmente, serán
automáticamente extensivos a estos bienes y servicios que deberán ser
determinados por el Poder Ejecutivo en una lista específica. De ese modo estamos
respetando la perspectiva política del partido que gobierna, y asi será mientras no
existan políticas de Estado, basadas en la concertación, tal cual las experiencias
mas exitosas y a la cual la Union Civica Radical siempre se ha ofrecido. Admitimos
la no extensión de este trato cuando refiere a circunstancias excepcionales
naturales y comerciales.
Entre los productos de base
biotecnológica excluimos las semillas, para contribuir a una ley específica, ya que
las semillas con tecnología incorporada "son un bien científico intensivo con
estructura tecnológica y proceso fragmentados en un ámbito espacial global".
Todo un dato que desautoriza gravar sus exportaciones. Incluimos, en cambio, sus
insumos cuando son de base biotecnológica.
"La biotecnología
aplicada al mundo productivo ha tenido un rápido desarrollo en la Argentina. Los
iniciales avances locales tanto en aplicaciones para la salud humana como en el
terreno agrícola, fueron en simultáneo con los desarrollos primigenios en los países
más avanzados. Si a ello se suma la existencia de amplios sectores demandantes -
como el agro, las producciones de medicamentos, la ganadería y los alimentos- de
insumos biotecnológicos y una larga evolución previa en algunas áreas claves para
su desarrollo -como el fitomejoramiento, la química fina, la biología- no resulta
extraño que, a pesar de las vicisitudes económicas e institucionales por las que
atravesó la Argentina en las últimas décadas, el país cuente con base empresaria
de cierta relevancia".( Las empresas de biotecnología en Argentina-CEPAL Oficina
Buenos Aires- Guillermo Anilló-Roberto Bisang-Lilia Stubrin).
El nivel estimado de exportación de
estas empresas supera los 250 millones de dólares (siempre estadounidenses) y
con tendencia creciente. Algunos son productos estrellas y de empresas
internacionalizadas de origen argentino que "conviven con unas pocas empresas
multinacionales (transnacionales) que articulan sus desarrollos con otras filiales en
el marco de estrategias globales de producción con varias empresas medianas y
pequeñas de capital nacional."
Siempre basados en la misma fuente,
el sector se destaca por su apego a las inversiones en I+D en donde la inversión
supera el 5% de las ventas, cifra que es sustantivamente mayor al conjunto de la
industria manufacturera -estimada en el entorno al 0,2 %-. En ellas trabajan casi
800 personas de alta calificación entre los 3.000 empleados con una importante
participación femenina.
Están localizadas en varios lugares del
País e interactúan, sobre todos las pequeñas y medianas, con centros de I+D,
algunos de ellos de universidades públicas, INTA e INTI.
Teniendo en cuenta estas
consideraciones, bien se podría calificar de retrógrado a los derechos de
exportación que se les aplica a estos productos. Y se podría agregar: el sistema
arancelario tiene como variable de ajuste al desarrollo económico de largo plazo,
basado en el conocimiento. Desalienta a la Nueva Economía.
Esto es una contradicción grave desde
la política comercial con los avances que constantemente se enuncian en relación a
la gestión en la política de ciencia y tecnología. Con esta Ley pretendemos
promover la presencia del talento argentino en el mundo eliminando gravámenes
que lo desestimulan.
El Artículo 4 refiere, entonces, a
productos para la sanidad humana (biofármacos y biodiagnósticos), los destinados
a la agricultura y ganadería, ingredientes alimentarios e inoculantes, entre otros.
Vamos al encuentro, también, de
bienes que tienen un elevado componente de diseño nacional como son los de los
capítulos 61 y 62 de la Nomenclatura Común del Mercosur. Se refieren a
confecciones e impactan en empresas y talleres con un contenido importante de
diseño y fuente de trabajo de mujeres.
Otro encuadre que nos proponemos
constituir para el sistema de promoción de exportaciones es la promoción de una
participación calificada de las mujeres en la internacionalización de la producción.
Ocurre tanto a nivel de operarias, científicas y técnicas, economistas, managment
y diseños. Estos productos están incluidos en el Artículo 1. Lo mencionamos con el
propósito de sensibilizar para que este factor sea considerado también como uno
de promoción en todas las actividades económicas.
2.- Cabe reconocer que uno de los
logros mas importantes de la economía argentina fue el crecimiento de su
Manufactura de Origen Industrial gracias entre otras cosas, a los efectos del
MERCOSUR y el éxito económico de sus países, en especial Brasil y otros países
socios en ALADI. En ambos casos, por creación de comercio o por su
redireccionamiento desde el sistema de preferencias arancelarias inherentes al
sistema de integración regional. Para que ello suceda fue decisivo un tipo de
cambio estable, competitivo y previsible como el vigente entre los años 2002
hasta el 2004 y su inercia.
Si relacionamos la evolución de
nuestra moneda respecto a la de nuestros dos principales mercados (Brasil y Chile)
en términos reales el peso perdió posiciones y por lo tanto nuestros productos,
competitividad. Desde diciembre del 2007 respecto a Brasil en un 38% y un 34%
respecto a Chile. Este gráfico del economista Javier Gonzales Fraga es elocuente,
inclusive por el valor de sus fuentes. (se basa en los índices que difunde la
HCDN)
Teniendo en cuenta el índice menos
manipulable del INDEC, Precios Mayoristas, al periodo posterior a la salida de la
convertibilidad podemos dividirlo en dos etapas: 2002-2007 (donde los índices de
precios internos acompañaron el tipo de cambio creciente) y 2008-2012 en el cual
los índices de precios presentan una evolución superior al tipo de cambio (mientras
que el TC muestra un aumento de aproximadamente el 10%, los índices de precios
de hasta el 15%). Los distintos análisis pueden variar en la apreciación de este
fenómeno en lo que hace a las etapas dentro de la serie pero siempre la
conclusión será la misma, están retrasando el tipo de cambio.
Los países que han defendido sus
monedas evitando la apreciación son los que exportan bienes industriales (México,
Brasil y Chile) mientras que los que han apreciado sus monedas en mayor
magnitud solo exportan bienes primarios (Perú y Uruguay) y nosotros,
insólitamente, estamos en este grupo, y todavía peor que ellos.
Este camino fue el factor elegido para
la lucha contra la inflación. Sin éxito en ella tuvo un profundo sesgo antiexportador
con el consecuente impacto sobre la generación de empleo de calidad. La
lamentable intervención del INDEC y las alteraciones de los índices oficiales
profundizan las malas consecuencias y contribuye a la pérdida de credibilidad
respecto al país.
También resultó en un sesgo pro
importador que obligó a restricciones no arancelarias, tal lo dicho, que afectaron el
proceso de integración regional alterando reglas de juego. La necesidad de
construir, acá también, un relato apologético llevó a redescubrir los beneficios del
comercio administrado aunque este sea incompatible con el proceso de integración
comercial. Si todos los países latinoamericanos actuaran como Argentina,
estaríamos determinando el fin del sistema preferencial del que se beneficia la
integración regional y tal como fue concebido por el Tratado de Montevideo de
1980. Por él nuestros países pueden darse ventajas arancelarias no extensivas a
terceros (negociadas y recíprocas) y sin que se tenga que aplicar la clausula de la
nación más favorecida. Este tratado fue admitido, desde el GATT, continúa con la
OMC y es la piedra angular del sistema de integración comercial latinoamericana.
Cualquier ventaja negociada a favor de nuestros socios (por la que obtuvimos
contrapartida) es anulada por las DJAI.
Tanto el comercio como la producción
son una categoría histórica y la administración del comercio se desluce en la
economía internacional actual cuando se trata de relaciones entre países. La
gestión para la competitividad hacia adentro de las fronteras, a su vez, se aniquila
con las sombras macroeconómicas antedichas. Es muy poco lo que se puede hacer
hacia adentro de las cadenas de valor, el estímulo a la competitividad de las
regiones o los esfuerzos en materia de innovación comprometidos con
exportaciones, en un contexto macroeconómico y de confianza y credibilidad tan
adverso. Y todo esto agravado más aún por la inseguridad jurídica que auspicia la
Reforma Judicial.
La economía ha crecido a tasas altas
estimuladas por la ausencia de la carga de la balanza de pagos, producto de la
reestructuración de la deuda, junto a un importante superávit fiscal y comercial.
Así se logró inicialmente cortar el "stop and go" que venía de décadas atrás por el
denominado "estrangulamiento externo". El círculo virtuoso se agotó, como queda
claro con la inversión, que fue lo primero que comenzó a caer con el atraso
cambiario y con indudables efectos negativos en las exportaciones. A ello
agreguemos el achicamiento del saldo de la balanza comercial no obstante "los
dibujos del comercio administrado".
No debe tomarse nuestra
posición como un estímulo a la devaluación. No se resuelve el problema
por ese camino sino por un conjunto de medidas que le corresponde al
Poder Ejecutivo llevar adelante y con eje en el ataque a la inflación,
contribuir a la credibilidad del país y deshacer el desastre en el INDEC.
Este Proyecto va en el sentido de recuperar competitividad en
serio.
3.- Esas condiciones
macroeconómicas se difundieron de manera propicia a toda la oferta exportable
nacional, por lo que las ventas argentinas crecieron significativamente en el
período 2003-2011 acompañadas por la mejora de los precios internacionales y la
evolución de las importaciones de China y Brasil.
En el interior de la serie hubo una
interrupción de ese proceso por la crisis financiera internacional y descendieron de
u$s70.020 millones en el año 2008 a u$s 55.669 millones en el posterior. Se
recuperaron significativamente en el 2011 y en el 2012 decrecieron. La tendencia
continúa.
"En el primer trimestre de 2013 la
balanza comercial fue superavitaria en 1.310 millones de dólares, representando
una disminución del 48% con respecto a igual período del año anterior. El total
exportado fue de 17.376 millones de dólares contra 16.066 millones de dólares
desembolsados en importaciones. Estos datos muestran una baja del 3% para las
exportaciones y un aumento del 5% para las importaciones, comparándolos con el
mismo período del año anterior". (INDEC). Continúan cayendo las exportaciones
industriales. Y la dificultad de acceso a las importaciones atentan contra la
competitividad.
En el 2012 el comercio exterior
argentino, medido como la suma de las exportaciones e importaciones de bienes, a
valores corrientes, totalizaron 149.719 millones de dólares, lo que representa un
decrecimiento de 5,2% respecto a los 157.887 millones de dólares que había
alcanzado en 2011.
Las exportaciones argentinas
totalizaron 81.205 millones de dólares En el año anterior alcanzaron los 83.950
millones de dólares, lo que significa que durante el último año las exportaciones de
nuestro país se contrajeron un 3,3 por ciento.
Las importaciones argentinas, en
tanto, el año pasado totalizaron 68.514 millones de dólares. En el año anterior
habían sumado 73.937 millones de dólares, lo que implica que durante el último
año las importaciones de nuestro país se retrajeron un 7,3 por ciento.
Así, el saldo comercial de Argentina
fue un superávit de 12.690 millones de dólares, lo que sinifico una suba del 26,7%
respecto al superávit de 10.014 millones de dólares alcanzado en 2011
Ya en el primer semestre del año
pasado se veía la caída de las exportaciones y la de Argentina fue la de peor
performance entre los países latinoamericanos. Las exportaciones de la Región no
solo no cayeron sino crecieron un 4,1%. Y las mundiales lo hicieron un 1,3%. De
las latinoamericanas solo decrecieron las de Argentina y Chile y las de éste en
menor medida, y todas en el mismo período.
Peor aún, la tendencia de
la balanza comercial está mostrando una primarización preocupante de
la economía. Productos de las economías regionales e industria de valor
agregado están dejando el lugar a las materias primas con bajo valor,
algunas de ellas no renovables como es el caso de la minería.
Por eso tenemos que actuar
urgentemente y revertir este proceso asumiendo que eliminar derechos de
exportación es una condición necesaria pero no suficiente. Las exportaciones caen
por la situación cambiaria antedicha, por las retenciones que procuramos remover,
por la inflación, por la escasez de financiamiento, por la caída de la inversión, por
la dificultad de acceso a las importaciones, por la incidencia de regulaciones
ineficientes y por un pésimo ambiente de negocios.
El Congreso de la Nación es
responsable, desde sus facultades constitucionales, de corregir esta situación con
medidas que le competen como ser atender los derechos de exportación. En
beneficio de la industria, de los productos de las economías regionales, los
innovadores tecnológicos, los emprendedores y de otros factores de progreso
social para la diversificación de productos, mercados, empresas oferentes y origen
territorial. Desde la bancada de la Unión Cívica Radical se propone modificar
tamañas anomalías propias de la carencia de una política seria de comercio
exterior.
Desde el punto de vista cualitativo, a
la hora de iniciar la caída, para el primer semestre del año pasado AIERA daba
cuenta que entre los rubros más importantes, las exportaciones de material de
transporte terrestre cayeron un 7%, productos químicos crecieron un 12%, piedras
y metales preciosos cayeron un 9%, Metales comunes y sus manufacturas un 7%
y máquinas, aparatos y material eléctrico no sufrieron variaciones en el primer
semestre.
Para el mismo período
y a nivel de detalles la Consultora DNI informa que "hay una tendencia que
empieza a marcarse entre las exportaciones y es la caída de productos de alta y
mediana tecnología", ("Quién gana y quién pierde en el comercio exterior")
Cayeron 56% la
exportación de los productos fotográficos y cinematográficos; el cinc y sus
manufacturas (51%); fibras sintéticas (38%); plomo y sus manufacturas (35%);
filamentos sintéticos (34%); pasta de madera (29); lanas e hilados (27%);
aluminio y sus manufacturas (27); níquel y sus manufacturas (10%); máquinas y
aparatos eléctricos (10%); material de navegación marítima (11%); juguetes
(19%) y vehículos terrestres (7%). También descendieron un 65% los tejidos
especiales. Más aún, de los 33 rubros que bajaron más de un 5%, 26 están
compuestos por productos manufacturados; 9 son de alto procesamiento y 6, de
mediano procesamiento. "Esto está exhibiendo que, más allá del monto en dólares
que la Argentina deja de percibir por esas caídas, que son cifras muy disímiles
según la escala de cada industria, ya que algunos no tienen un gran peso en la
balanza comercial, para cada sector las caídas "intraindustria" son relevantes y
muy negativas". (DNI)
Para ese período nos informaba que
se incrementaron las exportaciones de 28 productos de la cuales 11 son de origen
agropecuario (con mayor o menor grado de industrialización o procesamiento); 12
son de origen industrial y el resto, de origen mineral o rubros intermedios; 14 son
de bajo grado de industrialización; 8 de mediano y 4 de alto grado de valor
agregado.
Las exportaciones
subieron en 8 capítulos y bajaron en 13, lo que confirma la tendencia a la
concentración. "Han decrecido los capítulos que contienen industrias que deben
mantenerse o crecer para alentar la diversificación, evitar concentración y tener
mayor cantidad de sectores transables". (DNI).
Un problema grave es que la matriz
exportadora involuciona con la calidad de la canasta. Así, crece la participación
relativa de los 5 principales rubros, perdiendo la fuerza consecuente los restantes
que componen la canasta de los 20 principales sectores.
Por otra parte, entre los
primeros diez rubros de las exportaciones argentinas que reflejan dos
tercios del total facturado al exterior, prácticamente no hay participación
de las PYMES.
El primer dato elocuente es que de las
487.600 empresas que existen el país (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social), 14.900 están habilitadas en la Administración General de Aduana (ANA) y
sólo 7.000 exportan de manera constante y significativa (un 1,5% del total de las
empresas argentinas).
Estos datos publicados por la
Consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (la mencionada DNI) se
complementan con otros de mayor profundidad que advierte que 510 empresas
explican, a su vez, el 90% de las exportaciones en el país.
Y preocupa que solo 15 empresas
exportan por una cifra media anual que supera a los 1.000 millones de dólares (en
total venden por unos 31.000 millones de dólares) lo que implica, considerando las
exportaciones del 2.010, que estas 15 empresas exportan el 40% del total
argentino.
Siempre esa misma fuente, para
nosotros confiable, nos dice que en "Argentina, considerando la evolución entre
2008, 2009 -ponderando la estacionalidad de este año de crisis internacional- y
2010, se advierte que sólo 15 empresas exportan por una cifra media anual que
supera a los 1.000 millones de dólares. Ellas -las antes computadas- exportan por
unos 31.000 millones de dólares, lo que implica, considerando las exportaciones
del último registro anual (2010), que estas 15 empresas exportan el 40% del total
de lo que Argentina vende al mundo."
Del grupo de 15 principales
exportadores, el 60% es alguna empresa extranjera operando en el país. Y del
grupo de 10 principales exportadores, el porcentaje de extranjeros se eleva al
70%.
Muchas de estas empresas
extranjeras son deficitarias en el balance de divisas. Esta es otra foto del
"modelo del capitalismo nacional" y calificada, también, por el proceso
de desnacionalización de empresas ocurrido en el país.
Siguiendo la
consideración de la dimensión empresaria, AIERA da cuenta que el 85,2% de las
ventas al exterior están en manos de grandes firmas ("Grandes Empresas
Exportadoras argentinas en 2011"). "Sobre un total de 84.200 millones de dólares
exportados las mercancías enviadas al exterior por grandes firmas alcanzaron
71.800 millones, el 85,2% del total" en 16.384 transacciones", aclarando que "el
dato corresponde a operaciones de un monto igual o mayor al millón de dólares".
En este tema considerar distintos años, si son aproximados, es irrelevante.
El IERAL, siguiendo el criterio del CEP
(Centro de Estudios Para la Producción de la Secretaría de Industria), designa
como Pymex (pequeñas y medianas empresas exportadoras) a las empresas que
exportaron entre u$s10.000 a u$s3.000.000 promedio en los últimos 3 años. Las
empresas que exportan por un monto mayor se las clasifica como grandes y no
consideran a las de menos de u$s10.000.
Acá advertimos que la participación
de las PyMEX en el universo de empresas exportadoras aumentó del 73% al 79%
en el período 2006/2010. Sin embargo, la participación en las ventas externas
totales cayó del 8% al 6% en el mismo confirmando la tendencia a la
concentración.
En la última década, se destaca el
mayor dinamismo de los grandes exportadores que, exceptuando el año 2004,
aumentaron sus exportaciones respecto al año anterior en un mayor porcentaje
que las firmas exportadoras de menor tamaño.
"Desde el año 2003
las exportaciones de los grandes exportadores crecieron observándose una
aceleración a partir de 2005 (crecimiento a tasa creciente), mientras que los
exportadores PyMEX, luego de un pico en el año 2004, aumentaron sus
exportaciones cada vez en menor medida (crecimiento a tasa decreciente)".
Si tenemos en cuenta que solamente
la provincia de Buenos Aires cuenta con 10.955 empresas en su oferta exportable,
es decir que exportan o son potenciales exportadoras (Ecopolys para el CFI-mayo
2009) concluimos en el carácter de la participación de las Pequeñas y Medianas
Empresas. Este estudio incluye a las operadoras de menos de 10 mil dólares y a
otras que sin exportar manifestaron condiciones para hacerlo.
La mayoría son de Manufacturas de
Origen Industrial (casi la mitad de las exportaciones de la Provincia) y, dato
destacable, están concentradas en el conurbano bonaerense más del 80%.
En este territorio se
nota el problema y ni qué decir en las ciudades modelos del interior donde se
desarrolló un ambiente con una ponderable vocación asociativa expresada en la
interacción empresa y gobierno y muchas veces universidades. Se está
perjudicando a ciudades innovadoras en donde trabajan las empresa con
estrategias de coopetición (cooperar en lo local para competir en lo global).
Eliminar estos derechos de exportación que los aflige, entre otros, sería alentar
estas experiencias para sobrevivir en la adversidad. La que emerge de la situación
cambiaria y muchas veces de la contracción de sus mercados.
Si tenemos en cuenta el lugar de
origen de nuestras exportaciones vemos también la concentración que insinúa los
datos sobre empresas. Y advertimos que una caída abrupta de algunos productos
complica a las economías regionales y amplia las brechas de desigualdad
territorial.
"Solo 3 provincias
(Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) venden al mundo el 67% de todas las
exportaciones y el 83% de las ventas industriales". El cuadro siguiente es
suficientemente demostrativo de la distribución por provincias de la oferta
exportable y su incidencia en esas economías".
Fuente: Departamento de
Economía CAC en base a Info-just, CEP (Ministerio de Industria) y Banco Central
de la República Argentina
Buenos Aires es la provincia que
presenta el mayor perfil industrial del país en su estructura exportadora,
representando a nivel nacional el 52% de las ventas externas de Manufacturas de
Origen Industrial (MOI) y el 21% de las exportaciones de Manufacturas de Origen
Agropecuario.
De cualquier modo el ranking de
exportaciones provinciales es muy elocuente. Manifiesta las diferencias del
"derrame" por altas concentraciones en la canasta exportable consecuencia de
multiplicadores del comercio exterior distintos.
También debemos decir que a
nuestras exportaciones regionales la afectó muy fuerte la contracción del mercado
brasileño. En los primeros meses del año las exportaciones mendocinas a Brasil
representaron, por ejemplo, la mitad que en el mismo período del año
pasado.
Eso lo informa AIERA
en la presentación de su "Plan Nacional de Exportaciones. Para aumentar valor
agregado. Estrechar vínculos con otras regiones del mundo e incorporar a las
PyMEX al Comercio Exterior". La Asociación de Importadores y Exportadores de la
República Argentina pertenecía a la CGE (Confederación General Económica) que
presidia Jose B Gelbard en 1972, fundada, entre otros, y entonces presidida por
Juan José Alfredo Concepción -quien fuera Secretario de Industria de Arturo Illia y
Secretario de Comercio Interior y Presidente del Banco Nación y del Banco Central
de la República Argentina durante el Gobierno de Raúl Alfonsín-.
Esta entidad participó de la redacción
de la Ley 20.545 de 1973 ya señalada y, desde el Consejo Asesor de Comercio
Exterior, de la Ley 23.101 de 1984. En este caso con la Cámara de Exportadores
de la República Argentina, la Cámara Argentina de Comercio, la Unión Industrial
Argentina y entidades del interior del País.
Evaluando cómo se
exporta desde esta concentración, vemos que las 16.384 transacciones tenidas en
cuenta en este estudio se agrupaban en sólo 151 de las 1.600 partidas
Arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur. Esta concentración
repercute en el escaso valor agregado de las ventas nacionales al exterior y "las
exportaciones de alto valor agregado de las principales firmas exportadoras
representan sólo el 11% de las exportaciones totales argentinas".
Esto es determinante
de la "fuerte concentración de ventas en pocos rubros, siendo que el 100% de las
ventas de las grandes empresas exportadoras (GEE), equivalente al 85,2% de las
ventas totales del país, se concentró en el 12,3 por ciento de las partidas
arancelarias". "Las primeras 25 partidas más exportadas representaron el 95% de
las ventas de las GEE, o el 80% del valor de todos los envíos de mercancías fuera
del país, lo que muestra claramente el grado de concentración en muy pocas
partidas o posiciones arancelarias."
En cuanto a partidas exportadas por
las GEE, el primer lugar correspondió a mineral de cobre y sus concentrados
(14%), la cadena de procesamiento de la soja -poroto, aceite, residuos y
derivados- (29%), oro (7%), petróleo y gas (12%).
"Entre las primeras 10
partidas más exportadas por las empresas líderes en ventas al exterior sólo
aparece una partida industrial, vehículos automotores, y si agrupamos a las
primeras 25 partidas más exportadas (95% de las exportaciones de las GEE), se
tiene que 42% de lo exportado proviene de cereales, oleaginosas y sus aceites y
subproductos; 23% de la minería; 17% de combustible y energía; 11% de bienes
industriales y 2% es el resto (crustáceos y lácteos)". En el caso de los crustáceos,
con una depredación importante por el modo de captura.
Al cruzar esos datos con el valor de lo
exportado en cada una de esas categorías, "se obtiene que 62% son bienes de
muy bajo valor agregado, 25% son manufacturas agropecuarias y 13% son
bienes industriales".
AIERA indica que entre las primeras
diez empresas que más exportaron el año pasado, sólo una automotriz se ocupa
de bienes de alto valor agregado, mientras que las otras nueve envían
commodities agrarios, mineros o petroleros. "Si analizamos a las veinticinco que
más venden fuera del país, doce de ellas se dedican a la exportación de granos,
oleaginosas y sus derivados; seis a la de petróleo y gas; cinco a bienes industriales
y dos a la exportación de productos de la minería".
Concentración y
premarización tiene la relación del cuerpo con su sombra. Son las PYMES
el camino para acceder a una mejor calidad de nuestras exportaciones,
por lo que los gravámenes que pesan sobre sus productos son de
carácter políticamente retrógrados.
La concentración de productos y
empresas concluye también en la concentración en mercados, especialmente Asia
y Brasil, con el aumento del riesgo asociado a sus economías.
Y desde acá surge la falta de
sustentabilidad de la política importadora que se ejecuta en nombre del comercio
administrado y para la sustitución de importaciones. Impone restricciones
arancelarias a productos originarios de mercados importantes en especial para
nuestras pequeñas y medianas empresas. Sus exportaciones se dirigen a Brasil
(23%), Chile (12%) y Uruguay (11%). Es que el MERCOSUR más Chile es el área
de mayor crecimiento interanual en los últimos tiempos de nuestras exportaciones
de pymes industriales.
Debemos tener en
cuenta, también por su significado político, las expresiones del Presidente
uruguayo José Mujica calificando de "penosas" las relaciones comerciales con
Argentina. El vínculo especial dentro del sistema de preferencias comerciales data
del CAUCE (Convenio Argentino-Uruguayo de Comercio Exterior) instituido durante
el tercer gobierno del Presidente Juan Domingo Perón. Le tocó al Gobierno de Raúl
Alfonsín -a pesar de la crisis de pago de entonces-, revivirlo luego de los
retrocesos durante la dictaduras militar en ambos países. Ocurrió por el Acta de
Colonia suscripto por nuestro Presidente y el Presidente uruguayo Julio María
Sanguinetti a pocos días de reinstaurada la democracia en aquel país. Relación que
continuó luego del Acta de Iguazú en donde los avances con Brasil fueron
compartidos en el marco de ALADI. Ese gobierno desarrolló una política activa de
integración latinoamericana expresada en la puesta en marcha del MERCOSUR y la
PAR (Preferencia Arancelaria Regional) y el PREC (Programa de Recuperación y
Expansión del Comercio). Raúl Alfonsín afirmó: "La crisis internacional no ajustará
sobre el proceso de integración regional como ocurriera siempre". Lo contrario de
lo que se manifiesta ahora.
La política de importaciones, por
imperio de la disponibilidad de divisas, fue muy restrictiva entonces y basada en la
transparencia y la consideración de bienes producidos y prescindibles por
suntuarios. Una característica fue la institucionalización del régimen y su
transparencia. Y en todos los casos la preferencia regional.
Entonces no se trata solamente de un
mercado sino mucho más para los que reconocen obligaciones internacionales a
las democracias cooperativas en las respectivas luchas por la libertad. Nosotros las
estamos cumpliendo desde estos fundamentos.
Una especial preocupación tenemos
por las graves circunstancias que atraviesan las exportaciones de productos
regionales que pretendemos beneficiar con el artículo 2. No incluimos acá
productos pampeanos como los cereales y oleaginosos ni a la ganadería Una
investigación periodística (de Editorial Perfil) "sobre la base de datos de
abeceb.com" informa de la caídas de las exportaciones del aceite de olivas (-37%)
y su precio (-3%) incidiendo en las Provincias de La Rioja y Mendoza. La
exportación de vinos de esta provincia a la par de San Juan, San Luis, Salta y
Neuquén cayeron (-5%) cuando el precio se incrementaba (3%). La caída de las
ventas al exterior de peras y manzanas (-23%) afecta principalmente a Río Negro
y en un contexto de crecimiento de precios (6%). La de citrus cayeron (-10%)
afectando a Entre Ríos, Tucumán, Salta, Corrientes y Misiones mientras su precio
en el exterior crecía (3%). Las exportaciones de algodón (-20%) cayeron junto a
su precio afectando al Chaco, Formosa y Santiago del Estero junto con precios
decrecientes (-10%). En todos los casos están impactando el costo del transporte
y de la mano de obra que crecieron a un ritmo superior al tipo de cambio, como ya
fue dicho. Ya referimos el efecto Brasil en las exportaciones mendocinas que es
similar en otras provincias.
5.- Mayores y mejores exportaciones
no se realizan por ley pero ésta puede proveer de instrumentos estables. Fue el
caso de la vigente Ley de Promoción de Exportaciones (23.101) que fundamenta la
política promocional argentina desde el Gobierno de Alfonsín hasta hoy. Caben
algunas observaciones a la misma en tanto evidencian el sentido de los factores no
precios, en este caso políticos institucionales.
La Ley 23.101 de 1984 fue una
expresión de un estado propicio de la calidad democrática desde la calidad del
funcionamiento institucional de los Poderes de la República y los mecanismos de
consenso.
El 16 de diciembre de 1983 el Poder
Ejecutivo de la Nación envió al Congreso de la Nación el Proyecto de Ley de
Promoción de Exportaciones, sancionada el 28 de septiembre de 1984 y
promulgada inmediatamente.
En los 10 meses que mediaron entre
ese envío y la sanción correspondiente, la iniciativa se enriqueció con la
participación efectiva del Parlamento y el aporte del sector privado y los gobiernos
provinciales.
El andamiaje promocional de
exportaciones, se basó desde entonces en esa Ley. Todo un dato para evidenciar
que las decisiones estratégicas que perduran son las que se basan en la calidad
democrática con el pleno funcionamiento de la división de poderes que facilita la
efectiva participación.
Resulta paradójica y
elocuente la visión del Poder Ejecutivo Nacional, en noviembre del 2010 y sobre
esta Ley. Totalmente equivocada desde una mala información. En un documento
titulado "Instrumentos para el Desarrollo Productivo en la Argentina. Políticas de
incentivo a la producción" dice respecto a la política promocional del Gobierno de
Raúl Alfonsín: "Un ejemplo de ello fue la creación del "Régimen de Draw back" que
permite a los exportadores obtener la restitución total o parcial de los derechos de
importación, tasa de estadística y el Impuesto al Valor Agregado que han abonado
por los insumos importados, que luego han sido utilizados en la elaboración del
producto exportable. Este beneficio se inscribe dentro del Fondo Nacional de
Promoción a las Exportaciones que crea la Ley Nro. 23101 del año 1984. De esta
manera, se comienzan a implementar instrumentos que buscan subsanar el sesgo
"no-exportador".
No es verdad y a ese
sesgo se lo combatió con el draw back y otros institutos para hacer frente a una
brutal crisis de mercados. El draw back se instituyó mucho antes que la Ley y no
tuvo ni tiene nada que ver con su Fondo de Promoción de Exportaciones
determinado por su artículo 22. "Créase el Fondo Nacional de Promoción de
Exportaciones con el objeto de apoyar y estimular al sector exportador de capital
nacional, preferentemente de la pequeña y mediana empresa, y de las economías
regionales, mediante acciones de promoción comercial."
"Instrumentos para el
Desarrollo Productivo (...)" fue "redactada y revisada por la Dirección de
Coordinación de Políticas Productivas, perteneciente a la Subsecretaría de
Coordinación Económica, de la Secretaría de Política Económica, Ministerio de
Economía y Finanzas Públicas". El prólogo es del entonces Ministro de Economía,
Armando Boudou.
En cambio en la "II
Jornadas Nacionales de Investigadores de las Economías Regionales. IX Encuentro
Nacional de la Red de Economías Regionales en el Marco del Plan" dice en el
Capitulo "Interregno radical de los 80, y el fomento de las exportaciones": "En la
década de 1980 la situación económica argentina puede caracterizarse por la crisis
postergada del modelo de desarrollo previo, con arrastre de recurrentes problemas
de balanza de pagos y que se vio agravada por el endeudamiento externo (...). La
Ley 23101 en el año 1984 "tuvo la virtud de unificar el conjunto de normas
vigentes en la materia. Esta ley estableció claramente los objetivos buscados por el
Estado mediante el uso de los diversos incentivos posibles y aplicables a la
actividad exportadora en consonancia con las necesidades de desarrollo de la
estructura productiva interna y con las posibilidades reales definidas por la
situación nacional y la disponibilidad de recursos pasibles de ser utilizados para
esta finalidad. La reglamentación de los distintos aspectos de la ley ha sido llevada
a cabo en gran parte hasta fines de 1987. Sin embargo, muchos de estos
mecanismos promocionales no alcanzan un funcionamiento adecuado por distintas
razones, burocráticas, fiscales (...)."
La Ley fue impulsad por la Unión
Cívica Radical, contaba con amplia mayoría en la Honorable Cámara de Diputados
y una situación en la del Senado que hubiera podido obviar "la espera", en otros
códigos políticos, obviamente.
La Presidencia de la Comisión de
Comercio de la HCD estaba a cargo de un Diputado de la primera minoría (Julio
Migliozzi) y la de la HCS de un Senador que integraba otro espacio interno
partidario al del Presidente de la Nación en el partido gobernante (Luis A. León).
Participaron activamente las entidades empresariales que integraban el Consejo
Asesor de Comercio Exterior y la Ley fue Promulgada bajo la Presidencia en
Ejercicio del Vicepresidente de la Nación, Victor Martinez, por encontrarse el
Presidente en el exterior y por su decisión. Era su valoración sobre la institución
vicepresidencial. El Ministerio iniciador del Proyecto de Ley fue el de Economía a
cargo de Bernardo Grinspun.
La calidad democrática no es solo la
expresión formal del funcionamiento institucional sino, además de un estado de
virtud, un factor de competitividad.
Desde allí rescatamos
con la Ley 23.101 y como doctrina, la posición del Dr. Raúl Alfonsín.
Complementariamente, en su carta abierta el 3 de junio del 2008 a la Presidenta
de la Nación decía "que es incompatible con la democracia la ausencia del
diálogo político... que también debe ir unido al diálogo social y económico"
Agregaba: "Seguramente, Usted recordará mi proyecto y mi preocupación en
cuanto a la creación de un Consejo Económico y Social, cuando ambos fuimos
Senadores". Una visión ideológica comprometida con la calidad democrática y
que encontró su máxima expresión en la iniciativa de Parque Norte del 1 de
Diciembre de 1985 y en el que todo lo que estamos afirmando de relación de la
eficiencia, perdurabilidad, consenso y calidad democrática eran factores
estratégicos frente a la mayor crisis de mercados (por primera vez en 1984
después de la Guerra de Corea se contrajo el intercambio internacional) que
conoció la República Argentina y el mundo periférico.
La iniciativa fue un
conjunto sistematizado y ordenado de propuestas de acuerdos hacia dos
dimensiones, una de garantías y otra de transformación económica y social
llamada a "Resolver dilemas sustanciales referidos al desarrollo económico y social y
hacerlo de un modo innovador de las propuestas del pasado". (Emilio de Ipola.
Veinte años después. Parque Norte: Razones de un fracaso de un intento
inédito de enfrentar la crisis en la Argentina-La Historia Reciente).
El día después del 28
aniversario de la Iniciativa de Parque Norte, México siguió el camino español de La
Moncloa en el que se inscribía la iniciativa Alfonsín y mucho más que eso. "El
Pacto por México" del 2 de diciembre pasado fue firmado por las principales
fuerzas del país y el presidente Enrique Peña Nieto (a días de asumir). Van por los
mismos temas en cinco acuerdos: Sociedad de Derechos y Libertades, Crecimiento
Económico, Empleo y Competitividad, Seguridad y Justicia, Transparencia,
Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción y Gobernabilidad
Democrática.
A principios
similares convocó Alfonsín a menos de dos meses de ganar por amplio margen
las elección legislativas de 1985. Todo un dato como el del rechazo de la
primera minoría de entonces. El Presidente de su bancada en Diputados
entonces decía: "La necesidad de un acuerdo en torno a un modelo de País está
pendiente desde 1974, pero el radicalismo ya hizo un acuerdo con el actual
sistema de división internacional del trabajo, con un sistema financiero mundial
que excluye el acuerdo nacional". Una grave decisión que mucho le costó al
país.
Este Proyecto de Ley está en esa
línea. Enmendando errores como los de imponer derechos de exportación sobre
desde simples manufacturas a las de elevado nivel de complejidad tecnológica y a
las exportaciones de las economías regionales. Y también ir por la consideración de
nuestras capacidades de innovación, emprendedurismo y generación de empleo
genuino, sostenible y que contribuya a elevar el bienestar, el progreso y la calidad
de vida de todos los argentinos.
La cuestión no es el relato.
La cuestión es el futuro.
ANEXO
Anexo 1
ANEXO 2
Ajustar con lo que nos digan las cámaras.....y con la fórmula...los demás productos
de base biotecnológico etc.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ALFONSIN, RICARDO LUIS | BUENOS AIRES | UCR |
GIL LAVEDRA, RICARDO RODOLFO | CIUDAD de BUENOS AIRES | UCR |
BAZZE, MIGUEL ANGEL | BUENOS AIRES | UCR |
GIUBERGIA, MIGUEL ANGEL | JUJUY | UCR |
STORANI, MARIA LUISA | BUENOS AIRES | UCR |
ALVAREZ, ELSA MARIA | SANTA CRUZ | UCR |
TUNESSI, JUAN PEDRO | BUENOS AIRES | UCR |
CHEMES, JORGE OMAR | ENTRE RIOS | UCR |
ALBARRACIN, JORGE LUIS | MENDOZA | UCR |
ROGEL, FABIAN DULIO | ENTRE RIOS | UCR |
FIAD, MARIO RAYMUNDO | JUJUY | UCR |
AGUAD, OSCAR RAUL | CORDOBA | UCR |
FORTE, ULISES UMBERTO JOSE | LA PAMPA | UCR |
GARRIDO, MANUEL | CIUDAD de BUENOS AIRES | UCR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
PRESUPUESTO Y HACIENDA (Primera Competencia) |
ECONOMIA |