Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de la Jefatura de Gabinete, informe el motivo por el cual hace doscientos veintiocho (228) días que se halla sin cubrir el cargo de Secretario de Estado a cargo de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico - SEDRONAR -y si esta vacancia conspira, a criterio del Poder Ejecutivo Nacional, contra el cumplimiento de las altas finalidades de esta Secretaría de Estado, con arreglo a la ley de su creación.

Señor presidente:

Hace doscientos veintiocho (228) días - hoy 1º de noviembre de 2013 - que a raíz de la renuncia del Dr. Rafael Bielsa, la Secretaría de Estado de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico - SEDRONAR- se encuentra vacante. Esta anómala e insólita situación se produce en el contexto de alarmantes noticias y evidencias irrefutables de que la drogadicción crece y el narcotráfico se incrementa.

Todos los expertos señalan sin disenso que la droga enferma y mata y que sus efectos alienantes y estimulantes desinhiben a tal extremo que se marginan las barreras de la conciencia moral y se potencian los instintos ruines. Eso explica la creciente ferocidad del delito común. Se mata por el placer de matar, ni siquiera por una billetera o un celular. Se llega hasta encañonar a un bebé o asesinar a un mayor de 90 años en silla de ruedas. Horrible, feroz, brutal, sólo entendible - es un modo de decir - por la acción perversa de la droga.

Por otra parte, las informaciones cotidianas dan cuenta de que en barrios privados de alta gama se alojan individuos que notoriamente tienen vinculación con el narcotráfico. Nadie ha dado explicaciones sobre cómo han podido ingresar y radicarse en el país ni tampoco si la Unidad de Investigación Financiera ha examinado el origen de los recursos - cuantiosos, por cierto - con los que adquieren inmuebles de valor multimillonario.

En este contexto - incluyendo los estragos que produce el "paco", el aumento de las pandillas esquineras y el incremento de los "ni-ni" - los que no estudian ni trabajan, dentro de la franja etaria de los 16 a los 25 años, que algunas estadísticas elevan a más de un millón de conciudadanos -, que la Secretaría de la SEDRONAR esté vacante desde hace más de siete meses suena a inextricable y no habla positivamente de la defensa del bien común por parte de la gestión gubernamental.

Da la sensación que cuanto más pomposo es el título de un organismo - o de una ley -, menos se cumplen sus declamados y escritos objetivos.

La SEDRONAR prácticamente no incide en la campaña pública disuasoria del consumo y, mucho menos, en el combate al narcotráfico. Se la ve acotada - en rigor, arrinconada - en materia de programas para recuperar a los adictos y para prevenir la caída en las adicciones.

Estos programas de prevención y de recuperación deberían estar desplegados por todo el territorio, con la participación del voluntariado civil, de la Ongs y de otros entes sin fines de lucro. La juventud - que posee tantas energías morales y físicas - debería estar activa en estas batallas de prevención y de recuperación, bajo la dirección y programación de la SEDRONAR. Pero no es así. La Secretaría de Estado es la gran ausente en esta cuestión tan crucial.

Tratándose de un órgano del Estado con una meta tan decisiva y relevante, esta Cámara necesita una información real y sincera acerca del motivo para tanta dilación para cubrir un cargo de esta naturaleza.

Por lo expuesto, solicito el respaldo de la Cámara para este pedido de Informes.