Solicitar al Poder Ejecutivo, que a través de los organismos que correspondan, informe sobre, las medidas tendientes a prevenir el consumo de estupefacientes dentro de las formaciones de la línea Sarmiento, con especial detalle en:

Efectivos que se encuentran dentro de cada formación mientras se desplazan entre estación y estación.

Cantidad de estupefacientes secuestrados dentro de las formaciones.

Cantidad de procesos iniciados por la exposición del consumo de estupefacientes en el transporte público dentro de coches que viajan niños, mujeres embarazadas ancianos y demás pasajeros que no son adictos .

Informe sobre el operativo "Saturación anti Drogas" y sobre su eficiencia y eficacia

Cualquier otra información que considere relevante respecto del estado y objeto del presente pedido de informes.

Señor presidente:

El insondable impacto en el seno de la familia y las incisivas aristas socioeconómicas que produce el consumo de drogas en una comunidad, exigen políticas responsables, fundamentadas en la evidencia y basadas en soluciones que registren la salud de las personas y al mismo tiempo respeten los derechos humanos.

Para ello es necesario un debate abierto y objetivo que traiga luz sobre las estrategias a desarrollar. Las tácticas llevadas a la práctica hasta el momento, derivaron en una serie de resultados negativas especialmente sobre los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.

Es menester incorporar una visión integral que reúna elementos tales como la salud pública en cuanto a la prevención y rehabilitación, la seguridad ciudadana y los derechos civiles. La política de drogas de la Argentina no puede limitarse a la despenalización o castigo en el uso de la marihuana. Estimo que debe ser revisada con el eje en la salud y la educación. La ciudadanía debe ser ilustrada, los medios masivos de comunicación desempeñan un rol crucial en ese terreno. Así es como las campañas de prevención enfocadas en el uso de alcohol y el aumento de fiscalización a los automovilistas mostraron un camino eficaz, para reducir el número de accidentes y muertes.

A su vez, debe velarse por recuperar el espacio público y la convivencia ciudadana. En esa inteligencia, los vagones del tren Sarmiento son la metáfora de los problemas sociales que nos aquejan. Los cientos de miles de usuarios, no tienen otra opción que convivir con la impunidad de los que consumen cocaína, marihuana, paco y alcohol, a cualquier hora, a la vista de todos. La apatía y las transgresiones, la ausencia de normas mínimas de convivencia, la ruptura en la coexistencia pacífica, son consecuencia de una profunda crisis de valores.

El uso de sustancias, es una práctica común dentro de la Línea y deriva permanentemente en quejas y molestias, otras veces las cosas se ponen peor discusiones con golpes, peleas y robos. Con el objetivo de aumentar la seguridad en los ferrocarriles, el Ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, puso en marcha el operativo "Saturación anti drogas", el cual aumenta la presencia policial auxiliados por perros detectores de estupefacientes".

Asimismo uno de los medios de locomoción más populares utilizado en este siglo es el ferrocarril, se estima que viajan 100.000.000 pasajeros solo en uno de los ramales que cubre la zona Oeste del Gran Buenos Aires.

Estudios sobre el tema sostienen que en hora pico viajaron en el año 2010 en calidad de pasajeros 127.332 personas.

En ese orden de ideas podemos notar que el ferrocarril es una herramienta indispensable para todo trabajador o persona que necesite un medio de transporte que lo lleve hacia la zona de La Ciudad Autónoma de Buenos Aires o lo acerque nuevamente a su ciudad donde habita fuera de la Capital Federal.

El Gobierno Nacional ha realizado una gran cantidad de inversiones en relación al mejoramiento de este medio de transporte, recomponiendo vías, mejorando con tecnología el control de la frecuencia de los mismos, incorporando sistema de GPS en las unidades, o cambiando toda la vía a nueva con durmientes de hormigón armado, mitigando el impacto ambiental al no utilizar los antiguos de madera de quebracho. Como también con la compra de formaciones nuevas que pronto estarán en circulación en la línea que recorre la zona oeste.

Pero como lo señalamos en principio está también en cuestión el flagelo del consumo de estupefacientes que en varios fallos se ha tomado el tema de la tenencia de los mismos solo para consumo propio. Pero ¿qué pasa cuando quien consume sale del fuero de lo privado y comienza a consumir en la vía pública a la vista de todos?

¿Cuál es el deber del Estado? en sentido de velar por la salud pública, cuando algunos quieren colisionar el derecho de la autoflagelación con el derecho a un ambiente sano equilibrado y apto para el desarrollo humano, conforme lo plasma el art. 41 de la Constitución Nacional. ¿Se debe tener que soportar las emanaciones de los que fuman cigarrillos de marihuana dentro de un medio de transporte que en ocasiones no posee aireación externa?

Tristemente los pasajeros de la línea del ferrocarril Sarmiento tiene que tomar como hábito el soportar las emanaciones de cigarrillos de marihuana dentro de las formaciones en donde viajan. Se conoce presencia policial y de Gendarmería dentro de los andenes, pero no se puede apreciar lo mismos funcionarios de seguridad dentro del mismo tren en el trayecto que va de la ciudad de Moreno a la estación Once de Septiembre, ni en el trayecto de vuelta. No existe por parte del Estado ningún control ni de prevención sobre robos y hurtos y mucho menos el control del cumplimiento de la Ley Nacional 23.737 dentro de las distintas formaciones del ferrocarril Sarmiento.

Téngase presente que la Ley Nacional 26.687, conocida como la Ley antitabaco regula el consumo del mismo en todo el Territorio Nacional, y en su artículo 23 inciso g prohíbe fumar en los medios de transporte público de pasajeros. En tal sentido tenemos el ferrocarril sarmiento libre de tabaco pero no de marihuana.

Parece un medio transporte público en donde el deber de seguridad del Estado no se lo conoce. Se percibe la existencia de algunos funcionarios que o por incapacidad o desconocimiento no dan una solución coherente a este tema. Es triste ver como por parte del Estado Nacional, de forma inconsciente es participe en realizar la comisión de delitos de acción por omisión, dejando que esta situación continúe en el tiempo, hasta que se llegue a un término que no es pueda volver para atrás y no se pueda recomponer la forma digna de viajar en ese transporte público.

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Por todo lo expuesto, se torna relevante el manejo de la información requerida, para conforme a ello adoptar las acciones conducentes y urgentes en el marco de nuestras competencias, solicitando el acompañamiento de nuestros pares en este pedido de informes.