Adherir al Día Internacional contra el uso indebido y el tráfico de drogas, establecido el día 26 de junio por la Asamblea General de Naciones Unidas con el objetivo de instar a los Estados a trabajar para alcanzar una sociedad internacional libre del abuso de drogas.

Señor presidente:

El consumo de drogas perjudica no sólo a la persona que la consume, sino también a sus familias y a la sociedad en su conjunto. Los adolescentes y los jóvenes son especialmente vulnerables, a un punto tal que la prevalencia de consumo de drogas en esta franja etaria duplica en gran medida la de la población general, ya que la presión del grupo de pares en este sentido puede ser intensa, a lo que debe sumarse que con frecuencia la autoestima de los jóvenes es baja, lo que incrementa con creces la probabilidad de no poder imponerse ante ciertas propuestas por el temor de ser rechazado o quedarse aislado entre sus amigos.

El abuso de drogas es preocupante porque supone una amenaza para la salud en general. Aunque los perjuicios varían en función del tipo de droga consumida, de la dosis y de la frecuencia del consumo, todas las drogas tienen efectos físicos inmediatos, pero también pueden lesionar gravemente el desarrollo psicológico y emocional.

Uno de los mayores daños que podemos sufrir como sociedad es ver a un joven que ha fracasado en su vida a causa de las drogas: heroína, cocaína, marihuana y todas las demás sustancias que arruinan inevitablemente la salud y la felicidad no sólo de quien la consume, sino también de su familia, sus amigos, su entorno social...

Es indiscutible que en el mundo que hoy vivimos es fundamental que los jóvenes tengan modelos a quien admirar y seguir, y que a través de ellos, conozcan la realidad del consumo de drogas, porque -aunque pueda parecer extraño en el mundo globalizado en que vivimos donde nos hallamos continuamente bombardeados de información- ocurre muchas veces que quienes consumen drogas no tienen real conciencia del grave daño que ello significa para su salud; inclusive, varias encuestas y estadísticas revelan que millones de consumidores de drogas de todo el mundo continúan creyendo que "consumir un poco de droga no le hace daño a nadie"...

La sociedad en su conjunto debe reaccionar de manera firme contra el consumo de drogas y también enseñar desde el ejemplo: el mensaje debe provenir de los padres, los maestros, y de las figuras públicas que gocen de aceptación en el mundo adolescente.

Pero además es ineludible el deber del Estado de continuar y profundizar las campañas de concientización y difusión, centrándose no sólo en la oferta y la demanda, sino también en la prevención y en el tratamiento: la conexión entre la toxicomanía y SIDA son evidentes, como así también el nexo existente entre la delincuencia organizada, el tráfico de drogas, su consumo y el dinero que generan.

Luchar contra este flagelo y ganar esta batalla requiere del esfuerzo y la cooperación de todos, es por ello que estimo que esta Honorable Cámara debe expresarse en tal sentido y solicito a tal fin el apoyo de mis pares.-