Declarar de interés de la Honorable Cámara de Diputados, el libro Bartolomé De La Colina “Alas para mi Patria”, de la autora Isabel González.

Señor presidente:

Venimos a solicitar el acompañamiento de nuestros pares en esta iniciativa por la cual pretendemos reconocer la trayectoria y aporte a la Fuerzas Armadas del Brigadier General Don Bartolomé De La Colina, al conmemorarse los 50 años de su fallecimiento, el próximo 28 de junio de 2017; y en especial la obra de los autores que se dedicaron a buscar y plasmar la vida de este notable riojano.

El libro Bartolomé de la Colina “Alas para mi Patria”, escrito por la profesora de Historia Isabel González, es un relato del desarrollo de la aeronáutica argentina en torno a una de sus figuras primordiales como lo fue el Brigadier General Bartolomé De La Colina.

Este libro describe de una manera concisa distintos temas como son: el interés de volar que tuvo el hombre desde épocas remotas, datos curiosos e interesantes para la historia relatando las distintas teorías y experiencias que se hicieron desde el renacimiento entre otros. En la Argentina menciona que numerosos aficionados ingresaban a los cubes aéreos atraídos por los artefactos que podían dominar el aire y desplazarse en él, destacándose personajes como Jorge Newbery, el riojano Almandos Almonacid, de gran trayectoria en la Primera Guerra Mundial. Esta es la etapa empírica en donde la creatividad y el talento personal obraban proezas extraordinarias.

El avance de la Aeronáutica y su desarrollo científico permiten la aparición de Bartolomé De La Colina como el técnico más capacitado para vislumbrar un poderoso futuro para dicha disciplina y es así que consagra su vida para actividad hasta su retiro.

Señor Presidente, Alas para mi Patria, de la profesora Isabel González describe de una manera más detallada, la vida de Bartolomé De La Colina, abarcando su infancia, tu actuación en la Fábrica Militar de aviones de Córdoba en 1930 como Director en su reorganización, funcionamiento y producción. Relata que su misión fue convencer a sus superiores de la importancia de desarrollar la industria aeronáutica nacional y dejar de comprar licencias extranjeras para la fabricación de aviones, además de conseguir ampliación del presupuesto para ejecutar su afanoso proyecto: construir una importante infraestructura, montar talleres, hangares de montaje, pistas de aterrizaje, organizar una compleja administración, capacitar a técnicos y obreros.

La autora hace hincapié en su libro sobre la importancia en la historia de la Fábrica Militar de Aviones, porque mantuvo su identidad y sentido de pertenencia al medio aeronáutico, pese a los enormes cambios sufridos desde su creación y el papel que jugó el Brigadier Bartolomé De La Colina con su extraordinario profesionalismo.

De La Colina, logro la creación del Comando en jefe de la Aeronáutica, dependiente del Ministerio de Guerra en reemplazo del Comando en jefe de la Aeronáutica siendo designado en 1944 Comandante en Jefe de Aeronáutica creándose diversos organismos. Siendo primer Secretario de Aeronáutica, toma la iniciativa en el año 1944 y por indicación del Poder Ejecutivo, que se inicien las tareas de construcción de instalaciones destinadas a la Aeronáutica Argentina, en el por entonces departamento Gobernador Gordillo, en Los Llanos Riojanos. Finalizadas las tareas, dos años después, el Poder Ejecutivo Nacional y el Comando en Jefe de Aeronáutica crean, en la ciudad de Chamical un Centro de Tiro y Bombardeo, operando en aviones Avro Lincoln b-021 y b-029 de la V Brigada Aérea. Éste fue el indicio claro del nacimiento de lo que hoy es el Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados I Chamical (CELPA). Promovido a brigadier mayor, el 4 de junio de 1946 continuó sus funciones como ministro secretario de estado de Aeronáutica del gobierno constitucional. Se retiró como brigadier general en marzo de 1949.

La obra creadora del Brigadier General De La Colina al frente de la Aeronáutica Argentina en todas sus manifestaciones es inabarcable en una reseña secundado por el brigadier César A. Ojeda y un grupo ferviente de aviadores militares, puso en marcha el proceso titánico de no solo organizar una nueva fuerza armada de la Nación sino de desarrollar la totalidad de los campos donde se cumple el quehacer aeronáutico: normativo, doctrinario, personal, material, técnico, de apoyo al vuelo, infraestructura. A los cinco años, sin lugar a dudas, la Fuerza Aérea Argentina era la mejor equipada y adiestrada de América del Sur.

Además de aviador militar, ingeniero aeronáutico e ingeniero militar, al brigadier De La Colina le concedieron los diplomas de Oficial de Estado Mayor de Aeronáutica y de Estado Mayor del Ejército, ambos honoris causa, en setiembre de 1946.

Para finalizar la autora de Bartolomé de la Colina “Alas para mi Patria” concluye estableciendo la enorme labor y fructífera actuación que recibió de la Colina tanto en el país como en el extranjero, siendo distinguido con condecoraciones en España, Italia, Brasil, Perú y Paraguay, y Chile.

El 31 de octubre de 1966, por Ley 17002 fue reconocido Precursor de la Aeronáutica Argentina. Falleció el 28 de junio de 1967, en Córdoba, cerca de la Fábrica Militar de Aviones, por la que tanto había bregado para que fuese a la vanguardia de los países industrializados.

Señor Presidente, por la importancia del libro Bartolomé de la Colina “Alas de mi Patria” de la profesora Isabel González, donde se indaga la actuación y personalidad de un hombre de nuestra tierra inexplicablemente olvidado en la historia argentina, y por lo expuesto, es que solicito la aprobación del proyecto de resolución.