Adherir a la celebración del 105º Aniversario de la presencia nacional en la Antártida y su reconocimiento a quienes hicieron posible la ocupación permanente e ininterrumpida de la región, promovieron investigaciones científico-técnicas de alcance universal y consolidaron con su esfuerzo sostenido, el fruto laborioso de una verdadera política de Estado y cuyo ejemplo debiera proyectarse a muchos otros ámbitos del quehacer nacional.

Señor presidente:

La presencia nacional en la Antártida, en forma permanente e ininterrumpida, cumple 105 años, desde aquel 22 de febrero de 1904, en que nuestro país se hizo cargo de un observatorio meteorológico en la isla Laurie de las Orcadas del Sur.

Un hecho histórico de gran trascendencia para nuestro país fue alumbrado entonces por la estratégica recomendación del perito Francisco P. Moreno al gobierno nacional, de adquirir las instalaciones de un observatorio meteorológico escocés. A partir de ese hecho, la Argentina es el primer país en el mundo en hacer ciencia en forma constante en la región polar, gracias a la visión de aquel genial explorador patagónico, perito en los tratados de límites con Chile y compenetrado de todos los adelantos científicos de la época.

Desde entonces, nuestro país fue el único ocupante permanente del Antártico durante muchos años y luego de instalar bases, campamentos y refugios, ha consolidado nuestros derechos en la región desde la creación del Instituto Antártico Argentino en 1951, a cargo de las investigaciones y estudios científico-técnicos.

Entre los hitos de la presencia argentina en la Antártida, será difícil no recordar la Primera Expedición Terrestre Argentina al Polo Sur, que tuvo como jefe al Coronel Jorge Leal, iniciando su marcha desde la Base Belgrano el 26 de octubre de 1965. Durante el largo trayecto hacia el Polo Sur enfrentaron toda clase de dificultades y vicisitudes, peligrosas grietas y grandes obstáculos que se extendían en la inmensa y desértica pampa de hielo, con una climatología sumamente rigurosa que hacían el recorrido extremadamente lento.

Aquellos exploradores llegaron a su objetivo, el Polo Sur a las 10:15 horas del día 10 de diciembre del año 1965 a bordo de 3 vehículos: Salta, Córdoba y Venado Tuerto. Estuvieron de regreso en la base Belgrano el día 31 de diciembre de 1965 después de recorres 2.900 Km. en 66 días. Desde la Base Belgrano los "9 polares" fueron transportados por el Rompehielos General San Martín, desde donde fueron trasladados a Buenos Aires, para ser recibidos por el presidente de la Nación, Arturo Illia y autoridades nacionales.

Hoy debemos reafirmar el reconocimiento y afecto que les tenemos a aquellas personas, como ejemplos a seguir en nuestra comunidad, personas que por su sacrificio en pos del bien común, por su reconocida trayectoria o por los valerosos servicios prestados, merecen el homenaje de todos los argentinos.

También es justo reconocer que la presencia argentina en la Antártida es fruto de una verdadera política de Estado, que la República Argentina ha sabido mantener durante años.

Por todo lo expuesto, solicito el apoyo de mis pares para la aprobación del presente proyecto.