Expresar su enérgico repudio por la ejecución de Jadijeh Shahla Jahed, ocurrida en Irán el 1 de Noviembre del corriente año, quien fuera condenada a muerte en el año 2002, luego de haber pasado 8 años en prisión.

Señor presidente:

El presente proyecto, intenta poner en consideración una discusión compleja en materia de Derechos Humanos como lo es; la pena de muerte, debido a que en la primera década del siglo XXI, algunos países alrededor del mundo siguen sosteniéndola, como forma de escarmiento para la condena de sus ciudadanos.

Shahla Jahed, la mujer iraní condenada a morir ahorcada y ejecutada el pasado miércoles primero de Noviembre, fue esposa temporaria del ex futbolista Nasser Mohamadjni, con quien convivió en los años 80, en virtud del acuerdo de matrimonio temporario reconocido en Irán. Estas leyes islámicas de matrimonio permiten a los hombres tener hasta cuatro esposas permanentes y una cantidad ilimitada de esposas temporales, mientras las mujeres solo pueden estar casadas con un hombre.

En la jurisprudencia islámica, se permite que hombres y mujeres con acuerdo de matrimonio temporario, puedan vivir juntos y n o ser acusados de adulterio. De manera tal, los cónyuges se comprometen a estar casados por un tiempo determinado a cambio de que se le pague a la mujer cierta suma de dinero. Pasado el periodo fijado, la unión se anula, pero con opción a renovar si así lo desean los cónyuges.

Con respecto al caso de Shahla Jahed, hace ochos años fue declarada culpable por haber asesinado a la mujer del ex futbolista, y aunque en un primer momento admitió su culpabilidad, tiempo después Jahed se declaro inocente unos días antes de morir, en una entrevista que otorgo a un diario local, por lo que Amnistía Internacional interpreto que el juicio no fue justo y que la mujer pudo estar forzada a realizar la confesión.

Jahed fue ejecutada en la prisión de Evin, en Teheran después de que el tribunal Supremo de Irán y el jefe de poder judicial el ayatola Sadeq Amoli Larikani confirmaran el veredicto según lo afirmo el abogado defensor, Abdolsamad Joramshahi.

Durante sus ocho años en prisión, Jahed solicito en varias ocasiones llegar a un acuerdo y obtener el perdón de la familia de la victima para evitar la ejecución de la pena de muerte. Esto lo contemplan las leyes penales iraníes, pero finalmente no puedo conseguir el perdón, por parte de los familiares directos y no pudo liberarse de la ejecución.

Creemos que más allá de las diferencias culturales, el respeto por los derechos humanos es una obligación de todos los habitantes de este mundo, debido a que su característica principal es la universalidad.

En el mundo actual, no podemos entender que existan todavía exigencias tales, que permitan que algunos hombres decidan sobre la vida de otros dentro del plano de la normalidad. Consideramos que existe esta dominación en tanto los hombres a través de una conducta desviada, llevan a cabo ciertos actos aberrantes, como asesinatos. Pero de ninguna manera podemos avalar que las penas recibidas sean proporcionalmente directas e iguales al daño cometido, porque nunca lograríamos la ecuanimidad y la equidad para distribuir justicia en este mundo.

Pero mas allá de todo, la cuestión principal, es reconocer el derecho a la vida por sobre toda las cosas, y entender que nadie puede disponer sobre la vida de otros, aunque se haya cometido una falta grave.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación de presente proyecto de resolución.