Su profunda admiración por las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes comunicaron recientemente a la sociedad la restitución de la identidad a la nieta número 110.

Señor presidente:

Una nueva persona acaba de conocer su verdadera identidad. Estamos comenzando el año 2014, y la lucha incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo sigue dándonos inmensas satisfacciones: se ha recuperado la identidad de la nieta número 110.

Sus padres fueron Oscar Rómulo Gutiérrez y Liliana Isabel Acuña, ambos secuestrados por la dictadura militar en la mañana del 26 de agosto de 1976 en San Justo, Provincia de Buenos Aires, y trasladados a la Comisaría 4° de San Isidro - dependiente del Área 420 del Argentino, bajo jurisdicción de la Escuela de Comunicaciones de Campo de Mayo.

Tal como fue relatado, un agente de esa dependencia policial logró tener contacto con familiares de las personas ilegalmente detenidas y pudo comunicarles que se encontraban con vida aunque en pésimas condiciones de salud. Tiempo después, el mismo efectivo de la policía les confirmó que Liliana Acuña había dado a luz a una nena en San Martín, aunque no pudo especificar si el nacimiento se había producido a fines de 1976 o a comienzos de 1977.

Luego, Gutiérrez y Acuña fueron trasladados a un lugar desconocido, junto a otras personas (entre las que se encontraban Elba Eva Acuña, hermana de Liliana, y su esposo Hugo Alberto Sáez).

En octubre de 2013, una joven -se presentó en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo con inquietudes sobre su identidad. El examen de ADN posterior confirmaría definitivamente su identidad.

"Estamos disfrutando del triunfo de la verdad sobre la mentira y del triunfo del amor. La nieta está muy bien", afirmó la titular de Abuelas, Estela de Carlotto.

Por su parte, Rodolfo, el tío de la joven, manifestó que "la vida siempre le gana a la muerte", y que esto es una muestra evidente de ello.

Nuevamente, el acompañamiento total y absoluto de nuestra parte para con las Abuelas, y el merecido reconocimiento a la Comisión Nacional para el Derecho a la Identidad (CONADI) y al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) por el compromiso y dedicación con que llevan adelante sus tareas.

Por lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.