Declarar su más profunda satisfacción por la sentencia dictada el 13 de Octubre de 2010 por el Tribunal Oral Federal en lo Penal Nro. 1 de la Ciudad de la Plata en la causa iniciada por violaciones a derechos humanos cometidas en la Unidad Penal Nro. 9 de la Plata durante la última dictadura militar, mediante la que se condenó a catorce miembros del Servicio Penitenciario Bonaerense, incluidos tres médicos, a penas de prisión perpetua y de entre diez y veinticinco años, por haber cometido los delitos de tormentos, homicidio calificado por alevosía, tortura seguida de muerte y privación ilegal de la libertad.

Declarar asimismo su adhesión a las conclusiones de la sentencia en cuanto afirma que todos estos delitos constituyen crímenes de lesa humanidad y que fueron cometidos en el marco del genocidio que tuvo lugar durante la última dictadora militar.

Señor presidente:

La denominada causa de la Unidad Nro. 9 de la Plata resulta de suma importancia debido a que por dicha Unidad Penitenciaria pasaron miles de presos políticos provenientes de todo el país, donde sufrieron la muerte, torturas y privaciones ilegítimas de la libertad.

La particularidad de la situación de los presos políticos en esta Unidad es que su situación formal estaba definida, al menos desde la lógica burocrática, es decir, no se encontraban alojados en un centro clandestino de detención, en situación de desaparición forzada. Pero no obstante ello, sufrieron muchas de las mismas consecuencias que aquellos alojados en centros clandestinos de detención. Ello así, porque el plan sistemático de violación a derechos humanos elaborado por la última dictadura militar argentina fue de tal magnitud que incluyó hasta el último órgano de seguridad del Estado, en este caso, el Servicio Penitenciario Federal.

Fue claro el Tribunal Oral Federal Nro. 1 de la Plata en este sentido, toda vez que afirmó que los delitos cometidos en la Unidad Penitenciaria Nro. 9 constituyen crímenes de lesa humanidad, y afirmó también que fueron cometidos en el marco del genocidio que tuvo lugar en la Argentina.

Resultaba imperativo, entonces, que se hiciera debida justicia por los hechos cometidos en la Unidad Nro. 9.m en cumplimiento de las obligaciones internacionales de la Argentina de investigar, sancionar y reparar todas las violaciones a derechos humanos. Creemos, Sr. Presidente, que las condenas impuestas cumplen con estas obligaciones internacionales, pero además constituyen hitos fundamentales para la construcción de la memoria colectiva, y la historias de lucha de nuestro pueblo.

Quedan todavía cientos de juicios por llevarse adelante, debido a la masividad de las violaciones a derechos humanos cometidas por la dictadura militar. El Estado está demostrando voluntad de llevarlos adelante, a pesar de las dificultades, y cuenta fundamentalmente, con el apoyo de los distintos organismos de derechos humanos, y de las propias víctimas. La realización y terminación de cada uno de esos juicios simboliza la reafirmación del pueblo argentino del nunca más, de los valores de la justicia, la verdad y la memoria, y de construir una sociedad cada vez más democrática. Por eso, Sr. Presidente, es que consideramos importante que esta Honorable Cámara de se pronuncie en favor de la sentencia dictada por el Tribunal Oral Federal en lo Penal Nro. 1 de la Plata.