Su más enérgico repudio por el asesinato del militante político Mariano Ferreyra ocurrido en la localidad de Avellaneda en ocasión de una protesta organizada por los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca.

Señor presidente:

Un hecho de violencia inconcebible enluta a los trabajadores argentinos. La muerte del militante político del Partido Obrero Mariano Ferreyra se suma a la lista de hechos violentos vinculados a un modo repudiable de dirimir las cuestiones sindicales.

Señor Presidente, mucho se dirá y se escribirá sobre lo ocurrido. Repudiar lo sucedido y exigir un esclarecimiento inmediato de los hechos es lo más sano y urgente que las autoridades deben realizar, justamente para evitar cualquier dilación que obstaculice la investigación, cualquier posible encubrimiento que conspire contra su total esclarecimiento.

Resolver este hecho gravísimo requiere una voluntad política dispuesta a identificar y castigar con todo el peso de la ley a los cobardes que mataron a Mariano. Sería lo más saludable que podría ocurrir y lo que toda la sociedad espera.

Lo que no puede soslayarse además, es que los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca - a quienes Mariano estaba apoyando cuando lo mataron- vienen luchando por la equiparación de sus derechos laborales y la protesta que llevaban adelante se inscribe en un legítimo reclamo que les asiste.

En la protesta había trabajadores despedidos a quienes se les había prometido la reincorporación y su incorporación a la planta permanente con un aumento escalonado de sus haberes del 40 %. Este incumplimiento acaso no era un

motivo justo para el reclamo. Pero a los cobardes no les importa esto, los cobardes fríamente gatillan mimetizados en el desorden, y mueren los que valen y ellos, se ocultan en la impunidad.

Esta injusta precarización a la que se encuentran sometidos los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca por la UGOFE, (Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia), un experimento en el que confluyen concesionarios, funcionarios públicos y cuadros dirigentes de la Unión Ferroviaria, que maneja, entre otros, el ramal Roca, es una razón más que atendible para protestar buscando hacer visible un conflicto que la mayoría de las veces es ocultado por los intereses corporativos y que luego, cuando aflora, lo hace de la peor manera, esto es, con sangre y muerte.

Señor Presidente, la muerte de Mariano Ferreyra nunca debió ocurrir. Ahora, con su muerte, saldrá a la luz, se hará visible la ilegalidad absoluta del trabajo tercerizado que se realiza en la línea Roca del ferrocarril bajo el amparo de la UGOFE.

Esta lucha legítima que encabezan los trabajadores tercerizados encuentra fundamento y se apoya en fallos judiciales que han determinado que la UGOFE es el empleador principal y resulta solidariamente responsable en los términos del art. 30 L.C.T (29-05-2009) Expte 6256/2007 "Molina Luis A c/Servicios Express S.A. y Otro s/Despido.

En el mismo fallo se ha dicho " estamos ante una forma particular de fraude laboral, dado que las empresas son interpuestas por el empleador directo con el fin de simular una relación fragmentada de trabajo con el consecuente perjuicio para el trabajador" y que "el obligado a registrar el vinculo laboral, pagar la

remuneración, hacer los aportes correspondientes, entre otros, es el empleador directo, único y real de la relación",

En síntesis, un justo reclamo sobre derechos laborales y condiciones de trabajo es acallado de la forma más cobarde y le cuesta la vida a un militante político que había concurrido a sumar su apoyo.

No es la primera vez que la irrupción de las famosas "patotas sindicales" es identificada como la causante de hechos violentos y en este caso, cobra relevancia el hecho de que las primeras informaciones que dieron a conocer los medios de comunicación referían a enfrentamientos entre los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca y los de la Lista Verde que responde a la Union Ferroviaria .

Señor Presidente no podemos admitir que hechos como el que tristemente nos ocupa sean el resultado de la confluencia del matonaje patoteril, la complicidad policial, las zonas liberadas y la existencia de asesinos sueltos portando armas y disparando a mansalva que nada tienen que ver con las genuinas luchas obreras.

Por lo expuesto, reitero mi más enérgico repudio por los hechos acaecidos invitando a mis pares, Señores Diputados de la Nación, a que me acompañen en el presente proyecto de declaración, con su tratamiento y aprobación.