Adherir a las acciones que promueven la tolerancia, la no discriminación y el respeto a la diversidad en el marco de la XXVII Marcha del Orgullo LGBTIQ+, a realizarse el día sábado 17 de noviembre de 2018 en distintos puntos de nuestro país, iluminando la fachada del Honorable Congreso de la Nación con los colores de la bandera LGBTIQ+.

Señor presidente:

Desde la década de los 90, el movimiento LGBTIQ+ argentino marcha en conmemoración de la fundación en 1967 de “Nuestro Mundo”, la primera organización de lucha por los derechos vinculados a la diversidad sexual. En la primera marcha se movilizaron sólo 250 personas que, por temor a perder sus empleos, marcharon con máscaras de cartón. Contó con el apoyo del sector femenino de la Unión Cívica Radical, las Madres de Plaza de Mayo, las organizaciones Transexuales por el derecho a la vida (TRANSDEVI), la Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina (SIGLA), Investigación en Sexualidad e Interacción Social (ISIS), Cuadernos de Existencia Lesbiana, la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM) y la Asociación Gays por los derechos civiles presidida por Carlos Jáuregui.

La historia del movimiento LGBTIQ+ argentino es rica en movilizaciones, resistencia y conquistas. El golpe del 76 persiguió a los impulsores de los derechos sexuales y reproductivos y muchos de ellos se encuentran entre los miles de muertos y desaparecidos que dejó dicho golpe de estado. Al menos 400 personas fueron detenidas-desaparecidas a causa de su orientación o su identidad sexual durante la última dictadura. El gobierno democrático del Dr. Alfonsín fue el contexto más importante para la recuperación del movimiento por los derechos sexuales y reproductivos. Así, se abrió el primer bar gay y la comunidad LGBTIQ+ asumió un rol de mayor visibilidad organizando festivales, publicaciones y desarrollando estrategias de activismo político. Así es como años más adelante surge esta marcha, punta de lanza del movimiento para la adquisición de nuevos derechos, crucial a la hora de promover la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género, la Ley de fertilización asistida, la Ley contra crímenes de odio entre otras.

A partir de ese momento hasta el día de hoy, a pesar que las consigas van variando año a año, la finalidad sigue siendo la misma: reivindicar ellas bases de la libertad y la igualdad, promoviendo transformaciones y exaltando los logros alcanzados. La marcha parte todos los años desde la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada y culmina en la Plaza de los Dos Congresos, en la del año 2017, se estima que hubo una participación de más de 200 mil personas.

Todavía existen muchas deudas, vendrán otras reivindicaciones y se instalarán en el debate público otros derechos sexuales y reproductivos. El ejercicio de la ciudadanía tiene una perspectiva sexual, y las instituciones de la República deben acompañar en los recintos y en las calles a los procesos políticos tendientes a eliminar barreras y promover mayores libertades. Es por esto, que como símbolo de adhesión a esta marcha promovemos la iluminación de las fachadas de los edificios públicos con los colores de la bandera del orgullo y la diversidad LGBTIQ+, representativa en sus franjas de las múltiples expresiones de géneros. Por las razones precedentemente expuestas, solicito a esta honorable Cámara la aprobación del presente proyecto de resolución.