Su adhesión al Día Nacional de la Juventud a conmemorarse el 16 de septiembre de cada año.

Señor presidente:

Es un hecho conocido por todos que el 13 de Septiembre de 1975, los secundarios de la ciudad de La Plata por primera vez en la historia obtenían el BES (boleto estudiantil secundario). Sin embargo, al poco tiempo, volvieron las movilizaciones y reclamos por el mismo tema: las autoridades habían amenazado en reiteradas ocasiones con suprimir- lo. Pero no se debía a un mero cambio de opinión, sino a la premeditada puesta en marcha de un juego macabro desde el poder gubernamental. Utilizaron las protestas estudiantiles para identificar a los dirigentes más activos de los cen- tros de estudiantes secundarios.

La llamada "Noche de los lápices" fue en realidad un operativo que planificaron y ejecutaron las fuerzas de segu- ridad bonaerenses entre agosto y octubre de 1976. Hasta el nombre con el que se la conoce fue ideado por ellas, mostrando con esto su crueldad y extrema ironía.

En la madrugada del 16 de sep- tiembre un grupo de estudiantes de entre 14 y 18 años fue secuestrado en sus domicilios mientras dormían. Fueron brutalmente torturados y en su mayoría desaparecidos. Este hecho, como otros, puso en evidencia, no sólo el terror ejercido desde el Estado sino la complicidad y delación de algunos sectores de la sociedad civil.

El General Ibérico Saint Jean, Go- bernador de la Provincia de Buenos Aires en Mayo de 1977, sintetizó con su sinceridad brutal la intención genocida expresada en estos hechos aberrantes: "Primero mataremos a todos los subversivos, luego a sus colaboradores, des- pués a los simpatizantes, luego a los indiferentes; y por último a los tímidos" (1) .

De ese operativo fríamente ejecutado, hubo algunos sobrevivientes. Emilce Moler es una de ellos, quien en una entrevista en la revista de calle "La Pulseada" (2) de su La Plata natal, relata las sensaciones de esa noche. Según cuenta, un grupo de hombres encapuchados irrumpió a los gritos en la casa de la familia Moler, dijeron que eran del Ejército y venían a buscarla. Apenas la dejaron vestirse y se la llevaron esposada: tenía 17 años. Junto a otras compañeras,--secuestradas esa misma noche-- fue llevada a un centro de detención clandestino. "A mí no me llevaron por el boleto estudiantil, como cuenta la película, sino por militar en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Estuve detenida casi dos años, más el año de libertad vigilada. Desde enero del 77 hasta abril del 78, en Villa Devoto. Era una presa legal bajo disposición del PEN, siendo menor, con sólo 17 años. Lle- gar a Devoto fue uno de los peores momentos de mi vida. Cuando entré, una celadora me leyó los cargos en mi contra: asociación ilícita, tenencia de armas y explosivos. Yo lloraba y decía que no era cierto. Sentía una terrible impotencia. Después me encerraron en una celda", recuerda.

Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz, fueron bestialmente torturados en el Pozo de Banfield. El único que salió vivo de ahí fue Pablo Díaz. Otro chico raptado en su hogar, además de Emilce Moler, fue Gustavo Calotti por un Grupo de Tareas. Ambos estuvieron en Arana, Pozo de Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y Devoto. Luego quedaron a disposición del Poder Ejecutivo.

Gustavo Callotti vive en Francia y recuerda todavía el horror del encierro en un testimonio recogido en un artículo sobre la Noche de los Lápices publicada en el sitio Rodolfo Walsh; "durante estos tres meses en Quilmes, sumados a los quince días en Arana, perdí mi as- pecto humano. Para levantarme debía hacerlo en varias etapas, lentamente, porque varias veces me desmayé. Y cuando estaba de pie debía aferrarme a algo porque por unos instantes se me nublaba la vista y tenía vértigos. Dormía no sé, 16 o 18 horas por día. Cuando salí de la cárcel, casi tres años más tarde, pesaba 58 kilos y estaba bien. Pienso que en Quilmes debo haber pesado bas- tante menos y cuando me detuvieron pesaba 72 kilos".

Cada 16 de sep- tiembre se conmemora el "Día Nacional de la Juventud", teniendo como objeto la difusión y reflexión sobre lo acontecido. Pero esto no alcanza, los que tene- mos alguna responsabilidad ante la sociedad debemos lograr que los jóvenes comprendan la importancia de profundizar el estudio y la participación en los ámbitos de toma de decisiones como una forma de abordar los problemas con- cretos con mayor certeza para fomentar valores solidarios en una sociedad no pocas veces egoísta.

Por eso Sr. Presidente solicito a mis pares que acompañen el presente proyecto de declaración.