Expresar repudio y su más profunda preocupación por los hechos de violación a los derechos humanos y libertad de expresión acontecidos en la ciudad de San Juan, a partir del accionar de la policía provincial contra estudiantes de la Universidad, el pasado martes 24 de agosto de 2010.

Señor presidente:

El pasado martes 24 de agoto, en la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de San Juan, un grupo de estudiantes de esa unidad académica repartía panfletos en el hall de entrada del establecimiento convocando a una movilización planteada para el día Jueves 26 de agosto, en contra del proyecto minero Pascua Lama y en rechazo de la Ley Provincial de Glaciares.

Al poco tiempo de iniciar la volanteada, desde la Secretaría de Administración y Financiamiento de la Facultad se los despojó de las mesas donde tenían los materiales de convocatoria. Por propia voz de la responsable a cargo de la secretaría se les informó a los estudiantes que había recibido la orden de impedir que se repartieran volantes y se interrumpiera el paso. Una de las personas organizadoras del Congreso Internacional de Ciencias Políticas, que se estaba realizando en esos días en la capital sanjuanina, agregó que tampoco se podían entregar volantes en la vereda. Inmediatamente, una mujer de civil que se presentó como policía, le dio a la estudiante la orden de callarse, empujándola hacia la calle, donde ya se habían apostado cerca de seis efectivos de la Policía de San Juan.

Ante la insistencia de la estudiante de continuar la difusión, la secretaria de Administración le permite hacerlo sólo en la vereda, pero la policía la amenaza con llevarla detenida. Minutos después, una mujer que se presenta como Diputada Provincial por el Frente para la Victoria grita, con un folleto en la mano, que todo lo allí denunciado es falso, y que cualquier denuncia debería ser elevada a la justicia. Ante la respuesta de la estudiante, la policía insiste con llevarla detenida "por escándalo en la vía pública e infracción del Código Contravencional". Uno de los efectivos admitió que "Estamos acá por el Congreso [de Ciencias Políticas]. Nos ha enviado el Gobierno".

Ante la alerta de varios estudiantes, se hizo presente el Secretario de Asuntos Estudiantiles, el Lic. Eduardo Carellli, que señaló que: "Hoy no se puede repartir volantes", debe haber "libre circulación, de la puerta para afuera", "yo los he protegido, he impedido que fueran presos", aclarando a la estudiante que repartía panfletos que "te querían llevar a la comisaría porque estabas nerviosa, para tranquilizarte"; "ellos son policías de la provincia; esto es un congreso internacional, un operativo de seguridad". Uno de los efectivos de civil explica su proceder a uno de los estudiantes: "¿Sabe qué?, nosotros tenemos que estar aquí por la seguridad. Discúlpenos, pero la verdad que yo la veo a usted y no sé quién es. No sé si es una persona normal o si es un subv...". En este punto el hombre se interrumpe y la estudiante le pide identificación. "Principal Roca". El Lic. Carelli explica que la Policía Federal carecía de efectivos para el operativo, entonces fue necesario pedir refuerzos a la Policía de la provincia.

Al momento se hicieron presentes la Lic. Marcela Coll y el Lic. Ricardo Trombino, respectivamente Jefa y Subjefe del Departamento de Letras. Éste último reconoce a los estudiantes como alumnos de la carrera de Letras, explica a los policías que el reparto de material de lectura es una práctica habitual, y se expresa en favor de la libre circulación de personas e ideas en los espacios públicos. El Secretario de Asuntos Estudiantiles insiste en dar por concluido el conflicto. El Decano de la Facultad, Lic. Paolo Landini, presente en los últimos minutos del altercado, encomendó su resolución a manos del Lic. Carelli.

Estos hechos, que para algunos puede resultar una anécdota, remite a una constante vivida por la mayoría de los sectores críticos a la megaminería en ésta y otras provincias que desarrollan dicha actividad. Existe una permanente intimidación por parte de las fuerzas policiales en las diversas actividades que se realizan en esa provincia denunciando las consecuencias que provoca la gran minería a lo largo del país. Como es costumbre, una desmedida presencia policial acompañó la movilización que estaban convocando los y las estudiantes, realizado el pasado jueves 26 de agosto de 2010.

Como bien lo señalan en el relato las autoridades del Departamento de Letras, el reparto de material de lectura en las universidades es una práctica habitual, que fortalece el debate de ideas y la práctica democrática. Este accionar por parte de la Policía Provincial y de miembros de la comunidad universitaria nos remontan a las épocas oscuras de regímenes totalitarios que supimos vivir, y merecen la condena de toda la sociedad.

Por todo esto, solicito a los/as diputados/as acompañen el presente proyecto