Artículo 1°: Declarar el día 5 (cinco) de Agosto, el DIA DE LAS PLAZAS POR LA VERDAD. En recuerdo del día en el que las Abuelas de Plaza de Mayo lograron con su lucha y la de su pueblo la restitución del nieto 114 - Guido Montoya Carlotto.-

Artículo 2º: La fecha mencionada queda incorporada al calendario de actos y conmemoraciones.

Artículo 3º: El Poder Ejecutivo Nacional, realizará la más amplia difusión de la celebración a través de los mecanismos de comunicación oficial.

Artículo 4º: Invitar a las provincias a adherirse a la celebración, dando en el ámbito de su jurisdicción la más amplia difusión a la celebración.

Artículo 5º: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.-

Señor presidente:

La acción de Estela De Carlotto - su enseñanza, su dedicación y empeño - representa la larga batalla de otras incansables abuelas así como de tantas Madres. En ella el Pueblo simbólicamente ha depositado la representación de esa lucha que no termina y que constituye un hito en la búsqueda de los nietos: El día 5 de agosto de 2014 reconoce su identidad el nieto de Estela de Carlotto; y si bien aún quedan muchos nietos por recuperar, ese día conmocionó al pueblo argentino, que de las más diversas maneras manifestó el reconocimiento a su valor y a su lucha y también su acompañamiento. De allí esa conjunción de emociones y alegría sintetizadas entre nuestro Pueblo, Estela de Carlotto y las Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres de Plaza de Mayo, los HIJOS y los Nietos, organismos de Derechos Humanos que no solo expresan un rol familiar sino que sobradamente expresan una lucha por la Verdad, la Identidad, la Memoria y la Justicia.

Con este proyecto pretendemos que las futuras generaciones de nuestra patria tengan presente lo que fue la última dictadura cívico-militar y el régimen de terror sin igual que ésta instauró.

Fue calificada por los tribunales judiciales como un genocidio. Miles de militantes fueron perseguidos, detenidos-desaparecidos, encerrados en lugares conocidos como centros clandestinos de detención (CCD) donde se procedía a su tortura, a su asesinato y posteriormente a la desaparición de sus cuerpos. La misma utilizó en forma masiva una categoría nueva: la detención - desaparición de las personas, generando miles de militantes desaparecidos.

Nuestras queridas Madres de Plaza de Mayo pronto empezaron la búsqueda, esas "locas" que no aceptaron el olvido ni se resignaron ante la muerte y el dolor. Perseguidas y en algunos casos desaparecidas, como Azucena Villaflor.

No hubo aislamiento ni oscuridad ni persecución que las detuviera. Siguieron de pie en esa lucha, para defender la aparición con vida de sus Hijos e Hijas y para lograr la verdad y la justicia.

Durante los años de terrorismo de Estado, los militares pusieron en marcha un sistema de detención de mujeres embarazadas, partos clandestinos, falsificación de identidades y simulación de adopciones, con el único objetivo de aniquilar un grupo de nuestra sociedad y apropiarse de los niños y niñas nacidas en cautiverio. Retenían a los bebés y los entregaban como parte de un "botín de guerra"; la pretensión era "rescatarlos" para que fueran cuidados por "buenas familias".

Ramón Camps, Jefe de Policía de la Prov. de Buenos Aires, donde cantidades de niños y niñas fueron secuestrados y secuestradas, decía: "...Personalmente yo no eliminé a ningún chico, lo que hice fue dar algunos a organizaciones benéficas para que les encontraran nuevos padres. Los subversivos educan a sus hijos en la subversión. Por ello esto debía detenerse" (Arditti, Rita; BrintonLykes, M. "La labor de las Abuelas de Plaza de Mayo". Restitución de niños (1997, Abuelas de Plaza de Mayo, ed.). Buenos Aires. Eudeba. ISBN 950-23-0673-2).

La situación de los bebés no se trató de casos aislados. Fueron cientos de desaparecidos, que han sumado una larga lista de nietos y nietas cuya identidad fue negada y en cientos de casos lo es hasta el día de hoy.

Cada situación y cada caso está envuelto en una larga y compleja trama. Hoy podemos ver con claridad la nobleza y dignidad con la que las Abuelas de Plaza de Mayo sobrellevaron por años estas luchas.

Ellas hicieron un cálculo estimativo de quinientos niños apropiados y privados de su identidad en las circunstancias mencionadas. No han faltado ocasiones en que estos niños debieron vivir con personas que creían sus padres o madres y que eran autores, partícipes o encubridores del asesinato de sus respectivas familias biológicas.

Creemos que es importante reivindicar la lucha pese a todos los obstáculos y que es posible un final donde el Amor gane al Odio. Deseamos sentir junto a nuestro Pueblo que vale la pena la lucha cuando se realiza con fines democráticos y populares.

Queremos que en todas las Plazas del país, se destine un día al recuerdo de esos momentos que pretendemos que no se repitan, al NUNCA MÁS, pero también la evocación de estos tiempos de encuentro popular, de lucha y de alegría colectiva.

Siempre el ámbito público donde fuimos a manifestarnos, fue una PLAZA, la más cercana, la más céntrica. Allí donde podemos reunirnos con nuestros vecinos y vecinas y expresar que debemos luchar, porque se puede lograr la Victoria.

La historia de Estela - Guido, esa historia que ha estremecido a todos y todas los que la conocieron, significa y representa que con la lucha avanzamos, que podemos hacerlo todos unidos, y que podemos triunfar, que podemos alumbrar tantas derrotas y revalorizar la caída de tantas compañeras y compañeros. Porque es posible creer, es posible luchar y es posible Vencer.

Vale entonces dedicar un día para recordar en cada Plaza a tantos hombres, mujeres, niños y niñas que han luchado y se han sobrepuesto a todos los inconvenientes, yendo hacia el mismo lugar: Una Argentina más Justa, más Libre, más Soberana.

Detrás de este encuentro está la lucha y la perseverancia de Estela y las Abuelas, y la decisión de un gobierno de hacer de los Derechos Humanos, la Memoria y la Justicia una cuestión de Estado. Como expresó nuestra presidenta: "hoy la Argentina, es un país un poco más justo".

Por lo expuesto, solicito la aprobación del presente proyecto.