Adhiere a la conmemoración del 33º aniversario de la Masacre de Margarita Belén, y expresa su preocupación por el retardo en la elevación a juicio en la búsqueda de la verdad y esclarecimiento de los hechos y castigo a quiénes posibilitaron los asesinatos del 13 de diciembre de 1976, en la provincia de Chaco.

Señor presidente:

En la provincia del Chaco, en el Monumento a los Caídos, se realizó el acto de recordación del 33º aniversario de la Masacre de Margarita Belén. Asimismo el Gobierno provincial ratificó su compromiso de justicia por la matanza y tortura de presos políticos durante la última dictadura militar, confirmó su calidad de querellante en la causa y pidió celeridad en el juicio a los asesinos y represores responsables de la muerte de al menos 22 personas.

En la ceremonia estuvieron presentes dirigentes políticos, militantes sociales, de derechos humanos y familiares de quienes fueron asesinados impunemente.

Se cumplieron 33 años, desde aquel 13 de diciembre de 1976, en el que fueron asesinados 22 presos políticos en un simulacro de traslado, sangriento hecho conocido como la "Masacre de Margarita Belén". Se trataba de un grupo de prisioneros que incluía a estudiantes universitarios, militantes peronistas y dirigentes agrarios que tenían entre 23 y 36 años. Según algunas versiones de aquella época, el hecho fue el "escarmiento" como consecuencia del ataque de un grupo armado realizado al Regimiento 29 de Formosa. En 1985, este caso constituyó la causa Nº 13 en el histórico Juicio a las Juntas Militares, y fue uno de los casos por los cuales fueron condenados los ex dictadores Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti. Los diarios de aquella época y la historia oficial relataban que los 22 presos intentaron escapar a bordo de dos vehículos ayudados por un comando paramilitar que atacó al convoy del Ejército que los transportaba, supuestamente, hacia Formosa. Posteriormente, las investigaciones realizadas por la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Provincia del Chaco en 1985, demostraron que las víctimas fueron torturadas y luego recogidas inconscientes de las prisiones clandestinas que funcionaban en la ex Dirección de Investigaciones de la Policía , de la Alcaldía Policial y de la Unidad Federal 7. Esa infausta madrugada, los detenidos fueron trasladados por la ruta nacional 11 y, a 70 kms al norte de Resistencia - a la altura de la localidad Margarita Belén-, fueron colocados en dos automóviles particulares, dentro de los cuales fueron acribillados con fusiles FAL. Según un informe del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en la Masacre de Margarita Belén no sólo se vieron involucrados miembros del Ejército, sino también del Ministerio Público y del Poder Judicial del Chaco, quienes fueron acusados de participar en la Masacre y de haber presenciado sesiones de tortura.

Los expedientes referidos a la causa ocupan hoy 11 cuerpos y alrededor de tres mil fojas. Este hecho volvió a la escena pública en junio de 2003, cuando el juez Skidelsky ordenó el arresto de 10 militares acusados del delito de "homicidio agravado por alevosía y desaparición forzada de personas". Hay otros 20 militares, gendarmes y policías imputados en la causa. Uno de los imputados, el ex jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni, (quien por aquellos días se desempeñaba como Secretario del Gobierno de facto en Chaco) reconoció que, contrariamente a la versión oficial, en Margarita Belén no se produjo un enfrentamiento. El diario Página 12 reproduce las declaraciones realizadas a un diario chaqueño: "Todos creímos en aquel entonces la versión oficial del enfrentamiento. Pero con el paso de los años comencé a escuchar otras voces que decían que, en realidad, no hubo tal enfrentamiento sino que había sido una acción deliberadamente planeada para eliminar a terroristas. Hoy yo también creo, a la luz de todo lo que he escuchado después, que lo de Margarita Belén no fue un enfrentamiento. Que fue una operación militar para eliminar delincuentes terroristas. Aquel hecho de Margarita Belén es uno de los muchos episodios penosos y lamentables frente a los cuales la institución Ejército va a asumir la responsabilidad que le compete", afirmó. Tal como explicaba el prólogo del informe Nunca Más, realizado por la CONADEP , la dictadura instaurada el 24 de marzo de 1976, "produjo la más grande tragedia de nuestra historia, y la más salvaje", siendo la Masacre de Margarita Belén un ejemplo de ello. Aquellos hechos "van mucho más allá de lo que pueda considerarse como delictivo para alcanzar la tenebrosa categoría de crímenes de lesa humanidad. Con la técnica de la desaparición y sus consecuencias, todos los principios éticos que las grandes religiones y las más elevadas filosofías erigieron a lo largo de milenios de sufrimientos y calamidades fueron pisoteados y bárbaramente desconocidos", decía aquel informe. Allí también se mencionada que existen garantías que jamás pueden suspenderse, ni aún en los más catastróficos estados de emergencia, tales como el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, el derecho a proceso, el derecho a no sufrir condiciones inhumanas de detención, negación de la justicia o ejecución sumaria. Por aquellos infaustos días, todos estos derechos fueron violados en forma orgánica y estatal.

El Ministro de gobierno de la provincia del Chaco, manifestó el compromiso y solidaridad del Gobernador Jorge Capitanich en el esclarecimiento del hecho, y la importancia de cerrar esa herida, sin perder la memoria ni ocultar la verdad.

Señor Presidente, recuperamos la democracia, hemos establecido Jerarquía Constitucional a la Convención de Naciones Unidas sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, que declararon nulas las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y creemos definitivamente que " nunca más en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado". Por las razones expuestas, solicito a mis pares que acompañen el presente proyecto de resolución.