Declarar beneplácito, la designación con el nombre " Doctor Claudio Ramiro Mendoza", a la Sala de Reuniones N° 2 de la Dirección de Comisiones, lugar de reuniones de la Comision Permanente de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Provincia del Chaco, en homenaje y reconocimiento a quien en vida fuera un icono por su iclaudicable labor en la defensa de los Derechos Humanos. a celebrarse el 5 de Diciembre de 2011.

Señor presidente:

Claudio Ramiro Mendoza tuvo una valiosa trayectoria en su defensa y lucha por los derechos humanos, no solo a nivel provincial, ya que su obra trascendió la frontera chaqueña logrando destacarse en el contexto nacional e internacional. Fue diputado de la provincia del Chaco entre 1987 y 1991 y en los 4 años que desempeñó su mandato fue presidente de la Comisión de Derechos Humanos. Realizó una extensa tarea en la elaboración de leyes a favor de los derechos humanos entre ellas la "Reincorporación de Empleados estatales prescindidos por el Poder Ejecutivo Nacional" - Ley Nº 3.576; reivindicando a los trabajadores cesanteados durante épocas de la dictadura militar. También fue autor de la ley Nº 3.586 que dispuso levantar el "Monumento a la Humanidad en Memoria de las Víctimas del Nazismo", que hoy se encuentra emplazado en la Plaza 9 de Julio de la Ciudad de Resistencia. Promovió la ley Nº 3.587 norma por la cual se creó la "Obra Social para Soldados Ex Combatientes en Malvinas" y la ley Nº 3.715, por la que incorporó al Plan de Estudios la "Materia de Derechos Humanos en la Policía del Chaco", brindando un enfoque humanista a los cuadros policiales, que se dicta en la Escuela de Policía de la Provincia desde el año 1992. Su trabajo en pos de los Derechos Humanos se extendió al ámbito nacional cuando desempeñó su mandato de diputado nacional desde 1995, cargo con que lo honró el pueblo del Chaco y que el doctor Mendoza supo prestigiar con la creación de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la Cámara Baja del Congreso Nacional, convirtiéndose en su primer Presidente, cargo que ejerció entre 1994 y 1995, dándole estatus parlamentario nacional a la problemática de los derechos humanos. Su tarea continuó con la sanción de la Ley Nº 24.321 referida a la "Ausencia por desaparición forzada o involuntaria de personas". Asimismo fue el autor de la Ley 24.757 respecto a la "Religión Islámica: que declara día no laborable el Año Nuevo Musulmán y el Día de la Fiesta del Sacrificio" y en igual sentido propició la ley Nº 24.571 que en relación a la "Religión Judía: declara Día no laborable el Año Nuevo Judío y el Día del Perdón". Promovió además la ley Nº 24.436 de "Ampliación del plazo para indemnizar a Presos Políticos"; y la ley Nº 24.632 que dispuso construir el "Monumento Nacional a la Memoria de las Víctimas del Holocausto Judío".

Además fue el autor del proyecto ley Nacional por el que pretendía se instituya el 19 de Julio como el "Día de los Derechos de las poblaciones Indígenas Argentinas", que le mereció un reconocimiento especial del escritor y periodista chaqueño Vidal Mario que en la 4ª Edición de su obra literaria "Napalpí- la herida abierta" le dedica un capítulo titulado "En las Escuelas ya tocan las Campanas por Napalpí". Ese proyecto que mereció votación positiva unánime en la Cámara Baja (Diputados) no tuvo la misma suerte en la de Senadores donde "duerme el sueño de los justos" dice Vidal Mario, no obstante su idea fue rescatada a nivel Provincial con la aprobación de la ley 5.611 que incorpora al Calendario Escolar único y permanente de efemérides de la provincia del Chaco el 19 de Julio como Día de la Masacre de Napalpí y, en la sección del cronograma básico a la semana del 13 al 19 de julio rememorando esa masacre. El escritor chaqueño también cita en su libro el encendido discurso de Claudio Ramiro Mendoza en oportunidad del tratamiento del proyecto que enfáticamente justificó: "El recuerdo de esa fecha pretende fortalecer el reconocimiento por parte de nuestro pueblo de todo lo que la Nación Argentina les adeuda a las comunidades indígenas. Constituye, asimismo, un reconocimiento hacia esas comunidades que han hecho esenciales aportes a nuestro país y a las cuales todavía no les han sido restituidos los derechos inalienables que, como argentinos, les corresponden. Finalmente constituye un compromiso de todos los habitantes de esta tierra, para que la restitución de los justos y legítimos derechos indígenas se haga realidad en forma inmediata". Y concluyó "si así se hiciera, estaremos dando cumplimiento a lo solicitado en la reciente conferencia de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos realizada en Viena, Austria, en el sentido que cada país instituya el Día de las Poblaciones Indígenas". Impulsó acompañado de otros legisladores de la "aprobación de la Convención de la ONU sobre Imprescriptibilidad de Crímenes de Guerra y Lesa Humanidad", aprobado por ley del Congreso Nacional Nº 24.584 y en igual sentido propició la ley Nº 24.632 que "aprueba la Convención de la Organización de Estados Americanos (OEA) para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la Mujer"; también fue el autor de la ley Nº 24.198 que "Deroga la figura del Desacato" (artículo 244 del Código Procesal Penal). Por otra parte, y por sus cualidades políticas y personales, fue designado observador parlamentario en los países hermanos de Chile en los años 1988 y 1989 y en la República el Paraguay en 1989 y 1993. Ávido de conocimiento recorrió varios países del mundo asistiendo a cursos y conferencias mundiales sobre Derechos Humanos, visitando Costa Rica en 1989, Austria en 1993; Israel en 1995 y 1998, Brasil en 1994 y el Salvador en 1995. Labor que fue distinguida con el premio B'nai Brith en 1994, y en idéntico sentido el Galardón Yad Vashem del Departamento Latinoamérica de Israel en 1998. En sus discursos se autocalificaba como "un militante de la vida", tal vez porque, como médico, trajo 125 vidas a este mundo. En parajes como Colonia India Muerta o en galpones como el de Tamet de Puerto Vilelas, hacinados de inundados, el por entonces joven médico rural palpó los horribles rostros de la pobreza.

Convencido de los beneficios del respeto por la vida humana, supo comprender el dolor y el horror que sufrieron las víctimas de torturas, prisión por cuestiones políticas, de raza, de religión, y las llamadas 'limpiezas étnicas' razones por las cuales, aún sin ostentar cargos públicos siguió trabajando por la revalorización de los derechos humanos desde la formación, la educación, el diálogo, y la comunión entre congéneres, cuando lo sorprendió la muerte en la plenitud de su juventud, a los 47 años, en su querido Hospital Perrando dejando una estela de dignidad en su paso por esta vida. Este médico recibido en la Universidad Nacional del Nordeste, con residencia y diplomado en Salud Pública en la UBA, fue un hombre de principios inquebrantables que lo motivaron a elegir una carrera universitaria relacionada científicamente al arte de curar el cuerpo humano, a la que le dedicó su vida hasta sus últimos días, ya que se desempeñaba como médico de Nutrición y Diabetes en el Hospital Perrando de Resistencia, nosocomio donde falleció, lo que demuestra la humildad que caracterizó su personalidad, pero que mantuvo siempre la grandeza y fortaleza en la defensa de los derechos humanos, que calificó sobradamente a Claudio Ramiro Mendoza para ser merecedor post mortem el Premio Derechos Humanos de la Cámara de Diputados del Chaco.

Por todo lo expuesto, es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.