Solicitar al Poder Ejecutivo para que a través de los organismos que corresponda - Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), se sirva informar sobre casos de discriminación de los que hayan sido objeto, integrantes de la Comunidad Boliviana en el territorio nacional conforme al siguiente cuestionario:

1.- ¿Si se ha realizado desde 2010 a la actualidad un relevamiento sobre denuncias de discriminación respecto de integrantes de la Comunidad Boliviana en nuestro país? En su caso remita copia del mismo.

2.- ¿Qué medidas o campañas específicas ha implementado el INADI con respecto a la Comunidad Boliviana para desalentar estas prácticas discriminatorias?

3.- ¿Cuál ha sido la respuesta desde el INADI ante las constantes denuncias de discriminación realizadas por integrantes de la Comunidad Boliviana?

4.- Frente a hechos de neto corte xenófobo como los ocurridos en Mendoza y Caleta Oliva, que asumen la forma de una virulenta escalada, que políticas piensa llevar a cabo el INADI al respecto.

Señor presidente:

Los motivos de este pedido de informes no constituyen una novedad. No son demostrativos de algo que no sepamos, en todo caso, vienen a confirmar que pese a los esfuerzos que como sociedad hemos intentado para educar en la diversidad y desalentar las prácticas discriminatorias, éstas se siguen verificando a lo largo y a lo ancho del país, quizás para demostrar que aún nos falta mucho, que todavía no hemos sido capaces de estar a la altura de una convivencia donde el respeto y la concordia nos hagan más solidarios, más tolerantes y más abiertos para entender que la discriminación nos coloca en un punto sin retorno, en un no lugar de la condición humana por la que muchas veces nos rasgamos las vestiduras pero otras tantas le otorgamos un certificado de defunción.

En los últimos días, una serie de hechos que ha tenido como blanco a integrantes de la Comunidad Boliviana en nuestro país ha estado presente en varios medios mostrando su cara más repugnante y esto, lo decimos porque se vuelve a estigmatizar a quienes -como otras comunidades- se han establecido en el país para desarrollar una actividad comercial, laboral o de estudio buscando una mejor calidad de vida, y encuentran en su derrotero una actitud hostil ya no solo de parte de los nacionales sino también de quienes como tales, ejercen cargos públicos, lo cual empeora el escenario en

virtud al apego que deben guardar para con la ley haciendo cumplir su observancia para el logro de una convivencia armoniosa.

Señor Presidente, quienes tenemos el lujo de hacer un uso de la palabra mucho más fluido en los medios de comunicación, así como en instancias institucionales de poder, debemos ser sumamente cuidadosos del vocabulario que empleamos, ello porque no todas las personas están acostumbradas a la sintonía fina, a la lectura entrelíneas, a procesar de algún modo lo que leemos u oímos muñidos de la misma capacidad para procesar la información. La dirigencia política y el periodismo son casos emblemáticos de alta exposición mediática que por las tareas propias de su actividad no pueden sustraerse a esa aparición en una pantalla, a ser tapa de un diario o en el peor de los casos, a gozar de los quince minutos de fama que refiriera Andy Warhol.

Es en este límite -a veces hay quienes se permiten transgredir- cuando no medir a tiempo las palabras puede traernos dolores de cabeza, cuando creer que ciertas cuestiones pueden ser tomadas a la ligera luego se transforman en un boomerang.

Repárese al respecto en lo que acaba de ocurrir con el periodista Marcelo Padilla, columnista de "MDZOL", de la ciudad de Mendoza, autor de la nota "Negros de Mierda, Go Home" cuyo texto y posterior disculpa me permito reproducir porque es ilustrativa y permite fundamentar entre otras, este pedido de informes :

Negros de mierda, ¡go home!

Por Marcelo Padilla

Columnista de MDZOL, de Mendoza, Argentina

http://www.mdzol.com/mdz/nota/339654-negros-de-mierda-go- home/

"Feos, sucios y malos. Son una extranjería que existe para dar testimonio de la lacra étnico- social y cultural. Una especie de resaca del mundo que se las rebusca en Mendoza parando en hoteluchos de mala muerte, hacinados, durmiendo ocho en una cama, cagando y meando donde pueden, bañándose cuando los dejan. Son negros color azabache, hablan en un idioma extraño, tienen creencias y no religiones, se visten de colores y les cuelgan baratijas de una bisutería símil plata u oro, de décima. Otros ostentan facciones aindiadas, da lo mismo: peruanos, ecuatorianos o bolivianos. Son todos iguales ante la visión del que construye el discurso y busca chivos expiatorios, igualitos ante la ley que quiere erradicarlos. No son gente como uno, se merecen menos. Menos aire puro, menos agua, menos trabajo, menos trato igualitario, menos respeto. Son extranjeros. Extranjeros pero de los que no embellecen, de esos que no consumen en restós de la Arístides ni van a Chacras de Coria a parar a alguna posada topísima. Pero no sólo cuentan con esos capitales que tientan a cualquier nazi-facho a frotarse las manos; encima, se juntan frente a un hospital público -el más importante- y venden mierda de tercera mano. Casi casi que no merecen vivir. Lo sentimos. Realmente lo sentimos los que vivimos en esta Mendoza próspera, rica, donosa, acogedora, huésped. Lo sentimos mucho. Aquí sólo aceptamos alemanes, yanquis, japoneses, chilenos con guita, brasucas de a veinte con todas las tarjetas de crédito en la billetera. Canadienses y franceses, mejor. Consumidores e inversores. No resaca. Seguimos el lema sarmientino "gobernar es poblar" y de las plumas más célebres de la generación del 80, que pensaron una Argentina con europeos de Europa, blancos en lo posible, que puedan identificarse con las propagandas que hizo el Mula en la campaña de la derrota (yo boto a negros). No juntan mugre señores y señoras, ¡ellos son la mugre!"

Hasta aquí la nota y más allá del yerro en atribuir a Sarmiento una frase cuya autoría se le reconoce a Juan Bautista Alberdi, por cierto que su contenido fue merecedor de durísimas críticas por parte de sectores como la

Comunidad Boliviana en Argentina quienes se sintieron discriminados y para los cuales no alcanzan las disculpas posteriores que el propio periodista realizó.

"Periodista pide disculpas por comentario xenófobo - Aclaración sobre la nota y el pedido de disculpas a las colectividades" http://www.mdzol.com/mdz/nota/339848- aclaracion-sobre-la-nota-y-pedido-de-disculpas-a-las-colectividades/ La Redacción de MDZOL.- El sentido de la nota de Marcelo Padilla, en discusión, intentó reconvertir un discurso xenófobo en el pensar de muchos en reflexión. Aquí, el autor da su motivación y postura sobre un conflicto en el que los vendedores ambulantes fueron estigmatizados por los dichos del funcionario Levrino y por el intendente de la Ciudad. Y pide disculpas por las interpretaciones que se hicieran de su texto original.

Dice Padilla que "Indudablemente, el efecto irónico que intenté en la nota "Negros de mierda ¡Go Home!" no fue conseguido en toda su dimensión.

En primer lugar, quiero pedir mis más sinceras disculpas a la comunidad boliviana, peruana y ecuatoriana por la ineficacia de la nota vertida. Nunca,

jamás, fue y será mi intención ofender a hermanos latinoamericanos ni de otras nacionalidades. Basta repasar mis posicionamientos políticos al respecto en más de una oportunidad en este diario para comprobar que lejos estoy de actos discriminatorios. El sentido de la nota en discusión intentó reconvertir en un discurso xenófobo el pensar de muchos mendocinos que, tras la avanzada de la Municipalidad de Capital sobre los vendedores ambulantes, en las puertas del Hospital Central fueron estigmatizados por los dichos del funcionario Levrino y por el intendente de la Ciudad, hechos ya advertidos por

el Inadi. Es más, no es la primera vez que me expreso contra este tipo de actos allanatorios de artesanos y vendedores que buscan el pan con su trabajo honesto. Estoy en contra de todo tipo de discriminación y sostengo lo dicho con mi participación en acciones concretas, porque, además de ser columnista de este diario, soy docente y participo en diversas actividades igualitarias. Siento

profundamente que no se haya interpretado el sentido del artículo. Espero sepan disculparme todos aquellos que se sintieron ofendidos".

Señor Presidente, la nota del periodista Padilla fue un hecho que como dijéramos al principiar estos fundamentos puede entenderse desde el exceso del lenguaje en tanto lujo del periodista que no mide las consecuencias que el ejercicio de su profesión apareja y sin lugar a dudas debe llevarlo a reflexionar en profundidad al respecto.

Por su parte, y yendo a los motivos que originaron su nota, hay que rastrearlos en la ofensiva que iniciaron autoridades y funcionarios de la Municipalidad de Mendoza, por caso el intendente Victor Fayad y un funcionario de apellido Levrino de la Dirección de Seguridad, al verter duros conceptos discriminatorios para con los trabajadores callejeros del entorno del Hospital Central. Los funcionarios denostaron a los vendedores por sus nacionalidades y también los vincularon con la inseguridad. "Son colombianos, peruanos, senegaleses y bolivianos" y que "generan problemas de seguridad pública y de higiene, afectando con robos y arrebatos", son algunos de los lamentables conceptos que se les oyeron. Un letrado mendocino, el Dr. Alfredo Guevara dirigió una nota al Inadi, Filial Mendoza en esto términos: "Tengo el agrado de dirigirme a Ud. a los efectos de formular la correspondiente denuncia, preocupado ante la reiteración de actos violentos y discriminatorios por parte de funcionarios de la Municipalidad de Mendoza. "Ya durante el año 2008 tuvimos ocasión de intervenir desde la Subsecretaría de Justicia y Derechos Humanos, llamando la atención de la población en general a través de una carta abierta en la que recogiendo la opinión de la OIT manifestábamos que los vendedores ambulantes eran parte del paisaje urbano latinoamericano. Instamos públicamente a rechazar la represión y la violencia a la vez que invitamos a priorizar el diálogo y utilizar mecanismos de mediación para la resolución de los conflictos que derivan de la informalidad y otras estrategias de

supervivencia de sectores vulnerables. "A raíz de nuestra intervención la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza debió dar marcha atrás con los operativos represivos y se inició un fructífero proceso de diálogo que culminó con un acuerdo y la inclusión de decenas de familias con la propuesta de un nuevo lugar donde desempeñar su tarea. "La Dirección de Derechos Humanos de la Provincia emitió un dictamen sugiriendo a la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza la creación de un área de Derechos Humanos, a la vez que indicando que las ordenanzas municipales deben interpretarse de manera integral con el resto del orden jurídico, debiendo utilizarse la fuerza pública sólo cuando la misma sea absolutamente indispensable, debiendo priorizarse el diálogo y la negociación, máxime cuando se trata de sectores vulnerables excluidos del mercado de trabajo. "Hoy, más de tres años después, observamos con mucha preocupación que la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, con los mismos funcionarios (Sres. Levrino y Fayad) incurren en los mismos errores, recurren a la represión contra estos mismos sectores pero esta vez a quienes ubican sus puntos de venta en las cercanías del Hospital Central. "Hay declaraciones xenófobas y discriminatorias que estigmatizan a inmigrantes de países africanos y latinoamericanos, así como también contra los habitantes de las barriadas populares del Gran Mendoza, a la vez que se anuncia la detención de varios vendedores ambulantes mientras intentaban una protesta.

Cuando decimos que estos hechos no son nuevos y que nos obligan a formular estos interrogantes, nos vienen a la memoria las reflexiones que el Centro de Residentes Bolivianos de Córdoba expresara en ocasión de conocerse el fallo que condeno en abril de 2008 al policía Hernán Martínez a 22 años de prisión, por los delitos de privación ilegitima de la libertad, robo con arma y homicidio en grado de tentativa, todo el accionar delictivo agravado por el artículo 2 de la Ley 23.592, Ley Antidiscriminatoria que agrava la pena en un tercio el mínimo y en un medio el máximo cuando la

motivación delincuencial "sea cometido por persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad", otro motivo para agravar la situación procesal fue la condición de policía del acusado y el uso del arma reglamentaria que facilitaron la comisión del delito, contra Edgar Espejo Parisaca de nacionalidad boliviana. "El Centro de Residentes Bolivianos de Córdoba, celebra la aplicación de penas ejemplarizadoras a quienes hacen de la discriminación, el racismo y la xenofobia un deporte de actitudes e insultos en contra, especial y mayoritariamente, de nuestra comunidad boliviana en la Argentina. Este caso es demostrativo de que somos blanco fácil de estos delincuentes que eligen a sus víctimas en los sectores vulnerables de la población, la poca o nula acción institucional de verdadero combate a estas expresiones racistas alienta la multiplicación de los ataques discriminatorios. La impunidad que hasta ahora han gozado todos aquellos que se consideran con derecho a lesionar en la dignidad y derecho de amplios sectores de la población, tiene que terminar. El Instituto Nacional de Lucha contra la Discriminación , INADI, ha señalado que la comunidad boliviana es el sector de la población más discriminada de la sociedad argentina con un 62,3 por ciento. La lucha contra la discriminación, el racismo y la xenofobia es una obligación y un derecho de todos los ciudadanos, en donde sea que vivamos, si es que de veras queremos construir una sociedad democrática, justa y solidaria. Mientras existan estas lacras en la sociedad nadie puede sentirse libre. Cba -Argentina 9de abril de 2.008 Dr. Franz Enrique Prieto Teran Pdte. Centro de Residentes Bolivianos de Córdoba iurismundi@yahoo.com.ar

En la misma línea de los hechos de Mendoza, se inscribe lo ocurrido en la ciudad de Caleta Olivia, Provincia de Santa Cruz, donde el Consulado de Bolivia en la Patagonia argentina exigió el 5 de noviembre próximo pasado, la aplicación de sanciones por xenofobia contra un diario digital de la ciudad sureña de Caleta Olivia, que vinculó a la comunidad con el resultado

electoral de esa comuna. En efecto, una columna de opinión sin firma publicada en el portal SantaCruzDigital.com, de la ciudad de Caleta Olivia, aseveró que "el voto boliviano fue decisivo para dar vuelta la elección, de eso no quedan dudas. Fue determinante y en términos políticos difícil de analizar, pero más aún en términos colectivos, porque se trata de un voto orientado por el interés de un sector minúsculo. Bolivianos que no hablan castellano, bolivianos a los que les daba lo mismo, bolivianos que también tenían derecho a elegir, pero que fueron abusados en su ignorancia, avasallados en su propia miseria, encadenados a la opresión del trueque de favores con el que terminaron condenando al resto". La nota se refiere a la elección en esa ciudad del Norte de la provincia de Santa Cruz del pasado 23 de octubre y motivo la denuncia presentada por el Consulado de Bolivia en la Patagonia argentina, ante la Delegación Santa Cruz del Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). Además, el cónsul de Bolivia en Viedma, Sixto Valdez, repudió "las expresiones de xenofobia, racismo e intolerancia política contra los residentes bolivianos". El funcionario pidió al organismo que se actúe de manera inmediata aplicando las leyes argentinas y los acuerdos internacionales sobre migración. La carta dirigida al delegado del Inadi en esa provincia, Isaías Álvarez, señala que las expresiones vertidas "son de un grupo que cree puede lesionar la dignidad de toda una Nación, con el único fin de justificar luchas internas". Señor Presidente, los hechos que fundamentan este pedido de informes son de reciente data, esto es, son hechos que marcan una involución en la lucha que debe librarse contra la discriminación y preocupan en demasía cuando se advierte que al frente de los mismos aparecen figuras de renombre político y medios de comunicación que, vaya paradoja, debieran por su exposición mediática fomentar y contribuir a informar sobre políticas contra la discriminación.

Sin perjuicio de los hechos referidos, de su ocurrencia en sitios más alejados de los grandes centros urbanos, donde es factible mensurar las estadísticas con otros parámetros, es oportuno recordar que según el Mapa de la Discriminación elaborado por el INADI, desde diciembre de 2006, y que publica en su sitio Web , más de un tercio de la población del conurbano (36,3%) dice haber sufrido directamente algún tipo de discriminación, porcentaje superior al que se verificara en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde alcanzaba al 28,9% de los encuestados. Cuando la pregunta se refiere a haber presenciado hechos de este tipo, más de la mitad responde afirmativamente y las proporciones se aproximan significativamente a las de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (56% para el GBA y 54,6% para la C.A.B.A.). Respecto a las formas de discriminación sufridas o presenciadas en el GBA, tienen como principales causas la nacionalidad -en su mayoría orientada hacia inmigrantes de países limítrofes-, el nivel socioeconómico -pobreza-, el color de piel y la obesidad. Estas causas coinciden con las de la C.A.B.A., pero con la salvedad de que los conceptos estéticos (obesidad o sobrepeso) figuran como una cuarta causa, siendo el tercer tipo de discriminación el color de la piel.

No se nos escapa que desde 2007, el INADI comenzó a elaborar recomendaciones generales sobre graves temas de discriminación reiterados y que en función de ello cobran relevancia nacional. Por medio de estos informes se recomiendan medidas de acción tendientes a erradicar las situaciones de discriminación. Cada una de estas recomendaciones, firmadas por la entonces Presidenta del Instituto, Dra. María José Lubertino, fueron enviadas a los gobernadores provinciales, a cada ministro o secretario provincial competente en los temas, y a todos los diputados y senadores nacionales y provinciales.

Señor Presidente, queda mucho por hacer, mucha lucha por delante que aún nos falta. Cuando hablamos de valores y de la importancia que importa su transmisión en la etapa de formación de la personalidad, tenemos que hacer un señalamiento muy fuerte sobre el aspecto educativo. Educar en valores de solidaridad y no discriminación es una tarea constante y tenaz que se asemeja a un legado. Nos urge realizar esta tarea en el ámbito educativo, para que nuestros hijos reciban una formación que promueva el respeto a los derechos humanos fundamentales y se erradiquen estas conductas discriminatorias que hoy, como en los hechos descriptos hacen foco en la Comunidad Boliviana, pero no cesan en la búsqueda de una nueva víctima.

Por todo lo expuesto, invito a mis pares, Señores Diputados de la Nación, a que me acompañen en el presente proyecto de resolución, con su tratamiento y aprobación.